APOSENTO ALTO

sábado, 16 de diciembre de 2017

LECTURA BÍBLICA 16 DE DICIEMBRE

LECTURA PARA LA MAÑANA

JUAN     19:1-16

Jua 19:1 Entonces Pilato mandó azotar a Jesús con un látigo que tenía puntas de plomo.
Jua 19:2 Los soldados armaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza y lo vistieron con un manto púrpura.
Jua 19:3 «¡Viva el rey de los judíos!» —se burlaban de él mientras lo abofeteaban.
Jua 19:4 Pilato volvió a salir y le dijo al pueblo: «Ahora lo voy a traer, pero que quede bien claro que yo no lo encuentro culpable de nada».
Jua 19:5 Entonces Jesús salió con la corona de espinas sobre la cabeza y el manto púrpura puesto. Y Pilato dijo: «¡Miren, aquí tienen al hombre!».
Jua 19:6 Cuando lo vieron, los principales sacerdotes y los guardias del templo comenzaron a gritar: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!». —Llévenselo ustedes y crucifíquenlo —dijo Pilato —. Yo no lo encuentro culpable.
Jua 19:7 Los líderes judíos respondieron: —Según nuestra ley, debe morir porque afirmó que era el Hijo de Dios.
Jua 19:8 Cuando Pilato oyó eso, tuvo más miedo que nunca.
Jua 19:9 Llevó a Jesús de nuevo a la residencia oficial* y le preguntó: «¿De dónde eres?». Pero Jesús no le dio ninguna respuesta.
Jua 19:10 —¿Por qué no me hablas? —preguntó Pilato —. ¿No te das cuenta de que tengo poder para ponerte en libertad o para crucificarte?
Jua 19:11 Entonces Jesús le dijo: —No tendrías ningún poder sobre mí si no te lo hubieran dado desde lo alto. Así que el que me entregó en tus manos es el que tiene el mayor pecado.
Jua 19:12 Entonces Pilato trató de poner en libertad a Jesús, pero los líderes judíos gritaron: «Si pones en libertad a ese hombre, no eres “amigo del César”*. Todo el que se proclama a sí mismo rey está en rebeldía contra el César».
Jua 19:13 Cuando dijeron eso, Pilato llevó de nuevo a Jesús ante el pueblo. Entonces Pilato se sentó en el tribunal, en la plataforma llamada el Empedrado (en hebreo, Gabata).
Jua 19:14 Ya era el día de preparación para la Pascua, cerca del mediodía. Y Pilato dijo al pueblo:* «¡Miren, aquí tienen a su rey!».
Jua 19:15 «¡Llévatelo! ¡Llévatelo! —gritaban —. ¡Crucifícalo!». —¿Cómo dicen?, ¿qué yo crucifique a su rey? —preguntó Pilato. —No tenemos otro rey más que el César —le contestaron a gritos los principales sacerdotes.
Jua 19:16 Entonces Pilato les entregó a Jesús para que lo crucificaran. Así que se llevaron a Jesús.





 APOCALIPSIS  13

Apo 13:1 Después vi a una bestia que subía del mar. Tenía siete cabezas y diez cuernos, y una corona en cada cuerno; y escrito en cada cabeza había nombres que blasfemaban a Dios.
Apo 13:2 Esta bestia se parecía a un leopardo, ¡pero tenía las patas de un oso y la boca de un león! Y el dragón le dio a la bestia su propio poder y trono y gran autoridad.
Apo 13:3 Vi que una de las cabezas de la bestia parecía estar herida de muerte, ¡pero la herida mortal sanó! Todo el mundo se maravilló de este milagro y dio lealtad a la bestia.
Apo 13:4 Adoraron al dragón por haberle dado semejante poder a la bestia y también adoraron a la bestia. «¿Quién es tan grande como la bestia? —exclamaban—, ¿quién puede luchar contra ella?».
Apo 13:5 A la bestia se le permitió decir grandes blasfemias contra Dios, y se le dio autoridad para hacer todo lo que quisiera durante cuarenta y dos meses.
Apo 13:6 Y abrió la boca con terribles blasfemias contra Dios, maldiciendo su nombre y su habitación, es decir a los que habitan en el cielo.*
Apo 13:7 Además se le permitió a la bestia hacer guerra contra el pueblo santo de Dios y conquistarlo; y se le dio autoridad para gobernar sobre todo pueblo y toda tribu, lengua y nación.
Apo 13:8 Y adoraron a la bestia todos los que pertenecen a este mundo cuyos nombres no estaban escritos en el Libro de la Vida antes de la creación del mundo, el libro que le pertenece al Cordero, que fue sacrificado.*
Apo 13:9 Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar y entender.
Apo 13:10 Todo el que esté destinado a la cárcel, a la cárcel será llevado. Todo el que esté destinado a morir a espada, morirá a filo de espada. Esto significa que el pueblo de Dios tiene que soportar la persecución con paciencia y permanecer fiel.
Apo 13:11 Luego vi a otra bestia; ésta salía de la tierra. Tenía dos cuernos como los de un cordero, pero hablaba con la voz de un dragón.
Apo 13:12 Ejercía toda la autoridad de la primera bestia y exigía que toda la tierra y sus habitantes adoraran a la primera bestia, la que se había recuperado de su herida mortal.
Apo 13:13 Hacía milagros asombrosos, incluso que cayera fuego del cielo a la tierra mientras todos observaban.
Apo 13:14 Con los milagros que se le permitió hacer en nombre de la primera bestia, engañó a todos los que pertenecen a este mundo. Les ordenó que hicieran una gran estatua de la primera bestia, la que estaba herida de muerte y después volvió a la vida.
Apo 13:15 Luego se le permitió dar vida a esa estatua para que pudiera hablar. Entonces la estatua de la bestia ordenó que todo el que se negara a adorarla debía morir.
Apo 13:16 Además exigió que a todos —pequeños y grandes; ricos y pobres; libres y esclavos —se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente.
Apo 13:17 Y nadie podía comprar ni vender nada sin tener esa marca, que era el nombre de la bestia o bien el número que representa su nombre.
Apo 13:18 Aquí se requiere sabiduría. El que tenga entendimiento, que resuelva el significado del número de la bestia, porque es el número de un hombre.* Su número es 666.*

