APOSENTO ALTO

martes, 6 de marzo de 2018

LECTURA BÍBLICA 6 DE MARZO

LECTURA PARA LA MAÑANA

MATEO    23:1-12

Mat 23:1 Entonces Jesús les dijo a las multitudes y a sus discípulos:
Mat 23:2 «Los maestros de la ley religiosa y los fariseos son los intérpretes oficiales de la ley de Moisés.*
Mat 23:3 Por lo tanto, practiquen y obedezcan todo lo que les digan, pero no sigan su ejemplo. Pues ellos no hacen lo que enseñan.
Mat 23:4 Aplastan a la gente bajo el peso de exigencias religiosas insoportables y jamás mueven un dedo para aligerar la carga.
Mat 23:5 »Todo lo que hacen es para aparentar. En los brazos se ponen anchas cajas de oración con versículos de la Escritura, y usan túnicas con flecos muy largos.*
Mat 23:6 Y les encanta sentarse a la mesa principal en los banquetes y ocupar los asientos de honor en las sinagogas.
Mat 23:7 Les encanta recibir saludos respetuosos cuando caminan por las plazas y que los llamen “Rabí”*.
Mat 23:8 »Pero no permitan que a ustedes nadie los llame “Rabí”, porque tienen un solo maestro y todos ustedes son hermanos por igual.
Mat 23:9 Además, aquí en la tierra, no se dirijan a nadie llamándolo “Padre”, porque sólo Dios, que está en el cielo, es su Padre espiritual.
Mat 23:10 Y no permitan que nadie los llame “Maestro”, porque ustedes tienen un solo Maestro, el Mesías.
Mat 23:11 El más importante entre ustedes debe ser el sirviente de los demás.
Mat 23:12 Pero aquellos que se exaltan a sí mismos serán humillados, y los que se humillan a sí mismos serán exaltados.

ROMANOS 5:1-11

Rom 5:1 Por lo tanto, ya que fuimos declarados justos a los ojos de Dios por medio de la fe, tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros.
Rom 5:2 Debido a nuestra fe, Cristo nos hizo entrar en este lugar de privilegio inmerecido en el cual ahora permanecemos, y esperamos con confianza y alegría participar de la gloria de Dios.
Rom 5:3 También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia.
Rom 5:4 Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación.
Rom 5:5 Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.
Rom 5:6 Cuando éramos totalmente incapaces de salvarnos, Cristo vino en el momento preciso y murió por nosotros, pecadores.
Rom 5:7 Ahora bien, casi nadie se ofrecería a morir por una persona honrada, aunque tal vez alguien podría estar dispuesto a dar su vida por una persona extraordinariamente buena.
Rom 5:8 Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.
Rom 5:9 Y, como se nos declaró justos a los ojos de Dios por la sangre de Cristo, con toda seguridad él nos salvará de la condenación de Dios.
Rom 5:10 Pues, como nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la muerte de su Hijo cuando todavía éramos sus enemigos, con toda seguridad seremos salvos por la vida de su Hijo.
Rom 5:11 Así que ahora podemos alegrarnos por nuestra nueva y maravillosa relación con Dios gracias a que nuestro Señor Jesucristo nos hizo amigos de Dios.

SALMO 53

Sal 53:1 Sólo los necios dicen en su corazón: «No hay Dios». Ellos son corruptos y sus acciones son malas; ¡no hay ni uno que haga lo bueno!
Sal 53:2 Dios mira desde los cielos a toda la raza humana; observa para ver si hay alguien realmente sabio, si alguien busca a Dios.
Sal 53:3 Pero no, todos se desviaron; todos se corrompieron.* No hay ni uno que haga lo bueno, ¡ni uno solo!
Sal 53:4 ¿Será posible que nunca aprendan los que hacen el mal? Devoran a mi pueblo como si fuera pan y ni siquiera piensan en orarle a Dios.
Sal 53:5 El terror se apoderará de ellos, un terror como nunca habían conocido. Dios esparcirá los huesos de tus enemigos. Los avergonzarás, porque Dios los ha rechazado.
Sal 53:6 ¿Quién vendrá del monte Sión para rescatar a Israel? Cuando Dios restaure a su pueblo, Jacob gritará de alegría e Israel se gozará.

