APOSENTO ALTO

viernes, 9 de febrero de 2018

LECTURA BÍBLICA 9 DE FEBRERO

LECTURA PARA LA MAÑANA

MATEO    13:44-58

Mat 13:44 »El reino del cielo es como un tesoro escondido que un hombre descubrió en un campo. En medio de su entusiasmo, lo escondió nuevamente y vendió todas sus posesiones a fin de juntar el dinero suficiente para comprar el campo.
Mat 13:45 »Además el reino del cielo es como un comerciante en busca de perlas de primera calidad.
Mat 13:46 Cuando descubrió una perla de gran valor, vendió todas sus posesiones y la compró.
Mat 13:47 »También el reino del cielo es como una red para pescar, que se echó al agua y atrapó toda clase de peces.
Mat 13:48 Cuando la red se llenó, los pescadores la arrastraron a la orilla, se sentaron y agruparon los peces buenos en cajas, pero desecharon los que no servían.
Mat 13:49 Así será en el fin del mundo. Los ángeles vendrán y separarán a los perversos de los justos,
Mat 13:50 y arrojarán a los malos en el horno ardiente, donde habrá llanto y rechinar de dientes.
Mat 13:51 ¿Entienden todas estas cosas? —Sí —le dijeron—, las entendemos.
Mat 13:52 Entonces añadió: —Todo maestro de la ley religiosa que se convierte en un discípulo del reino del cielo es como el propietario de una casa, que trae de su depósito joyas de la verdad tanto nuevas como viejas.
Mat 13:53 Cuando Jesús terminó de contar esas historias e ilustraciones, salió de esa región.
Mat 13:54 Regresó a Nazaret, su pueblo. Cuando enseñó allí en la sinagoga, todos quedaron asombrados, y decían: «¿De dónde saca esa sabiduría y el poder para hacer milagros?».
Mat 13:55 Y se burlaban: «No es más que el hijo del carpintero, y conocemos a María, su madre, y a sus hermanos: Santiago, José,* Simón y Judas.
Mat 13:56 Todas sus hermanas viven aquí mismo entre nosotros. ¿Dónde aprendió todas esas cosas?».
Mat 13:57 Se sentían profundamente ofendidos y se negaron a creer en él. Entonces Jesús les dijo: «Un profeta recibe honra en todas partes menos en su propio pueblo y entre su propia familia».
Mat 13:58 Por lo tanto, hizo sólo unos pocos milagros allí debido a la incredulidad de ellos.



HECHOS 19:23-41

Hch 19:23 Por ese tiempo, se generó un grave problema en Éfeso con respecto al Camino.
Hch 19:24 Comenzó con Demetrio, un platero que tenía un importante negocio de fabricación de templos de plata en miniatura de la diosa griega Artemisa.* Él les daba trabajo a muchos artesanos.
Hch 19:25 Los reunió a todos, junto con otros que trabajaban en oficios similares y les dirigió las siguientes palabras: «Caballeros, ustedes saben que nuestra riqueza proviene de este negocio.
Hch 19:26 Pero, como han visto y oído, este tal Pablo ha convencido a mucha gente al decirles que los dioses hechos a mano, no son realmente dioses. Y no sólo lo ha hecho en Éfeso, ¡sino por toda la provincia!
Hch 19:27 Por supuesto que no sólo hablo de la pérdida del respeto público para nuestro negocio. También me preocupa que el templo de la gran diosa Artemisa pierda su influencia y que a Artemisa —esta magnífica diosa adorada en toda la provincia de Asia y en todo el mundo —¡se le despoje de su gran prestigio!».
Hch 19:28 Al oír esto, montaron en cólera y comenzaron a gritar: «¡Grande es Artemisa de los efesios!».
Hch 19:29 Pronto toda la ciudad se llenó de confusión. Todos corrieron al anfiteatro, arrastrando a Gayo y Aristarco, los compañeros de viaje de Pablo, que eran macedonios.
Hch 19:30 Pablo también quiso entrar, pero los creyentes no lo dejaron.
Hch 19:31 Algunos de los funcionarios de la provincia, amigos de Pablo, también le enviaron un mensaje para suplicarle que no arriesgara su vida por entrar en el anfiteatro.
Hch 19:32 Adentro era un griterío; algunos gritaban una cosa, y otros otra. Todo era confusión. De hecho, la mayoría ni siquiera sabía por qué estaba allí.
Hch 19:33 Los judíos de la multitud empujaron a Alejandro hacia adelante y le dijeron que explicara la situación. Él hizo señas para pedir silencio e intentó hablar.
Hch 19:34 Pero, cuando la multitud se dio cuenta de que era judío, empezaron a gritar de nuevo y siguieron sin parar como por dos horas: «¡Grande es Artemisa de los efesios! ¡Grande es Artemisa de los efesios!».
Hch 19:35 Por fin, el alcalde logró callarlos lo suficiente para poder hablar. «Ciudadanos de Éfeso —les dijo—, todos saben que la ciudad de Éfeso es la guardiana oficial del templo de la gran Artemisa, cuya imagen nos cayó del cielo.
Hch 19:36 Dado que esto es un hecho innegable, no deberían perder la calma ni hacer algo precipitado.
Hch 19:37 Ustedes han traído a estos hombres aquí, pero ellos no han robado nada del templo ni tampoco han hablado en contra de nuestra diosa.
Hch 19:38 »Si Demetrio y los artesanos tienen algún caso contra ellos, las cortes están en sesión y los funcionarios pueden escuchar el caso de inmediato. Dejen que ellos presenten cargos formales.
Hch 19:39 Y, si hubiera quejas sobre otros asuntos, podrían resolverse en una asamblea legal.
Hch 19:40 Me temo que corremos peligro de que el gobierno romano nos acuse de generar disturbios, ya que no hay razón para todo este alboroto. Y, si Roma exige una explicación, no sabremos qué decir».
Hch 19:41 *Entonces los despidió y ellos se dispersaron.


