APOSENTO ALTO

lunes, 5 de febrero de 2018

LECTURA BÍBLICA 5 DE FEBRERO

LECTURA PARA LA MAÑANA

MATEO    12:22-37

Mat 12:22 Luego le llevaron a Jesús a un hombre ciego y mudo que estaba poseído por un demonio. Jesús sanó al hombre para que pudiera hablar y ver.
Mat 12:23 La multitud quedó llena de asombro, y preguntaba: «¿Será posible que Jesús sea el Hijo de David, el Mesías?».
Mat 12:24 Pero, cuando los fariseos oyeron del milagro, dijeron: «Con razón puede expulsar demonios. Él recibe su poder de Satanás,* el príncipe de los demonios».
Mat 12:25 Jesús conocía sus pensamientos y les contestó: «Todo reino dividido por una guerra civil está condenado al fracaso. Una ciudad o una familia dividida por peleas se desintegrará.
Mat 12:26 Y, si Satanás expulsa a Satanás, está dividido y pelea contra sí mismo; su propio reino no sobrevivirá.
Mat 12:27 Y, si mi poder proviene de Satanás, ¿qué me dicen de sus propios exorcistas quienes también expulsan demonios? Así que ellos los condenarán a ustedes por lo que acaban de decir.
Mat 12:28 Pero, si yo expulso a los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado y está entre ustedes.
Mat 12:29 Pues, ¿quién tiene suficiente poder para entrar en la casa de un hombre fuerte como Satanás y saquear sus bienes? Sólo alguien aún más fuerte, alguien que pudiera atarlo y después saquear su casa.
Mat 12:30 »El que no está conmigo, a mí se opone, y el que no trabaja conmigo, en realidad, trabaja en mi contra.
Mat 12:31 »Por eso les digo, cualquier pecado y blasfemia pueden ser perdonados, excepto la blasfemia contra el Espíritu Santo, que jamás será perdonada.
Mat 12:32 El que hable en contra del Hijo del Hombre puede ser perdonado, pero el que hable contra el Espíritu Santo jamás será perdonado, ya sea en este mundo o en el que vendrá.
Mat 12:33 »A un árbol se le identifica por su fruto. Si el árbol es bueno, su fruto será bueno. Si el árbol es malo, su fruto será malo.
Mat 12:34 ¡Camada de víboras! ¿Cómo podrían hombres malvados como ustedes hablar de lo que es bueno y correcto? Pues lo que está en el corazón determina lo que uno dice.
Mat 12:35 Una persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su mal corazón.
Mat 12:36 Y les digo lo siguiente: el día del juicio, tendrán que dar cuenta de toda palabra inútil que hayan dicho.
Mat 12:37 Las palabras que digas te absolverán o te condenarán».
Mat 12:38 Un día, algunos maestros de la ley religiosa y algunos fariseos se acercaron a Jesús y le dijeron: —Maestro, queremos que nos muestres alguna señal milagrosa para probar tu autoridad.
Mat 12:39 Pero Jesús respondió: —Sólo una generación maligna y adúltera exigiría una señal milagrosa; pero la única que les daré será la señal del profeta Jonás.
Mat 12:40 Así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez durante tres días y tres noches, el Hijo del Hombre estará en el corazón de la tierra durante tres días y tres noches.
Mat 12:41 »El día del juicio los habitantes de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron de sus pecados al escuchar la predicación de Jonás. Ahora alguien superior a Jonás está aquí, pero ustedes se niegan a arrepentirse.
Mat 12:42 La reina de Saba* también se levantará contra esta generación el día del juicio y la condenará, porque vino de una tierra lejana para oír la sabiduría de Salomón. Ahora alguien superior a Salomón está aquí, pero ustedes se niegan a escuchar.
Mat 12:43 »Cuando un espíritu maligno* sale de una persona, va al desierto en busca de descanso, pero no lo encuentra.
Mat 12:44 Entonces dice: “Volveré a la persona de la cual salí”. De modo que regresa y encuentra su antigua casa vacía, barrida y en orden.
Mat 12:45 Entonces el espíritu busca a otros siete espíritus más malignos que él, y todos entran en la persona y viven allí. Y entonces esa persona queda peor que antes. Eso es lo que le ocurrirá a esta generación maligna.
Mat 12:46 Mientras Jesús hablaba a la multitud, su madre y sus hermanos estaban afuera y pedían hablar con él.
Mat 12:47 Alguien le dijo a Jesús: «Tu madre y tus hermanos están afuera y desean hablar contigo»*.
Mat 12:48 Jesús preguntó: «¿Quién es mi madre? ¿Quiénes son mis hermanos?».
Mat 12:49 Luego señaló a sus discípulos y dijo: «Miren, estos son mi madre y mis hermanos.
Mat 12:50 Pues todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo es mi hermano y mi hermana y mi madre».


