APOSENTO ALTO

sábado, 24 de marzo de 2018

LECTURA BÍBLICA 24 DE MARZO

LECTURA PARA LA MAÑANA

MATEO    28:1-10

Mat 28:1 El domingo por la mañana temprano,* cuando amanecía el nuevo día, María Magdalena y la otra María fueron a visitar la tumba.
Mat 28:2 ¡De repente, se produjo un gran terremoto! Pues un ángel del Señor descendió del cielo, corrió la piedra a un lado y se sentó sobre ella.
Mat 28:3 Su rostro brillaba como un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve.
Mat 28:4 Los guardias temblaron de miedo cuando lo vieron y cayeron desmayados por completo.
Mat 28:5 Entonces, el ángel les habló a las mujeres: «¡No teman! —dijo —. Sé que buscan a Jesús el que fue crucificado.
Mat 28:6 ¡No está aquí! Ha resucitado tal como dijo que sucedería. Vengan, vean el lugar donde estaba su cuerpo.
Mat 28:7 Y ahora, vayan rápidamente y cuéntenles a sus discípulos que ha resucitado y que va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán. Recuerden lo que les he dicho».
Mat 28:8 Las mujeres se fueron a toda prisa. Estaban asustadas pero a la vez llenas de gran alegría, y se apresuraron para dar el mensaje del ángel a los discípulos.
Mat 28:9 Mientras iban, Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas corrieron hasta él, abrazaron sus pies y lo adoraron.
Mat 28:10 Entonces Jesús les dijo: «¡No teman! Digan a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán».





ROMANOS 15:14-33

Rom 15:14 Mis amados hermanos, estoy plenamente convencido de que ustedes están llenos de bondad. Conocen estas cosas tan bien que pueden enseñárselas unos a otros.
Rom 15:15 Aun así, me atreví a escribirles sobre algunos de estos temas porque sé que lo único que necesitan es recordarlos. Pues, por la gracia de Dios,
Rom 15:16 soy un mensajero especial de Cristo Jesús enviado a ustedes, los gentiles. Les transmito la Buena Noticia para presentarlos como una ofrenda aceptable a Dios, hecha santa por el Espíritu Santo.
Rom 15:17 Así que tengo razón de estar entusiasmado por todo lo que Cristo Jesús ha hecho por medio de mí al servir a Dios.
Rom 15:18 Sin embargo, no me atrevo a jactarme de nada, salvo de lo que Cristo ha hecho por medio de mí al llevar a los gentiles a Dios a través de mi mensaje y de la manera en que he trabajado entre ellos.
Rom 15:19 Los gentiles se convencieron por el poder de señales milagrosas y maravillas, y por el poder del Espíritu de Dios.* De esa manera, presenté con toda plenitud la Buena Noticia de Cristo desde Jerusalén hasta llegar a la región del Ilírico.*
Rom 15:20 Mi gran aspiración siempre ha sido predicar la Buena Noticia donde nunca antes se ha oído el nombre de Cristo, y no donde otro ya ha comenzado una iglesia.
Rom 15:21 He seguido el plan que mencionan las Escrituras, que dicen: «Los que nunca se enteraron de él verán, y los que nunca oyeron de él entenderán»*.
Rom 15:22 De hecho, mi visita a ustedes se demoró tanto precisamente porque estuve predicando en esos lugares.
Rom 15:23 Pero, ahora que terminé mi trabajo en estas regiones y después de todos estos largos años de espera, tengo muchos deseos de ir a verlos.
Rom 15:24 Estoy pensando viajar a España y, cuando lo haga, me detendré en Roma. Y, luego de disfrutar de la compañía de ustedes por un breve tiempo, podrán ayudarme con lo necesario para mi viaje.
Rom 15:25 Pero, antes de visitarlos, debo ir a Jerusalén para llevar una ofrenda a los creyentes* de allí.
Rom 15:26 Pues, les cuento, los creyentes de Macedonia y Acaya* con entusiasmo juntaron una ofrenda para los creyentes de Jerusalén que son pobres.
Rom 15:27 Lo hicieron con gusto porque se sienten en deuda con ellos. Dado que los gentiles recibieron las bendiciones espirituales de la Buena Noticia por parte de los creyentes de Jerusalén, sienten que lo menos que pueden hacer por ellos a cambio es ayudarlos económicamente.
Rom 15:28 En cuanto yo entregue ese dinero y termine esa buena acción de los gentiles, iré a visitarlos a ustedes de camino a España.
Rom 15:29 Y, cuando vaya, estoy seguro de que Cristo bendecirá en abundancia el tiempo que pasemos juntos.
Rom 15:30 Mis amados hermanos, les pido encarecidamente en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que se unan a mi lucha orando a Dios por mí. Háganlo por el amor que me tienen, ese amor que el Espíritu Santo les ha dado.
Rom 15:31 Pídanle que me libre de los que están en Judea que se niegan a obedecer a Dios. Pídanle también que los creyentes de allí estén dispuestos a aceptar la ofrenda* que llevo a Jerusalén.
Rom 15:32 Entonces, por la voluntad de Dios, podré ir a verlos con un corazón alegre, y nos alentaremos unos a otros.
Rom 15:33 Y que Dios, quien nos da su paz, esté con todos ustedes. Amén.*

