APOSENTO ALTO

domingo, 11 de febrero de 2018

LECTURA BÍBLICA 11 DE FEBRERO

LECTURA PARA LA MAÑANA

MATEO    14:22-36

Mat 14:22 Inmediatamente después, Jesús insistió en que los discípulos regresaran a la barca y cruzaran al otro lado del lago mientras él enviaba a la gente a casa.
Mat 14:23 Después de despedir a la gente, subió a las colinas para orar a solas. Mientras estaba allí solo, cayó la noche.
Mat 14:24 Mientras tanto, los discípulos se encontraban en problemas lejos de tierra firme, ya que se había levantado un fuerte viento y luchaban contra grandes olas.
Mat 14:25 A eso de las tres de la madrugada,* Jesús se acercó a ellos caminando sobre el agua.
Mat 14:26 Cuando los discípulos lo vieron caminar sobre el agua, quedaron aterrados. Llenos de miedo, clamaron: «¡Es un fantasma!».
Mat 14:27 Pero Jesús les habló de inmediato: «No tengan miedo —dijo —. ¡Tengan ánimo! ¡Yo estoy aquí!*».
Mat 14:28 Entonces Pedro lo llamó: —Señor, si realmente eres tú, mándame que vaya hacia ti caminando sobre el agua.
Mat 14:29 —Sí, ven —dijo Jesús. Entonces Pedro se bajó por el costado de la barca y caminó sobre el agua hacia Jesús.
Mat 14:30 Pero, cuando vio el fuerte* viento y las olas, se aterrorizó y comenzó a hundirse. «¡Sálvame, Señor!» —gritó.
Mat 14:31 De inmediato, Jesús extendió la mano y lo agarró. «Tienes tan poca fe —le dijo Jesús —. ¿Por qué dudaste de mí?».
Mat 14:32 Cuando subieron de nuevo a la barca, el viento se detuvo.
Mat 14:33 Entonces los discípulos lo adoraron. «¡De verdad eres el Hijo de Dios!», exclamaron.
Mat 14:34 Después de cruzar el lago, arribaron a Genesaret.
Mat 14:35 Cuando la gente reconoció a Jesús, la noticia de su llegada corrió rápidamente por toda la región, y pronto la gente llevó a todos los enfermos para que fueran sanados.
Mat 14:36 Le suplicaban que permitiera a los enfermos tocar al menos el fleco de su túnica, y todos los que tocaban a Jesús eran sanados.

