APOSENTO ALTO

domingo, 25 de febrero de 2018

LECTURA BÍBLICA 25 DE FEBRERO

LECTURA PARA LA MAÑANA

MATEO    21:12-22

Mat 21:12 Jesús entró en el templo y comenzó a echar a todos los que compraban y vendían animales para el sacrificio. Volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas.
Mat 21:13 Les dijo: «Las Escrituras declaran: “Mi templo será llamado casa de oración”, ¡pero ustedes lo han convertido en una cueva de ladrones!»*.
Mat 21:14 Los ciegos y los cojos se acercaron a Jesús en el templo y él los sanó.
Mat 21:15 Los principales sacerdotes y los maestros de la ley religiosa vieron esos milagros maravillosos y oyeron que hasta los niños en el templo gritaban: «Alaben a Dios por el Hijo de David». Sin embargo, los líderes estaban indignados.
Mat 21:16 Le preguntaron a Jesús: —¿Oyes lo que dicen esos niños? —Sí —contestó Jesús —. ¿No han leído las Escrituras? Pues dicen: “A los niños y a los bebés les has enseñado a darte alabanza”*.
Mat 21:17 Luego regresó a Betania, donde pasó la noche.
Mat 21:18 Por la mañana, cuando Jesús regresaba a Jerusalén, tuvo hambre
Mat 21:19 y vio que había una higuera junto al camino. Se acercó para ver si tenía higos, pero sólo había hojas. Entonces le dijo: «¡Que jamás vuelva a dar fruto!». De inmediato, la higuera se marchitó.
Mat 21:20 Al ver eso los discípulos quedaron asombrados y le preguntaron: —¿Cómo se marchitó tan rápido la higuera?
Mat 21:21 Entonces Jesús les dijo: —Les digo la verdad, si tienen fe y no dudan, pueden hacer cosas como ésa y mucho más. Hasta pueden decirle a esta montaña: “Levántate y échate al mar”, y sucederá.
Mat 21:22 Ustedes pueden orar por cualquier cosa y, si tienen fe, la recibirán.


HECHOS 28:17-31

Hch 28:17 Tres días después de haber llegado, Pablo mandó reunir a los líderes judíos locales. Les dijo: —Hermanos, fui arrestado en Jerusalén y entregado al gobierno romano, a pesar de no haber hecho nada en contra de nuestro pueblo ni de las costumbres de nuestros antepasados.
Hch 28:18 Los romanos me llevaron a juicio y querían ponerme en libertad, porque no encontraron ninguna causa para condenarme a muerte.
Hch 28:19 Pero, cuando los líderes judíos protestaron por la decisión, creí necesario apelar al César, aunque no tenía deseos de presentar cargos contra mi propia gente.
Hch 28:20 Les pedí a ustedes que vinieran hoy aquí para que nos conociéramos y para que yo pudiera explicarles que estoy atado con esta cadena porque creo que la esperanza de Israel —el Mesías —ya ha venido.
Hch 28:21 Ellos respondieron: —No hemos recibido ninguna carta de Judea ni ningún informe en tu contra de nadie que haya venido por aquí.
Hch 28:22 Pero queremos escuchar lo que tú crees, pues lo único que sabemos de este movimiento es que se le ataca por todas partes.
Hch 28:23 Entonces fijaron una fecha, y ese día mucha gente llegó al lugar donde Pablo estaba alojado. Él explicó y dio testimonio acerca del reino de Dios y trató de convencerlos acerca de Jesús con las Escrituras. Usando la ley de Moisés y los libros de los profetas, les habló desde la mañana hasta la noche.
Hch 28:24 Algunos se convencieron por las cosas que dijo, pero otros no creyeron.
Hch 28:25 Y, después de discutir entre unos y otros, se fueron con las siguientes palabras finales de Pablo: «El Espíritu Santo tenía razón cuando les dijo a sus antepasados por medio del profeta Isaías:
Hch 28:26 “Ve y dile a este pueblo: Cuando oigan lo que digo, no entenderán. Cuando vean lo que hago no comprenderán.
Hch 28:27 Pues el corazón de este pueblo está endurecido, y sus oídos no pueden oír, y han cerrado los ojos; así que sus ojos no pueden ver, y sus oídos no pueden oír, y sus corazones no pueden entender, y no pueden volver a mí para que yo los sane”*.
Hch 28:28 »Así que quiero que sepan que esta salvación de Dios también se ha ofrecido a los gentiles*, y ellos la aceptarán».*
Hch 28:29 -.-
Hch 28:30 Durante los dos años siguientes Pablo vivió en Roma pagando sus gastos él mismo.* Recibía a todos los que lo visitaban,
Hch 28:31 y proclamaba con valentía el reino de Dios y enseñaba acerca del Señor Jesucristo. Y nadie intentó detenerlo.