SALMO 70

Sal 70:1 Por favor, Dios, ¡rescátame! Ven pronto, SEÑOR, y ayúdame.
Sal 70:2 Que los que tratan de matarme sean humillados y pasen vergüenza. Que los que se deleitan en mis dificultades retrocedan con deshonra.
Sal 70:3 Que su vergüenza los horrorice, porque dijeron: «¡Ajá! ¡Ahora sí lo atrapamos!».
Sal 70:4 Pero que todos aquellos que te buscan estén llenos de alegría y de felicidad en ti. Que los que aman tu salvación griten una y otra vez: «¡Grande es Dios!».
Sal 70:5 En cuanto a mí, pobre y necesitado, por favor, Dios, ven pronto a socorrerme. Tú eres mi ayudador y mi salvador; oh SEÑOR, no te demores.

LECTURA PARA LA NOCHE

DEUTERONOMIO 32

Deu 32:1 «¡Escuchen, oh cielos, y hablaré! ¡Oye, oh tierra, las palabras que digo!
Deu 32:2 Que mi enseñanza caiga sobre ustedes como lluvia; que mi discurso se asiente como el rocío. Que mis palabras caigan como lluvia sobre pastos suaves, como llovizna delicada sobre plantas tiernas.
Deu 32:3 Proclamaré el nombre del SEÑOR; ¡qué glorioso es nuestro Dios!
Deu 32:4 Él es la Roca, sus obras son perfectas. Todo lo que hace es justo e imparcial. Él es Dios fiel, nunca actúa mal; ¡qué justo y recto es él!
Deu 32:5 »Pero ellos se comportaron de manera corrupta con él; cuando actúan con tanta perversión, ¿son realmente sus hijos?* Son una generación engañosa y torcida.
Deu 32:6 ¿Es así como le pagas al SEÑOR, pueblo necio y sin entendimiento? ¿No es él tu Padre, quien te creó? ¿Acaso no te formó y te estableció?
Deu 32:7 Recuerda los días pasados, piensa en las generaciones anteriores. Pregúntale a tu padre, y él te informará. Averigua con los ancianos, y ellos te contarán.
Deu 32:8 Cuando el Altísimo asignó territorios a las naciones, cuando dividió a la raza humana, fijó los límites de los pueblos según el número de su corte celestial.*
Deu 32:9 »Pues el pueblo de Israel pertenece al SEÑOR; Jacob es su posesión más preciada.
Deu 32:10 Él lo encontró en un desierto, en un páramo vacío y ventoso. Lo rodeó y lo cuidó; lo protegió como a sus propios ojos.*
Deu 32:11 Como un águila que aviva a sus polluelos y revolotea sobre sus crías, así desplegó sus alas para tomarlo y alzarlo y llevarlo a salvo sobre sus plumas.
Deu 32:12 El SEÑOR, sólo él, lo guió; el pueblo no siguió a dioses ajenos.
Deu 32:13 Él lo dejó cabalgar sobre tierras altas y saciarse con las cosechas de los campos. Lo nutrió con miel de la roca y con aceite de oliva de los pedregales.
Deu 32:14 Lo alimentó con yogur* de la manada y leche del rebaño, y también con la grasa de los corderos. Le dio de los mejores carneros de Basán y cabras, junto con el trigo más selecto. Bebiste el vino más fino, elaborado con el jugo de las uvas.
Deu 32:15 »Pero Israel* pronto engordó y se volvió rebelde; ¡el pueblo aumentó de peso, se puso gordo y relleno! Entonces abandonó a Dios, quien lo había creado; se burló de la Roca de su salvación.
Deu 32:16 Lo provocó a celos al rendir culto a dioses ajenos; lo enfureció con sus actos detestables.
Deu 32:17 Ofreció sacrificios a demonios, los cuales no son Dios, a dioses que no conocían, a dioses nuevos y recientes; a dioses que sus antepasados jamás temieron.
Deu 32:18 Descuidaste la Roca que te engendró; te olvidaste del Dios que te dio la vida.
Deu 32:19 »El SEÑOR vio todo eso y se alejó de ti, provocado al enojo por sus propios hijos e hijas.
Deu 32:20 Dijo: “Los abandonaré y ya veremos cómo terminan. Pues son una generación torcida, hijos sin integridad.
Deu 32:21 Ellos despertaron mis celos al rendir culto a cosas que no son Dios; provocaron mi enojo con sus ídolos inútiles. Ahora yo despertaré sus celos con gente que ni siquiera es pueblo, provocaré su enojo por medio de gentiles* insensatos.
Deu 32:22 Pues mi enojo arde como el fuego y quema hasta las profundidades de la tumba.* Devora la tierra y todos sus cultivos y enciende hasta los cimientos de las montañas.
Deu 32:23 Amontonaré calamidades sobre ellos y los derribaré con mis flechas.
Deu 32:24 Los debilitaré con hambre, alta fiebre y enfermedades mortales. Les enviaré los colmillos de bestias salvajes y serpientes venenosas que se arrastran por el polvo.