HECHOS 20:13-38

Hch 20:13 Pablo viajó por tierra hasta Asón, donde había arreglado que nos encontráramos con él, y nosotros viajamos por barco.
Hch 20:14 Allí él se unió a nosotros, y juntos navegamos a Mitilene.
Hch 20:15 Al otro día, navegamos frente a la isla de Quío. Al día siguiente, cruzamos hasta la isla de Samos y,* un día después, llegamos a Mileto.
Hch 20:16 Pablo había decidido navegar sin detenerse en Éfeso porque no quería pasar más tiempo en la provincia de Asia. Se apresuraba a llegar a Jerusalén, de ser posible, para el Festival de Pentecostés.
Hch 20:17 Pero, cuando llegamos a Mileto, Pablo envió un mensaje a los ancianos de la iglesia de Éfeso para pedirles que vinieran a su encuentro.
Hch 20:18 Cuando llegaron, Pablo declaró: «Ustedes saben que desde el día que pisé la provincia de Asia hasta ahora,
Hch 20:19 he hecho el trabajo del Señor con humildad y con muchas lágrimas. He soportado las pruebas que me vinieron como consecuencia de las conspiraciones de los judíos.
Hch 20:20 Nunca me eché para atrás a la hora de decirles lo que necesitaban oír, ya fuera en público o en sus casas.
Hch 20:21 He tenido un solo mensaje para los judíos y los griegos por igual: la necesidad de arrepentirse del pecado, de volver a Dios y de tener fe en nuestro Señor Jesucristo.
Hch 20:22 »Y ahora estoy obligado por el Espíritu* a ir a Jerusalén. No sé lo que me espera allí,
Hch 20:23 sólo que el Espíritu Santo me dice que en ciudad tras ciudad, me esperan cárcel y sufrimiento.
Hch 20:24 Pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios.
Hch 20:25 »Y ahora sé que ninguno de ustedes, a quienes les he predicado del reino, volverá a verme.
Hch 20:26 Declaro hoy que he sido fiel. Si alguien sufre la muerte eterna, no será mi culpa,*
Hch 20:27 porque no me eché para atrás a la hora de declarar todo lo que Dios quiere que ustedes sepan.
Hch 20:28 »Entonces cuídense a sí mismos y cuiden al pueblo de Dios. Alimenten y pastoreen al rebaño de Dios —su iglesia, comprada con su propia sangre* —sobre quien el Espíritu Santo los ha designado ancianos.*
Hch 20:29 Sé que, después de mi salida, vendrán en medio de ustedes falsos maestros como lobos rapaces y no perdonarán al rebaño.
Hch 20:30 Incluso algunos hombres de su propio grupo se levantarán y distorsionarán la verdad para poder juntar seguidores.
Hch 20:31 ¡Cuidado! Recuerden los tres años que pasé con ustedes —de día y de noche mi constante atención y cuidado —así como mis muchas lágrimas por cada uno de ustedes.
Hch 20:32 »Y ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su gracia, que tiene poder para edificarlos y darles una herencia junto con todos los que él ha consagrado para sí mismo.
Hch 20:33 »Yo nunca he codiciado la plata ni el oro ni la ropa de nadie.
Hch 20:34 Ustedes saben que mis dos manos han trabajado para satisfacer mis propias necesidades e incluso las necesidades de los que estuvieron conmigo.
Hch 20:35 Y he sido un ejemplo constante de cómo pueden ayudar con trabajo y esfuerzo a los que están en necesidad. Deben recordar las palabras del Señor Jesús: “Hay más bendición en dar que en recibir”».
Hch 20:36 Cuando Pablo terminó de hablar, se arrodilló y oró con ellos.
Hch 20:37 Todos lloraban mientras lo abrazaban y le daban besos de despedida.
Hch 20:38 Estaban tristes principalmente porque les había dicho que nunca más volverían a verlo. Luego lo acompañaron hasta el barco.

SALMO 34

Sal 34:1 Alabaré al SEÑOR en todo tiempo; a cada momento pronunciaré sus alabanzas.
Sal 34:2 Sólo en el SEÑOR me jactaré; que todos los indefensos cobren ánimo.
Sal 34:3 Vengan, contemos de las grandezas del SEÑOR; exaltemos juntos su nombre.
Sal 34:4 Oré al SEÑOR, y él me respondió; me libró de todos mis temores.
Sal 34:5 Los que buscan su ayuda, estarán radiantes de alegría; ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro.
Sal 34:6 En mi desesperación oré, y el SEÑOR me escuchó; me salvó de todas mis dificultades.
Sal 34:7 Pues el ángel del SEÑOR es un guardián; rodea y defiende a todos los que le temen.
Sal 34:8 Prueben y vean que el SEÑOR es bueno; ¡qué alegría para los que se refugian en él!
Sal 34:9 Teman al SEÑOR, ustedes los de su pueblo santo, pues los que le temen tendrán todo lo que necesitan.
Sal 34:10 Hasta los leones jóvenes y fuertes a veces pasan hambre, pero a los que confían en el SEÑOR no les faltará ningún bien.
Sal 34:11 Vengan, hijos míos, y escúchenme, y les enseñaré a temer al SEÑOR.
Sal 34:12 ¿Quieres vivir una vida larga y próspera?
Sal 34:13 ¡Entonces refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras!
Sal 34:14 Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y esfuérzate por mantenerla.
Sal 34:15 Los ojos del SEÑOR están sobre los que hacen lo bueno; sus oídos están abiertos a sus gritos de auxilio.
Sal 34:16 Pero el SEÑOR aparta su rostro de los que hacen lo malo; borrará todo recuerdo de ellos de la faz de la tierra.
Sal 34:17 El SEÑOR oye a los suyos cuando claman a él por ayuda; los rescata de todas sus dificultades.
Sal 34:18 El SEÑOR está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado.
Sal 34:19 La persona íntegra enfrenta muchas dificultades, pero el SEÑOR llega al rescate en cada ocasión.
Sal 34:20 Pues el SEÑOR protege los huesos de los justos; ¡ni uno solo es quebrado!
Sal 34:21 Sin duda, la calamidad alcanzará a los perversos, y los que odian a los justos serán castigados.
Sal 34:22 Pero el SEÑOR redimirá a los que le sirven; ninguno que se refugie en él será condenado.