HECHOS 17:16-34

Hch 17:16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, se indignó profundamente al ver la gran cantidad de ídolos que había por toda la ciudad.
Hch 17:17 Iba a la sinagoga para razonar con los judíos y con los gentiles* temerosos de Dios y hablaba a diario en la plaza pública con todos los que estuvieran allí.
Hch 17:18 También debatió con algunos filósofos epicúreos y estoicos. Cuando les habló acerca de Jesús y de su resurrección, ellos dijeron: «¿Qué trata de decir este charlatán con esas ideas raras?». Otros decían: «Parece que predica de unos dioses extranjeros».
Hch 17:19 Entonces lo llevaron al Concilio Supremo de la ciudad.* «Ven y háblanos sobre esta nueva enseñanza —dijeron —.
Hch 17:20 Dices cosas bastante extrañas y queremos saber de qué se trata».
Hch 17:21 (Cabe explicar que todos los atenienses, al igual que los extranjeros que están en Atenas, al parecer pasan todo el tiempo discutiendo las ideas más recientes).
Hch 17:22 Entonces Pablo, de pie ante el Concilio,* les dirigió las siguientes palabras: «Hombres de Atenas, veo que ustedes son muy religiosos en todo sentido
Hch 17:23 porque, mientras caminaba observé la gran cantidad de lugares sagrados. Y uno de sus altares tenía la siguiente inscripción: “A un Dios Desconocido”. Este Dios, a quien ustedes rinden culto sin conocer, es de quien yo les hablo.
Hch 17:24 »Él es el Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él. Ya que es el Señor del cielo y de la tierra, no vive en templos hechos por hombres,
Hch 17:25 y las manos humanas no pueden servirlo, porque él no tiene ninguna necesidad. Él es quien da vida y aliento a todo y satisface cada necesidad.
Hch 17:26 De un solo hombre* creó todas las naciones de toda la tierra. De antemano decidió cuándo se levantarían y cuándo caerían, y determinó los límites de cada una.
Hch 17:27 »Su propósito era que las naciones buscaran a Dios y, quizá acercándose a tientas, lo encontraran; aunque él no está lejos de ninguno de nosotros.
Hch 17:28 Pues en él vivimos, nos movemos y existimos. Como dijeron algunos de sus* propios poetas: “Nosotros somos su descendencia”.
Hch 17:29 Y, como esto es cierto, no debemos pensar en Dios como un ídolo diseñado por artesanos y hecho de oro, plata o piedra.
Hch 17:30 »En la antigüedad Dios pasó por alto la ignorancia de la gente acerca de estas cosas, pero ahora él manda que todo el mundo en todas partes se arrepienta de sus pecados y vuelva a él.
Hch 17:31 Pues él ha fijado un día para juzgar al mundo con justicia por el hombre que él ha designado, y les demostró a todos quién es ese hombre al levantarlo de los muertos».
Hch 17:32 Cuando oyeron a Pablo hablar acerca de la resurrección de los muertos, algunos se rieron con desprecio, pero otros dijeron: «Queremos oír más sobre este tema más tarde».
Hch 17:33 Con esto terminó el diálogo de Pablo con ellos,
Hch 17:34 pero algunos se unieron a él y se convirtieron en creyentes. Entre ellos estaban Dionisio —un miembro del Concilio* —, una mujer llamada Dámaris y varios más.

