APOSENTO ALTO

lunes, 9 de abril de 2018

LECTURA BÍBLICA 9 DE ABRIL

LECTURA PARA LA MAÑANA

MARCOS    3:20-35

Mar 3:20 Cierta vez, Jesús entró en una casa y las multitudes empezaron a juntarse nuevamente. Pronto ni él ni sus discípulos encontraron un momento para comer.
Mar 3:21 Cuando sus familiares oyeron lo que sucedía, intentaron llevárselo. «Está fuera de sí», decían.
Mar 3:22 Pero los maestros de la ley religiosa que habían llegado de Jerusalén decían: «Está poseído por Satanás,* el príncipe de los demonios. De él recibe el poder para expulsar los demonios».
Mar 3:23 Jesús los llamó para que se acercaran y respondió con una ilustración. «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? —preguntó —.
Mar 3:24 Un reino dividido por una guerra civil, acabará destruido.
Mar 3:25 De la misma manera una familia dividida por peleas se desintegrará.
Mar 3:26 Y, si Satanás está dividido y pelea contra sí mismo, ¿cómo podrá mantenerse en pie? Nunca sobreviviría.
Mar 3:27 Permítanme darles otra ilustración. ¿Quién tiene suficiente poder para entrar en la casa de un hombre fuerte como Satanás y saquear sus bienes? Sólo alguien aún más fuerte, alguien que pudiera atarlo y después saquear su casa.
Mar 3:28 »Les digo la verdad, cualquier pecado y blasfemia pueden ser perdonados,
Mar 3:29 pero todo el que blasfeme contra el Espíritu Santo jamás será perdonado. Éste es un pecado que acarrea consecuencias eternas».
Mar 3:30 Les dijo esto porque ellos decían: «Está poseído por un espíritu maligno».
Mar 3:31 Luego la madre y los hermanos de Jesús vinieron a verlo. Se quedaron afuera y le mandaron a decir que saliera para hablar con ellos.
Mar 3:32 Había una multitud sentada alrededor de Jesús, y alguien dijo: «Tu madre y tus hermanos* están afuera y te llaman».
Mar 3:33 Jesús respondió: «¿Quién es mi madre? ¿Quiénes son mis hermanos?».
Mar 3:34 Entonces miró a los que estaban a su alrededor y dijo: «Miren, estos son mi madre y mis hermanos.
Mar 3:35 Todo el que hace la voluntad de Dios es mi hermano y mi hermana y mi madre».



1 CORINTIOS 7:1-16

1Co 7:1 Ahora, en cuanto a las preguntas que me hicieron en su carta: Es cierto que es bueno abstenerse de tener relaciones sexuales.*
1Co 7:2 Pero, dado que hay tanta inmoralidad sexual, cada hombre debería tener su propia esposa, y cada mujer, su propio marido.
1Co 7:3 El esposo debe satisfacer las necesidades sexuales de su esposa, y la esposa debe satisfacer las necesidades sexuales de su marido.
1Co 7:4 La esposa le da la autoridad sobre su cuerpo a su marido, y el esposo le da la autoridad sobre su cuerpo a su esposa.
1Co 7:5 No se priven el uno al otro de tener relaciones sexuales, a menos que los dos estén de acuerdo en abstenerse de la intimidad sexual por un tiempo limitado para entregarse más de lleno a la oración. Después deberán volverse a juntar, a fin de que Satanás no pueda tentarlos por la falta de control propio.
1Co 7:6 Eso les digo a modo de concesión, no como un mandato.
1Co 7:7 Sin embargo, quisiera que todos fueran solteros, igual que yo. Pero cada uno tiene su don específico de Dios, unos de una clase y otros de otra.
1Co 7:8 Así que les digo a los solteros y a las viudas: es mejor quedarse sin casar, tal como yo.
1Co 7:9 Pero, si no pueden controlarse, entonces deberían casarse. Es mejor casarse que arder de pasión sexual.
1Co 7:10 No obstante, para los que ya están casados, tengo un mandato que no proviene de mí sino del Señor.* La esposa no debe dejar a su marido.
1Co 7:11 Pero, si lo deja, que no se case de nuevo o bien que se reconcilie con él. Y el marido no debe dejar a su esposa.
1Co 7:12 Ahora, me dirigiré al resto de ustedes, aunque no tengo un mandato directo del Señor. Si un hombre cristiano* está casado con una mujer que no es creyente y ella está dispuesta a seguir viviendo con él, no debe abandonarla.
1Co 7:13 Y, si una mujer cristiana tiene un esposo que no es creyente y él está dispuesto a seguir viviendo con ella, no debe abandonarlo.
1Co 7:14 Pues la esposa cristiana da santidad a su matrimonio, y el esposo cristiano* da santidad al suyo. De otro modo, sus hijos no serían santos, pero ahora son santos.
1Co 7:15 (En cambio, si el esposo o la esposa que no es creyente insiste en irse, dejen que se vaya. En esos casos, el cónyuge cristiano* ya no está ligado al otro, porque Dios los ha llamado a ustedes* a vivir en paz).
1Co 7:16 ¿Acaso ustedes, esposas, no se dan cuenta de que sus maridos podrían ser salvos a causa de ustedes? Y ustedes, esposos, ¿no se dan cuenta de que sus esposas podrían ser salvas a causa de ustedes?


