APOSENTO ALTO

sábado, 21 de octubre de 2017

LECTURA BÍBLICA 21 DE OCTUBRE

LECTURA PARA LA MAÑANA

JUAN     6:41-59

Jua 6:41 Entonces la gente* comenzó a murmurar en desacuerdo, porque él había dicho: «Yo soy el pan que descendió del cielo».
Jua 6:42 Ellos se decían: «¿Acaso no es éste Jesús, el hijo de José? Conocemos a su padre y a su madre. ¿Y ahora cómo puede decir: “Yo descendí del cielo”?».
Jua 6:43 Pero Jesús contestó: «Dejen de quejarse por lo que dije.
Jua 6:44 Pues nadie puede venir a mí a menos que me lo traiga el Padre, que me envió, y yo lo resucitaré en el día final.
Jua 6:45 Como dicen las Escrituras:* “A todos les enseñará Dios”. Todos los que escuchan al Padre y aprenden de él, vienen a mí.
Jua 6:46 (No es que alguien haya visto al Padre; solamente yo lo he visto, el que Dios envió).
Jua 6:47 »Les digo la verdad, todo el que cree, tiene vida eterna.
Jua 6:48 ¡Sí, yo soy el pan de vida!
Jua 6:49 Sus antepasados comieron maná en el desierto, pero todos murieron,
Jua 6:50 sin embargo, el que coma el pan del cielo nunca morirá.
Jua 6:51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo. Todo el que coma de este pan vivirá para siempre; y este pan, que ofreceré para que el mundo viva, es mi carne».
Jua 6:52 Entonces la gente comenzó a discutir entre sí sobre lo que él quería decir. «¿Cómo puede este hombre darnos de comer su carne?» —se preguntaban.
Jua 6:53 Por eso Jesús volvió a decir: «Les digo la verdad, a menos que coman la carne del Hijo del Hombre y beban su sangre, no podrán tener vida eterna en ustedes.
Jua 6:54 Pero todo el que coma mi carne y beba mi sangre tendrá vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.
Jua 6:55 Pues mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
Jua 6:56 Todo el que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
Jua 6:57 Yo vivo gracias al Padre viviente que me envió; de igual manera, todo el que se alimente de mí vivirá gracias a mí.
Jua 6:58 Yo soy el pan verdadero que descendió del cielo. El que coma de este pan no morirá —como les pasó a sus antepasados a pesar de haber comido el maná —sino que vivirá para siempre».
Jua 6:59 Jesús dijo esas cosas mientras enseñaba en la sinagoga de Capernaúm.


 1 PEDRO  3:13-22

1Pe 3:13 Ahora bien, ¿quién querrá hacerles daño si ustedes están deseosos de hacer el bien?
1Pe 3:14 Pero, aun si sufren por hacer lo correcto, Dios va a recompensarlos. Así que no se preocupen ni tengan miedo a las amenazas.
1Pe 3:15 En cambio, adoren a Cristo como el Señor de su vida. Y, si alguien les pregunta acerca de la esperanza cristiana que tienen, estén siempre preparados para dar una explicación.
1Pe 3:16 Pero háganlo con humildad y respeto.* Mantengan siempre limpia la conciencia. Entonces, si la gente habla en contra de ustedes será avergonzada al ver la vida recta que llevan porque pertenecen a Cristo.
1Pe 3:17 Recuerden que es mejor sufrir por hacer el bien —si eso es lo que Dios quiere —¡que sufrir por hacer el mal!
1Pe 3:18 Cristo sufrió* por nuestros pecados una sola vez y para siempre. Él nunca pecó, en cambio, murió por los pecadores para llevarlos a salvo con Dios. Sufrió la muerte física, pero volvió a la vida en el Espíritu.*
1Pe 3:19 Por lo tanto, fue a predicarles a los espíritus encarcelados,
1Pe 3:20 esos que desobedecieron a Dios hace mucho tiempo, cuando Dios esperaba con paciencia mientras Noé construía el arca. Sólo ocho personas se salvaron de morir ahogadas en ese terrible diluvio.*
1Pe 3:21 El agua del diluvio simboliza el bautismo que ahora los salva a ustedes —no por quitarles la suciedad del cuerpo, sino porque responden a Dios con una* conciencia limpia —y es eficaz por la resurrección de Jesucristo.
1Pe 3:22 Ahora Cristo ha ido al cielo. Él está sentado en el lugar de honor, al lado de Dios, y todos los ángeles, las autoridades y los poderes aceptan su autoridad.


