APOSENTO ALTO

viernes, 23 de marzo de 2018

LECTURA BÍBLICA 23 DE MARZO

LECTURA PARA LA MAÑANA

MATEO    27:57-66

Mat 27:57 Al acercarse la noche, José, un hombre rico de Arimatea que se había convertido en seguidor de Jesús,
Mat 27:58 fue a ver a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato emitió una orden para que se lo entregaran.
Mat 27:59 José tomó el cuerpo y lo envolvió en un largo lienzo de lino limpio.
Mat 27:60 Lo colocó en una tumba nueva, su propia tumba que había sido tallada en la roca. Luego hizo rodar una gran piedra para tapar la entrada y se fue.
Mat 27:61 Tanto María Magdalena como la otra María estaban sentadas frente a la tumba y observaban.
Mat 27:62 Al día siguiente, que era el día de descanso,* los principales sacerdotes y los fariseos fueron a ver a Pilato.
Mat 27:63 Le dijeron: —Señor, recordamos lo que dijo una vez ese mentiroso cuando todavía estaba con vida: “Luego de tres días resucitaré de los muertos”.
Mat 27:64 Por lo tanto, le pedimos que selle la tumba hasta el tercer día. Eso impedirá que sus discípulos vayan y roben su cuerpo, y luego le digan a todo el mundo que él resucitó de los muertos. Si eso sucede, estaremos peor que al principio.
Mat 27:65 Pilato les respondió: —Tomen guardias y aseguren la tumba lo mejor que puedan.
Mat 27:66 Entonces ellos sellaron la tumba y pusieron guardias para que la protegieran.




ROMANOS 15:1-13

Rom 15:1 Los que somos fuertes debemos tener consideración de los que son sensibles a este tipo de cosas. No debemos agradarnos solamente a nosotros mismos.
Rom 15:2 Deberíamos ayudar a otros a hacer lo que es correcto y edificarlos en el Señor.
Rom 15:3 Pues ni siquiera Cristo vivió para agradarse a sí mismo. Como dicen las Escrituras: «Los insultos de aquellos que te insultan, oh Dios, han caído sobre mí»*.
Rom 15:4 Tales cosas se escribieron hace tiempo en las Escrituras para que nos sirvan de enseñanza. Y las Escrituras nos dan esperanza y ánimo mientras esperamos con paciencia hasta que se cumplan las promesas de Dios.
Rom 15:5 Que Dios, quien da esa paciencia y ese ánimo, los ayude a vivir en plena armonía unos con otros, como corresponde a los seguidores de Cristo Jesús.
Rom 15:6 Entonces todos ustedes podrán unirse en una sola voz para dar alabanza y gloria a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Rom 15:7 Por lo tanto, acéptense unos a otros, tal como Cristo los aceptó a ustedes, para que Dios reciba la gloria.
Rom 15:8 Recuerden que Cristo vino a servir a los judíos* para demostrar que Dios es fiel a las promesas que les hizo a los antepasados de ellos.
Rom 15:9 También vino para que los gentiles* le dieran la gloria a Dios por la misericordia que él tuvo con ellos. A eso se refería el salmista cuando escribió: «Por eso, te alabaré entre los gentiles, cantaré alabanzas a tu nombre»*.
Rom 15:10 Y, en otro lugar, está escrito: «Alégrense con el pueblo de Dios, ustedes, los gentiles»*.
Rom 15:11 Y además: «Alaben al SEÑOR, todos ustedes, los gentiles. Todos los pueblos de la tierra, alábenlo»*.
Rom 15:12 Y, en otro lugar, Isaías dijo: «El heredero del trono de David* vendrá y reinará sobre los gentiles. Ellos pondrán su esperanza en él»*.
Rom 15:13 Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo.