SALMO 47

Sal 47:1 ¡Vengan todos! ¡Aplaudan! ¡Griten alegres alabanzas a Dios!
Sal 47:2 Pues el SEÑOR Altísimo es imponente; es el gran Rey de toda la tierra.
Sal 47:3 Él subyuga a las naciones frente a nosotros; pone a nuestros enemigos bajo nuestros pies.
Sal 47:4 Escogió la Tierra Prometida como nuestra herencia y posesión, el orgullo de los descendientes de Jacob, a quienes ama. Interludio
Sal 47:5 Dios ascendió con un grito poderoso; el SEÑOR ha ascendido al estruendo de las trompetas.
Sal 47:6 Canten alabanzas a Dios, canten alabanzas; ¡canten alabanzas a nuestro Rey, canten alabanzas!
Sal 47:7 Pues Dios es el Rey de toda la tierra. ¡Alábenlo con un salmo!
Sal 47:8 Dios reina sobre las naciones, sentado en su santo trono.
Sal 47:9 Los gobernantes del mundo se han reunido con el pueblo del Dios de Abraham. Pues todos los reyes de la tierra pertenecen a Dios; él es exaltado con honores en todas partes.

LECTURA PARA LA NOCHE

LEVÍTICO 26-27

Lev 26:1 »No se hagan ídolos, ni levanten en su tierra imágenes talladas ni columnas sagradas ni piedras esculpidas para rendirles culto. Yo soy el SEÑOR su Dios.
Lev 26:2 Deben guardar mis días de descanso y mostrar reverencia por mi santuario. Yo soy el SEÑOR.
Lev 26:3 »Si siguen mis decretos y se aseguran de obedecer mis mandatos,
Lev 26:4 les enviaré las lluvias de temporada. Entonces la tierra les dará sus cosechas y los árboles del campo producirán su fruto.
Lev 26:5 La temporada de la trilla continuará aun después del comienzo de la cosecha de la uva, y la cosecha de la uva continuará aun después de la temporada de la siembra del grano. Comerán hasta saciarse y vivirán en seguridad dentro de su tierra.
Lev 26:6 »Les daré paz en la tierra y podrán dormir sin temor alguno. Libraré la tierra de animales salvajes y mantendré a sus enemigos fuera del país.
Lev 26:7 De hecho, perseguirán a sus enemigos y los masacrarán a filo de espada.
Lev 26:8 ¡Cinco de ustedes perseguirán a cien, y cien de ustedes perseguirán a diez mil! Todos sus enemigos caerán bajo su espada.
Lev 26:9 »Los miraré con agrado, los haré fértiles y multiplicaré su pueblo. Cumpliré mi pacto con ustedes.
Lev 26:10 ¡Tendrán tal abundancia de cosechas que será necesario deshacerse del grano viejo para que haya lugar para la nueva cosecha!
Lev 26:11 Viviré entre ustedes y no los despreciaré.
Lev 26:12 Caminaré entre ustedes; seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo.
Lev 26:13 Yo soy el SEÑOR su Dios, quien los sacó de la tierra de Egipto para que ya no fueran esclavos. Yo quebré de su cuello el yugo de la esclavitud, a fin de que puedan caminar con la cabeza en alto.
Lev 26:14 »Sin embargo, si no me escuchan ni obedecen todos estos mandatos,
Lev 26:15 y si rompen mi pacto al rechazar mis decretos, al tratar mis ordenanzas con desprecio y al rehusar obedecer mis mandatos,
Lev 26:16 yo los castigaré. Traeré sobre ustedes terrores repentinos: enfermedades debilitantes y altas fiebres que harán que sus ojos fallen y que su vida se consuma poco a poco. Sembrarán sus cosechas en vano porque sus enemigos se las comerán.
Lev 26:17 Me volveré contra ustedes, y sus enemigos los derrotarán. Aquellos quienes los odian los gobernarán, y ustedes huirán, ¡aun cuando nadie los esté persiguiendo!
Lev 26:18 »Y si a pesar de todo esto, todavía me desobedecen, los castigaré siete veces por sus pecados.