LECTURA PARA LA NOCHE

ÉXODO 30-31

Éxo 30:1 »Después construye otro altar con madera de acacia para quemar incienso.
Éxo 30:2 Hazlo cuadrado, de cuarenta y seis centímetros de largo y de ancho, y noventa y dos centímetros de alto,* con cuernos tallados en las esquinas de la misma pieza de madera del altar.
Éxo 30:3 Recubre de oro puro la parte superior, los lados y los cuernos del altar, y ponle una moldura de oro alrededor de todo el altar.
Éxo 30:4 Haz dos anillos de oro y sujétalos en dos lados opuestos del altar por debajo de la moldura de oro para que sostengan las varas que sirven para transportarlo.
Éxo 30:5 Haz las varas con madera de acacia y recúbrelas de oro.
Éxo 30:6 Coloca el altar del incienso justo afuera de la cortina interior que protege el arca del pacto,* frente a la tapa del arca —el lugar de la expiación— que cubre las tablas grabadas con las condiciones del pacto,* donde me encontraré contigo.
Éxo 30:7 »Cada mañana, cuando Aarón prepare las lámparas, deberá quemar incienso aromático sobre el altar.
Éxo 30:8 Y cada tarde, cuando encienda las lámparas, también quemará incienso en presencia del SEÑOR. Este acto deberá realizarse de generación en generación.
Éxo 30:9 No ofrecerás sobre ese altar incienso no sagrado, ni ninguna ofrenda quemada, ni ofrendas de granos ni ofrendas líquidas.
Éxo 30:10 »Una vez al año, Aarón deberá purificar* el altar untando los cuernos con sangre de la ofrenda que se hace para purificar al pueblo de su pecado. Esta ceremonia se llevará a cabo todos los años, de generación en generación, porque ese altar es el más santo del SEÑOR».
Éxo 30:11 Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés:
Éxo 30:12 «Cada vez que hagas un censo del pueblo de Israel, cada hombre contado tendrá que pagar al SEÑOR un rescate por sí mismo. Así ninguna plaga herirá a los israelitas cuando los cuentes.
Éxo 30:13 Cada persona contada tendrá que dar una pequeña pieza de plata como ofrenda sagrada al SEÑOR. (Este pago es de medio siclo,* según el siclo del santuario, que equivale a veinte geras).
Éxo 30:14 Todos los que hayan cumplido veinte años deben dar esa ofrenda sagrada al SEÑOR.
Éxo 30:15 Cuando presenten esta ofrenda al SEÑOR para purificar sus vidas y hacerse justos ante él,* el rico no dará más del monto establecido y el pobre no dará menos.
Éxo 30:16 Recibe el dinero del rescate de los israelitas y úsalo para cuidar el tabernáculo.* Esto hará que el SEÑOR se acuerde de los israelitas y servirá para purificarles su vida».
Éxo 30:17 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés:
Éxo 30:18 «Haz un lavamanos de bronce con una base también de bronce. Ubícalo entre el tabernáculo y el altar, y llénalo de agua.
Éxo 30:19 Allí Aarón y sus hijos se lavarán las manos y los pies.
Éxo 30:20 Tendrán que lavarse con agua cada vez que entren al tabernáculo para presentarse delante del SEÑOR y también cuando se acerquen al altar para quemar sus ofrendas especiales para el SEÑOR; de lo contrario, ¡morirán!
Éxo 30:21 Tendrán que lavarse las manos y los pies siempre, o morirán. Esta es una ley perpetua para Aarón y sus descendientes, tendrán que obedecerla de generación en generación».
Éxo 30:22 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés:
Éxo 30:23 «Recoge especias selectas —5,7 kilos de mirra pura; 2,9 kilos de canela aromática; 5,7 kilos de cálamo aromático;*
Éxo 30:24 y 5,7 kilos de casia* — calculado según el peso del siclo del santuario. Consigue también 3,8 litros de aceite de oliva.*
Éxo 30:25 Con la misma técnica que emplea un experto fabricante de incienso, combina estos ingredientes para elaborar el aceite sagrado de la unción.
Éxo 30:26 Utiliza este aceite sagrado para ungir el tabernáculo, el arca del pacto,
Éxo 30:27 la mesa y todos sus utensilios, el candelabro y todos sus accesorios, el altar del incienso,
Éxo 30:28 el altar de las ofrendas quemadas y todos sus utensilios, y el lavamanos con su base.
Éxo 30:29 Conságralos para que sean completamente santos. Después todo lo que tenga contacto con estos objetos se volverá santo.
