APOSENTO ALTO

martes, 20 de marzo de 2018

LECTURA BÍBLICA 20 DE MARZO

LECTURA PARA LA MAÑANA

MATEO    27:11-26

Mat 27:11 Jesús se encontraba frente a Pilato, el gobernador romano. —¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó el gobernador. —Tú lo has dicho —contestó Jesús.
Mat 27:12 Pero, cuando los principales sacerdotes y los ancianos presentaron sus acusaciones contra él, Jesús guardó silencio.
Mat 27:13 —¿No oyes todas las acusaciones que presentan en tu contra? —le preguntó Pilato.
Mat 27:14 Pero, para sorpresa del gobernador, Jesús no respondió a ninguno de esos cargos.
Mat 27:15 Ahora bien, era costumbre del gobernador cada año, durante la celebración de la Pascua, poner en libertad a un preso —el que la gente quisiera —y entregarlo a la multitud.
Mat 27:16 Ese año, había un preso de mala fama, un hombre llamado Barrabás.*
Mat 27:17 Al reunirse la multitud frente a la casa de Pilato aquella mañana, él les preguntó: «¿A quién quieren que ponga en libertad, a Barrabás o a Jesús, llamado el Mesías?».
Mat 27:18 (Él sabía muy bien que los líderes religiosos judíos habían arrestado a Jesús por envidia).
Mat 27:19 Justo en ese momento, cuando Pilato estaba sentado en el tribunal, su esposa le envió el siguiente mensaje: «Deja en paz a ese hombre inocente. Anoche sufrí una pesadilla terrible con respecto a él».
Mat 27:20 Mientras tanto, los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud para que pidiera la libertad de Barrabás y que se ejecutara a Jesús.
Mat 27:21 Así que el gobernador volvió a preguntar: —¿A cuál de estos dos quieren que les deje en libertad? —¡A Barrabás! —contestó la multitud a gritos.
Mat 27:22 —Entonces, ¿qué hago con Jesús, llamado el Mesías? —preguntó Pilato. —¡Crucifícalo! —le contestaron a gritos.
Mat 27:23 —¿Por qué? —insistió Pilato —. ¿Qué crimen ha cometido? Pero la turba rugió aún más fuerte: —¡Crucifícalo!
Mat 27:24 Pilato vio que no lograba nada y que se armaba un disturbio. Así que mandó a buscar un recipiente con agua y se lavó las manos delante de la multitud a la vez que decía: —Soy inocente de la sangre de este hombre. La responsabilidad es de ustedes.
Mat 27:25 Y la gente respondió a gritos: —¡Nos haremos responsables de su muerte, nosotros y nuestros hijos!*
Mat 27:26 Así fue que Pilato dejó a Barrabás en libertad. Mandó azotar a Jesús con un látigo que tenía puntas de plomo, y después lo entregó a los soldados romanos para que lo crucificaran.




ROMANOS 12:9-21

Rom 12:9 No finjan amar a los demás; ámenlos de verdad. Aborrezcan lo malo. Aférrense a lo bueno.
Rom 12:10 Ámense unos a otros con un afecto genuino* y deléitense al honrarse mutuamente.
Rom 12:11 No sean nunca perezosos, más bien trabajen con esmero y sirvan al Señor con entusiasmo.*
Rom 12:12 Alégrense por la esperanza segura que tenemos. Tengan paciencia en las dificultades y sigan orando.
Rom 12:13 Estén listos para ayudar a los hijos de Dios cuando pasen necesidad. Estén siempre dispuestos a brindar hospitalidad.
Rom 12:14 Bendigan a quienes los persiguen. No los maldigan, sino pídanle a Dios en oración que los bendiga.
Rom 12:15 Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran.
Rom 12:16 Vivan en armonía unos con otros. No sean tan orgullosos como para no disfrutar de la compañía de la gente común. ¡Y no piensen que lo saben todo!
Rom 12:17 Nunca devuelvan a nadie mal por mal. Compórtense de tal manera que todo el mundo vea que ustedes son personas honradas.
Rom 12:18 Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos.
Rom 12:19 Queridos amigos, nunca tomen venganza. Dejen que se encargue la justa ira de Dios. Pues dicen las Escrituras: «Yo tomaré venganza; Yo les pagaré lo que se merecen»*, dice el SEÑOR.
Rom 12:20 En cambio, «Si tus enemigos tienen hambre, dales de comer. Si tienen sed, dales de beber. Al hacer eso, amontonarás carbones encendidos de vergüenza sobre su cabeza»*.
Rom 12:21 No dejen que el mal los venza, más bien venzan el mal haciendo el bien.



