APOSENTO ALTO

martes, 17 de octubre de 2017

LECTURA BÍBLICA 17 DE OCTUBRE

LECTURA PARA LA MAÑANA

JUAN     5:31-47

Jua 5:31 »Si yo diera testimonio en mi propio favor, mi testimonio no sería válido.
Jua 5:32 Pero hay otro que también da testimonio de mí, y les aseguro que todo lo que dice acerca de mí es verdad.
Jua 5:33 De hecho, ustedes enviaron a sus hombres para que escucharan a Juan el Bautista, y el testimonio que él dio acerca de mí fue cierto.
Jua 5:34 Por supuesto, no necesito testigos humanos, pero digo estas cosas para que ustedes sean salvos.
Jua 5:35 Juan era como una lámpara que ardía y brillaba, y ustedes se entusiasmaron con su mensaje durante un tiempo.
Jua 5:36 Pero yo tengo un testigo aún más importante que Juan: mis enseñanzas y mis milagros. El Padre me dio estas obras para que yo las realizara, y ellas prueban que él me envió.
Jua 5:37 Y el Padre mismo, quien me envió, ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han oído su voz ni lo han visto cara a cara,
Jua 5:38 y no tienen su mensaje en el corazón, porque no creen en mí, que soy a quien el Padre les ha enviado.
Jua 5:39 »Ustedes estudian las Escrituras a fondo porque piensan que ellas les dan vida eterna. ¡Pero las Escrituras me señalan a mí!
Jua 5:40 Sin embargo, ustedes se niegan a venir a mí para recibir esa vida.
Jua 5:41 »La aprobación de ustedes no significa nada para mí,
Jua 5:42 porque sé que no tienen el amor de Dios adentro.
Jua 5:43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y ustedes me han rechazado. Sin embargo, si otros vienen en su propio nombre, ustedes los reciben con gusto.
Jua 5:44 ¡Con razón les cuesta creer! Pues a ustedes les encanta honrarse unos a otros, pero no les importa la honra que proviene del único que es Dios.*
Jua 5:45 »Sin embargo, no soy yo quien los acusará ante el Padre. ¡Moisés los acusará! Sí, Moisés, en quien ustedes han puesto su esperanza.
Jua 5:46 Si en verdad le creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque él escribió acerca de mí.
Jua 5:47 Pero, como no creen en lo que él escribió, ¿cómo creerán lo que yo digo?».





 1 PEDRO  2:9-17

1Pe 2:9 Pero ustedes no son así porque son un pueblo elegido. Son sacerdotes del Rey,* una nación santa, posesión exclusiva de Dios. Por eso pueden mostrar a otros la bondad de Dios, pues él los ha llamado a salir de la oscuridad y entrar en su luz maravillosa.
1Pe 2:10 «Antes no tenían identidad como pueblo, ahora son pueblo de Dios. Antes no recibieron misericordia, ahora han recibido la misericordia de Dios»*.
1Pe 2:11 Queridos amigos, ya que son «extranjeros y residentes temporales», les advierto que se alejen de los deseos mundanos, que luchan contra el alma.
1Pe 2:12 Procuren llevar una vida ejemplar entre sus vecinos no creyentes. Así, por más que ellos los acusen de actuar mal, verán que ustedes tienen una conducta honorable y le darán honra a Dios cuando él juzgue al mundo.*
1Pe 2:13 Por amor al Señor, respeten a toda autoridad humana, ya sea el rey como jefe de Estado
1Pe 2:14 o a los funcionarios que él ha nombrado. Pues a ellos el rey los ha mandando a que castiguen a aquellos que hacen el mal y a que honren a los que hacen el bien.
1Pe 2:15 La voluntad de Dios es que la vida honorable de ustedes calle a la gente ignorante que los acusa sin fundamento alguno.
1Pe 2:16 Pues ustedes son libres pero, a la vez, son esclavos de Dios, así que no usen su libertad como una excusa para hacer el mal.
1Pe 2:17 Respeten a todos y amen a sus hermanos en Cristo.* Teman a Dios y respeten al rey.