JOB  36:1-15

Job 36:1 Eliú siguió hablando:
Job 36:2 «Déjame seguir, y te mostraré la verdad, ¡porque no he terminado de defender a Dios!
Job 36:3 Presentaré argumentos profundos a favor de la justicia de mi Creador.
Job 36:4 Estoy diciendo sólo la verdad, porque soy un hombre de gran conocimiento.
Job 36:5 »Dios es poderoso, ¡pero no desprecia a nadie! Él es poderoso tanto en fuerza como en entendimiento.
Job 36:6 No deja con vida a los malvados pero hace justicia a los afligidos.
Job 36:7 Nunca quita los ojos de los inocentes, sino que los pone en tronos en compañía de reyes y los exalta para siempre.
Job 36:8 Si están encadenados, y atrapados en una red de dificultades,
Job 36:9 él les muestra la causa; les hace ver sus pecados de soberbia.
Job 36:10 Él capta su atención y ordena que se aparten de la maldad.
Job 36:11 »Si escuchan y obedecen a Dios, serán bendecidos con prosperidad por el resto de su vida. Todos sus años serán agradables.
Job 36:12 Pero si se niegan a escucharlo, serán muertos a filo de espada* y morirán por falta de entendimiento.
Job 36:13 Los incrédulos están llenos de resentimiento. Aun cuando Dios los castiga, se niegan a pedirle auxilio.
Job 36:14 Mueren en plena juventud, después de haber malgastado la vida en inmoralidad.
Job 36:15 Pero por medio del sufrimiento, él rescata a los que sufren, pues capta su atención mediante la adversidad.