LECTURA PARA LA NOCHE

NÚMEROS 12-14

Núm 12:1 Mientras estaban en Hazerot, Miriam y Aarón criticaron a Moisés porque se había casado con una cusita.
Núm 12:2 Dijeron: «¿Ha hablado el SEÑOR solamente por medio de Moisés? ¿Acaso no ha hablado también a través de nosotros?». Y el SEÑOR los oyó.
Núm 12:3 (Ahora bien, Moisés era muy humilde, más que cualquier otra persona en la tierra).
Núm 12:4 Así que, el SEÑOR llamó de inmediato a Moisés, a Aarón y a Miriam y les dijo: «¡Vayan los tres al tabernáculo* !»; y los tres fueron allí.
Núm 12:5 Entonces el SEÑOR descendió en la columna de nube y se detuvo en la entrada del tabernáculo.* «¡Aarón y Miriam!», llamó él. Ellos dieron un paso al frente
Núm 12:6 y el SEÑOR les habló: «Escuchen lo que voy a decir: »Si hubiera profetas entre ustedes, yo, el SEÑOR, me revelaría en visiones; les hablaría en sueños.
Núm 12:7 Pero no con mi siervo Moisés. De toda mi casa, él es en quien confío.
Núm 12:8 Yo le hablo a él cara a cara, ¡con claridad y no en acertijos! Él ve al SEÑOR como él es. ¿Entonces, por qué no tuvieron temor de criticar a mi siervo Moisés?».
Núm 12:9 El SEÑOR estaba muy enojado con ellos y se fue.
Núm 12:10 Cuando la nube dejo de estar encima del tabernáculo, allí estaba Miriam, con su piel tan blanca como la nieve, leprosa.* Cuando Aarón vio lo que había pasado con ella,
Núm 12:11 clamó a Moisés: «¡Oh, mi señor! ¡Por favor no nos castigues por este pecado que tan neciamente cometimos!
Núm 12:12 No dejes que ella sea como un bebé que nace muerto y que ya está en descomposición».
Núm 12:13 Entonces Moisés clamó al SEÑOR: —¡Oh Dios, te suplico que la sanes!
Núm 12:14 Pero el SEÑOR le dijo a Moisés: —Si el padre de Miriam tan sólo la escupiera en la cara, ¿no duraría su contaminación siete días? Por lo tanto, mantenla fuera del campamento durante siete días y después podrá ser aceptada de nuevo.
Núm 12:15 Así que Miriam permaneció fuera del campamento durante siete días, y el pueblo esperó hasta que la trajeron para continuar su viaje.
Núm 12:16 Fue entonces cuando salieron de Hazerot y acamparon en el desierto de Parán.
Núm 13:1 El SEÑOR le dijo a Moisés:
Núm 13:2 «Envía hombres a explorar la tierra de Canaán, la tierra que les daré a los israelitas. Envía a un jefe de cada una de las doce tribus de sus antepasados».
Núm 13:3 Entonces Moisés hizo lo que el SEÑOR le ordenó y envió a doce hombres desde el campamento en el desierto de Parán, todos jefes de las tribus de Israel.
Núm 13:4 Estas eran las tribus y los nombres de sus jefes: Tribu Jefe de Rubén Samúa, hijo de Zacur
Núm 13:5 de Simeón Safat, hijo de Hori
Núm 13:6 de Judá Caleb, hijo de Jefone
Núm 13:7 de Isacar Igal, hijo de José
Núm 13:8 de Efraín Oseas, hijo de Nun
Núm 13:9 de Benjamín Palti, hijo de Rafú
Núm 13:10 de Zabulón Gadiel, hijo de Sodi
Núm 13:11 de Manasés, hijo de José Gadi, hijo de Susi
Núm 13:12 de Dan Amiel, hijo de Gemali
Núm 13:13 de Aser Setur, hijo de Micael
Núm 13:14 de Neftalí Nahbi, hijo de Vapsi
Núm 13:15 de Gad Geuel, hijo de Maqui
Núm 13:16 Estos son los nombres de los hombres que Moisés envió a explorar la tierra. (A Oseas, hijo de Nun, Moisés le dio el nombre de Josué).
Núm 13:17 Moisés envió a los hombres a explorar la tierra y les dio las siguientes instrucciones: «Vayan al norte a través del Neguev hasta la zona montañosa.