Éxo 30:30 »Unge a Aarón y a sus hijos, a fin de consagrarlos para que me sirvan como sacerdotes.
Éxo 30:31 Y dile al pueblo de Israel: “Este aceite santo de la unción está reservado para mí de generación en generación.
Éxo 30:32 Nunca será usado para ungir a ninguna otra persona ni deberán preparar una mezcla igual para ustedes. Es aceite consagrado y tienen que tratarlo como tal.
Éxo 30:33 Cualquiera que prepare una mezcla igual a esta o unja a alguien que no sea un sacerdote será excluido de la comunidad”».
Éxo 30:34 Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: «Junta especias aromáticas —gotas de resina, caparazón de moluscos y gálbano— y mezcla estas especias aromáticas con incienso puro, todo en cantidades iguales.
Éxo 30:35 Con la misma técnica que emplea el fabricante de incienso, combina todas las especias y rocíalas con sal para producir un incienso puro y santo.
Éxo 30:36 Muele una parte de la mezcla hasta convertirla en un polvo fino y colócalo frente al arca del pacto,* donde me encontraré contigo en el tabernáculo. Todos deben tratar este incienso como algo sumamente santo.
Éxo 30:37 Nunca usen la fórmula para elaborar incienso para ustedes; está reservada para el SEÑOR, y deben tratarlo como algo santo.
Éxo 30:38 Cualquiera que prepare incienso igual a este para uso propio será excluido de la comunidad».
Éxo 31:1 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés:
Éxo 31:2 «Mira, he escogido específicamente a Bezalel, el hijo de Uri y nieto de Hur, de la tribu de Judá.
Éxo 31:3 Lo he llenado del Espíritu de Dios y le he dado gran sabiduría, capacidad y destreza en toda clase de artes manuales y oficios.
Éxo 31:4 Es un maestro artesano, experto en trabajar el oro, la plata y el bronce.
Éxo 31:5 Es hábil en grabar, en incrustar piedras preciosas y en tallar madera. ¡Es un maestro en todo trabajo artístico!
Éxo 31:6 »También he designado personalmente a Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, para que sea su ayudante. Además, he dotado de habilidades especiales a todos los expertos artesanos para que puedan hacer todo lo que te he mandado construir:
Éxo 31:7 el tabernáculo;* el arca del pacto;* la tapa del arca: el lugar de la expiación; todo el mobiliario del tabernáculo;
Éxo 31:8 la mesa y sus utensilios; el candelabro de oro puro con todos sus accesorios; el altar del incienso;
Éxo 31:9 el altar de las ofrendas quemadas con todos sus utensilios; el lavamanos con su base;
Éxo 31:10 las vestiduras finamente confeccionadas: las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón y las vestiduras que sus hijos llevarán puestas cuando ministren como sacerdotes;
Éxo 31:11 el aceite de la unción; y el incienso aromático para el Lugar Santo. Los artesanos deberán hacer todo tal como yo te he ordenado».
Éxo 31:12 Después el SEÑOR le dio a Moisés las siguientes instrucciones:
Éxo 31:13 «Dile a los israelitas: “Asegúrense de guardar mi día de descanso, porque el día de descanso es una señal del pacto entre ustedes y yo de generación en generación. Se ha establecido para que sepan que yo soy el SEÑOR, quien los hace santos.
Éxo 31:14 Deberán guardar el día de descanso, porque es un día santo para ustedes. Cualquiera que lo profane será ejecutado; y el que trabaje ese día será excluido de la comunidad.
Éxo 31:15 Tienen seis días en la semana para hacer su trabajo habitual, pero el séptimo día será un día de descanso absoluto, un día santo, dedicado al SEÑOR. Cualquiera que trabaje el día de descanso será ejecutado.
Éxo 31:16 El pueblo de Israel deberá guardar el día de descanso y conmemorarlo de generación en generación. Es una obligación del pacto para siempre.
Éxo 31:17 Es una señal perpetua de mi pacto con el pueblo de Israel. Pues en seis días el SEÑOR hizo los cielos y la tierra, pero en el séptimo dejó de trabajar y descansó”».
Éxo 31:18 Cuando el SEÑOR terminó de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas de piedra grabadas con las condiciones del pacto,* escritas por el dedo de Dios.

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