APOSENTO ALTO

miércoles, 21 de marzo de 2018

LECTURA BÍBLICA 21 DE MARZO

LECTURA PARA LA MAÑANA

MATEO    27:27-44

Mat 27:27 Algunos de los soldados del gobernador llevaron a Jesús al cuartel* y llamaron a todo el regimiento.
Mat 27:28 Le quitaron la ropa y le pusieron un manto escarlata.
Mat 27:29 Armaron una corona con ramas de espinos y se la pusieron en la cabeza y le colocaron una caña de junco en la mano derecha como si fuera un cetro. Luego se arrodillaron burlonamente delante de él mientras se mofaban: «¡Viva el rey de los judíos!».
Mat 27:30 Lo escupieron, le quitaron la caña de junco y lo golpearon en la cabeza con ella.
Mat 27:31 Cuando al fin se cansaron de hacerle burla, le quitaron el manto y volvieron a ponerle su propia ropa. Luego lo llevaron para crucificarlo.
Mat 27:32 En el camino, se encontraron con un hombre llamado Simón, quien era de Cirene,* y los soldados lo obligaron a llevar la cruz de Jesús.
Mat 27:33 Salieron a un lugar llamado Gólgota (que significa «Lugar de la Calavera»).
Mat 27:34 Los soldados le dieron a Jesús vino mezclado con hiel amarga, pero cuando la probó, se negó a beberla.
Mat 27:35 Después de clavarlo en la cruz, los soldados sortearon su ropa tirando los dados.*
Mat 27:36 Luego se sentaron alrededor e hicieron guardia mientras él estaba colgado allí.
Mat 27:37 Encima de la cabeza de Jesús, colocaron un letrero, que anunciaba el cargo en su contra. Decía: «Éste es Jesús, el Rey de los judíos».
Mat 27:38 Con él crucificaron a dos revolucionarios,* uno a su derecha y otro a su izquierda.
Mat 27:39 La gente que pasaba por allí gritaba insultos y movía la cabeza en forma burlona.
Mat 27:40 «¡Pero mírate ahora! —le gritaban —. Dijiste que ibas a destruir el templo y a reconstruirlo en tres días. Muy bien, si eres el Hijo de Dios, sálvate a ti mismo y bájate de la cruz».
Mat 27:41 Los principales sacerdotes, los maestros de la ley religiosa y los ancianos también se burlaban de Jesús.
Mat 27:42 «Salvó a otros —se mofaban—, ¡pero no puede salvarse a sí mismo! Con que es el Rey de Israel, ¿no? ¡Que baje de la cruz ahora mismo y creeremos en él!
Mat 27:43 Confió en Dios, entonces, ¡que Dios lo rescate ahora si lo quiere! Pues dijo: “Soy el Hijo de Dios”».
Mat 27:44 Hasta los revolucionarios que estaban crucificados con Jesús se burlaban de él de la misma manera.



ROMANOS 13

Rom 13:1 Toda persona debe someterse a las autoridades de gobierno, pues toda autoridad proviene de Dios, y los que ocupan puestos de autoridad están allí colocados por Dios.
Rom 13:2 Por lo tanto, cualquiera que se rebele contra la autoridad se rebela contra lo que Dios ha instituido, y será castigado.
Rom 13:3 Pues las autoridades no infunden temor a los que hacen lo que está bien, sino en los que hacen lo que está mal. ¿Quieres vivir sin temor a las autoridades? Haz lo correcto, y ellas te honrarán.
Rom 13:4 Las autoridades están al servicio de Dios para tu bien. Pero, si estás haciendo algo malo, por supuesto que deberías tener miedo, porque ellas tienen poder para castigarte. Están al servicio de Dios para cumplir el propósito específico de castigar a los que hacen lo malo.
Rom 13:5 Por eso tienes que someterte a ellas, no sólo para evitar el castigo, sino para mantener tu conciencia limpia.
Rom 13:6 Por esas mismas razones, también paguen sus impuestos, pues los funcionarios de gobierno necesitan cobrar su sueldo. Ellos sirven a Dios con lo que hacen.
Rom 13:7 Ustedes den a cada uno lo que le deben: paguen los impuestos y demás aranceles a quien corresponda, y den respeto y honra a los que están en autoridad.
Rom 13:8 No deban nada a nadie, excepto el deber de amarse unos a otros. Si aman a su prójimo, cumplen con las exigencias de la ley de Dios.
Rom 13:9 Pues los mandamientos dicen: «No cometas adulterio. No mates. No robes. No codicies»*. Estos y otros mandamientos semejantes se resumen en uno solo: «Ama a tu prójimo como a ti mismo»*.
Rom 13:10 El amor no hace mal a otros, por eso el amor cumple con las exigencias de la ley de Dios.
Rom 13:11 Esto es aún más urgente, porque ustedes saben que es muy tarde; el tiempo se acaba. Despierten, porque nuestra salvación ahora está más cerca que cuando recién creímos.
Rom 13:12 La noche ya casi llega a su fin; el día de la salvación amanecerá pronto. Por eso, dejen de lado sus actos oscuros como si se quitaran ropa sucia, y pónganse la armadura resplandeciente de la vida recta.
Rom 13:13 Ya que nosotros pertenecemos al día, vivamos con decencia a la vista de todos. No participen en la oscuridad de las fiestas desenfrenadas y las borracheras, ni vivan en promiscuidad sexual e inmoralidad, ni se metan en peleas, ni tengan envidia.
Rom 13:14 Más bien, vístanse con la presencia del Señor Jesucristo. Y no se permitan pensar en formas de complacer los malos deseos.


