APOSENTO ALTO

martes, 15 de agosto de 2017

LECTURA BÍBLICA 15 DE AGOSTO

LECTURA PARA LA MAÑANA

LUCAS    18:1-8

Luc 18:1 Cierto día, Jesús les contó una historia a sus discípulos para mostrarles que siempre debían orar y nunca darse por vencidos.
Luc 18:2 «Había un juez en cierta ciudad —dijo—, que no tenía temor de Dios ni se preocupaba por la gente.
Luc 18:3 Una viuda de esa ciudad acudía a él repetidas veces para decirle: “Hágame justicia en este conflicto con mi enemigo”.
Luc 18:4 Durante un tiempo, el juez no le hizo caso, hasta que finalmente se dijo a sí mismo: “No temo a Dios ni me importa la gente,
Luc 18:5 pero esta mujer me está volviendo loco. Me ocuparé de que reciba justicia, ¡porque me está agotando con sus constantes peticiones!”».
Luc 18:6 Entonces el Señor dijo: «Aprendan una lección de este juez injusto.
Luc 18:7 Si hasta él dio un veredicto justo al final, ¿acaso no creen que Dios hará justicia a su pueblo escogido que clama a él día y noche? ¿Seguirá aplazando su respuesta?
Luc 18:8 Les digo, ¡que pronto les hará justicia! Pero, cuando el Hijo del Hombre* regrese, ¿a cuántas personas con fe encontrará en la tierra?».





2 TIMOTEO 3:1-9

2Ti 3:1 Timoteo, es bueno que sepas que, en los últimos días, habrá tiempos muy difíciles.
2Ti 3:2 Pues la gente sólo tendrá amor por sí misma y por su dinero. Serán fanfarrones y orgullosos, se burlarán de Dios, serán desobedientes a sus padres y malagradecidos. No considerarán nada sagrado.
2Ti 3:3 No amarán ni perdonarán; calumniarán a otros y no tendrán control propio. Serán crueles y odiarán lo que es bueno.
2Ti 3:4 Traicionarán a sus amigos, serán imprudentes, se llenarán de soberbia y amarán el placer en lugar de amar a Dios.
2Ti 3:5 Actuarán como religiosos pero rechazarán el único poder capaz de hacerlos obedientes a Dios. ¡Aléjate de esa clase de individuos!
2Ti 3:6 Pues son de los que se las ingenian para meterse en las casas de otros y ganarse la confianza de* mujeres vulnerables que cargan con la culpa del pecado y están dominadas por todo tipo de deseos.
2Ti 3:7 (Dichas mujeres siempre van detrás de nuevas enseñanzas pero jamás logran entender la verdad).
2Ti 3:8 Estos «maestros» se oponen a la verdad, tal como Janes y Jambres se opusieron a Moisés. Tienen la mente depravada, y una fe falsa.
2Ti 3:9 Pero no se saldrán con la suya por mucho tiempo. Algún día, todos se darán cuenta de lo tontos que son, tal como pasó con Janes y Jambres.





PROVERBIOS 12:15-28

Pro 12:15 Los necios creen que su propio camino es el correcto, pero los sabios prestan atención a otros.
Pro 12:16 Un necio se enoja enseguida, pero una persona sabia mantiene la calma cuando la insultan.
Pro 12:17 Un testigo honrado dice la verdad, un testigo falso dice mentiras.
Pro 12:18 Algunas personas hacen comentarios hirientes, pero las palabras del sabio traen alivio.
Pro 12:19 Las palabras veraces soportan la prueba del tiempo, pero las mentiras pronto se descubren.
Pro 12:20 El corazón que trama el mal está lleno de engaño; ¡el corazón que procura la paz rebosa de alegría!
Pro 12:21 Nada malo le sucederá a los justos, pero los perversos se llenarán de dificultades.
Pro 12:22 El SEÑOR detesta los labios mentirosos, pero se deleita en los que dicen la verdad.
Pro 12:23 Los sabios no hacen alarde de sus conocimientos, pero los necios hacen pública su necedad.
Pro 12:24 Trabaja duro y serás un líder; sé un flojo y serás un esclavo.
Pro 12:25 La preocupación agobia a la persona; una palabra de aliento la anima.
Pro 12:26 Los justos dan buenos consejos a sus amigos,* los perversos los llevan por mal camino.
Pro 12:27 Los perezosos ni siquiera cocinan la presa que han atrapado, pero los diligentes aprovechan todo lo que encuentran.
Pro 12:28 El camino de los justos conduce a la vida; ese rumbo no lleva a la muerte.