CANTARES 2

Cnt 2:1 Soy el azafrán de primavera que florece en la llanura Sarón,* el lirio del valle.
Cnt 2:2 
El joven

Como un lirio entre los cardos es mi amada entre las jóvenes.
Cnt 2:3 
La joven

Como el manzano más selecto del huerto es mi amante entre los jóvenes. Me siento bajo su sombra placentera y saboreo sus deliciosos frutos.
Cnt 2:4 Él me escolta hasta la sala de banquetes; es evidente lo mucho que me ama.
Cnt 2:5 Fortalézcanme con pasteles de pasas, refrésquenme con manzanas, porque desfallezco de amor.
Cnt 2:6 Su brazo izquierdo está debajo de mi cabeza, y su brazo derecho me abraza.
Cnt 2:7 Prométanme, oh mujeres de Jerusalén, por las gacelas y los ciervos salvajes, que no despertarán el amor hasta que llegue el momento apropiado.*
Cnt 2:8 ¡Ay, oigo que viene mi amado! Viene saltando por las montañas, brincando por las colinas.
Cnt 2:9 Mi amante es como una gacela veloz o un venado joven. ¡Miren! Allí está, detrás del muro, asomándose por la ventana, mirando dentro de la habitación.
Cnt 2:10 Mi amante me dijo: «¡Levántate, amada mía! ¡Ven conmigo, mi bella mujer!
Cnt 2:11 Mira, el invierno se acabó y las lluvias ya pasaron.
Cnt 2:12 Las flores están brotando, ha llegado la temporada de los pájaros cantores;* y el arrullo de las tórtolas llena el aire.
Cnt 2:13 Las higueras comienzan a formar su fruto, y las vides fragantes están en flor. ¡Levántate, amada mía! ¡Ven conmigo, mi bella mujer!».
Cnt 2:14 
El joven

Mi paloma se esconde detrás de las rocas, detrás de un peñasco en el precipicio. Déjame ver tu cara; déjame oír tu voz. Pues tu voz es agradable, y tu cara es hermosa.
Cnt 2:15 
Las jóvenes de Jerusalén

Atrapen todos los zorros, esos zorros pequeños, antes de que arruinen el viñedo del amor, ¡porque las vides están en flor!
Cnt 2:16 
La joven

Mi amado es mío, y yo soy suya. Él apacienta entre los lirios.
Cnt 2:17 Antes de que soplen las brisas del amanecer y huyan las sombras de la noche, regresa a mí, amor mío, como una gacela o un venado joven sobre montes empinados.*