SALMO 32

Sal 32:1 ¡Oh, qué alegría para aquellos a quienes se les perdona la desobediencia, a quienes se les cubre su pecado!
Sal 32:2 Sí, ¡qué alegría para aquellos a quienes el SEÑOR les borró la culpa* de su cuenta, los que llevan una vida de total transparencia!
Sal 32:3 Mientras me negué a confesar mi pecado, mi cuerpo se consumió, y gemía todo el día.
Sal 32:4 Día y noche tu mano de disciplina pesaba sobre mí; mi fuerza se evaporó como agua al calor del verano. Interludio
Sal 32:5 Finalmente te confesé todos mis pecados y ya no intenté ocultar mi culpa. Me dije: «Le confesaré mis rebeliones al SEÑOR», ¡y tú me perdonaste! Toda mi culpa desapareció. Interludio
Sal 32:6 Por lo tanto, que todos los justos oren a ti, mientras aún haya tiempo, para que no se ahoguen en las desbordantes aguas del juicio.
Sal 32:7 Pues tú eres mi escondite; me proteges de las dificultades y me rodeas con canciones de victoria. Interludio
Sal 32:8 El SEÑOR dice: «Te guiaré por el mejor sendero para tu vida; te aconsejaré y velaré por ti.
Sal 32:9 No seas como el mulo o el caballo, que no tienen entendimiento, que necesitan un freno y una brida para mantenerse controlados».
Sal 32:10 Muchos son los dolores de los malvados, pero el amor inagotable rodea a los que confían en el SEÑOR.
Sal 32:11 ¡Así que alégrense mucho en el SEÑOR y estén contentos, ustedes los que le obedecen! ¡Griten de alegría, ustedes de corazón puro!