SALMO 79

Sal 79:1 
Salmo de Asaf.
Oh Dios, naciones paganas conquistaron tu tierra, tu posesión más preciada. Profanaron tu santo templo y convirtieron a Jerusalén en un montón de ruinas.
Sal 79:2 Dejaron los cadáveres de tus siervos como alimento para las aves del cielo. La carne de tus justos se ha convertido en comida para los animales salvajes.
Sal 79:3 La sangre fluyó como agua por toda Jerusalén; no queda nadie para enterrar a los muertos.
Sal 79:4 Nuestros vecinos se mofan de nosotros; somos objeto de desprecio y desdén de los que nos rodean.
Sal 79:5 Oh SEÑOR, ¿hasta cuándo seguirás enojado con nosotros?¿Será para siempre? ¿Hasta cuándo arderá tu celo como el fuego?
Sal 79:6 Derrama tu ira sobre las naciones que se niegan a reconocerte, sobre los reinos que no invocan tu nombre.
Sal 79:7 Pues devoraron a tu pueblo, Israel,* y convirtieron la tierra en un desierto desolado.
Sal 79:8 ¡No nos hagas responsables por los pecados de nuestros antepasados! Que tu compasión satisfaga pronto nuestras necesidades, porque estamos al borde de la desesperación.
Sal 79:9 ¡Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación! Ayúdanos por la gloria de tu nombre; sálvanos y perdona nuestros pecados por la honra de tu nombre.
Sal 79:10 ¿Por qué se les permite a las naciones paganas burlarse y preguntar: «Dónde está su Dios»? Muéstranos tu venganza contra las naciones, porque han derramado la sangre de tus siervos.
Sal 79:11 Escucha el lamento de los prisioneros. Demuestra tu gran poder al salvar a los condenados a muerte.
Sal 79:12 Oh Señor, multiplica siete veces tu venganza contra nuestros vecinos por la burla que han lanzado contra ti.
Sal 79:13 Entonces nosotros, tu pueblo, las ovejas de tu prado, te agradeceremos por siempre y para siempre, y alabaremos tu grandeza de generación en generación.