SALMO 68

Sal 68:1 Levántate, oh Dios, y dispersa a tus enemigos; que todos los que odian a Dios corran por sus vidas.
Sal 68:2 Sóplalos y disípalos como si fueran humo; derrítelos como la cera en el fuego; que los malvados perezcan en la presencia de Dios.
Sal 68:3 Pero que los justos se alegren; que se gocen en la presencia de Dios; que estén llenos de alegría.
Sal 68:4 ¡Canten alabanzas a Dios y a su nombre! Canten alabanzas en alta voz al que cabalga sobre las nubes. Su nombre es el SEÑOR; ¡alégrense en su presencia!
Sal 68:5 Padre de los huérfanos, defensor de las viudas, éste es Dios y su morada es santa.
Sal 68:6 Dios ubica a los solitarios en familias; pone en libertad a los prisioneros y los llena de alegría. Pero a los rebeldes los hace vivir en una tierra abrasada por el sol.
Sal 68:7 Oh Dios, cuando sacaste a tu pueblo de Egipto, cuando marchaste a través de las áridas tierras baldías, Interludio
Sal 68:8 la tierra tembló y los cielos derramaron lluvia a raudales delante de ti, el Dios del Sinaí, delante de Dios, el Dios de Israel.
Sal 68:9 Enviaste lluvia en abundancia, oh Dios, para refrescar la tierra agotada.
Sal 68:10 Finalmente allí se estableció tu pueblo y, con una abundante cosecha, oh Dios, proveíste para tu pueblo necesitado.
Sal 68:11 El Señor da la palabra, y un gran ejército* trae las buenas noticias.
Sal 68:12 Los reyes enemigos y sus ejércitos huyen, mientras las mujeres de Israel reparten el botín.
Sal 68:13 Hasta los que vivían entre los rediles encontraron tesoros, palomas con alas de plata y plumas de oro.
Sal 68:14 El Todopoderoso esparció a los reyes enemigos como una tormenta de nieve que sopla en el monte Salmón.
Sal 68:15 Las montañas de Basán son majestuosas, con muchas cumbres altas que llegan al cielo.
Sal 68:16 Oh montañas empinadas, ¿por qué miran con envidia al monte Sión, donde Dios decidió vivir, donde el SEÑOR vivirá para siempre?
Sal 68:17 Rodeado de incontables millares de carros de guerra, el Señor llegó del monte Sinaí y entró en su santuario.
Sal 68:18 Cuando ascendiste a las alturas, llevaste a una multitud de cautivos; recibiste regalos de la gente, incluso de quienes se rebelaron contra ti. Ahora el SEÑOR Dios vivirá allí, en medio de nosotros.
Sal 68:19 ¡Alaben al Señor, alaben a Dios nuestro salvador! Pues cada día nos lleva en sus brazos. Interludio
Sal 68:20 ¡Nuestro Dios es un Dios que salva! El Soberano SEÑOR nos rescata de la muerte.
Sal 68:21 Pero Dios aplastará las cabezas de sus enemigos, aplastará los cráneos de los que aman sus caminos perversos.
Sal 68:22 El Señor dice: «Haré descender a mis enemigos desde Basán; los levantaré desde las profundidades del mar.
Sal 68:23 Ustedes, pueblo mío, se lavarán los pies en la sangre de ellos, ¡y hasta los perros tendrán su porción!».
Sal 68:24 Ya asoma tu procesión, oh Dios, la procesión de mi Dios y Rey mientras él entra en el santuario.
Sal 68:25 Los cantores van adelante, los músicos van detrás; en medio hay jovencitas que tocan panderetas.
Sal 68:26 Alaben a Dios todos los del pueblo de Israel; alaben al SEÑOR, la fuente de vida de Israel.
Sal 68:27 Miren, la pequeña tribu de Benjamín va al frente; le sigue una gran multitud de gobernantes de Judá y todos los gobernantes de Zabulón y Neftalí.
Sal 68:28 Oh Dios, haz que tu poder se presente; despliega tu poder, oh Dios, como lo has hecho en el pasado.
Sal 68:29 Los reyes de la tierra traen tributo a tu templo en Jerusalén.
Sal 68:30 Reprende a estas naciones enemigas, a estos animales salvajes que acechan entre los juncos, a esta manada de toros en medio de los becerros más débiles. Hazlos traer barras de plata como humilde tributo. Dispersa a las naciones que se deleitan en la guerra.
Sal 68:31 Que Egipto venga con regalos de metales preciosos;* que Etiopía* se incline en sumisión a Dios.
Sal 68:32 Canten a Dios, reinos de la tierra, canten alabanzas al Señor. Interludio
Sal 68:33 Canten al que cabalga por los cielos antiguos; su poderosa voz truena desde los cielos.
Sal 68:34 Cuéntenles a todos acerca del poder de Dios. Su majestad brilla sobre Israel; su fuerza es poderosa en los cielos.
Sal 68:35 Dios es imponente en su santuario; el Dios de Israel le da poder y fuerza a su pueblo. ¡Alabado sea Dios!