LECTURA PARA LA NOCHE

ÉXODO 24-26

Éxo 24:1 Luego el SEÑOR instruyó a Moisés: «Sube para encontrarte conmigo, y ven junto con Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel. Todos tendrán que adorar de lejos;
Éxo 24:2 sólo a Moisés se le permite acercarse al SEÑOR. Los demás no se acercarán, y a nadie del pueblo se le permite subir al monte con él».
Éxo 24:3 Después Moisés descendió y le repitió al pueblo todas las instrucciones y ordenanzas que el SEÑOR le había dado, y todo el pueblo respondió a una voz: «Haremos todo lo que el SEÑOR ha ordenado».
Éxo 24:4 Entonces Moisés escribió cuidadosamente todas las instrucciones del SEÑOR, y temprano a la mañana siguiente se levantó y construyó un altar al pie del monte. También levantó doce columnas, una por cada tribu de Israel.
Éxo 24:5 Luego envió a unos jóvenes israelitas a presentar ofrendas quemadas y a sacrificar toros como ofrendas de paz al SEÑOR.
Éxo 24:6 Moisés dejó escurrir la mitad de la sangre de estos animales en unos tazones; la otra mitad la salpicó sobre el altar.
Éxo 24:7 Luego tomó el libro del pacto y lo leyó al pueblo en voz alta. Una vez más todos respondieron: «Haremos todo lo que el SEÑOR ha ordenado. Vamos a obedecer».
Éxo 24:8 Entonces Moisés tomó la sangre de los tazones y la salpicó sobre el pueblo, mientras declaraba: «Esta sangre confirma el pacto que el SEÑOR ha hecho con ustedes al darles estas instrucciones».
Éxo 24:9 Después Moisés, Aarón, Nadab y Abiú, y los setenta ancianos de Israel subieron al monte.
Éxo 24:10 Allí vieron al Dios de Israel. Debajo de sus pies parecía haber una superficie de lapislázuli de color azul brillante, tan clara como el mismo cielo.
Éxo 24:11 Aunque estos nobles de Israel pudieron contemplar a Dios, él no los destruyó. De hecho, compartieron una comida para celebrar el pacto, en la cual comieron y bebieron en su presencia.
Éxo 24:12 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: «Sube al monte para encontrarte conmigo. Espera allí, y te daré las tablas de piedra en las que he escrito las instrucciones y los mandatos para que puedas enseñar al pueblo».
Éxo 24:13 Entonces Moisés y su ayudante Josué salieron, y Moisés subió al monte de Dios.
Éxo 24:14 Moisés les dijo a los ancianos: «Quédense aquí y espérennos hasta que regresemos. Aarón y Hur se quedan aquí con ustedes; si alguien tiene algún altercado durante mi ausencia, que consulte con ellos».
Éxo 24:15 Luego Moisés subió al monte, el cual quedó cubierto por la nube.
Éxo 24:16 Entonces la gloria del SEÑOR se posó sobre el monte Sinaí, y durante seis días la nube cubrió el monte. Al séptimo día, el SEÑOR llamó a Moisés desde el interior de la nube.
Éxo 24:17 Para los israelitas que estaban al pie del monte, la gloria del SEÑOR, que estaba sobre la cima del monte, parecía como un fuego consumidor.
Éxo 24:18 Entonces Moisés fue desapareciendo en la nube a medida que subía al monte, y permaneció en el monte cuarenta días y cuarenta noches.
Éxo 25:1 El SEÑOR le dijo a Moisés:
Éxo 25:2 «Dile al pueblo de Israel que me traiga sus ofrendas sagradas. Acepta las contribuciones de todos los que tengan el corazón dispuesto a ofrendar.
Éxo 25:3 La siguiente es una lista de las ofrendas sagradas que podrás aceptar de ellos: oro, plata y bronce;
Éxo 25:4 hilo azul, púrpura y escarlata; lino fino y pelo de cabra para tela;
Éxo 25:5 pieles de carnero curtidas y cuero de cabra de la mejor calidad; madera de acacia;
Éxo 25:6 aceite de oliva para las lámparas; especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático;
Éxo 25:7 piedras de ónice y otras piedras preciosas para incrustar en el efod y en el pectoral del sacerdote.
Éxo 25:8 »Haz que los israelitas me construyan un santuario santo para que yo habite en medio de ellos.
Éxo 25:9 Deberán construir el tabernáculo y su mobiliario exactamente según el modelo que te mostraré.
Éxo 25:10 »Haz que el pueblo construya un arca con madera de acacia, un cofre sagrado que mida un metro con quince centímetros de largo, sesenta y nueve centímetros de ancho, y sesenta y nueve centímetros de alto.*
Éxo 25:11 Recúbrela de oro puro por dentro y por fuera, y ponle una moldura de oro alrededor.
Éxo 25:12 Funde cuatro anillos de oro y sujétalos a sus cuatro patas, dos anillos en cada lado.