LECTURA PARA LA NOCHE

JEREMÍAS 47-48

Jer 47:1 Este es el mensaje que el profeta Jeremías recibió del SEÑOR acerca de los filisteos de Gaza, antes de que la ciudad fuera conquistada por el ejército egipcio.
Jer 47:2 Esto dice el SEÑOR: «Del norte viene un diluvio que inundará la tierra. Destruirá la tierra y todo lo que hay en ella, tanto las ciudades como sus habitantes. La gente gritará de terror, y todos en la tierra gemirán.
Jer 47:3 Escuchen el ruido de los cascos de los caballos y el estruendo de las ruedas de los carros de guerra al pasar. Los padres aterrorizados corren desesperados, ni siquiera miran hacia atrás para ver a sus hijos indefensos.
Jer 47:4 »Ha llegado el momento de destruir a los filisteos, junto con sus aliados de Tiro y Sidón. Sí, el SEÑOR está destruyendo a los pocos que quedan de los filisteos, a esos colonos de la isla de Creta.*
Jer 47:5 Gaza será humillada, su cabeza rapada; Ascalón quedará en silencio. Ustedes, los que quedan de las costas mediterráneas,* ¿hasta cuándo se lamentarán y harán duelo?
Jer 47:6 »Ahora, ¡oh espada del SEÑOR!, ¿cuándo volverás a descansar? Vuelve a tu vaina; descansa y mantente quieta.
Jer 47:7 »¿Pero cómo se mantendrá quieta cuando el SEÑOR la ha enviado en una misión? Pues la ciudad de Ascalón y el pueblo que vive junto al mar deben ser destruidos».
Jer 48:1 Este es el mensaje que se dio con relación a Moab. Esto dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: «Qué aflicción le espera a la ciudad de Nebo; pronto quedará en ruinas. La ciudad de Quiriataim será humillada y conquistada; la fortaleza será humillada y derribada.
Jer 48:2 Ya nunca más nadie se jactará de Moab, porque en Hesbón hay un complot para destruirla. “Vengan —dicen—, haremos que nunca más sea una nación”. La ciudad de Madmena* también será silenciada; la espada te seguirá allí.
Jer 48:3 Oigan los gritos que vienen de Horonaim, gritos de devastación y gran destrucción.
Jer 48:4 Toda Moab está destruida; sus pequeños clamarán.*
Jer 48:5 Sus refugiados lloran amargamente mientras escalan las colinas de Luhit. Gritan de terror, mientras bajan la ladera a Horonaim.
Jer 48:6 ¡Huyan por su vida! ¡Escóndanse* en el desierto!
Jer 48:7 Puesto que ustedes confiaron en sus riquezas y habilidades, serán tomados cautivos. ¡Su dios Quemos, con sus sacerdotes y funcionarios, serán llevados a tierras distantes!
Jer 48:8 »Todas las ciudades serán destruidas y nadie escapará, ni en las mesetas ni en los valles, porque el SEÑOR así lo ha dicho.
Jer 48:9 Oh si Moab tuviera alas para que volara lejos,* porque sus ciudades quedarán abandonadas y nadie vivirá en ellas.
Jer 48:10 ¡Malditos los que se rehúsen a hacer el trabajo del SEÑOR, los que retengan la espada del derramamiento de sangre!
Jer 48:11 »Desde sus comienzos Moab ha vivido en paz, nunca ha ido al destierro. Es como el vino que se ha dejado reposar. No ha sido vertida de botella en botella, por eso es fragante y suave.
Jer 48:12 Pero pronto se acerca el día —dice el SEÑOR—, cuando enviaré hombres que la viertan de su vasija. ¡Verterán a Moab y luego destrozarán la vasija!
Jer 48:13 Por fin Moab se avergonzará de su ídolo Quemos, como el pueblo de Israel se avergonzó de su becerro de oro en Betel.*
Jer 48:14 »Ustedes solían jactarse: “Nosotros somos héroes, hombres valientes de guerra”.
Jer 48:15 Sin embargo, ahora Moab será destruida junto con sus ciudades. Sus jóvenes más prometedores son condenados a la masacre, —el Rey, cuyo nombre es el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales—.
Jer 48:16 Pronto se acerca la destrucción de Moab; se avecina una calamidad amenazante.
Jer 48:17 ¡Amigos de Moab, lloren y lamenten por esta nación! ¡Miren cómo se ha quebrado el cetro fuerte, y se ha hecho pedazos el hermoso bastón!
Jer 48:18 »Bájense de su gloria y siéntense en el polvo, gente de Dibón, porque los que destruyan a Moab también harán pedazos a Dibón. Ellos derribarán todas sus torres.