SALMO 69:19-36

Sal 69:19 Tú conoces mi vergüenza, mi desprecio y mi deshonra; ves todo lo que hacen mis enemigos.
Sal 69:20 Sus insultos me han destrozado el corazón, y estoy desesperado. Si al menos una persona me tuviera compasión; si tan sólo alguien volviera y me consolara.
Sal 69:21 En cambio, de comida, me dan veneno* y me ofrecen vino agrio para la sed.
Sal 69:22 Que la abundante mesa servida ante ellos se convierta en una trampa, y que su prosperidad se vuelva un engaño.*
Sal 69:23 Que sus ojos queden ciegos para que no puedan ver, y haz que sus cuerpos tiemblen continuamente.*
Sal 69:24 Derrama tu furia sobre ellos, consúmelos en el ardor de tu enojo.
Sal 69:25 Que su casa quede desolada y sus tiendas de campaña, desiertas.
Sal 69:26 A quien tú has castigado, agregan insultos; añaden dolor a quienes tú has herido.
Sal 69:27 Amontona sus pecados en una enorme pila, y no los dejes en libertad.
Sal 69:28 Borra sus nombres del Libro de la Vida; no dejes que sean incluidos entre los justos.
Sal 69:29 Estoy afligido y dolorido; rescátame, oh Dios, con tu poder salvador.
Sal 69:30 Entonces alabaré el nombre de Dios con cánticos, y lo honraré con acción de gracias.
Sal 69:31 Pues al SEÑOR esto le agradará más que el sacrificio de ganado o que presentar un toro con cuernos y pezuñas.
Sal 69:32 Los humildes verán a su Dios en acción y se pondrán contentos; que todos los que buscan la ayuda de Dios reciban ánimo.
Sal 69:33 Pues el SEÑOR oye el clamor de los necesitados; no desprecia a su pueblo encarcelado.
Sal 69:34 Alábenlo, el cielo y la tierra, los mares y todo lo que en ellos se mueve.
Sal 69:35 Pues Dios salvará a Jerusalén* y reconstruirá las ciudades de Judá. Su pueblo vivirá allí y se establecerá en su propia tierra.
Sal 69:36 Los descendientes de quienes lo obedecen heredarán la tierra, y los que lo aman vivirán allí seguros.