Lev 26:19 Quebrantaré su espíritu orgulloso al hacer que el cielo sea tan rígido como el hierro y la tierra tan dura como el bronce.
Lev 26:20 Todo su trabajo será en vano, porque la tierra no dará cosechas y los árboles no producirán fruto.
Lev 26:21 »Si aun así permanecen hostiles conmigo y rehúsan obedecerme, aumentaré siete veces el desastre a causa de sus pecados.
Lev 26:22 Enviaré animales salvajes que los privarán de sus hijos y destruirán su ganado. Ustedes disminuirán en número y sus caminos quedarán desiertos.
Lev 26:23 »Y si todavía no aprenden la lección y continúan su hostilidad hacia mí,
Lev 26:24 entonces yo mismo seré hostil con ustedes, y los castigaré siete veces con calamidades por sus pecados.
Lev 26:25 Enviaré ejércitos en su contra que llevarán a cabo la maldición del pacto que violaron. Cuando corran a sus ciudades buscando seguridad, les enviaré una plaga para destruirlos ahí mismo, y serán entregados en manos de sus enemigos.
Lev 26:26 Destruiré su provisión de alimentos, al punto de que diez mujeres necesitarán un solo horno para preparar el pan de sus familias. Ellas racionarán el alimento por peso, y aunque coman, no se saciarán.
Lev 26:27 »Si, a pesar de esto, todavía rehúsan escuchar y aún permanecen hostiles hacia mí,
Lev 26:28 entonces yo descargaré toda mi hostilidad. Yo mismo los castigaré siete veces por sus pecados.
Lev 26:29 Entonces comerán la carne de sus propios hijos e hijas.
Lev 26:30 Destruiré sus santuarios paganos y derribaré sus lugares de culto. Dejaré sus cuerpos sin vida apilados sobre sus ídolos sin vida,* y los despreciaré.
Lev 26:31 Haré que sus ciudades queden desoladas y destruiré sus lugares de culto pagano. No me agradaré de sus ofrendas, las cuales deberían ser un aroma agradable para mí.
Lev 26:32 Yo mismo devastaré su tierra, y los enemigos que vengan a apoderarse de ella quedarán horrorizados de lo que verán.
Lev 26:33 Los dispersaré entre las naciones y sacaré mi espada contra ustedes. Sus ciudades quedarán en ruinas y su tierra desolada.
Lev 26:34 Entonces, cuando quede desolada, mientras estén desterrados en la tierra de sus enemigos, al fin la tierra gozará de los años de descanso que le fueron negados. ¡Por fin descansará y gozará de los años de descanso que perdió!
Lev 26:35 Todo el tiempo que la tierra permanezca en ruinas, gozará del descanso que nunca le permitieron tener cada séptimo año que vivieron en ella.
Lev 26:36 »En cuanto a aquellos de ustedes que sobrevivan, los desmoralizaré en la tierra de sus enemigos. Vivirán en tanto temor que el sonido de una hoja llevada por el viento los hará huir. Correrán como si huyeran de una espada, y caerán aun cuando nadie los persiga.
Lev 26:37 Aunque nadie vaya tras de ustedes, tropezarán unos con otros, como si huyeran de una espada. No tendrán fuerza para hacerles frente a sus enemigos.
Lev 26:38 Morirán en las naciones extranjeras y serán devorados en la tierra de sus enemigos.
Lev 26:39 Aquellos de ustedes que sobrevivan se consumirán en las tierras de sus enemigos a causa de sus pecados y de los pecados de sus antepasados.
Lev 26:40 »Sin embargo, al fin mi pueblo confesará sus pecados y los pecados de sus antepasados por traicionarme y por ser hostiles hacia mí.
Lev 26:41 Cuando yo haga que su hostilidad se vuelva contra ellos y los lleve a la tierra de sus enemigos, entonces, por fin, su obstinado corazón será humillado y pagarán por sus pecados.