LECTURA PARA LA NOCHE

NEHEMÍAS 9

Neh 9:1 El 31 de octubre* el pueblo volvió a reunirse en asamblea. Esta vez ayunaron, se vistieron de tela áspera y se echaron polvo sobre la cabeza.
Neh 9:2 Los de ascendencia israelita se separaron de todos los extranjeros para confesar sus propios pecados y los pecados de sus antepasados.
Neh 9:3 Permanecieron de pie en el mismo lugar durante tres horas* mientras se les leía en voz alta el libro de la ley del SEÑOR su Dios. Luego confesaron sus pecados y adoraron al SEÑOR su Dios durante tres horas más.
Neh 9:4 Los levitas —Jesúa, Bani, Cadmiel, Sebanías, Buni, Serebías, Bani y Quenaní— estuvieron de pie en la escalera de los levitas y clamaron al SEÑOR su Dios en voz alta.
Neh 9:5 Luego los jefes de los levitas —Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías— llamaron al pueblo: «¡Levántense y alaben al SEÑOR su Dios, porque él vive desde la eternidad hasta la eternidad!». Entonces oraron: «¡Que tu glorioso nombre sea alabado! ¡Que sea exaltado por sobre toda bendición y alabanza!
Neh 9:6 »Sólo tú eres el SEÑOR. Tú hiciste el firmamento, los cielos y todas las estrellas; hiciste la tierra, los mares y todo lo que hay en ellos. Tú los preservas a todos, y los ángeles del cielo te adoran.
Neh 9:7 »Eres el SEÑOR Dios, quien eligió a Abram y lo sacó de Ur de los caldeos y le dio un nuevo nombre, Abraham.
Neh 9:8 Cuando demostró ser fiel, hiciste un pacto con él para darle a él y a sus descendientes la tierra de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los ferezeos, de los jebuseos y de los gergeseos; y has cumplido lo que prometiste, porque tú siempre eres fiel a tu palabra.
Neh 9:9 »Tú viste la miseria de nuestros antepasados en Egipto y escuchaste sus lamentos cuando estaban junto al mar Rojo.*
Neh 9:10 Realizaste señales milagrosas y maravillas contra el faraón, sus funcionarios y su pueblo, porque tú sabías con cuánta arrogancia trataban a nuestros antepasados. Tú tienes una gloriosa reputación que jamás ha sido olvidada.
Neh 9:11 ¡Dividiste el mar para que tu pueblo pudiera cruzarlo por tierra seca! Luego arrojaste a sus perseguidores a las profundidades del mar. Se hundieron como piedras en aguas turbulentas.
Neh 9:12 Guiaste a nuestros antepasados mediante una columna de nube durante el día y una columna de fuego durante la noche para que pudieran encontrar el camino.
Neh 9:13 »Bajaste al monte Sinaí y les hablaste desde el cielo. Les diste ordenanzas e instrucciones justas, y decretos y mandatos buenos.
Neh 9:14 Les diste instrucciones acerca de tu sagrado día de descanso. Además, por medio de tu siervo Moisés, les ordenaste que obedecieran todos tus mandatos, decretos e instrucciones.
Neh 9:15 »Les diste pan del cielo cuando tenían hambre y agua de la roca cuando tenían sed. Les ordenaste que fueran y tomaran posesión de la tierra que habías jurado darles.
Neh 9:16 »Sin embargo, nuestros antepasados fueron arrogantes y tercos, y no prestaron ninguna atención a tus mandatos.
Neh 9:17 Se negaron a obedecerte y no se acordaron de los milagros que habías hecho a favor de ellos. En cambio, se pusieron tercos y nombraron a un líder para que los llevara de regreso a su esclavitud en Egipto; pero tú eres Dios de perdón, bondadoso y misericordioso, lento para enojarte y rico en amor inagotable. No los abandonaste,
Neh 9:18 ni siquiera cuando se hicieron un ídolo en forma de becerro y dijeron: “¡Este es tu dios que te sacó de Egipto!”. Cometieron terribles blasfemias.
Neh 9:19 »En tu gran misericordia no los abandonaste para que murieran en el desierto. La columna de nube todavía los guiaba de día, y la columna de fuego les mostraba el camino durante la noche.
Neh 9:20 Enviaste tu buen Espíritu para que les enseñara, y no dejaste de alimentarlos con maná del cielo ni de darles agua para su sed.
Neh 9:21 Durante cuarenta años los sustentaste en el desierto, y nada les faltó. ¡No se les desgastó la ropa, ni se les hincharon los pies!