LECTURA PARA LA NOCHE

DEUTERONOMIO 29-31

Deu 29:1 * Estas son las condiciones del pacto que el SEÑOR le encomendó a Moisés que hiciera con los israelitas cuando estaban en la tierra de Moab, además del pacto que había hecho con ellos en el monte Sinaí.*
Deu 29:2 * Entonces Moisés convocó a todo el pueblo de Israel y le dijo: «Tú has visto con tus propios ojos todo lo que el SEÑOR hizo en la tierra de Egipto, tanto al faraón como a todos sus sirvientes y al resto del país;
Deu 29:3 presenciaste las grandes demostraciones de su fuerza, las señales asombrosas y los milagros sorprendentes.
Deu 29:4 ¡Pero hasta el día de hoy, el SEÑOR no te ha dado mente para comprender ni ojos para ver ni oídos para oír!
Deu 29:5 Durante cuarenta años te guié por el desierto, sin embargo, ni tu ropa ni tus sandalias se gastaron.
Deu 29:6 No comiste pan ni bebiste vino ni otra bebida alcohólica, pero el SEÑOR te dio alimento, para que supieras que él es el SEÑOR tu Dios.
Deu 29:7 »Cuando llegamos aquí, Hesbón, rey de Sehón, y Og, rey de Basán, salieron a pelear contra nosotros, pero los derrotamos.
Deu 29:8 Nos apoderamos de su tierra y se la dimos a la tribu de Rubén y a la de Gad y a la media tribu de Manasés como su porción de la tierra.
Deu 29:9 »Por lo tanto, obedece las condiciones de este pacto para que prosperes en todo lo que hagas.
Deu 29:10 Hoy, cada uno de ustedes —los jefes de las tribus, los ancianos, los jefes y todos los hombres de Israel— está en la presencia del SEÑOR su Dios.
Deu 29:11 Tus esposas y tus pequeños están contigo, al igual que los extranjeros que viven en medio de ti, quienes cortan tu leña y llevan tu agua.
Deu 29:12 Hoy estás aquí para hacer un pacto con el SEÑOR tu Dios. El SEÑOR es quien hace ese pacto, que incluye las maldiciones.
Deu 29:13 Hoy, al hacer el pacto, él te confirmará como su pueblo y te reafirmará que él es tu Dios, tal como te lo prometió a ti y se lo juró a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.
Deu 29:14 »Pero no es sólo contigo que hago este pacto con sus maldiciones.
Deu 29:15 Lo hago tanto contigo, que hoy estás en la presencia del SEÑOR tu Dios, como también con las generaciones futuras, que no están aquí hoy.
Deu 29:16 »Tú recuerdas cómo vivíamos en la tierra de Egipto y cómo anduvimos por el territorio de naciones enemigas cuando salimos de allí.
Deu 29:17 Tú viste las prácticas detestables de esas naciones y sus ídolos* de madera, de piedra, de plata y de oro.
Deu 29:18 Hago este pacto contigo, para que nadie —hombre o mujer, clan o tribu— se aparte del SEÑOR nuestro Dios para rendir culto a esos dioses de otras naciones, y para que ninguna raíz produzca frutos amargos y venenosos en medio de ti.
Deu 29:19 »Los que oyen las advertencias de esta maldición no deberían confiarse demasiado y pensar: “Estoy a salvo, a pesar de que sigo los deseos de mi corazón terco”. ¡Eso los llevaría a la ruina total!
Deu 29:20 Y el SEÑOR jamás perdonará a los que piensan así. Por el contrario, su enojo y su celo arderán contra ellos. Les caerán encima todas las maldiciones escritas en este libro, y el SEÑOR borrará sus nombres de la faz de la tierra.
Deu 29:21 El SEÑOR los apartará de las demás tribus de Israel para echar sobre ellos todas las maldiciones del pacto registradas en este libro de instrucción.
Deu 29:22 »Entonces las generaciones futuras, tanto tus descendientes como los extranjeros que vengan de tierras lejanas, verán la devastación de tu tierra y las enfermedades con las que el SEÑOR la aflige.
Deu 29:23 Exclamarán: “Toda esta tierra quedó devastada con azufre y sal. Es una tierra baldía, sin cultivos, donde no crece nada, ni siquiera un tallo de pasto. Es como las ciudades de Sodoma y Gomorra, Adma y Zeboim, las cuales el SEÑOR destruyó en su intenso enojo”.
Deu 29:24 »Todas las naciones vecinas preguntarán: “¿Por qué el SEÑOR afligió así a esa tierra? ¿Por qué se enojó tanto?”.
Deu 29:25 »Y la respuesta será: “Sucedió porque el pueblo de esa tierra abandonó el pacto que el SEÑOR, Dios de sus antepasados, hizo con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto.
Deu 29:26 En cambio, se apartaron de él para servir y rendir culto a dioses que no conocían, dioses que no provenían del SEÑOR.
Deu 29:27 Por esa razón, el enojo del SEÑOR ardió contra esa tierra y cayeron sobre ella cada una de las maldiciones registradas en este libro.
Deu 29:28 ¡Con gran enojo y furia, el SEÑOR desarraigó a su propio pueblo de la tierra y lo desterró a otra nación, donde ellos viven hasta el día de hoy!”.