Lev 26:42 Entonces me acordaré de mi pacto con Jacob, de mi pacto con Isaac y de mi pacto con Abraham, y me acordaré de la tierra.
Lev 26:43 Pues la tierra tendrá que ser abandonada para que goce de sus años de descanso mientras quede desolada. Al fin el pueblo pagará por sus pecados, pues continuamente ha rechazado mis ordenanzas y despreciado mis decretos.
Lev 26:44 »A pesar de todo esto, cuando estén desterrados en la tierra de sus enemigos no los despreciaré ni los rechazaré por completo. No cancelaré mi pacto con ellos destruyéndolos, porque yo soy el SEÑOR su Dios.
Lev 26:45 Por amor a ellos me acordaré de mi antiguo pacto con sus antepasados, a quienes saqué de la tierra de Egipto a los ojos de todas las naciones, para ser su Dios. Yo soy el SEÑOR».
Lev 26:46 Estos son los decretos, las ordenanzas y las instrucciones que el SEÑOR dio por medio de Moisés en el monte Sinaí como evidencia de la relación entre él y los israelitas.
Lev 27:1 El SEÑOR le dijo a Moisés:
Lev 27:2 «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: si uno de ustedes hace un voto especial para dedicar a alguien al SEÑOR mediante el pago del valor de esa persona,
Lev 27:3 esta es la escala de valores que emplearán. Un hombre de entre veinte y sesenta años tendrá el valor de cincuenta siclos* de plata, según el siclo del santuario.
Lev 27:4 Una mujer de esa edad tendrá el valor de treinta siclos* de plata.
Lev 27:5 Un joven de entre cinco y veinte años tendrá el valor de veinte siclos de plata; una joven de esa edad, diez siclos* de plata.
Lev 27:6 Un niño de entre un mes de edad y cinco años tendrá el valor de cinco siclos de plata; una niña de esa edad, tres siclos* de plata.
Lev 27:7 Un hombre de más de sesenta años tendrá el valor de quince siclos de plata; una mujer de esa edad, diez siclos* de plata.
Lev 27:8 Si deseas hacer esa clase de voto, pero no te alcanza para pagar la cantidad requerida, lleva a la persona al sacerdote. Él determinará la cantidad que debes pagar de acuerdo a tus posibilidades.
Lev 27:9 »Si el voto implica dar un animal aceptable como una ofrenda al SEÑOR, toda ofrenda al SEÑOR será considerada santa.
Lev 27:10 No se te permite cambiarlo o sustituirlo por otro animal, ya sea un animal bueno por uno malo o uno malo por uno bueno. Pero si cambias un animal por otro, entonces tanto el primer animal como el sustituto se considerarán santos.
Lev 27:11 Si tu voto tiene que ver con un animal impuro —uno que no es aceptable como ofrenda al SEÑOR— tendrás que llevar el animal al sacerdote.
Lev 27:12 Él fijará el valor, y su valuación será definitiva, ya sea alta o baja.
Lev 27:13 Si deseas recuperar el animal, tendrás que pagar el valor fijado por el sacerdote, más un veinte por ciento.
Lev 27:14 »Si alguien dedica una casa al SEÑOR, el sacerdote irá para valorarla. El cálculo del sacerdote será definitivo, ya sea alto o bajo.
Lev 27:15 Si la persona que dedicó la casa quiere volver a comprarla, tendrá que pagar el valor fijado por el sacerdote, más un veinte por ciento. Entonces la casa volverá a ser suya.
Lev 27:16 »Si alguno le dedica al SEÑOR una porción de su propiedad familiar, el valor será determinado de acuerdo con la cantidad de semilla que se necesita para sembrarla: cincuenta siclos de plata para un campo sembrado con doscientos veinte kilos de semilla de cebada.*
Lev 27:17 Si se dedica el campo al SEÑOR en el año de jubileo, entonces será aplicable la valoración total.