Neh 9:22 »Luego ayudaste a nuestros antepasados a conquistar reinos y naciones, y colocaste a tu pueblo en todos los rincones de la tierra.* Se apoderaron de la tierra del rey Sehón de Hesbón, y de la tierra del rey Og de Basán.
Neh 9:23 Hiciste que sus descendientes fueran tan numerosos como las estrellas del cielo y los llevaste a la tierra que habías prometido a sus antepasados.
Neh 9:24 »Entraron y tomaron posesión de la tierra. Tú sometiste naciones enteras delante de ellos. ¡Hasta los cananeos, que habitaban esa tierra, se sintieron impotentes! Tu pueblo pudo hacer lo que quiso con esas naciones y con sus reyes.
Neh 9:25 Nuestros antepasados conquistaron ciudades fortificadas y tierras fértiles. Se apoderaron de casas llenas de cosas buenas, con cisternas ya cavadas y viñedos y olivares, además de frutales en abundancia. De modo que comieron hasta saciarse y engordaron y disfrutaron de todas tus bendiciones.
Neh 9:26 »Sin embargo, a pesar de todo esto, fueron desobedientes y se rebelaron contra ti. Dieron la espalda a tu ley, mataron a tus profetas, quienes les advertían que volvieran a ti, y cometieron terribles blasfemias.
Neh 9:27 Así que los entregaste en manos de sus enemigos, quienes los hicieron sufrir; pero en sus momentos de angustia clamaron a ti, y desde el cielo los escuchaste. En tu gran misericordia, les enviaste libertadores que los rescataron de sus enemigos.
Neh 9:28 »No obstante, apenas tenían paz, volvían a cometer maldades ante tus ojos, y una vez más permitiste que sus enemigos los conquistaran. Sin embargo, cada vez que tu pueblo volvía y nuevamente clamaba a ti por ayuda, desde el cielo tú lo escuchabas una vez más. En tu maravillosa misericordia, los rescataste muchas veces.
Neh 9:29 »Les advertías que regresaran a tu ley, pero ellos se volvieron orgullosos y obstinados, y desobedecieron tus mandatos. No siguieron tus ordenanzas que dan vida a quienes las obedecen. Tercamente te dieron la espalda y se negaron a escuchar.
Neh 9:30 En tu amor fuiste paciente con ellos durante muchos años. Enviaste tu Espíritu, quien les advertía por medio de los profetas. ¡Pero aun así no quisieron escuchar! Entonces nuevamente permitiste que los pueblos de la tierra los conquistaran;
Neh 9:31 pero en tu gran misericordia no los destruiste por completo ni los abandonaste para siempre. ¡Qué Dios tan bondadoso y misericordioso eres tú!
Neh 9:32 »Ahora, Dios nuestro —Dios grande, poderoso y temible que cumple su pacto de amor inagotable— inagotable, no permitas que todas las privaciones que hemos sufrido te parezcan insignificantes. Grandes dificultades cayeron sobre nosotros, nuestros reyes, nuestros líderes, nuestros sacerdotes, nuestros profetas y nuestros antepasados —todo tu pueblo—, desde los días cuando los reyes de Asiria por primera vez nos vencieron hasta el día de hoy.
Neh 9:33 Cada vez que nos castigaste actuaste con justicia. Hemos pecado grandemente, y nos diste sólo lo que merecíamos.
Neh 9:34 Nuestros reyes, líderes, sacerdotes y antepasados no obedecieron tu ley ni prestaron atención a las advertencias de tus mandatos y leyes.
Neh 9:35 Aun cuando tenían su propio reino no te sirvieron, a pesar de que derramaste tu bondad sobre ellos. Les diste un territorio grande y fértil, pero ellos se negaron a abandonar su perversidad.
Neh 9:36 »Por eso, ¡hoy somos esclavos en esta tierra de abundancia que diste a nuestros antepasados para que la disfrutaran! Somos esclavos aquí en esta buena tierra.
Neh 9:37 Los abundantes productos agrícolas de esta tierra se amontonan en las manos de los reyes que has puesto sobre nosotros por causa de nuestros pecados. Ellos ejercen su poder sobre nosotros y nuestros animales. Les servimos según su antojo, y pasamos por mucho sufrimiento».
Neh 9:38 * Entonces el pueblo respondió: «En vista de todo esto,* hacemos una promesa solemne y la ponemos por escrito. En este documento sellado están los nombres de nuestros líderes, levitas y sacerdotes».

No hay comentarios:

Publicar un comentario