Deu 29:29 »El SEÑOR nuestro Dios tiene secretos que nadie conoce. No se nos pedirá cuenta de ellos. Sin embargo, nosotros y nuestros hijos somos responsables por siempre de todo lo que se nos ha revelado, a fin de que obedezcamos todas las condiciones de estas instrucciones.
Deu 30:1 »En el futuro, cuando experimentes todas las bendiciones y las maldiciones que te detallé y estés viviendo entre las naciones a las que el SEÑOR tu Dios te haya desterrado, toma muy en serio todas estas instrucciones.
Deu 30:2 Si en aquel tiempo, tú y tus hijos regresan al SEÑOR tu Dios, y si obedecen con todo el corazón y con toda el alma los mandatos que te entrego hoy,
Deu 30:3 entonces el SEÑOR tu Dios te devolverá tu bienestar. Tendrá misericordia de ti y te volverá a reunir de entre todas las naciones por donde te dispersó.
Deu 30:4 Aunque estés desterrado en los extremos de la tierra, el SEÑOR tu Dios te traerá de allí y te reunirá nuevamente.
Deu 30:5 El SEÑOR tu Dios te hará volver a la tierra que perteneció a tus antepasados, y será tuya de nuevo. ¡Entonces te hará aún más próspero y numeroso que tus antepasados!
Deu 30:6 »El SEÑOR tu Dios cambiará tu corazón* y el de tus descendientes, para que lo ames con todo el corazón y con toda el alma, y para que tengas vida.
Deu 30:7 El SEÑOR tu Dios impondrá todas esas maldiciones a tus enemigos y a los que te odian y te persiguen.
Deu 30:8 Así volverás a obedecer al SEÑOR y cumplirás todos sus mandatos, los que yo te entrego hoy.
Deu 30:9 »Entonces el SEÑOR tu Dios te prosperará en todo lo que hagas. Te dará muchos hijos, una gran cantidad de animales y hará que tus campos produzcan cosechas abundantes, porque el SEÑOR volverá a deleitarse en ser bondadoso contigo como lo fue con tus antepasados.
Deu 30:10 El SEÑOR tu Dios se deleitará en ti si obedeces su voz y cumples los mandatos y los decretos escritos en este libro de instrucción, y si te vuelves al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
Deu 30:11 »El mandato que te entrego hoy no es demasiado difícil de entender ni está fuera de tu alcance.
Deu 30:12 No está guardado en los cielos, tan distante para que tengas que preguntar: “¿Quién subirá al cielo y lo bajará para que podamos oírlo y obedecer?”.
Deu 30:13 Tampoco está guardado más allá del mar, tan lejos para que tengas que preguntar: “¿Quién cruzará el mar y lo traerá para que podamos oírlo y obedecer?”.
Deu 30:14 Por el contrario, el mensaje está muy al alcance de la mano; está en tus labios y en tu corazón para que puedas obedecerlo.
Deu 30:15 »¡Ahora escucha! En este día, te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre la prosperidad y la calamidad.
Deu 30:16 Pues hoy te ordeno que ames al SEÑOR tu Dios y cumplas sus mandatos, decretos y ordenanzas andando en sus caminos. Si lo haces, vivirás y te multiplicarás, y el SEÑOR tu Dios te bendecirá a ti y también a la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer.
Deu 30:17 »Sin embargo, si tu corazón se aparta y te niegas a escuchar, y si te dejas llevar a servir y rendir culto a otros dioses,
Deu 30:18 entonces te advierto desde ya que sin duda serás destruido. No tendrás una buena y larga vida en la tierra que ocuparás al cruzar el Jordán.
Deu 30:19 »Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir!
Deu 30:20 Puedes elegir esa opción al amar, al obedecer y al comprometerte firmemente con el SEÑOR tu Dios. Esa* es la clave para tu vida. Y si amas y obedeces al SEÑOR, vivirás por muchos años en la tierra que el SEÑOR juró dar a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob».
Deu 31:1 Cuando Moisés terminó de dar esas instrucciones* a todo el pueblo de Israel,
Deu 31:2 dijo: «Ya tengo ciento veinte años y no puedo seguir guiándote. El SEÑOR me dijo: “No cruzarás el río Jordán”.
Deu 31:3 Sin embargo, el SEÑOR tu Dios sí cruzará delante de ti. Él destruirá a las naciones que viven allí, y tú tomarás posesión de esa tierra. Josué te guiará para cruzar el río, tal como el SEÑOR prometió.
Deu 31:4 »El SEÑOR destruirá a las naciones que viven en esa tierra, tal como destruyó a Sehón y a Og, los reyes de los amorreos.
Deu 31:5 El SEÑOR te entregará a los que viven allí, y tú tendrás que hacer con ellos lo que te ordené.
Deu 31:6 ¡Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico frente a ellos, porque el SEÑOR tu Dios, él mismo irá delante de ti. No te fallará ni te abandonará».