Lev 27:18 Pero si dedican el campo después del año de jubileo, el sacerdote hará el cálculo del valor del terreno en proporción con el número de años que falte para el siguiente año de jubileo. Su valor calculado se reduce cada año.
Lev 27:19 Si la persona que dedicó el campo desea volver a comprarlo, tendrá que pagar el valor fijado por el sacerdote, más un veinte por ciento. Entonces el campo volverá a ser suyo legalmente.
Lev 27:20 Pero si no desea volver a comprarlo, y el campo se vende a otro, ya no se podrá recuperar.
Lev 27:21 Cuando el campo quede libre en el año de jubileo, este será santo, un campo especialmente apartado* para el SEÑOR y llegará a ser propiedad de los sacerdotes.
Lev 27:22 »Si alguien le dedica al SEÑOR algún campo que haya comprado, pero que no es parte de su propiedad familiar,
Lev 27:23 el sacerdote establecerá su valor basado en el número de años que falten hasta el siguiente año de jubileo. Ese mismo día, tendrá que dar el valor del campo como un donativo sagrado al SEÑOR.
Lev 27:24 En el año de jubileo el campo tendrá que ser devuelto al que lo vendió, la persona que lo heredó como una propiedad familiar.
Lev 27:25 (Todos los pagos se harán calculados según el peso del siclo del santuario,* que equivale a veinte geras).
Lev 27:26 »No se te permite dedicarle al SEÑOR el primogénito de los animales, porque la primera cría del ganado, de las ovejas y de las cabras ya le pertenece al SEÑOR.
Lev 27:27 Sin embargo, podrás volver a comprar el primogénito de un animal ceremonialmente impuro al pagar el valor establecido por el sacerdote, más un veinte por ciento. Si no lo vuelves a comprar, el sacerdote lo venderá por el precio establecido.
Lev 27:28 »No obstante, todo lo que se haya apartado especialmente para el SEÑOR —ya sea una persona, un animal o una propiedad familiar— nunca deberá ser vendido ni rescatado. Todo lo que se consagre de esta manera ha sido apartado como santo y le pertenece al SEÑOR.
Lev 27:29 Ninguna persona apartada especialmente para destrucción podrá ser rescatada. Esa persona será ejecutada.
Lev 27:30 »La décima parte de los productos de la tierra, ya sea grano de los campos o fruto de los árboles, le pertenece al SEÑOR y debe ser apartada, es santa para el SEÑOR.
Lev 27:31 Si deseas volver a comprar esa décima parte del grano o de la fruta que pertenece al SEÑOR, tendrás que pagar su valor, más un veinte por ciento.
Lev 27:32 Cuenta uno de cada diez animales de tus manadas y rebaños, sepáralo, es santo para el SEÑOR.
Lev 27:33 No podrás ser exigente entre animales buenos y malos, y no podrás sustituir uno por otro. Pero si intercambias un animal por otro, tanto el primer animal como el sustituto serán considerados santos y no podrás comprarlos de nuevo».
Lev 27:34 Estos son los mandatos que el SEÑOR dio por medio de Moisés a los israelitas en el monte Sinaí.

1 comentario:

  1. En este pasaje de Levítico 16. Puedo entender y comprender la obra Salvadora de mi Señor Jesús, como el hizo el papel de nuestro gran Sumo Sacerdote como intercesor, del Macho cabrio donde se le cargo toda nuestra maldad y sintió el desierto en la cruz cuando perdió por un momento la comunión con el Padre en la Cruz por nuestros pecados, como el cordero que derramó su sangre para expiar nuestros pecados y así limpiarnos para poder tener entrada confiadamente "Al Trono de la Gracia". Amen.

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