Núm 13:18 Fíjense cómo es la tierra y averigüen si sus habitantes son fuertes o débiles, pocos o muchos.
Núm 13:19 Observen cómo es la tierra en que habitan. ¿Es buena o mala? ¿Viven en ciudades amuralladas o sin protección, a campo abierto?
Núm 13:20 El terreno, ¿es fértil o estéril? ¿Abundan los árboles? Hagan todo lo posible por traer muestras de las cosechas que encuentren». (Era la temporada de la cosecha de las primeras uvas maduras).
Núm 13:21 Así que subieron y exploraron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, cerca de Lebo-hamat.
Núm 13:22 Yendo al norte, atravesaron el Neguev y llegaron a Hebrón donde vivían Ahimán, Sesai y Talmai, todos descendientes de Anac. (La antigua ciudad de Hebrón fue fundada siete años antes de la ciudad egipcia de Zoán).
Núm 13:23 Cuando llegaron al valle de Escol, cortaron una rama con un solo racimo de uvas, tan grande, ¡que tuvieron que transportarlo en un palo, entre dos! También llevaron muestras de granadas e higos.
Núm 13:24 A ese lugar se le llamó el valle de Escol (que significa «racimo») por el racimo de uvas que los israelitas cortaron allí.
Núm 13:25 Después de explorar la tierra durante cuarenta días, los hombres regresaron
Núm 13:26 a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad de Israel en Cades, en el desierto de Parán. Informaron a toda la comunidad lo que vieron y les mostraron los frutos que tomaron de la tierra.
Núm 13:27 Este fue el informe que dieron a Moisés: «Entramos en la tierra a la cual nos enviaste a explorar y en verdad es un país sobreabundante, una tierra donde fluyen la leche y la miel. Aquí está la clase de frutos que allí se producen.
Núm 13:28 Sin embargo, el pueblo que la habita es poderoso y sus ciudades son grandes y fortificadas. ¡Hasta vimos gigantes allí, los descendientes de Anac!
Núm 13:29 Los amalecitas viven en el Neguev y los hititas, los jebuseos y los amorreos viven en la zona montañosa. Los cananeos viven a lo largo de la costa del mar Mediterráneo* y a lo largo del valle del Jordán».
Núm 13:30 Pero Caleb trató de calmar al pueblo que se encontraba ante Moisés. —¡Vamos enseguida a tomar la tierra! —dijo—. ¡De seguro podemos conquistarla!
Núm 13:31 Pero los demás hombres que exploraron la tierra con él, no estuvieron de acuerdo: —¡No podemos ir contra ellos! ¡Son más fuertes que nosotros!
Núm 13:32 Entonces comenzaron a divulgar entre los israelitas el siguiente mal informe sobre la tierra: «La tierra que atravesamos y exploramos devorará a todo aquel que vaya a vivir allí. ¡Todos los habitantes que vimos son enormes!
Núm 13:33 Hasta había gigantes,* los descendientes de Anac. ¡Al lado de ellos nos sentíamos como saltamontes y así nos miraban ellos!».
Núm 14:1 Entonces toda la comunidad empezó a llorar a gritos y así continuó toda la noche.
Núm 14:2 Sus voces se elevaron en una gran protesta contra Moisés y Aarón: «¡Si tan sólo hubiéramos muerto en Egipto o incluso aquí en el desierto! —se quejaban—
Núm 14:3 ¿Por qué el SEÑOR nos está llevando a esta tierra sólo para que muramos en batalla? ¡A nuestras esposas y a nuestros hijos se llevarán como botín! ¿No sería mejor volvernos a Egipto?».