LECTURA PARA LA NOCHE

DEUTERONOMIO 22-26

Deu 22:1 »Si encuentras deambulando por ahí el buey, la oveja o la cabra de tu vecino, no abandones tu responsabilidad.* Devuelve el animal a su dueño.
Deu 22:2 Si el dueño no vive cerca o no sabes quién es, llévalo a tu casa y quédate con él hasta que el dueño vaya a buscarlo. Cuando eso suceda, debes devolvérselo.
Deu 22:3 Haz lo mismo si encuentras el burro, la ropa o cualquier otra cosa que tu vecino haya perdido. No abandones tu responsabilidad.
Deu 22:4 »Si en el camino ves caído al burro o al buey de tu vecino, no lo ignores. ¡Ve y ayuda a tu vecino a ponerlo otra vez de pie!
Deu 22:5 »Una mujer no debe vestirse con ropa de hombre, y un hombre no debe vestirse con ropa de mujer. Cualquiera que hace algo así es detestable a los ojos del SEÑOR tu Dios.
Deu 22:6 »Si, al pasar, encuentras un nido de pájaros en un árbol o caído en el suelo, y ves que adentro hay polluelos o huevos que la madre está empollando, no te lleves a la madre junto con los polluelos.
Deu 22:7 Puedes llevarte las crías pero deja ir a la madre, así prosperarás y disfrutarás de una larga vida.
Deu 22:8 »Cuando edifiques una casa nueva, debes construir una reja alrededor de la azotea. De ese modo, si alguien se cae del techo, nadie podrá culparte de su muerte.
Deu 22:9 »No plantes ningún cultivo entre las hileras de vides que tienes en tu viñedo. Si lo haces, tendrás prohibido usar tanto las uvas del viñedo como el otro cultivo que plantaste.
Deu 22:10 »No ares con un buey y un burro unidos al mismo yugo.
Deu 22:11 »No uses ropa que esté hecha de lana entretejida con lino.
Deu 22:12 »Pon cuatro borlas en el borde del manto con el que te cubres: una al frente, otra atrás y dos a los costados.
Deu 22:13 »Supongamos que un hombre se casa con una mujer pero, después de dormir con ella, la desprecia
Deu 22:14 y la acusa públicamente de conducta vergonzosa diciendo: “Me casé con esta mujer y descubrí que no era virgen”.
Deu 22:15 Entonces el padre y la madre de la mujer tendrán que llevar la prueba de la virginidad de su hija a los ancianos mientras estén juzgando en las puertas de la ciudad.
Deu 22:16 El padre deberá decirles: “Yo le di mi hija a este hombre para que fuera su esposa, y ahora él la desprecia.
Deu 22:17 La ha acusado de conducta vergonzosa diciendo: ‘Descubrí que su hija no era virgen’. Sin embargo, aquí tengo la prueba de su virginidad”. Entonces los padres extenderán la sábana matrimonial delante de los ancianos.
Deu 22:18 Los ancianos tomarán al hombre y lo castigarán.
Deu 22:19 También le impondrán una multa de cien monedas de plata,* que deberá pagar al padre de la mujer por haber acusado públicamente de conducta vergonzosa a una virgen de Israel. La mujer seguirá siendo esposa del hombre, y él jamás podrá divorciarse de ella.
Deu 22:20 »Pero supongamos que las acusaciones del hombre son ciertas, y puede demostrar que la mujer no era virgen.
Deu 22:21 Entonces la llevarán a la puerta de la casa de su padre, y allí los hombres de la ciudad la matarán a pedradas, porque ha cometido un delito vergonzoso en Israel: ha sido promiscua mientras vivía en la casa de sus padres. De ese modo limpiarás esa maldad que hay en medio de ti.
Deu 22:22 »Si se descubre que un hombre comete adulterio, tanto él como la mujer deben morir. De ese modo limpiarás a Israel de semejante maldad.
Deu 22:23 »Supongamos que un hombre conoce a una joven virgen que está comprometida para casarse y tiene relaciones sexuales con ella. Si tal cosa sucediera dentro de una ciudad,