SALMO 28

Sal 28:1 A ti elevo mi oración, oh SEÑOR, roca mía; no cierres tus oídos a mi voz. Pues si guardas silencio, mejor sería darme por vencido y morir.
Sal 28:2 Escucha mi oración que pide misericordia, cuando clamo a ti por ayuda, cuando levanto mis manos hacia tu santo templo.
Sal 28:3 No me arrastres junto con los perversos —con los que hacen lo malo—, los que hablan con sus vecinos amablemente mientras traman maldades en su corazón.
Sal 28:4 ¡Dales el castigo que tanto merecen! Mídelo en proporción a su maldad. ¡Págales conforme a todas sus malas acciones! Hazles probar en carne propia lo que ellos les han hecho a otros.
Sal 28:5 No les importa nada lo que el SEÑOR hizo ni lo que sus manos crearon. Por lo tanto, él los derrumbará y, ¡jamás serán reconstruidos!
Sal 28:6 ¡Alaben al SEÑOR! Pues él oyó que clamaba por misericordia.
Sal 28:7 El SEÑOR es mi fortaleza y mi escudo; confío en él con todo mi corazón. Me da su ayuda y mi corazón se llena de alegría; prorrumpo en canciones de acción de gracias.
Sal 28:8 El SEÑOR le da fuerza a su pueblo; es una fortaleza segura para su rey ungido.
Sal 28:9 ¡Salva a tu pueblo! Bendice a Israel, tu posesión más preciada.* Guíalos como un pastor y llévalos en tus brazos por siempre.