CANTARES 5

Cnt 5:1 ¡He entrado en mi jardín, tesoro mío,* esposa mía! Recojo mirra entre mis especias, y disfruto del panal con mi miel y bebo vino con mi leche. 

Las jóvenes de Jerusalén

 Oh amante y amada: ¡coman y beban! ¡Sí, beban su amor hasta saciarse!
Cnt 5:2 
La joven

Yo dormía, pero mi corazón estaba atento, cuando oí que mi amante tocaba a la puerta y llamaba: «Ábreme, tesoro mío, amada mía, mi paloma, mi mujer perfecta. Mi cabeza está empapada de rocío, mi cabello, con la humedad de la noche».
Cnt 5:3 Pero yo le respondí: «Me he quitado el vestido, ¿por qué debería vestirme otra vez? He lavado mis pies, ¿por qué debería ensuciarlos?».
Cnt 5:4 Mi amante trató de abrir el cerrojo de la puerta, y mi corazón se estremeció dentro de mí.
Cnt 5:5 Salté para abrirle la puerta a mi amor, y mis manos destilaron perfume. Mis dedos goteaban preciosa mirra mientras yo corría el pasador.
Cnt 5:6 Le abrí a mi amado, ¡pero él ya se había ido! Se me desplomó el corazón. Lo busqué pero no pude encontrarlo. Lo llamé pero no tuve respuesta.
Cnt 5:7 Los guardias nocturnos me encontraron mientras hacían sus rondas. Me golpearon y me lastimaron y me arrancaron el velo, aquellos guardias del muro.
Cnt 5:8 Oh mujeres de Jerusalén, prométanme: si encuentran a mi amante, díganle que desfallezco de amor.
Cnt 5:9 
Las jóvenes de Jerusalén

¿Por qué es tu amante mejor que todos los demás, oh mujer de singular belleza? ¿Qué hace que tu amante sea tan especial para que te hagamos esa promesa?
Cnt 5:10 
La joven

Mi amado es trigueño y deslumbrante, ¡el mejor entre diez mil!
Cnt 5:11 Su cabeza es del oro más fino, su cabello ondulado es negro como el cuervo.
Cnt 5:12 Sus ojos brillan como palomas junto a manantiales de agua, montados como joyas lavadas en leche.
Cnt 5:13 Sus mejillas son como jardines de especias que esparcen aromas. Sus labios son como lirios, perfumados con mirra.
Cnt 5:14 Sus brazos son como barras de oro torneadas, adornados con berilo. Su cuerpo es como marfil reluciente, resplandece de lapislázuli.
Cnt 5:15 Sus piernas son como columnas de mármol colocadas sobre bases de oro puro. Su porte es majestuoso, como los nobles cedros del Líbano.
Cnt 5:16 Su boca es la dulzura misma; él es deseable en todo sentido. Así es mi amante, mi amigo, oh mujeres de Jerusalén.