SALMO 67

Sal 67:1 Que Dios tenga misericordia y nos bendiga; que su rostro nos sonría con favor. Interludio
Sal 67:2 Que se conozcan tus caminos en toda la tierra y tu poder salvador entre los pueblos por todas partes.
Sal 67:3 Que las naciones te alaben, oh Dios, sí, que todas las naciones te alaben.
Sal 67:4 Que el mundo entero cante de alegría, porque tú gobiernas a las naciones con justicia y guías a la gente de todo el mundo. Interludio
Sal 67:5 Que las naciones te alaben, oh Dios, sí, que todas las naciones te alaben.
Sal 67:6 Entonces la tierra dará sus cosechas, y Dios, nuestro Dios, nos bendecirá en abundancia.
Sal 67:7 Así es, Dios nos bendecirá, y gente de todo el mundo le temerá.

LECTURA PARA LA NOCHE

DEUTERONOMIO 18-21

Deu 18:1 »Recuerda que los sacerdotes levitas —es decir, toda la tribu de Leví— no recibirán ninguna asignación de tierra entre las demás tribus de Israel. Pero tanto los sacerdotes como los levitas comerán de las ofrendas especiales dadas al SEÑOR, porque esa es la parte que les corresponde.
Deu 18:2 No tendrán tierra propia entre los israelitas. El propio SEÑOR es su preciada posesión, tal como les prometió.
Deu 18:3 »Del ganado, las ovejas y las cabras que el pueblo traiga como ofrenda, los sacerdotes podrán tomar para sí la espaldilla, la quijada y el estómago.
Deu 18:4 También les darás a los sacerdotes la primera porción de los granos, del vino nuevo, del aceite de oliva y de la lana que obtengas en la temporada de esquila.
Deu 18:5 Pues el SEÑOR tu Dios eligió a la tribu de Leví, de entre todas tus tribus, para que sirva en nombre del SEÑOR por siempre.
Deu 18:6 »Supongamos que un levita decide dejar su ciudad en Israel, sea cual fuere la ciudad, para mudarse al lugar de adoración que el SEÑOR elija.
Deu 18:7 Podrá servir allí en nombre del SEÑOR su Dios, igual que sus hermanos levitas que ya estén sirviendo al SEÑOR en ese lugar,
Deu 18:8 y podrá comer su porción de los sacrificios y las ofrendas, aun cuando también reciba sustento de su familia.
Deu 18:9 »Cuando entres en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, ten mucho cuidado de no imitar las costumbres detestables de las naciones que viven allí.
Deu 18:10 Por ejemplo, jamás sacrifiques a tu hijo o a tu hija como una ofrenda quemada.* Tampoco permitas que el pueblo practique la adivinación, ni la hechicería, ni que haga interpretación de agüeros, ni se mezcle en brujerías,
Deu 18:11 ni haga conjuros; tampoco permitas que alguien se preste a actuar como médium o vidente, ni que invoque el espíritu de los muertos.
Deu 18:12 Cualquiera que practique esas cosas es detestable a los ojos del SEÑOR. Precisamente porque las otras naciones hicieron esas cosas detestables, el SEÑOR tu Dios las expulsará de tu paso.
Deu 18:13 Sin embargo, tú debes ser intachable delante del SEÑOR tu Dios.
Deu 18:14 Las naciones que estás por desplazar consultan a los adivinos y a los hechiceros, pero el SEÑOR tu Dios te prohíbe hacer esas cosas».
Deu 18:15 Moisés siguió diciendo: «El SEÑOR su Dios les levantará un profeta como yo de entre sus hermanos israelitas. A él tendrán que escucharlo,
Deu 18:16 pues eso fue lo que ustedes le pidieron al SEÑOR su Dios cuando estaban reunidos al pie del monte Sinaí.* Dijeron: “No queremos oír nunca más la voz del SEÑOR nuestro Dios ni ver este fuego ardiente, porque moriremos”.
Deu 18:17 »Entonces el SEÑOR me dijo: “Lo que el pueblo dice es cierto.
Deu 18:18 Levantaré un profeta como tú de entre sus hermanos israelitas. Pondré mis palabras en su boca, y él dirá al pueblo todo lo que yo le ordene.
Deu 18:19 Yo mismo trataré con cualquiera que no preste atención a los mensajes que el profeta proclame en mi nombre.