LECTURA PARA LA NOCHE

ÉXODO 13-15



Éxo 13:1 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés:
Éxo 13:2 «Dedícame a todos los primeros hijos varones del pueblo de Israel. Todo primer nacido tanto de los seres humanos como de los animales, me pertenece».
Éxo 13:3 Entonces Moisés dijo a los israelitas: «Este es un día para recordar por siempre: es el día que salieron de Egipto, donde eran esclavos. Hoy el SEÑOR los sacó con la fuerza de su mano poderosa. (Recuerden no comer nada que contenga levadura).
Éxo 13:4 Este preciso día, a comienzos de la primavera, en el mes de abib ,* ustedes fueron librados.
Éxo 13:5 Una vez que el SEÑOR los haga entrar en la tierra de los cananeos, los hititas, los amorreos, los heveos y los jebuseos, deberán celebrar este suceso cada año, en este mes. (Él les juró a sus antepasados que les daría esa tierra, una tierra donde fluyen la leche y la miel).
Éxo 13:6 Durante siete días tendrán que preparar sin levadura el pan que coman. Entonces el séptimo día celebrarán una fiesta al SEÑOR.
Éxo 13:7 En esos siete días, coman pan sin levadura. De hecho, durante ese período, no debe haber pan con levadura ni ningún rastro de levadura dentro de su territorio.
Éxo 13:8 »El séptimo día, darán a sus hijos la siguiente explicación: “Hoy celebro lo que el SEÑOR hizo por mí cuando salí de Egipto”.
Éxo 13:9 Este festival anual será para ustedes una señal visible, como una marca grabada en la mano o en la frente; que les recuerde recitar siempre esta enseñanza del SEÑOR: “Con mano fuerte, el SEÑOR los rescató de Egipto”.*
Éxo 13:10 Por lo tanto, cumplan el decreto de este festival cada año, en la fecha señalada.
Éxo 13:11 »Cuando el SEÑOR cumpla la promesa que les juró a ustedes y a sus antepasados esto es lo que deben hacer: el día que él les dé la tierra donde actualmente viven los cananeos,
Éxo 13:12 deberán presentar al SEÑOR todo primer hijo varón y toda primera cría macho de los animales, porque a él le pertenecen.
Éxo 13:13 Para recuperar la primera cría de un burro, podrán pagar rescate al SEÑOR entregando como sustituto un cordero o un cabrito; pero si no pagan rescate para recuperarlo, tendrán que quebrarle el cuello al animal. Sin embargo, tienen la obligación de pagar rescate por todo primer hijo varón.
Éxo 13:14 »En el futuro, sus hijos les preguntarán: “¿Qué significa todo esto?”, y ustedes les dirán: “Con la fuerza de su mano poderosa, el SEÑOR nos sacó de Egipto, donde éramos esclavos.
Éxo 13:15 El faraón se puso terco y por nada quiso dejarnos salir, entonces el SEÑOR mató a todos los primeros hijos varones en toda la tierra de Egipto y también a los machos de las primeras crías de los animales. Por eso ahora sacrifico a todos los machos primer nacidos al SEÑOR, pero siempre pagamos rescate para recuperar a los primeros hijos varones”.
Éxo 13:16 Esta ceremonia servirá como una marca grabada en la mano o en la frente. Es un recordatorio de que el SEÑOR nos sacó de Egipto con la fuerza de su mano poderosa».
Éxo 13:17 Cuando por fin el faraón dejó salir a los israelitas, Dios no los guió por el camino principal que atraviesa el territorio filisteo, aunque esa era la ruta más corta a la Tierra Prometida. Dios dijo: «Si los israelitas llegaran a enfrentar una batalla, podrían cambiar de parecer y regresar a Egipto».
Éxo 13:18 Por eso Dios los hizo dar un rodeo por el camino del desierto, hacia el mar Rojo.* Así los israelitas salieron de Egipto como un ejército preparado para la batalla.*
Éxo 13:19 Moisés llevó consigo los restos de José, porque José había hecho jurar a los hijos de Israel que así lo harían cuando dijo: «Pueden estar seguros de que Dios vendrá a ayudarlos. Cuando eso suceda, llévense de aquí mis restos con ustedes».
Éxo 13:20 Entonces los israelitas salieron de Sucot y acamparon en Etam, al límite del desierto.
Éxo 13:21 El SEÑOR iba delante de ellos, y los guiaba durante el día mediante una columna de nube y les daba luz durante la noche con una columna de fuego. Esto les permitía viajar de día y de noche.
Éxo 13:22 El SEÑOR nunca quitó de su lugar, delante de ellos, la columna de nube ni la columna de fuego.
Éxo 14:1 Entonces el SEÑOR le dio a Moisés las siguientes instrucciones:
Éxo 14:2 «Ordénales a los israelitas que den la vuelta y acampen cerca de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar. Que acampen allí, a lo largo de la orilla, frente a Baal-zefón.
Éxo 14:3 Entonces el faraón pensará: “Los israelitas están confundidos. ¡Quedaron atrapados en el desierto!”.