Deu 22:24 deberás llevarlos a ambos hasta las puertas de esa ciudad y matarlos a pedradas. La mujer es culpable por no gritar para pedir ayuda. El hombre debe morir por violar a la mujer de otro hombre. De ese modo limpiarás esa maldad que hay en medio de ti.
Deu 22:25 »Pero si el hombre encuentra en el campo a la mujer comprometida y la viola, entonces sólo el hombre debe morir.
Deu 22:26 No le hagan nada a la joven; ella no cometió ningún delito digno de muerte. Es tan inocente como la víctima de un homicidio.
Deu 22:27 Dado que el hombre la violó en el campo, se dará por sentado que ella gritó, pero no había nadie para socorrerla.
Deu 22:28 »Supongamos que un hombre tiene relaciones sexuales con una joven que es virgen pero que aún no está comprometida para casarse. Si los descubren,
Deu 22:29 él deberá pagarle al padre de ella cincuenta monedas de plata.* Luego deberá casarse con la joven por haberla violado y jamás en su vida podrá divorciarse de ella.
Deu 22:30 * »Un hombre no debe casarse con la ex esposa de su padre, porque ese acto sería una deshonra al padre.
Deu 23:1 * »No se admitirá en la asamblea del SEÑOR a ningún hombre que tenga los testículos aplastados o el pene mutilado.
Deu 23:2 »No se admitirá en la asamblea del SEÑOR a ningún hijo ilegítimo ni a sus descendientes hasta la décima generación.
Deu 23:3 »No se admitirá en la asamblea del SEÑOR a ningún amonita ni moabita ni tampoco a sus descendientes hasta la décima generación.
Deu 23:4 Esas naciones no te recibieron con alimento ni agua cuando saliste de Egipto. En cambio, contrataron a Balaam, hijo de Beor, proveniente del lejano Petor, en Aram-naharaim, para que te maldijera.
Deu 23:5 Pero el SEÑOR tu Dios se negó a escuchar a Balaam y convirtió esa maldición en bendición, porque el SEÑOR tu Dios te ama.
Deu 23:6 Jamás en tu vida buscarás el bienestar ni la prosperidad de los amonitas ni de los moabitas.
Deu 23:7 »No detestes a los edomitas ni a los egipcios, porque los edomitas son tus parientes y porque viviste como extranjero entre los egipcios.
Deu 23:8 Podrá entrar en la asamblea del SEÑOR la tercera generación de los edomitas y de los egipcios.
Deu 23:9 »Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, asegúrate de mantenerte lejos de toda impureza.
Deu 23:10 »Cualquier hombre que quede ceremonialmente impuro debido a una emisión nocturna deberá alejarse del campamento y quedarse allí el resto del día.
Deu 23:11 Hacia el atardecer, tendrá que bañarse y podrá volver al campamento al ponerse el sol.
Deu 23:12 »Deberás designar una zona fuera del campamento donde puedas ir a hacer tus necesidades.
Deu 23:13 Cada persona tendrá una pala* entre sus herramientas. Cuando vayas a hacer tus necesidades, cava un hoyo con la pala y luego cubre el excremento.
Deu 23:14 El campamento debe ser santo, porque el SEÑOR tu Dios se mueve dentro de él para protegerte y derrotar a tus enemigos. Ten cuidado de que él no vea nada vergonzoso en medio de ti, o se alejará de tu lado.
Deu 23:15 »Si un esclavo huye de su amo y se refugia contigo, no lo devuelvas a su amo.
Deu 23:16 Déjalo vivir en medio de ti en cualquier ciudad que elija y no lo oprimas.
Deu 23:17 »Ningún israelita, sea hombre o mujer, se dedicará a la prostitución ritual del templo.
Deu 23:18 Para cumplir con un juramento, no lleves a la casa del SEÑOR tu Dios ninguna ofrenda que provenga de la ganancia de un hombre* o de una mujer que se haya prostituido, pues ambos son detestables al SEÑOR tu Dios.
Deu 23:19 »No cobres intereses por los préstamos que le hagas a otro israelita, sea que le prestes dinero, alimento o cualquier otra cosa.