Núm 14:4 Entonces conspiraron entre ellos: «¡Escojamos a un nuevo líder y regresemos a Egipto!».
Núm 14:5 Entonces Moisés y Aarón cayeron rostro en tierra ante toda la comunidad de Israel.
Núm 14:6 Dos de los hombres que exploraron la tierra, Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, se rasgaron la ropa
Núm 14:7 y dijeron a todo el pueblo de Israel: «¡La tierra que atravesamos y exploramos es maravillosa!
Núm 14:8 Si el SEÑOR se agrada de nosotros, él nos llevará a salvo a esa tierra y nos la entregará. Es una tierra fértil, donde fluyen la leche y la miel.
Núm 14:9 No se rebelen contra el SEÑOR y no teman al pueblo de esa tierra. ¡Para nosotros son como presa indefensa! ¡Ellos no tienen protección, pero el SEÑOR está con nosotros! ¡No les tengan miedo!».
Núm 14:10 Sin embargo, toda la comunidad comenzó a decir que apedrearan a Josué y a Caleb. Entonces la gloriosa presencia del SEÑOR se apareció a todos los israelitas en el tabernáculo.*
Núm 14:11 Y el SEÑOR le dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo me despreciará este pueblo? ¿Nunca me creerán, aun después de todas las señales milagrosas que hice entre ellos?
Núm 14:12 Negaré que son míos y los destruiré con una plaga. ¡Luego te convertiré en una nación grande y más poderosa que ellos!».
Núm 14:13 Pero Moisés respondió: —¿Qué pensarán los egipcios cuando oigan acerca de esto? —le preguntó al SEÑOR—. Ellos saben muy bien cómo demostraste tu poder cuando rescataste a tu pueblo de Egipto.
Núm 14:14 Si ahora los destruyes, entonces los egipcios lo informarán a los habitantes de esta tierra, los cuales ya escucharon que vives en medio de tu pueblo. Ellos saben, SEÑOR, que te apareciste a tu pueblo cara a cara y que tu columna de nube se mantiene en el aire sobre ellos. Saben que de día vas delante de ellos en la columna de nube y por la noche en la columna de fuego.
Núm 14:15 Así que si ahora matas a todo el pueblo de un solo golpe, las naciones que han oído acerca de tu fama dirán:
Núm 14:16 “Como el SEÑOR no pudo llevarlos a la tierra que juró darles, los mató en el desierto”.
Núm 14:17 »Por favor Señor, demuestra que tu poder es tan grande como lo has declarado. Como lo has dicho:
Núm 14:18 “El SEÑOR es lento para enojarse y está lleno de amor inagotable y perdona toda clase de pecado y rebelión; pero no absuelve al culpable. Extiende los pecados de los padres sobre sus hijos; toda la familia se ve afectada, hasta los hijos de la tercera y la cuarta generación”.
Núm 14:19 En conformidad con tu magnífico e inagotable amor, por favor, perdona los pecados de este pueblo, así como lo has perdonado desde que salió de Egipto.
Núm 14:20 Entonces el SEÑOR le dijo: —Los perdonaré como me lo pides.
Núm 14:21 Pero tan cierto como que yo vivo y tan cierto como que la tierra está llena de la gloria del SEÑOR,
Núm 14:22 ni uno solo de este pueblo entrará jamás en esa tierra. Todos vieron mi gloriosa presencia y las señales milagrosas que realicé, tanto en Egipto como en el desierto, pero vez tras vez me han probado, rehusando escuchar mi voz.
Núm 14:23 Ni siquiera verán la tierra que juré dar a sus antepasados. Ninguno de los que me trataron con desdén la verá.