Deu 32:25 Por fuera, la espada los matará y por adentro, el terror los carcomerá, tanto a los muchachos como a las jovencitas, tanto a los niños como a los ancianos.
Deu 32:26 Los habría aniquilado por completo, habría borrado hasta el recuerdo de ellos,
Deu 32:27 pero temí la burla de los enemigos de Israel, quienes podrían entender mal y decir: ‘¡Nuestro poder ha triunfado! ¡El SEÑOR no tuvo nada que ver en eso!’ ”
Deu 32:28 »Pero Israel es una nación insensata; su gente es necia, sin entendimiento.
Deu 32:29 ¡Ay, si fueran sabios y entendieran estas cosas! ¡Ay, si supieran lo que les espera!
Deu 32:30 ¿Cómo podría una persona perseguir a mil de ellos y dos personas hacer huir a diez mil, a menos que la Roca de ellos los hubiera vendido, a menos que el SEÑOR se los hubiera entregado?
Deu 32:31 Pero la roca de nuestros enemigos no es como nuestra Roca, hasta ellos mismos se dan cuenta de eso.*
Deu 32:32 Su vid crece de la vid de Sodoma, de los viñedos de Gomorra. Sus uvas son veneno, y sus racimos son amargos.
Deu 32:33 Su vino es veneno de serpientes, veneno mortal de cobras.
Deu 32:34 »El SEÑOR dice: “¿Acaso no estoy sellando todas esas cosas y almacenándolas en mi cofre?
Deu 32:35 Yo tomaré venganza; yo les pagaré lo que se merecen. A su debido tiempo, sus pies resbalarán. Les llegará el día de la calamidad, y su destino los alcanzará”.
Deu 32:36 »Sin duda, el SEÑOR hará justicia a su pueblo y cambiará de parecer acerca de* sus siervos, cuando vea que ya no tienen fuerzas y no queda nadie allí, ni siervo ni libre.
Deu 32:37 Y luego preguntará: “¿Dónde están sus dioses, esas rocas a las que acudieron para refugiarse?
Deu 32:38 ¿Dónde están ahora los dioses que comían la gordura de sus sacrificios y bebían el vino de sus ofrendas? ¡Que se levanten esos dioses y los ayuden! ¡Que ellos les den refugio!
Deu 32:39 ¡Miren ahora, yo mismo soy Dios! ¡No hay otro dios aparte de mí! Yo soy el que mata y el que da vida, soy el que hiere y el que sana. ¡Nadie puede ser librado de mi mano poderosa!
Deu 32:40 Ahora levanto mi mano al cielo y declaro: ‘Tan cierto como que yo vivo,
Deu 32:41 cuando afile mi espada reluciente y comience a hacer justicia, me vengaré de mis enemigos y daré su merecido a los que me rechazan.
Deu 32:42 Haré que mis flechas se emborrachen de sangre, y mi espada devorará carne: la sangre de los masacrados y cautivos, y las cabezas de los jefes enemigos’ ”.
Deu 32:43 »Alégrense con él, oh cielos, y que lo adoren todos los ángeles de Dios.* Alégrense con su pueblo, oh naciones, y que todos los ángeles se fortalezcan en él.* Pues él vengará la sangre de sus siervos, cobrará venganza de sus enemigos. Dará su merecido a los que lo odian* y limpiará la tierra para su pueblo».
Deu 32:44 Entonces Moisés fue con Josué,* hijo de Nun, y recitó todas las palabras de ese canto al pueblo.
Deu 32:45 Cuando Moisés terminó de recitar todas esas palabras al pueblo de Israel,
Deu 32:46 agregó: «Toma en serio cada una de las advertencias que te hice hoy. Transmítelas como una orden a tus hijos, para que obedezcan cada palabra de esas instrucciones.
Deu 32:47 No son palabras vacías; ¡son tu vida! Si las obedeces, disfrutarás de muchos años en la tierra que poseerás al cruzar el río Jordán».
Deu 32:48 Ese mismo día, el SEÑOR le dijo a Moisés:
Deu 32:49 «Ve a Moab, a las montañas que están al oriente del río,* y sube el monte Nebo, que está frente a Jericó. Contempla la tierra de Canaán, la tierra que le doy al pueblo de Israel como su preciada posesión.
Deu 32:50 Entonces morirás allí, en la montaña. Te reunirás con tus antepasados tal como tu hermano Aarón, quien murió en el monte Hor y se reunió con sus antepasados.
Deu 32:51 Pues los dos me traicionaron ante los israelitas en las aguas de Meriba, en Cades,* en el desierto de Zin. Allí ustedes no le demostraron mi santidad al pueblo de Israel.
Deu 32:52 Así que verás la tierra desde lejos, pero no podrás entrar en la tierra que le doy al pueblo de Israel».

No hay comentarios:

Publicar un comentario