Éxo 14:4 Y una vez más endureceré el corazón del faraón, y él saldrá a perseguirlos.* Lo haré así para manifestar mi gloria por medio del faraón y de todo su ejército. ¡Después los egipcios sabrán que yo soy el SEÑOR!». Así que los israelitas acamparon donde se les dijo.
Éxo 14:5 Cuando al rey de Egipto le llegó la noticia de que los israelitas habían huido, el faraón y sus funcionarios cambiaron de parecer. «¿Qué hemos hecho al permitir que todos estos esclavos israelitas se fueran?», se preguntaban.
Éxo 14:6 Entonces el faraón preparó su carro de guerra y llamó a sus tropas.
Éxo 14:7 Llevó consigo seiscientos de los mejores carros de guerra, junto con los demás carros de Egipto, cada uno con su respectivo oficial al mando.
Éxo 14:8 Así que el SEÑOR endureció el corazón del faraón, rey de Egipto, quien por lo tanto salió a perseguir a los israelitas, los cuales se habían marchado con puños en alto en señal de desafío.
Éxo 14:9 Los egipcios los persiguieron con todas las fuerzas del ejército del faraón —todos sus caballos y sus carros de guerra, sus conductores y sus tropas— y alcanzaron al pueblo de Israel mientras acampaba junto al mar, cerca de Pi-hahirot, frente a Baal-zefón.
Éxo 14:10 Mientras el faraón se acercaba, los israelitas levantaron la vista y se llenaron de pánico al ver que los egipcios los alcanzaban. Entonces clamaron al SEÑOR
Éxo 14:11 y le dijeron a Moisés: —¿Por qué nos trajiste aquí a morir en el desierto? ¿Acaso no había suficientes tumbas para nosotros en Egipto? ¿Qué nos has hecho? ¿Por qué nos obligaste a salir de Egipto?
Éxo 14:12 ¿No te dijimos que esto pasaría cuando aún estábamos en Egipto? Te dijimos: “¡Déjanos en paz! Déjanos seguir siendo esclavos de los egipcios. ¡Es mejor ser un esclavo en Egipto que un cadáver en el desierto!”.
Éxo 14:13 Pero Moisés les dijo: —No tengan miedo. Sólo quédense quietos y observen cómo el SEÑOR los rescatará hoy. Esos egipcios que ahora ven, jamás volverán a verlos.
Éxo 14:14 El SEÑOR mismo peleará por ustedes. Sólo quédense tranquilos.
Éxo 14:15 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: «¿Por qué clamas a mí? ¡Dile al pueblo que se ponga en marcha!
Éxo 14:16 Toma tu vara y extiende la mano sobre el mar. Divide las aguas para que los israelitas puedan pasar por en medio del mar, pisando tierra seca.
Éxo 14:17 Yo endureceré el corazón de los egipcios y se lanzarán contra los israelitas. La grandeza de mi gloria se manifestará por medio del faraón y de su ejército, sus carros de guerra y sus conductores.
Éxo 14:18 Cuando mi gloria se exhiba por medio de ellos, ¡todo Egipto verá mi gloria y sabrán que yo soy el SEÑOR!».
Éxo 14:19 Entonces el ángel de Dios, que iba al frente del pueblo de Israel, se trasladó hacia atrás del campamento. La columna de nube también se cambió de lugar y pasó a estar detrás de ellos.
Éxo 14:20 La nube se puso entre los egipcios y el campamento de los israelitas. Al atardecer, la nube se convirtió en fuego e iluminó la noche, pero los egipcios y los israelitas no se acercaron unos a otros en toda la noche.
Éxo 14:21 Luego Moisés extendió la mano sobre el mar y el SEÑOR abrió un camino a través de las aguas mediante un fuerte viento oriental. El viento sopló durante toda la noche y transformó el lecho del mar en tierra seca.
Éxo 14:22 Entonces el pueblo de Israel cruzó por en medio del mar, caminando sobre tierra seca, con muros de agua a cada lado.
Éxo 14:23 Entonces los egipcios —con todos los carros de guerra y sus conductores, y con los caballos del faraón— persiguieron a los israelitas hasta el medio del mar.
Éxo 14:24 Pero poco antes del amanecer, el SEÑOR miró al ejército egipcio desde la columna de fuego y de nube, y causó gran confusión en sus fuerzas de combate.
Éxo 14:25 Torció* las ruedas de los carros, para que les resultara difícil manejarlos. «¡Salgamos de aquí, alejémonos de los israelitas! —gritaban los egipcios—; ¡el SEÑOR está luchando por ellos en contra de Egipto!».
Éxo 14:26 Cuando todos los israelitas habían llegado al otro lado, el SEÑOR le dijo a Moisés: «Extiende otra vez tu mano sobre el mar, y las aguas volverán con fuerza y cubrirán a los egipcios, a sus carros y a sus conductores».
Éxo 14:27 Entonces, cuando el sol comenzaba a salir, Moisés extendió su mano sobre el mar y las aguas volvieron con fuerza a su estado normal. Los egipcios trataron de escapar, pero el SEÑOR los arrastró al mar.
Éxo 14:28 Enseguida las aguas volvieron a su lugar y cubrieron todos los carros y a sus conductores: el ejército completo del faraón. No sobrevivió ni uno de los egipcios que entró al mar para perseguir a los israelitas.