Éxo 25:13 Haz también varas con madera de acacia y recúbrelas de oro.
Éxo 25:14 Mete las varas por los anillos que están a los costados del arca para transportarla.
Éxo 25:15 Estas varas para transportar el arca deberán quedar dentro de los anillos; nunca las quites.
Éxo 25:16 Cuando el arca esté terminada, pon dentro de ella las tablas de piedra, las tablas grabadas con las condiciones del pacto* que te entregaré.
Éxo 25:17 »Después haz la tapa del arca —el lugar de la expiación— de oro puro. Tendrá que medir un metro con quince centímetros de largo, por sesenta y nueve centímetros de ancho.*
Éxo 25:18 Luego forma dos querubines de oro labrado a martillo y colócalos en los dos extremos de la tapa de la expiación.
Éxo 25:19 Moldea los querubines a cada extremo de la tapa de la expiación, de modo que formen una sola pieza de oro con la tapa.
Éxo 25:20 Los querubines estarán frente a frente, mirando hacia la tapa de la expiación; con las alas extendidas por encima de la tapa para protegerla.
Éxo 25:21 Coloca dentro del arca las dos tablas de piedra grabadas con las condiciones del pacto que te entregaré. Luego pon la tapa de la expiación encima del arca.
Éxo 25:22 Allí me encontraré contigo y te hablaré desde encima de la tapa de la expiación, entre los querubines de oro, que están suspendidos sobre el arca del pacto.* Desde allí te daré mis mandatos para el pueblo de Israel.
Éxo 25:23 »Luego haz una mesa con madera de acacia que mida noventa y dos centímetros de largo, cuarenta y seis centímetros de ancho, y sesenta y nueve centímetros de alto.*
Éxo 25:24 Recúbrela de oro puro y ponle una moldura de oro alrededor del borde.
Éxo 25:25 Adórnala con un reborde de ocho centímetros de ancho* y ponle una moldura de oro alrededor del reborde.
Éxo 25:26 Haz cuatro anillos de oro para la mesa y sujétalos en las cuatro esquinas, junto a las cuatro patas.
Éxo 25:27 Sujeta los anillos cerca del reborde para sostener las varas que se usan para transportar la mesa.
Éxo 25:28 Haz estas varas con madera de acacia y recúbrelas de oro.
Éxo 25:29 Haz recipientes especiales de oro puro para la mesa —tazones, cacerolas, jarras y frascos— los cuales se usarán al derramar las ofrendas líquidas.
Éxo 25:30 Coloca sobre la mesa el pan de la Presencia para que esté siempre delante de mí.
Éxo 25:31 »Haz un candelabro de oro puro labrado a martillo. Todo el candelabro y sus decoraciones serán de una sola pieza: la base, el tronco, las copas para las lámparas, los capullos y los pétalos.
Éxo 25:32 Hazlo con seis ramas que salgan del tronco, tres a cada lado.
Éxo 25:33 Cada una de las seis ramas tendrá tres copas para las lámparas en forma de flor de almendro, con capullos y pétalos.
Éxo 25:34 Trabaja artesanalmente el tronco del candelabro con cuatro copas para las lámparas en forma de flor de almendro, con capullos y pétalos.
Éxo 25:35 También habrá un brote de almendro debajo de cada par de ramas, donde las seis ramas salen del tronco.
Éxo 25:36 Los brotes de almendro y las ramas deben ser de una sola pieza con el tronco, y de oro puro labrado a martillo.
Éxo 25:37 Luego haz las siete lámparas para el candelabro y acomódalas de tal manera que reflejen la luz hacia adelante.
Éxo 25:38 Las despabiladeras de las lámparas y las bandejas también serán de oro puro.
Éxo 25:39 Necesitarás treinta y cuatro kilos* de oro puro para formar el candelabro y sus accesorios.
Éxo 25:40 »Asegúrate de hacer todo según el modelo que te mostré aquí en la montaña.
Éxo 26:1 »Haz el tabernáculo con diez cortinas de lino de tejido fino. Adorna las cortinas con hilo azul, púrpura y escarlata, y con querubines hábilmente bordados.
Éxo 26:2 Cada una de estas diez cortinas tendrá exactamente la misma medida: doce metros con noventa centímetros de largo, por un metro con ochenta centímetros de ancho.*
Éxo 26:3 Junta cinco de estas cortinas para hacer una larga, y luego junta las otras cinco para hacer una segunda cortina larga.
Éxo 26:4 En la última cortina de cada conjunto, pondrás presillas de tejido azul a lo largo del borde.
Éxo 26:5 Las cincuenta presillas a lo largo del borde de la cortina del primer conjunto deben coincidir con las cincuenta presillas en el borde de la cortina del otro conjunto.
Éxo 26:6 Luego haz cincuenta broches de oro y úsalos para sujetar las dos cortinas largas. De este modo, el tabernáculo se formará de una pieza completa.