Jer 48:19 Habitantes de Aroer, párense junto al camino y observen. Griten a los que huyen de Moab: “¿Qué sucedió allí?”.
Jer 48:20 »Y la contestación que reciben es: “¡Moab queda en ruinas, deshonrada; lloren y giman! Anúncienlo en las orillas del río Arnón: ¡Moab ha sido destruida!”.
Jer 48:21 Se derramó el juicio sobre las ciudades de la meseta, sobre Holón, Jaza* y Mefaat,
Jer 48:22 sobre Dibón, Nebo y Bet-deblataim,
Jer 48:23 sobre Quiriataim, Bet-gamul y Bet-meón,
Jer 48:24 sobre Queriot y Bosra, todas las ciudades de Moab, lejanas y cercanas.
Jer 48:25 »El poder de Moab ha llegado a su fin. Su brazo ha sido quebrado —dice el SEÑOR—.
Jer 48:26 Dejen que se tambalee y caiga como un borracho, porque se ha rebelado contra el SEÑOR. Moab se revolcará en su propio vómito y será ridiculizada por todos.
Jer 48:27 ¿No ridiculizaste tú a los israelitas? ¿Fueron ellos acaso sorprendidos en compañía de ladrones para que tú los desprecies como lo haces?
Jer 48:28 »Ustedes, habitantes de Moab, huyan de sus ciudades y vivan en cuevas. Escóndanse como palomas que anidan en las hendiduras de las rocas.
Jer 48:29 Todos hemos oído de la soberbia de Moab, porque su orgullo es muy grande. Sabemos de su orgullo altanero, de su arrogancia y de su corazón altivo.
Jer 48:30 Yo conozco su insolencia —dice el SEÑOR—, pero sus alardes están vacíos, tan vacíos como sus hechos.
Jer 48:31 Así que ahora gimo por Moab, de veras, me lamentaré por Moab. Mi corazón está quebrantado por los hombres de Kir-hareset.*
Jer 48:32 »Pueblo de Sibma, rico en viñedos, lloraré por ti aún más de lo que lloré por Jazer. Tus extensas vides en otro tiempo llegaban hasta el mar Muerto,* ¡pero el destructor te ha dejado desnudo y cosechó tus uvas y frutos de verano!
Jer 48:33 El gozo y la alegría desaparecieron de la fructífera Moab; los lagares no producen vino. Nadie pisa las uvas dando gritos de alegría. Hay gritos, sí, pero no de alegría.
Jer 48:34 »En cambio, se pueden oír terribles gritos de terror desde Hesbón hasta Eleale y Jahaza; desde Zoar hasta Horonaim y Eglat-selisiya. Incluso las aguas de Nimrim ya están secas.
Jer 48:35 »Acabaré con Moab —dice el SEÑOR—, porque la gente ofrece sacrificios en los altares paganos y quema incienso a sus dioses falsos.
Jer 48:36 Mi corazón gime como una flauta por Moab y Kir-hareset porque ha desaparecido toda su riqueza.
Jer 48:37 La gente se rapa la cabeza y se afeita la barba en señal de luto. Se hacen cortaduras en las manos y se ponen ropa de tela áspera.
Jer 48:38 Hay llanto y dolor en cada hogar moabita y en cada calle. Pues hice pedazos a Moab como a una vasija vieja y despreciada.
Jer 48:39 ¡Cómo quedó hecha añicos! ¡Escuchen los lamentos! ¡Miren la vergüenza de Moab! Se ha vuelto objeto de burla, ejemplo de ruina para todos sus vecinos».
Jer 48:40 Esto dice el SEÑOR: «¡Miren! El enemigo cae en picada como un águila, desplegando sus alas sobre Moab.
Jer 48:41 Sus ciudades caerán y sus fortalezas serán tomadas. Aun los guerreros más poderosos estarán en agonía como mujeres en trabajo de parto.
Jer 48:42 Moab ya no será más una nación porque se jactó ante el SEÑOR.
Jer 48:43 »Terror, trampas y redes serán tu suerte, oh Moab —dice el SEÑOR—.
Jer 48:44 Los que huyan en terror caerán en una trampa, y los que escapen de la trampa serán apresados por una red. Me aseguraré de que no escapes porque ha llegado el tiempo de tu juicio —dice el SEÑOR—.
Jer 48:45 Los habitantes huyen hasta Hesbón pero no pueden continuar porque sale fuego de Hesbón, la antigua casa de Sehón, fuego que devora toda la tierra junto con toda su gente rebelde.
Jer 48:46 »¡Oh Moab, ellos lloran por ti! ¡El pueblo del dios Quemos queda destruido! Tus hijos y tus hijas fueron llevados cautivos.
Jer 48:47 Pero en los días venideros restableceré el bienestar de Moab. ¡Yo, el SEÑOR, he hablado!». Aquí termina la profecía de Jeremías acerca de Moab.

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