1Co 3:1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
1Co 3:2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no
erais capaces, ni sois capaces todavía,
1Co 3:3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre
vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como
hombres?
1Co 3:4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de
Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?
Desde el capítulo uno al capítulo tres de 1 corintios, Pablo
está tratando un tema: las divisiones en grupos, unos de Pablo, otros de
Apolos, otros de Cefas; 1 corintios 1:12. Estas divisiones afectaban a
la iglesia.
Pablo les enseña la diferencia entre la sabiduría del mundo
y la sabiduría de Dios, la cual solo comprenden los que han alcanzado la
madurez espiritual; 1 corintios 2:6.
Esta sabiduría de Dios en misterio; 1 corintios 2:7, no puede ser conocida por el hombre natural
(no salvo) puesto que no tiene al Espíritu de Dios, y por ello le parece una
locura, en cambio, el hombre espiritual si puede comprender esa sabiduría en
misterio, es decir, la cruz de Cristo y toda bendición que esto trae, incluida
la iglesia.
Los corintios no habían podido entender esta sabiduría porque
eran carnales, dicho de otra manera, niños en Cristo, a pesar que El Señor les
había dado cosas buenas a los corintios, “porque en todas las cosas
fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia” 1 corintios
1:15, ellos ponían su mirada en el orgullo y sabiduría personales, puesto
que estaban orgullosos de ser seguidores de uno o de otro predicador y se
creían sabios por creer que seguían al mejor.
Pablo les dice que no eran capaces de recibir alimento
sólido pues su orgullo se los impedía. Este orgullo les provocaba tener celos y
pleitos entre ellos. En lugar de estar siendo enseñados en “la sabiduría de
Dios en misterio” 1 corintios 2:7, necesitaban de palabras de
corrección, porque hablar de sabiduría de Dios es para los que han alcanzado
madurez y ellos no eran maduros sino carnales, niños en Cristo.
Podemos concluir que el cristiano carnal
1.
Es un creyente
2.
Es inmaduro en la fe
3.
No son capaces de entender el alcance de la cruz
4.
Necesitan corrección continuamente
5.
No entienden lo que significa la iglesia y menos
la unidad.
6.
Causan divisiones, son orgullosos etc.
7.
Recibirá, como hijo, la disciplina del Señor