Éxo 14:29 En cambio, el pueblo de Israel caminó por en medio del mar sobre tierra seca, mientras las aguas permanecían levantadas como muros a ambos lados.
Éxo 14:30 Así es como el SEÑOR aquel día rescató a Israel de las manos de los egipcios. Y los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios a la orilla del mar.
Éxo 14:31 Cuando el pueblo de Israel vio el gran poder que el SEÑOR había desatado contra los egipcios, se llenaron de temor reverente delante de él. Entonces pusieron su fe en el SEÑOR y en su siervo Moisés.
Éxo 15:1 Entonces Moisés y el pueblo de Israel entonaron el siguiente cántico al SEÑOR: «Cantaré al SEÑOR, porque ha triunfado gloriosamente; arrojó al mar al caballo y al jinete.
Éxo 15:2 El SEÑOR es mi fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, ¡y lo exaltaré!
Éxo 15:3 El SEÑOR es un guerrero; ¡Yahveh* es su nombre!
Éxo 15:4 Arrojó al mar a los carros y al ejército del faraón. Los mejores oficiales del faraón se ahogaron en el mar Rojo.*
Éxo 15:5 Las aguas profundas brotaron con fuerza y los cubrieron; como piedras se hundieron hasta el fondo.
Éxo 15:6 »Tu mano derecha, oh SEÑOR, es gloriosa en poder. Tu mano derecha, oh SEÑOR, aplasta al enemigo.
Éxo 15:7 Con la grandeza de tu majestad, derribas a los que se levantan contra ti. Desatas tu ardiente furia y los consume como a paja.
Éxo 15:8 Al soplido de tu aliento, ¡las aguas se apilaron! El impetuoso oleaje se quedó firme como un muro; en el corazón del mar las aguas se endurecieron.
Éxo 15:9 »El enemigo se jactaba diciendo: “Los perseguiré y los alcanzaré. Los despojaré y los consumiré. Sacaré mi espada; mi mano poderosa los destruirá”.
Éxo 15:10 Pero tú soplaste con tu aliento, y el mar los cubrió. Se hundieron como plomo en las poderosas aguas.
Éxo 15:11 »Oh SEÑOR, entre los dioses, ¿quién es como tú: glorioso en santidad, imponente en esplendor, autor de grandes maravillas?
Éxo 15:12 Levantaste tu mano derecha, y la tierra se tragó a nuestros enemigos.
Éxo 15:13 »Con tu amor inagotable guías al pueblo que redimiste. Con tu poder los guías a tu hogar sagrado.
Éxo 15:14 Lo oyen los pueblos y tiemblan; la angustia se apodera de los que viven en Filistea.
Éxo 15:15 Los líderes de Edom están aterrados; los nobles de Moab tiemblan. Todos los que viven en Canaán se desvanecen;
Éxo 15:16 terror y espanto caen sobre ellos. El poder de tu brazo los deja sin vida, como una piedra, hasta que tu pueblo haya pasado, oh SEÑOR, hasta que haya pasado el pueblo que compraste.
Éxo 15:17 Tú lo traerás y lo plantarás en tu propio monte, el lugar, oh SEÑOR, reservado para tu morada, el santuario, oh SEÑOR, que tus manos establecieron.
Éxo 15:18 ¡El SEÑOR reinará por siempre y para siempre!».
Éxo 15:19 Cuando los carros de guerra, sus conductores y los caballos del faraón entraron al mar, el SEÑOR hizo que las aguas cayeran con fuerza sobre ellos. ¡Pero el pueblo de Israel había cruzado por en medio del mar, pisando tierra seca!
Éxo 15:20 Entonces la profetisa Miriam, hermana de Aarón, tomó una pandereta, se puso al frente, y todas las mujeres la siguieron, danzando y tocando sus panderetas.
Éxo 15:21 Y Miriam entonaba este cántico: «Canten al SEÑOR, porque ha triunfado gloriosamente; arrojó al mar al caballo y al jinete».
Éxo 15:22 Entonces Moisés guió al pueblo de Israel lejos del mar Rojo, y se internaron en el desierto de Sur. Viajaron por este desierto durante tres días sin encontrar agua.
Éxo 15:23 Cuando llegaron al oasis de Mara, no pudieron beber el agua porque era demasiado amarga. Por eso llamaron al lugar Mara (que significa «amarga»).
Éxo 15:24 Entonces la gente se quejó y se puso en contra de Moisés. «¿Qué vamos a beber?», reclamaron.
Éxo 15:25 Así que Moisés clamó al SEÑOR por ayuda, y él le mostró un trozo de madera. Moisés echó la madera al agua, y el agua se volvió potable. Fue allí, en Mara, donde el SEÑOR estableció el siguiente decreto como una norma para probar la fidelidad del pueblo.
Éxo 15:26 Les dijo: «Si ustedes escuchan atentamente la voz del SEÑOR su Dios y hacen lo que es correcto ante sus ojos, obedeciendo sus mandatos y cumpliendo todos sus decretos, entonces no les enviaré ninguna de las enfermedades que envié a los egipcios; porque yo soy el SEÑOR, quien los sana».
Éxo 15:27 Después de salir de Mara, los israelitas viajaron hasta el oasis de Elim, donde encontraron doce manantiales y setenta palmeras. Y acamparon allí, junto a las aguas.

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