Deu 18:20 Pero todo profeta que falsamente afirme hablar en mi nombre o hable en nombre de otro dios, tendrá que morir”.
Deu 18:21 »Tal vez se pregunten: “¿Cómo sabremos si una profecía viene o no del SEÑOR?”.
Deu 18:22 Si el profeta habla en el nombre del SEÑOR, pero su profecía no se cumple ni ocurre lo que predice, ustedes sabrán que ese mensaje no proviene del SEÑOR. Ese profeta habló sin el respaldo de mi autoridad, y no tienen que temerle.
Deu 19:1 »Cuando el SEÑOR tu Dios destruya a las naciones que ahora ocupan el territorio que él está por entregarte, tomarás para ti las tierras y te establecerás en las ciudades y en las casas de esas naciones.
Deu 19:2 Luego deberás apartar tres ciudades de refugio en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
Deu 19:3 Estudia el territorio* y divide en tres regiones esa tierra que el SEÑOR te da, de modo que haya una de las ciudades en cada región. Entonces cualquier persona que haya matado a otra podrá huir a una de las ciudades de refugio para ponerse a salvo.
Deu 19:4 »Si un individuo mata a otro accidentalmente y sin enemistad previa, el responsable de la muerte podrá huir a cualquiera de esas ciudades para vivir a salvo.
Deu 19:5 Por ejemplo, supongamos que una persona va con un vecino a cortar leña al bosque, y cuando uno de los dos levanta el hacha para cortar un árbol, la cabeza del hacha se desprende del mango y mata a la otra persona. En tales casos, el responsable de la muerte puede huir a una de las ciudades de refugio para vivir a salvo.
Deu 19:6 »Si la ciudad de refugio más cercana quedara demasiado lejos, un vengador enfurecido podría rastrear al que causó la muerte y quitarle la vida. En ese caso, la persona moriría injustamente, porque nunca antes había mostrado enemistad hacia el muerto.
Deu 19:7 Por esa razón, te ordeno que apartes tres ciudades de refugio.
Deu 19:8 »Si el SEÑOR tu Dios extiende tu territorio como les juró a tus antepasados y te entrega toda la tierra que les prometió,
Deu 19:9 deberás designar otras tres ciudades de refugio adicionales. (Él te dará esa tierra si te aseguras de obedecer todos los mandatos que te di, es decir, si siempre amas al SEÑOR tu Dios y andas en sus caminos).
Deu 19:10 De esa manera, evitarás que mueran personas inocentes en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da como tu preciada posesión. Entonces no serás responsable de la muerte de inocentes.
Deu 19:11 »Pero supongamos que alguien está enemistado con un vecino y le tiende una emboscada a propósito y lo mata, y luego huye a una de las ciudades de refugio.
Deu 19:12 En ese caso, los ancianos de la ciudad del asesino enviarán representantes a la ciudad de refugio para traerlo de regreso y entregarlo al vengador del muerto para que le quite la vida.
Deu 19:13 ¡No sientas lástima por ese asesino! Limpia a Israel de la culpa de asesinar a personas inocentes; entonces todo te saldrá bien.
Deu 19:14 »Cuando llegues a la tierra que el SEÑOR tu Dios te da como preciada posesión, nunca le robes terreno a otro cambiando de lugar los límites de propiedad que tus antepasados establecieron.
Deu 19:15 »No condenes a nadie por algún crimen o delito basado en el testimonio de un solo testigo. Los hechos del caso deben ser establecidos por el testimonio de dos o tres testigos.
Deu 19:16 »Si un testigo malicioso se presenta y acusa a alguien de haber cometido algún crimen o delito,
Deu 19:17 tanto el que acusa como el acusado deberán presentarse ante el SEÑOR al acudir a los sacerdotes y a los jueces que estén en ejercicio en esos días.
Deu 19:18 Los jueces tendrán que investigar el caso a fondo. Si el acusador presentara cargos falsos contra otro israelita,
Deu 19:19 le impondrás a él la sentencia que pretendía para la otra persona. De ese modo, limpiarás esa maldad que hay en medio de ti.