LECTURA PARA LA NOCHE

JEREMÍAS 52

Jer 52:1 Sedequías tenía veintiún años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén once años. Su madre se llamaba Hamutal y era hija de Jeremías, de Libna.
Jer 52:2 Sedequías hizo lo malo a los ojos del SEÑOR, igual que Joacim.
Jer 52:3 Estas cosas sucedieron debido al enojo que el SEÑOR tenía contra la gente de Jerusalén y de Judá, hasta que finalmente los expulsó de su presencia y los envió al destierro. Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.
Jer 52:4 Así que el 15 de enero,* durante el noveno año del reinado de Sedequías, Nabucodonosor,* rey de Babilonia, dirigió a todo su ejército contra Jerusalén. Rodearon la ciudad y construyeron rampas de asalto contra las murallas.
Jer 52:5 Jerusalén estuvo sitiada hasta el año once del reinado de Sedequías.
Jer 52:6 Hacia el 18 de julio del año once del reinado de Sedequías,* el hambre en la ciudad ya era muy intensa y se había agotado por completo lo último que quedaba de alimento.
Jer 52:7 Entonces abrieron una brecha en la muralla de la ciudad, y todos los soldados huyeron. Como la ciudad estaba rodeada por los babilonios,* esperaron hasta la caída del sol y entonces se deslizaron por la puerta que está entre las dos murallas, detrás del jardín real, y se dirigieron al valle del Jordán.*
Jer 52:8 Sin embargo, las tropas babilónicas persiguieron al rey Sedequías y lo capturaron en las llanuras de Jericó, porque todos sus hombres lo habían abandonado y se habían dispersado.
Jer 52:9 Lo llevaron ante el rey de Babilonia, que se encontraba en Ribla, en la tierra de Hamat. Allí el rey de Babilonia dictó sentencia contra Sedequías.
Jer 52:10 Hizo que Sedequías presenciara la masacre de sus hijos y de los demás funcionarios de Judá.
Jer 52:11 Luego le sacaron los ojos, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia. Sedequías permaneció allí en prisión hasta el día de su muerte.
Jer 52:12 El 17 de agosto de ese año,* que era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, llegó a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia y funcionario del rey babilónico.
Jer 52:13 Quemó por completo el templo del SEÑOR, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. Destruyó todos los edificios importantes* de la ciudad.
Jer 52:14 Después supervisó a todo el ejército babilónico* mientras derribaba por completo las murallas de Jerusalén.
Jer 52:15 Nabuzaradán, capitán de la guardia, se llevó cautivos a algunos de los más pobres, al resto de las personas que quedaban en la ciudad, a los desertores que habían jurado lealtad al rey de Babilonia y al resto de los artesanos;
Jer 52:16 pero Nabuzaradán permitió que algunos de los más pobres se quedaran en Judá para cuidar los viñedos y los campos.
Jer 52:17 Los babilonios hicieron pedazos las columnas de bronce que estaban al frente del templo del SEÑOR, las carretas de bronce para llevar agua y el enorme tazón de bronce llamado el Mar, y se llevaron todo el bronce a Babilonia.
Jer 52:18 También se llevaron los recipientes para la ceniza, las palas, la despabiladera de las lámparas, los tazones, los platos y todos los demás objetos de bronce que se usaban para realizar los sacrificios en el templo.
Jer 52:19 Nabuzaradán, capitán de la guardia, también se llevó los cuencos pequeños, los recipientes para quemar incienso, los tazones, los calderos, los candelabros, la vajilla y las copas utilizadas para las ofrendas líquidas, y todos los demás objetos de oro puro o de plata.
Jer 52:20 El peso del bronce de las dos columnas, el Mar con los doce bueyes de bronce que estaban debajo y las carretas para llevar agua era tanto que no podía calcularse. Estos objetos se habían hecho para el templo del SEÑOR en tiempos del rey Salomón.
Jer 52:21 Cada columna tenía unos ocho metros de altura y unos cinco metros y medio de circunferencia.* Eran huecas, con un grosor de ocho centímetros.*
Jer 52:22 El capitel de bronce en la parte superior de cada columna era de casi dos metros y medio* de altura y estaba decorado alrededor con una red de granadas hecha de bronce.
Jer 52:23 Había noventa y seis granadas a los lados, y un total de cien en la red alrededor de la parte superior.
Jer 52:24 Nabuzaradán, capitán de la guardia, se llevó consigo como prisioneros al sumo sacerdote Seraías, al sacerdote de segundo rango Sofonías, y a los tres porteros principales.
Jer 52:25 De la gente que seguía escondida en la ciudad, se llevó a un oficial que había estado al mando del ejército judío, a siete de los consejeros personales del rey, al secretario principal del comandante del ejército, quien estaba a cargo del reclutamiento, y a otros sesenta ciudadanos.
Jer 52:26 Nabuzaradán, capitán de la guardia, los llevó a todos ante el rey de Babilonia, que se encontraba en Ribla.
Jer 52:27 Allí, en Ribla, en la tierra de Hamat, el rey de Babilonia mandó que los ejecutara a todos. Así que el pueblo de Judá fue expulsado de su tierra y llevado al destierro.
Jer 52:28 El número de cautivos llevados a Babilonia en el séptimo año del reinado de Nabucodonosor* fue de tres mil veintitrés.
Jer 52:29 Más adelante, en el año dieciocho de Nabucodonosor,* se llevó a ochocientos treinta y dos más.
Jer 52:30 En el año veintitrés del reinado de Nabucodonosor,* él envió a Nabuzaradán, capitán de la guardia, quien se llevó consigo a setecientos cuarenta y cinco más, un total de cuatro mil seiscientos cautivos.
Jer 52:31 En el año treinta y siete del exilio de Joaquín, rey de Judá, Evil-merodac ascendió al trono de Babilonia. El nuevo rey fue bondadoso con Joaquín* y lo puso en libertad el 31 de marzo de ese año.*
Jer 52:32 Le habló con amabilidad y le dio una posición superior a la de los demás reyes exiliados en Babilonia.
Jer 52:33 Le proporcionó a Joaquín ropa nueva para reemplazar la ropa de prisionero y le permitió comer en presencia del rey por el resto de su vida.
Jer 52:34 Así que el rey de Babilonia le dio una ración diaria de comida mientras vivió. Esto continuó hasta el día de su muerte.

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