Éxo 26:7 »Confecciona once cortinas con tejido de pelo de cabra, para que sirvan de cubierta para el tabernáculo.
Éxo 26:8 Cada una de estas once cortinas deberá tener exactamente la misma medida: trece metros con ochenta centímetros de largo, por un metro con ochenta centímetros de ancho.*
Éxo 26:9 Junta cinco de estas cortinas para formar una larga, y junta las otras seis para formar una segunda cortina larga. De ese segundo conjunto de cortinas, deja que noventa centímetros de material cuelguen sobre la parte delantera* de la carpa sagrada.
Éxo 26:10 Haz cincuenta presillas para el borde de cada cortina larga.
Éxo 26:11 Luego haz cincuenta broches de bronce y úsalos para sujetar las presillas de las cortinas largas. De ese modo, la cubierta se formará de una pieza completa.
Éxo 26:12 Los noventa centímetros restantes de la cubierta,* dejarás que cuelguen sobre la parte posterior del tabernáculo.
Éxo 26:13 Deja que cuelguen de cada lado los cuarenta y seis centímetros* del material restante, de modo que el tabernáculo quede completamente cubierto.
Éxo 26:14 Completa la cubierta con una capa protectora de pieles de carnero curtidas y otra capa de cuero de cabra de la mejor calidad.
Éxo 26:15 »Para el armazón del tabernáculo, construye soportes de madera de acacia.
Éxo 26:16 Cada soporte deberá medir cuatro metros con sesenta centímetros de largo, por sesenta y nueve centímetros de ancho,*
Éxo 26:17 y tendrá dos estacas debajo de cada soporte. Todos los soportes tienen que ser idénticos.
Éxo 26:18 Construye veinte de esos soportes para sostener las cortinas del lado sur del tabernáculo.
Éxo 26:19 Haz también cuarenta bases de plata, pondrás dos bases debajo de cada soporte y harás que las estacas encajen firmemente en las bases.
Éxo 26:20 Para el lado norte del tabernáculo construye otros veinte soportes,
Éxo 26:21 con sus cuarenta bases de plata (dos bases por cada soporte).
Éxo 26:22 Construye seis soportes para la parte posterior —es decir, el lado occidental del tabernáculo—
Éxo 26:23 junto con dos soportes más para reforzar las esquinas de la parte posterior del tabernáculo.
Éxo 26:24 Los soportes de las esquinas estarán emparejados por abajo y firmemente sujetados por arriba con un solo anillo, esto formará un solo esquinero. Arma los dos esquineros de la misma manera.
Éxo 26:25 Entonces habrá ocho soportes en la parte posterior del tabernáculo sobre dieciséis bases de plata (dos bases por cada soporte).
Éxo 26:26 »Haz travesaños de madera de acacia para unir los soportes: cinco travesaños para el lado norte del tabernáculo
Éxo 26:27 y cinco para el lado sur. Prepara también cinco travesaños para la parte posterior del tabernáculo, que dará al occidente.
Éxo 26:28 El travesaño central, sujetado a la mitad de la altura de los soportes, pasará de un extremo del tabernáculo al otro.
Éxo 26:29 Recubre de oro los soportes y haz anillos de oro para sostener los travesaños. También recubre de oro los travesaños.
Éxo 26:30 »Arma el tabernáculo según el modelo que se te mostró en el monte.
Éxo 26:31 »Para el interior del tabernáculo, confecciona una cortina especial de lino de tejido fino. Adórnala con hilo azul, púrpura y escarlata, y con querubines hábilmente bordados.
Éxo 26:32 Cuélgala de ganchos de oro, que estarán sujetos a cuatro postes de madera de acacia. Recubre de oro los postes y colócalos en cuatro bases de plata.
Éxo 26:33 Cuelga con broches la cortina interior y coloca el arca del pacto* en la sala detrás de la cortina. Esta cortina separará el Lugar Santo del Lugar Santísimo.
Éxo 26:34 »Después pondrás la tapa del arca —el lugar de la expiación— encima del arca del pacto, dentro del Lugar Santísimo.
Éxo 26:35 Coloca la mesa fuera de la cortina interior, en el lado norte del tabernáculo, y ubica el candelabro al otro lado de la sala, es decir, en el lado sur.
Éxo 26:36 »Confecciona otra cortina para la entrada de la carpa sagrada. Elabórala con lino de tejido fino y bórdala con diseños refinados, usando hilo azul, púrpura y escarlata.
Éxo 26:37 Fabrica cinco postes con madera de acacia; recúbrelos de oro y cuelga de ellos la cortina con ganchos de oro. También funde cinco bases de bronce para los postes.

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