Deu 19:20 Entonces el resto del pueblo se enterará del caso y tendrá temor de cometer semejante maldad.
Deu 19:21 ¡No muestres compasión por el culpable! La regla que seguirás es vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.
Deu 20:1 »Cuando salgas a luchar contra tus enemigos y te enfrentes con caballos y carros de guerra y con un ejército más numeroso que el tuyo, no tengas miedo. ¡El SEÑOR tu Dios, quien te sacó de la tierra de Egipto, está contigo!
Deu 20:2 Cuando te prepares para una batalla, el sacerdote saldrá a hablarle a las tropas
Deu 20:3 y les dirá: “¡Préstenme atención, hombres de Israel! ¡No tengan miedo cuando salgan hoy a pelear contra sus enemigos! No se desanimen ni se asusten, ni tiemblen frente a ellos.
Deu 20:4 ¡Pues el SEÑOR su Dios va con ustedes! ¡Él peleará por ustedes contra sus enemigos y les dará la victoria!”.
Deu 20:5 »Luego, los jefes del ejército se dirigirán a las tropas y dirán: “¿Alguno de ustedes acaba de construir una casa pero aún no la ha estrenado? De ser así, puede irse a su casa. Podría morir en batalla, y otro estrenaría su casa.
Deu 20:6 ¿Alguno de ustedes acaba de plantar un viñedo pero aún no ha comido ninguno de sus frutos? De ser así, puede irse a su casa. Podría morir en batalla, y otro comería los primeros frutos.
Deu 20:7 ¿Alguno de ustedes acaba de comprometerse con una mujer pero aún no se ha casado con ella? ¡Bien, puede irse a su casa y casarse! Podría morir en batalla, y otro se casaría con ella”.
Deu 20:8 »Luego los jefes también dirán: “¿Alguno de ustedes tiene miedo o está angustiado? De ser así, puede irse a su casa antes de que atemorice a alguien más”.
Deu 20:9 Una vez que los jefes terminen de hablar a las tropas, nombrarán comandantes para cada unidad.
Deu 20:10 »Cuando te acerques a una ciudad para atacarla, primero debes ofrecer condiciones de paz a sus habitantes.
Deu 20:11 Si aceptan las condiciones y te abren las puertas, entonces todos ellos quedarán obligados a servirte haciendo trabajos forzados,
Deu 20:12 pero si no quieren hacer la paz y se preparan para luchar, deberás atacar la ciudad.
Deu 20:13 Cuando el SEÑOR tu Dios te entregue la ciudad, mata a filo de espada a todos los hombres de ese pueblo.
Deu 20:14 Sin embargo, podrás quedarte con todas las mujeres, los niños, los animales y el resto del botín de la ciudad. Podrás disfrutar de todo el botín de tus enemigos que el SEÑOR tu Dios te entregue.
Deu 20:15 »Estas instrucciones sólo se refieren a las ciudades lejanas, no a las de las naciones que ocupan la tierra donde estás a punto de entrar.
Deu 20:16 En las ciudades que el SEÑOR tu Dios te da como preciada posesión, destruye a todo ser viviente.
Deu 20:17 Tienes que destruir por completo* a los hititas, a los amorreos, a los cananeos, a los ferezeos, a los heveos y a los jebuseos, tal como el SEÑOR tu Dios te ordenó.
Deu 20:18 Así evitarás que los pueblos de esa tierra te enseñen a imitar las costumbres detestables que practican cuando rinden culto a sus dioses, lo cual te haría pecar profundamente contra el SEÑOR tu Dios.
Deu 20:19 »Si al atacar una ciudad la guerra se prolonga, no debes cortar los árboles a hachazos. Puedes comer de los frutos, pero no derribes los árboles. ¿Acaso los árboles son enemigos a los que tienes que atacar?
Deu 20:20 Sólo corta los árboles que sabes que no son aptos para comer. Úsalos para la fabricación de todo lo que necesites para atacar la ciudad enemiga hasta que se rinda.
Deu 21:1 »Cuando estés en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, podría ocurrir que alguien encontrara en el campo a una persona asesinada, y no se supiera quién la mató.