Deu 23:20 Puedes cobrar intereses a los extranjeros, pero no les cobrarás a los israelitas, para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en todo lo que hagas en la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer.
Deu 23:21 »Cuando hagas un voto al SEÑOR tu Dios, no tardes en cumplir lo que le prometiste. Pues el SEÑOR tu Dios te exige que cumplas todos tus votos sin demora, o serás culpable de pecado.
Deu 23:22 Sin embargo, no es pecado abstenerse de hacer un voto.
Deu 23:23 Pero una vez que voluntariamente hagas un voto, asegúrate de cumplir lo que prometiste al SEÑOR tu Dios.
Deu 23:24 »Cuando entres en el viñedo de un vecino, podrás comer todas las uvas que quieras, pero no te llevarás nada en una canasta.
Deu 23:25 También, cuando entres en el campo de un vecino, podrás arrancar los granos de trigo con la mano, pero no cortarás las espigas con la hoz.
Deu 24:1 »Supongamos que un hombre se casa con una mujer, pero ella no le agrada. Resulta que él encuentra algo reprochable en ella, entonces le escribe una carta de divorcio, se la entrega y la echa de su casa.
Deu 24:2 Una vez que ella abandona la casa, queda libre para volver a casarse.
Deu 24:3 Sin embargo, si el segundo marido también la desprecia y se divorcia de ella o se muere,
Deu 24:4 el primer marido no podrá casarse de nuevo con ella, porque ha quedado impura. Sería un acto detestable a los ojos del SEÑOR. No debes manchar de culpa la tierra que el SEÑOR tu Dios te da como preciada posesión.
Deu 24:5 »A un hombre recién casado no se le debe reclutar para el ejército ni se le debe asignar alguna otra responsabilidad oficial. Debe estar libre para pasar un año en su casa, haciendo feliz a la mujer con la que se casó.
Deu 24:6 »Está mal tomar un conjunto de piedras de molino —ni siquiera la piedra de arriba— como garantía por un préstamo que hayas hecho, porque el dueño las necesita para ganarse la vida.
Deu 24:7 »Si alguno secuestra a otro israelita y lo trata como esclavo o lo vende, el criminal deberá morir. De ese modo, limpiarás la maldad que haya en medio de ti.
Deu 24:8 »En todos los casos relacionados con enfermedades graves de la piel,* asegúrate de seguir las instrucciones de los sacerdotes levitas; obedece todos los mandatos que les di.
Deu 24:9 Acuérdate de lo que el SEÑOR tu Dios le hizo a Miriam cuando saliste de Egipto.
Deu 24:10 »Si le prestas algo a tu vecino, no entres en su casa para tomar el objeto que tiene que darte como garantía.
Deu 24:11 Debes esperar afuera hasta que él entre y te lo traiga.
Deu 24:12 Si tu vecino es pobre y te da su abrigo como garantía por un préstamo, no retengas la prenda durante la noche.
Deu 24:13 Devuélvela a su dueño antes de que caiga el sol, para que pueda abrigarse durante la noche y te bendiga; y el SEÑOR tu Dios te considerará justo.
Deu 24:14 »Jamás te aproveches de los obreros pobres y desamparados, ya sean hermanos israelitas o extranjeros que vivan en tu ciudad.
Deu 24:15 Debes pagarles lo que les corresponde al final del día, antes de que caiga el sol, porque son pobres y cuentan con esa paga para vivir. De lo contrario, ellos podrían clamar al SEÑOR en tu contra, y tú serías culpable de pecado.
Deu 24:16 »Los padres no deben morir por los pecados de los hijos ni los hijos deben morir por los pecados de los padres. Los que merezcan la muerte serán ejecutados por sus propios delitos.
Deu 24:17 »Debes actuar con justicia con los huérfanos y con los extranjeros que vivan en tu tierra, y nunca aceptes la ropa de una viuda como garantía por su deuda.
Deu 24:18 Recuerda siempre que fuiste esclavo en Egipto y que el SEÑOR tu Dios te rescató de la esclavitud. Es por eso que te doy este mandato.