LECTURA PARA LA NOCHE

MIQUEAS  6-7

Miq 6:1 Escuchen lo que dice el SEÑOR: «Levántate y presenta tu caso contra mí. Que se convoque a las montañas y a las colinas para que sean testigos de tus quejas.
Miq 6:2 ¡Y ahora, oh montañas, escuchen las quejas del SEÑOR! Él entabla un pleito contra su pueblo y presentará sus cargos contra Israel.
Miq 6:3 »Oh pueblo mío, ¿qué te he hecho? ¿Qué he hecho para que te canses de mí? ¡Contéstame!
Miq 6:4 Yo te saqué de Egipto y te redimí de la esclavitud. Envié a Moisés, a Aarón y a Miriam para ayudarte.
Miq 6:5 ¿No te acuerdas, pueblo mío, cómo el rey Balac de Moab intentó que te maldijeran y cómo, en lugar de eso, Balaam hijo de Beor te bendijo? Recuerda tu viaje de la arboleda de Acacia* a Gilgal, cuando yo, el SEÑOR, hice todo lo posible para enseñarte acerca de mi fidelidad».
Miq 6:6 ¿Qué podemos presentar al SEÑOR? ¿Qué clase de ofrendas debemos darle? ¿Debemos inclinarnos ante Dios con ofrendas de becerros de sólo un año?
Miq 6:7 ¿Debemos ofrecerle miles de carneros y diez mil ríos de aceite de oliva? ¿Debemos sacrificar a nuestros hijos mayores para pagar por nuestros pecados?
Miq 6:8 ¡No!, oh pueblo. El SEÑOR te ha dicho lo que es bueno, y lo que él exige de ti: que hagas lo que es correcto, que ames la compasión y que camines humildemente con tu Dios.
Miq 6:9 ¡Si son sabios, teman al SEÑOR! Su voz llama a todos en Jerusalén: «Los ejércitos de destrucción se acercan; el SEÑOR los envía.*
Miq 6:10 ¿Qué puedo decir de las casas de los perversos que se llenaron de riquezas obtenidas con estafa? ¿Qué de la práctica repugnante de pesar el grano con medidas falsas?*
Miq 6:11 ¿Cómo podré tolerar a tus mercaderes que usan balanzas y pesas adulteradas?
Miq 6:12 Los ricos entre ustedes llegaron a tener mucho dinero mediante la extorsión y la violencia. Tus habitantes están tan acostumbrados a mentir, que su lengua ya no puede decir la verdad.
Miq 6:13 »¡Por lo tanto, yo te heriré! Te dejaré en la ruina a causa de todos tus pecados.
Miq 6:14 Comerás pero no quedarás satisfecho. Las punzadas de hambre y el vacío de tu estómago no cesarán. Aunque intentes ahorrar dinero, al final no te quedará nada. Guardarás un poco, pero se lo daré a tus conquistadores.
Miq 6:15 Sembrarás pero no cosecharás. Prensarás tus aceitunas pero no obtendrás aceite suficiente para ungirte. Pisarás las uvas pero no conseguirás sacarles jugo para hacer vino.
Miq 6:16 ¡Tú respetas sólo las leyes del malvado rey Omri; sigues sólo el ejemplo del perverso rey Acab! Por lo tanto, haré de ti un ejemplo, llevándote a la ruina. Serás tratado con desprecio, ridiculizado por todos los que te vean».
Miq 7:1 ¡Miserable de mí! Me siento como el recolector de fruta que después de cosechar no encuentra nada que comer. No encuentro ni un racimo de uvas ni uno de los primeros higos para saciar mi hambre.
Miq 7:2 La gente que sigue a Dios ha desaparecido; no queda ni una persona honrada sobre la tierra. Son todos asesinos, les tienden trampas hasta a sus propios hermanos.
Miq 7:3 ¡Con ambas manos son hábiles para hacer el mal! Tanto los funcionarios como los jueces exigen sobornos. La gente con influencia obtiene lo que quiere y juntos traman para torcer la justicia.
Miq 7:4 Hasta el mejor de ellos es como una zarza; el más honrado es tan peligroso como un cerco de espinos. Pero ahora viene con prontitud el día de juicio. Su hora de castigo ha llegado, un tiempo de confusión.
Miq 7:5 No confíen en nadie, ¡ni en su mejor amigo, ni siquiera en su esposa!
Miq 7:6 Pues el hijo desprecia a su padre. La hija se rebela contra su madre. La nuera reta a su suegra. ¡Sus enemigos están dentro de su propia casa!
Miq 7:7 En cuanto a mí, busco la ayuda del SEÑOR. Espero confiadamente que Dios me salve, y con seguridad mi Dios me oirá.
Miq 7:8 ¡Enemigos míos, no se regodeen de mí! Pues aunque caiga, me levantaré otra vez. Aunque esté en oscuridad, el SEÑOR será mi luz.
Miq 7:9 Seré paciente cuando el SEÑOR me castigue, porque he pecado contra él. Pero después, él tomará mi caso y me hará justicia por todo lo que he sufrido a manos de mis enemigos. El SEÑOR me llevará a la luz y veré su justicia.
Miq 7:10 Entonces mis enemigos verán que el SEÑOR está de mi lado. Serán avergonzados los que se mofaban de mí diciendo: «Entonces, ¿dónde está el SEÑOR, ese Dios tuyo?». Con mis propios ojos veré su ruina; como lodo en las calles serán pisoteados.
Miq 7:11 En aquel día, Israel, tus ciudades serán reconstruidas y tus fronteras se extenderán.
Miq 7:12 Vendrá gente de muchos países y te honrará; desde Asiria hasta las ciudades de Egipto, desde Egipto hasta el río Éufrates* y desde los mares distantes y las montañas lejanas.
Miq 7:13 Sin embargo, la tierra se volverá vacía y desolada a causa de la perversidad de los que la habitan.
Miq 7:14 Oh SEÑOR, protege a tu pueblo con tu vara de pastor; guía a tu rebaño, tu posesión más preciada. Aunque viva solo en un matorral en lo alto del monte Carmelo,* que se alimente en los fértiles pastos de Basán y Galaad como lo hacía en tiempos pasados.
Miq 7:15 «Sí —dice el SEÑOR—, haré para ti grandes milagros, como los que hice cuando te rescaté de la esclavitud en Egipto».
Miq 7:16 Todas las naciones del mundo quedarán maravilladas de lo que el SEÑOR hará por ti. Estarán avergonzadas de su escaso poder. Se cubrirán la boca, mudas de respeto y temor, sordas a todo lo que las rodea.
Miq 7:17 Como serpientes que salen de sus guaridas, saldrán para encontrarse con el SEÑOR nuestro Dios. Sentirán mucho temor de él y temblarán de terror ante su presencia.
Miq 7:18 ¿Dónde hay otro Dios como tú, que perdona la culpa del remanente y pasa por alto los pecados de su preciado pueblo? No seguirás enojado con tu pueblo para siempre, porque tú te deleitas en mostrar tu amor inagotable.
Miq 7:19 Volverás a tener compasión de nosotros. ¡Aplastarás nuestros pecados bajo tus pies y los arrojarás a las profundidades del océano!

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