Deu 21:2 En un caso así, los ancianos y los jueces tendrán que medir la distancia que hay desde el lugar del crimen hasta las ciudades cercanas.
Deu 21:3 Una vez que hayan determinado cuál es la ciudad más cercana, los ancianos de esa ciudad tendrán que elegir una ternera de la manada que nunca haya sido entrenada para el arado ni usado el yugo.
Deu 21:4 La llevarán hasta un valle que no haya sido arado ni cultivado y que tenga un arroyo donde siempre fluye el agua. Allí, en el valle, le quebrarán el cuello al animal.
Deu 21:5 Después se acercarán los sacerdotes levitas, pues el SEÑOR tu Dios los ha elegido para que sirvan delante de él y pronuncien bendiciones en el nombre del SEÑOR. Ellos son los responsables de resolver todos los casos legales y criminales.
Deu 21:6 »Los ancianos del pueblo tendrán que lavarse las manos sobre la ternera a la cual le quebraron el cuello.
Deu 21:7 Luego dirán: “Nuestras manos no derramaron la sangre de esta persona ni vimos cómo sucedió.
Deu 21:8 Oh SEÑOR, perdona a tu pueblo Israel, al cual has redimido. No culpes a tu pueblo de asesinar a un inocente”. Así quedarán absueltos de la culpa por la sangre de esa persona.
Deu 21:9 Si sigues estas instrucciones, harás lo correcto a los ojos del SEÑOR y purificarás a tu comunidad de la culpa por homicidio.
Deu 21:10 »Supongamos que sales a la guerra contra tus enemigos, y el SEÑOR tu Dios los entrega en tus manos, y tú tomas cautivos a algunos de ellos.
Deu 21:11 Y supongamos que, entre los cautivos, ves a una mujer hermosa a la cual te sientes atraído y deseas casarte con ella.
Deu 21:12 Si tal cosa sucediera, podrás llevarla a tu casa, donde ella tendrá que raparse la cabeza, cortarse las uñas
Deu 21:13 y cambiarse la ropa que llevaba puesta cuando la tomaron prisionera. Ella se quedará en tu casa, pero deberás permitirle hacer duelo por su padre y su madre durante todo un mes. Después de ese tiempo, podrán unirse, y tú serás su marido y ella será tu esposa.
Deu 21:14 Sin embargo, si una vez ya unidos resulta que ella no te agrada, tendrás que dejarla en libertad. No podrás venderla ni tratarla como a una esclava, porque la has humillado.
Deu 21:15 »Supongamos que un hombre tiene dos esposas y solamente ama a una de ellas, pero ambas le han dado hijos varones. Y supongamos que el primer varón lo haya tenido con la mujer que no ama.
Deu 21:16 Cuando el hombre divida su herencia, no dará la mayor parte al hijo menor —el que tuvo con la esposa que ama— como si fuera el primer hijo varón.
Deu 21:17 Deberá reconocer los derechos del hijo mayor —el que tuvo con la esposa que no ama— al darle la parte doble que le corresponde. Ese hijo es el primer fruto del vigor de su padre, y a él le corresponden los derechos del primer hijo.
Deu 21:18 »Supongamos que un hombre tiene un hijo terco y rebelde, que no quiere obedecer ni a su padre ni a su madre, a pesar de que ellos lo disciplinan.
Deu 21:19 En un caso así, el padre y la madre tendrán que llevarlo ante los ancianos mientras estén juzgando en las puertas de la ciudad.
Deu 21:20 Ambos padres les dirán a los ancianos: “Este hijo nuestro es terco y rebelde y se niega a obedecer. Es glotón y borracho”.
Deu 21:21 Entonces todos los hombres de esa ciudad lo matarán a pedradas. De ese modo limpiarás esa maldad que hay en medio de ti, y todo Israel se enterará y tendrá miedo.
Deu 21:22 »Si alguien cometió un delito digno de muerte, y por eso lo ejecutan y luego lo cuelgan de un árbol,*
Deu 21:23 el cuerpo no debe quedar allí colgado toda la noche. Habrá que enterrarlo ese mismo día, porque todo el que ha sido colgado* es maldito a los ojos de Dios. De esa manera, evitarás que se contamine la tierra que el SEÑOR tu Dios te da como preciada posesión.

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