Deu 24:19 »Cuando estés juntando la cosecha y olvides un atado de grano en el campo, no regreses a buscarlo. Déjalo allí para los extranjeros, los huérfanos y las viudas. Entonces el SEÑOR tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas.
Deu 24:20 Cuando sacudas los olivos para que caigan las aceitunas, no pases por las mismas ramas dos veces. Deja las aceitunas que quedan en el árbol para los extranjeros, los huérfanos y las viudas.
Deu 24:21 Cuando coseches las uvas de tu viñedo, no repases las vides. Deja los racimos que quedan para los extranjeros, los huérfanos y las viudas.
Deu 24:22 Recuerda que fuiste esclavo en la tierra de Egipto. Es por eso que te doy este mandato.
Deu 25:1 »Supongamos que dos personas llevan un altercado ante el tribunal, y los jueces declaran que una tiene razón y que la otra está equivocada.
Deu 25:2 Si a la persona que está equivocada la condenan a ser azotada, el juez deberá ordenarle que se ponga en el piso y reciba, en su presencia, la cantidad de azotes correspondientes al delito que cometió.
Deu 25:3 Pero nunca le den más de cuarenta azotes; más de cuarenta azotes sería una humillación pública para tu hermano israelita.
Deu 25:4 »No le pongas bozal al buey para impedirle que coma mientras trilla el grano.
Deu 25:5 »Si dos hermanos viven en una misma propiedad, y uno de ellos muere sin tener un hijo varón, la viuda no podrá casarse con alguien que no sea de la familia. En cambio, el hermano de su esposo tendrá que casarse y tener relaciones sexuales con ella para cumplir con los deberes de un cuñado.
Deu 25:6 Al primer hijo varón que ella tenga de esa relación se le considerará hijo del hermano fallecido, para que su nombre no sea olvidado en Israel.
Deu 25:7 »Sin embargo, si el hombre se niega a casarse con la viuda de su hermano, ella deberá ir a la puerta de la ciudad y decirles a los ancianos allí reunidos: “El hermano de mi esposo se niega a preservar el nombre de su hermano en Israel: se niega a cumplir con los deberes de un cuñado al no casarse conmigo”.
Deu 25:8 Entonces los ancianos de la ciudad lo llamarán y hablarán con él. Si aun así se niega y dice: “No quiero casarme con ella”,
Deu 25:9 la viuda se acercará a él en presencia de los ancianos, le quitará la sandalia del pie y le escupirá la cara. Luego declarará: “Esto es lo que le pasa a un hombre que se niega a darle hijos a su hermano”.
Deu 25:10 A partir de entonces, todo Israel se referirá a su familia como “¡la familia del hombre al que le quitaron la sandalia!”.
Deu 25:11 »Si dos israelitas se enredan en una pelea, y la mujer de uno de ellos trata de rescatar a su marido agarrando al otro hombre de los testículos,
Deu 25:12 tendrás que cortarle la mano. No le muestres compasión.
Deu 25:13 »Usa balanzas exactas cuando tengas que pesar mercadería,
Deu 25:14 y que tus medidas sean completas y legítimas.
Deu 25:15 Así es, usa siempre pesas y medidas legítimas para que disfrutes de una larga vida en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
Deu 25:16 Todo el que engaña con pesas y medidas falsas es detestable a los ojos del SEÑOR tu Dios.
Deu 25:17 »Nunca te olvides de lo que los amalecitas te hicieron cuando salías de Egipto.
Deu 25:18 Te atacaron cuando estabas cansado y agotado, e hirieron de muerte a los más débiles que se habían quedado atrás. No tuvieron temor de Dios.
Deu 25:19 Por lo tanto, cuando el SEÑOR tu Dios te haya dado descanso de todos tus enemigos en la tierra que te da como preciada posesión, destruirás a los amalecitas y borrarás su memoria de la faz de la tierra. ¡No lo olvides nunca!

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