Núm 14:24 Sin embargo, mi servidor Caleb tiene una actitud diferente a los demás. Él se ha mantenido fiel a mí, por lo tanto yo lo llevaré a la tierra que él exploró. Sus descendientes tomarán posesión de la porción de la tierra que les corresponde.
Núm 14:25 Ahora bien, den la vuelta y no sigan hacia la tierra donde habitan los amalecitas y los cananeos. Mañana deberán partir al desierto en dirección del mar Rojo.*
Núm 14:26 Entonces el SEÑOR les dijo a Moisés y Aarón:
Núm 14:27 «¿Hasta cuándo debo tolerar a esta perversa comunidad y sus quejas en mi contra? Sí, he oído las quejas que los israelitas tienen contra mí.
Núm 14:28 Ahora bien, díganles lo siguiente: tan cierto como que yo vivo, declara el SEÑOR, haré con ustedes precisamente lo que les oí decir.
Núm 14:29 ¡Todos caerán muertos en este desierto! Ya que se quejaron en contra de mí, cada uno de los registrados que tiene veinte años o más, morirá.
Núm 14:30 No entrarán a ocupar la tierra que yo juré darles, excepto Caleb, hijo de Jefone, y Josué, hijo de Nun.
Núm 14:31 »Ustedes dijeron que sus niños serían llevados como botín. Pues bien, yo me ocuparé de que entren a salvo a esa tierra y que disfruten lo que ustedes despreciaron.
Núm 14:32 Pero en cuanto a ustedes, caerán muertos en este desierto.
Núm 14:33 Sus hijos serán como pastores que vagarán por el desierto durante cuarenta años y de esa manera, ellos pagarán por la infidelidad de ustedes, hasta que el último de ustedes caiga muerto en el desierto.
Núm 14:34 »Puesto que sus hombres exploraron la tierra durante cuarenta días, ustedes andarán vagando en el desierto por cuarenta años —un año por cada día— y así sufrirán las consecuencias de sus pecados. Entonces sabrán lo que es tenerme como enemigo.
Núm 14:35 ¡Yo, el SEÑOR, he hablado! Sin falta, haré todas estas cosas a cada miembro de la comunidad que conspiró contra mí. ¡Serán destruidos en este desierto, y aquí morirán!».
Núm 14:36 Entonces los diez hombres que Moisés envió a explorar la tierra —que por sus malos informes incitaron la rebelión contra el SEÑOR—
Núm 14:37 fueron heridos de muerte por una plaga delante del SEÑOR.
Núm 14:38 De los doce que exploraron la tierra, sólo Josué y Caleb siguieron vivos.
Núm 14:39 Después, cuando Moisés comunicó las palabras del SEÑOR a todos los israelitas, se llenaron de profundo dolor.
Núm 14:40 Así que a la mañana siguiente se levantaron temprano y subieron a la parte alta de las colinas. «¡Vamos! —dijeron—. Reconocemos que hemos pecado, pero ahora estamos listos para entrar a la tierra que el SEÑOR nos prometió».
Núm 14:41 Pero Moisés les dijo: «¿Por qué desobedecen ahora las órdenes del SEÑOR de volver al desierto? No les dará resultado.
Núm 14:42 No suban ahora a la tierra. Lo único que sucederá es que sus enemigos los aplastarán porque el SEÑOR no está con ustedes.
Núm 14:43 Cuando enfrenten a los amalecitas y a los cananeos en batalla, serán masacrados. El SEÑOR los abandonará porque ustedes lo abandonaron a él».
Núm 14:44 Sin embargo, el pueblo avanzó con insolencia hacia la zona montañosa, aunque ni Moisés ni el arca del pacto del SEÑOR salieron del campamento.
Núm 14:45 Entonces los amalecitas y los cananeos que vivían en las montañas descendieron, los atacaron y los vencieron, haciéndolos huir hasta Horma.

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