LECTURA PARA LA NOCHE

JOSUÉ 20-21

Jos 20:1 El SEÑOR le dijo a Josué:
Jos 20:2 «Ahora diles a los israelitas que designen ciudades de refugio, tal como le indiqué a Moisés.
Jos 20:3 Cualquier persona que mate a otra por accidente y sin intención podrá huir a una de esas ciudades; serán lugares para refugiarse de parientes que busquen venganza por la muerte de un familiar.
Jos 20:4 »Al llegar a una de esas ciudades, el que causó la muerte se presentará ante los ancianos en la puerta de la ciudad y les expondrá su caso. Ellos deberán permitirle la entrada a la ciudad y darle un lugar para vivir entre sus habitantes.
Jos 20:5 Si los parientes de la víctima llegan para vengar la muerte, los líderes no les entregarán al acusado. Pues el acusado mató al otro sin intención y sin enemistad previa.
Jos 20:6 Pero tendrá que quedarse en esa ciudad y ser juzgado por la asamblea local, la cual dará el veredicto. Y seguirá viviendo allí hasta que muera el sumo sacerdote que estaba ejerciendo su cargo cuando ocurrió el accidente. Sólo entonces será libre para regresar a su hogar en la ciudad de donde huyó».
Jos 20:7 Entonces se designaron las siguientes ciudades de refugio: Cades de Galilea, en la zona montañosa de Neftalí; Siquem, en la zona montañosa de Efraín; y Quiriat-arba (también llamada Hebrón), en la zona montañosa de Judá.
Jos 20:8 En el oriente del río Jordán, frente a Jericó, se designaron las siguientes ciudades: Beser, en la llanura desértica de la tribu de Rubén; Ramot, en Galaad, en el territorio de la tribu de Gad; y Golán, en Basán, en la tierra de la tribu de Manasés.
Jos 20:9 Esas ciudades quedaron apartadas para todos los israelitas y también para los extranjeros que vivían entre ellos. Cualquier persona que matara a otra por accidente podía refugiarse en una de esas ciudades; de esa manera, evitaba que le quitaran la vida por venganza antes de ser juzgada frente a la asamblea local.
Jos 21:1 Entonces los líderes de la tribu de Leví fueron a consultar un asunto con el sacerdote Eleazar, con Josué, hijo de Nun, y con los líderes de las otras tribus de Israel.
Jos 21:2 Se presentaron ante ellos en Silo, en la tierra de Canaán y dijeron: «El SEÑOR le ordenó a Moisés que nos diera ciudades donde vivir y pastizales para nuestros animales».
Jos 21:3 Así que, por orden del SEÑOR, el pueblo de Israel —de sus propias porciones de tierra— les dio a los levitas las siguientes ciudades con pastizales:
Jos 21:4 A los descendientes de Aarón —que eran miembros del clan coatita dentro de la tribu de Leví— se les entregaron trece ciudades que, en un principio, habían sido asignadas a las tribus de Judá, de Simeón y de Benjamín.
Jos 21:5 A las otras familias del clan coatita se les entregaron diez ciudades de las tribus de Efraín y de Dan, y de la media tribu de Manasés.
Jos 21:6 Al clan de Gersón se le entregaron trece ciudades de las tribus de Isacar, de Aser y de Neftalí, y de la media tribu de Manasés que estaba en Basán.
Jos 21:7 Al clan de Merari se le entregaron doce ciudades de las tribus de Rubén, de Gad y de Zabulón.
Jos 21:8 Así que los israelitas obedecieron la orden que el SEÑOR le había dado a Moisés y les asignaron a los levitas esas ciudades con pastizales por medio de un sorteo sagrado.
Jos 21:9 Los israelitas les dieron las siguientes ciudades de las tribus de Judá y de Simeón
Jos 21:10 a los descendientes de Aarón —que eran miembros del clan coatita dentro de la tribu de Leví—, porque ellos fueron los primeros en salir sorteados.
Jos 21:11 Recibieron Quiriat-arba (también llamada Hebrón), en la zona montañosa de Judá, junto con los pastizales que la rodeaban. (Arba era un antepasado de Anac).
Jos 21:12 Pero los campos abiertos en las afueras de la ciudad y de las aldeas vecinas se le dieron como posesión a Caleb, hijo de Jefone.