Deu 31:7 Luego Moisés mandó llamar a Josué y, en presencia de todo Israel, le dijo: «¡Sé fuerte y valiente! Pues tú guiarás a este pueblo a la tierra que el SEÑOR juró a sus antepasados que les daría. Tú serás quien la repartirá entre ellos y se las dará como sus porciones de tierra.
Deu 31:8 No temas ni te desalientes, porque el propio SEÑOR irá delante de ti. Él estará contigo; no te fallará ni te abandonará».
Deu 31:9 Entonces Moisés escribió en un libro todo el conjunto de instrucciones y se lo dio a los sacerdotes que llevaban al arca del pacto del SEÑOR y a los ancianos de Israel.
Deu 31:10 Luego Moisés les dio la siguiente orden: «Al final de cada séptimo año —el Año de Liberación— y durante el Festival de las Enramadas,
Deu 31:11 leerán este libro de instrucción a todo el pueblo de Israel cuando se reúna ante el SEÑOR su Dios en el lugar que él elija.
Deu 31:12 Convoquen a todos —hombres, mujeres, niños y los extranjeros que vivan en sus ciudades— para que oigan lo que dice el libro de instrucción y aprendan a temer al SEÑOR su Dios y a obedecer cuidadosamente todas las condiciones de estas instrucciones.
Deu 31:13 Háganlo para que sus hijos que no saben nada de estas instrucciones, las oigan y aprendan a temer al SEÑOR su Dios. Háganlo mientras vivan en la tierra que van a poseer al cruzar el Jordán».
Deu 31:14 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: «Ha llegado la hora de tu muerte. Llama a Josué y preséntate con él en el tabernáculo* para entregarle mi encargo a Josué allí». Entonces Moisés y Josué fueron y se presentaron en el tabernáculo.
Deu 31:15 Así que el SEÑOR se les apareció en una columna de nube que se detuvo en la entrada de la carpa sagrada.
Deu 31:16 El SEÑOR le dijo a Moisés: «Estás por morir y vas a reunirte con tus antepasados. Cuando ya no estés aquí, los israelitas comenzarán a rendir culto a dioses ajenos, los dioses de la tierra a la cual se dirigen. Me abandonarán y romperán el pacto que hice con ellos.
Deu 31:17 Entonces mi enojo arderá contra ellos. Los abandonaré, esconderé mi rostro de ellos, y serán devorados. Pasarán terribles dificultades y, en aquel día, dirán: “¡Estas calamidades nos han ocurrido porque Dios ya no está entre nosotros!”.
Deu 31:18 En esos días esconderé mi rostro de ellos debido a toda la maldad que cometen al rendir culto a otros dioses.
Deu 31:19 »Por lo tanto, escribe este canto y enséñalo a los israelitas. Ayúdalos a que lo aprendan, para que me sirva de testigo contra ellos.
Deu 31:20 Pues los haré entrar en la tierra que juré dar a sus antepasados, una tierra donde fluyen la leche y la miel. Allí llegarán a ser prósperos, comerán todo lo que quieran y engordarán. Pero comenzarán a rendir culto a otros dioses; me despreciarán y romperán mi pacto.
Deu 31:21 Entonces cuando les ocurran grandes calamidades, este canto servirá de prueba en su contra, porque sus descendientes jamás lo olvidarán. Yo conozco las intenciones de este pueblo, incluso ahora que todavía no han entrado en la tierra que prometí darles».
Deu 31:22 Así que, ese mismo día, Moisés escribió el canto y lo enseñó a los israelitas.
Deu 31:23 Luego el SEÑOR encargó a Josué, hijo de Nun, con las siguientes palabras: «Sé fuerte y valiente porque tendrás que llevar al pueblo de Israel a la tierra que juré darles. Yo estaré contigo».
Deu 31:24 Cuando Moisés terminó de escribir todo el conjunto de instrucciones en un libro,
Deu 31:25 les dio la siguiente orden a los levitas que llevaban el arca del pacto del SEÑOR:
Deu 31:26 «Tomen este libro de instrucción y pónganlo al lado del arca del pacto del SEÑOR su Dios, para que quede allí como testigo contra ustedes, los israelitas.
Deu 31:27 Pues yo sé lo rebeldes y tercos que son. Incluso ahora que todavía sigo vivo y estoy con ustedes, se han rebelado contra el SEÑOR. ¡Cuánto más rebeldes se pondrán después de mi muerte!
Deu 31:28 »Llamen ahora a todos los ancianos y a los funcionarios de las tribus, para que les hable directamente y ponga al cielo y a la tierra como testigos en su contra.
Deu 31:29 Yo sé que después de mi muerte ustedes se corromperán por completo y se apartarán del camino que les ordené seguir. En los días futuros, les vendrán calamidades porque harán lo malo a los ojos del SEÑOR y lo enojarán mucho con sus acciones».
Deu 31:30 Entonces Moisés recitó el canto entero en presencia de toda la congregación de Israel:

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