Jos 21:13 Las siguientes ciudades con sus pastizales se les entregaron a los descendientes del sacerdote Aarón: Hebrón (una ciudad de refugio para los que mataban a otra persona por accidente), Libna,
Jos 21:14 Jatir, Estemoa,
Jos 21:15 Holón, Debir,
Jos 21:16 Aín, Juta y Bet-semes; nueve ciudades de parte de esas dos tribus.
Jos 21:17 De la tribu de Benjamín, se les dieron a los sacerdotes las siguientes ciudades junto con sus pastizales: Gabaón, Geba,
Jos 21:18 Anatot y Almón, cuatro ciudades.
Jos 21:19 Así que, a los sacerdotes, los descendientes de Aarón, se les dieron un total de trece ciudades con sus pastizales.
Jos 21:20 Al resto del clan coatita de la tribu de Leví se le asignaron las siguientes ciudades con sus pastizales de la tribu de Efraín:
Jos 21:21 Siquem, en la zona montañosa de Efraín (una ciudad de refugio para los que mataban a otra persona por accidente), Gezer,
Jos 21:22 Kibsaim y Bet-horón, cuatro ciudades.
Jos 21:23 De la tribu de Dan, se les asignaron a los sacerdotes las siguientes ciudades con sus pastizales: Elteque, Gibetón,
Jos 21:24 Ajalón y Gat-rimón, cuatro ciudades.
Jos 21:25 La media tribu de Manasés les entregó a los sacerdotes las siguientes ciudades con sus pastizales: Taanac y Gat-rimón, dos ciudades.
Jos 21:26 Así que, al resto del clan coatita se le asignaron un total de diez ciudades con sus pastizales.
Jos 21:27 Los descendientes de Gersón, otro clan dentro la tribu de Leví, recibieron de parte de la media tribu de Manasés las siguientes ciudades con sus pastizales: Golán, en Basán (una ciudad de refugio para los que mataban a otra persona por accidente) y Beestera, dos ciudades.
Jos 21:28 De la tribu de Isacar, recibieron las siguientes ciudades con sus pastizales: Quisión, Daberat,
Jos 21:29 Jarmut y Enganim, cuatro ciudades.
Jos 21:30 De la tribu de Aser, recibieron las siguientes ciudades con sus pastizales: Miseal, Abdón,
Jos 21:31 Helcat y Rehob, cuatro ciudades.
Jos 21:32 De la tribu de Neftalí, recibieron las siguientes ciudades con sus pastizales: Cades, en Galilea (una ciudad de refugio para los que mataban a otra persona por accidente), Hamot-dor y Cartán, tres ciudades.
Jos 21:33 Así que, al clan de Gersón se le asignaron un total de trece ciudades con sus pastizales.
Jos 21:34 Al resto de los levitas —al clan de Merari— se le dieron, de parte de la tribu de Zabulón, las siguientes ciudades con sus pastizales: Jocneam, Carta,
Jos 21:35 Dimna y Naalal, cuatro ciudades.
Jos 21:36 De la tribu de Rubén, recibieron las siguientes ciudades con sus pastizales: Beser, Jaza,*
Jos 21:37 Cademot y Mefaat, cuatro ciudades.
Jos 21:38 De la tribu de Gad, recibieron las siguientes ciudades con sus pastizales: Ramot, en Galaad (una ciudad de refugio para los que mataban a otra persona por accidente), Mahanaim,
Jos 21:39 Hesbón y Jazer, cuatro ciudades.
Jos 21:40 Así que, al clan de Merari se le asignaron un total de doce ciudades.
Jos 21:41 En su totalidad, a los levitas se les entregaron cuarenta y ocho ciudades con pastizales dentro del territorio israelita.
Jos 21:42 Cada una de esas ciudades tenía pastizales a su alrededor.
Jos 21:43 Así que el SEÑOR le entregó a Israel toda la tierra que había jurado darles a sus antepasados, y los israelitas la tomaron para sí y se establecieron en ella.
Jos 21:44 Y el SEÑOR les dio descanso en todo el territorio, tal como se lo había prometido solemnemente a los antepasados de ellos. Ningún enemigo pudo hacerles frente, porque el SEÑOR los ayudó a conquistar a todos sus enemigos.
Jos 21:45 Ni una sola de todas las buenas promesas que el SEÑOR le había hecho a la familia de Israel quedó sin cumplirse; todo lo que él había dicho se hizo realidad.

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