APOSENTO ALTO

martes, 20 de febrero de 2018

LECTURA BÍBLICA 20 DE FEBRERO

LECTURA PARA LA MAÑANA

MATEO    19:1-15

Mat 19:1 Cuando Jesús terminó de decir esas cosas, salió de Galilea y descendió a la región de Judea, al oriente del río Jordán.
Mat 19:2 Grandes multitudes lo siguieron, y él sanó a los enfermos.
Mat 19:3 Unos fariseos se acercaron y trataron de tenderle una trampa con la siguiente pregunta: —¿Se permite que un hombre se divorcie de su esposa por cualquier motivo?
Mat 19:4 Jesús respondió: —¿No han leído las Escrituras? Allí está escrito que, desde el principio, “Dios los hizo hombre y mujer”*.
Mat 19:5 Y agregó: “Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo”*.
Mat 19:6 Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido.
Mat 19:7 —Entonces —preguntaron —¿por qué dice Moisés en la ley que un hombre podría darle a su esposa un aviso de divorcio por escrito y despedirla?*
Mat 19:8 Jesús contestó: —Moisés permitió el divorcio sólo como una concesión ante la dureza del corazón de ustedes, pero no fue la intención original de Dios.
Mat 19:9 Y les digo lo siguiente: el que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio, a menos que la esposa le haya sido infiel.*
Mat 19:10 Entonces los discípulos le dijeron: —Si así son las cosas, ¡será mejor no casarse!
Mat 19:11 —No todos pueden aceptar esta palabra —dijo Jesús —. Sólo aquellos que reciben la ayuda de Dios.
Mat 19:12 Algunos nacen como eunucos, a otros los hacen eunucos, y otros optan por no casarse* por amor al reino del cielo. El que pueda, que lo acepte.
Mat 19:13 Cierto día, algunos padres llevaron a sus niños a Jesús para que pusiera sus manos sobre ellos y orara por ellos. Pero los discípulos regañaron a los padres por molestar a Jesús.
Mat 19:14 Pero Jesús dijo: «Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino del cielo pertenece a los que son como estos niños».
Mat 19:15 Y les puso las manos sobre la cabeza y los bendijo antes de irse.


HECHOS 26:1-18

Hch 26:1 Entonces Agripa le dijo a Pablo: «Tienes permiso para hablar en tu defensa». Así que Pablo, haciendo una seña con la mano, comenzó su defensa:
Hch 26:2 «Me considero afortunado, rey Agripa, de que sea usted quien oye hoy mi defensa en contra de todas estas acusaciones que han hecho los líderes judíos,
Hch 26:3 porque sé que usted es un experto en costumbres y controversias judías. Ahora, por favor, escúcheme con paciencia.
Hch 26:4 »Como bien saben los líderes judíos, desde mi temprana infancia recibí una completa capacitación judía entre mi propia gente y también en Jerusalén.
Hch 26:5 Ellos saben, si quisieran admitirlo, que he sido miembro de los fariseos, la secta más estricta de nuestra religión.
Hch 26:6 Ahora se me juzga por la esperanza en el cumplimiento de la promesa que Dios les hizo a nuestros antepasados.
Hch 26:7 De hecho, ésta es la razón por la cual las doce tribus de Israel adoran a Dios con celo día y noche, y participan de la misma esperanza que yo tengo. Aun así, Su Majestad, ¡ellos me acusan por tener esta esperanza!
Hch 26:8 ¿Por qué les parece increíble a todos ustedes que Dios pueda resucitar a los muertos?
Hch 26:9 »Yo solía creer que mi obligación era hacer todo lo posible para oponerme al nombre de Jesús de Nazaret.*
Hch 26:10 Por cierto, eso fue justo lo que hice en Jerusalén. Con la autorización de los sacerdotes principales, hice que muchos creyentes* de allí fueran enviados a la cárcel. Di mi voto en contra de ellos cuando los condenaban a muerte.
Hch 26:11 Muchas veces hice que los castigaran en las sinagogas para que maldijeran* a Jesús. Estaba tan violentamente en contra de ellos que los perseguí hasta en ciudades extranjeras.
Hch 26:12 »Cierto día, yo me dirigía a Damasco para cumplir esa misión respaldado por la autoridad y el encargo de los sacerdotes principales.
Hch 26:13 Cerca del mediodía, Su Majestad, mientras iba de camino, una luz del cielo, más intensa que el sol, brilló sobre mí y mis compañeros.
Hch 26:14 Todos caímos al suelo y escuché una voz que me decía en arameo*: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Es inútil que luches contra mi voluntad”*.
Hch 26:15 »“¿Quién eres, señor?” —pregunté. Y el Señor contestó: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
Hch 26:16 Ahora, ¡levántate! Pues me aparecí ante ti para designarte como mi siervo y testigo. Deberás contarle al mundo lo que has visto y lo que te mostraré en el futuro.
Hch 26:17 Y yo te rescataré de tu propia gente y de los gentiles*. Sí, te envío a los gentiles,
Hch 26:18 para que les abras los ojos, a fin de que pasen de la oscuridad a la luz, y del poder de Satanás a Dios. Entonces recibirán el perdón de sus pecados y se les dará un lugar entre el pueblo de Dios, el cual es apartado por la fe en mí”.



SALMO 42

Sal 42:1 Como el ciervo anhela las corrientes de las aguas, así te anhelo a ti, oh Dios.
Sal 42:2 Tengo sed de Dios, del Dios viviente. ¿Cuándo podré ir para estar delante de él?
Sal 42:3 Día y noche sólo me alimento de lágrimas, mientras que mis enemigos se burlan continuamente de mí diciendo: «¿Dónde está ese Dios tuyo?».
Sal 42:4 Se me destroza el corazón al recordar cómo solían ser las cosas: yo caminaba entre la multitud de adoradores, encabezaba una gran procesión hacia la casa de Dios, cantando de alegría y dando gracias en medio del sonido de una gran celebración.
Sal 42:5 ¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Lo alabaré otra vez, ¡mi Salvador y
Sal 42:6 mi Dios! Ahora estoy profundamente desalentado, pero me acordaré de ti, aun desde el lejano monte Hermón, donde nace el Jordán, desde la tierra del monte Mizar.
Sal 42:7 Oigo el tumulto de los embravecidos mares, mientras tus olas y las crecientes mareas me arrasan.
Sal 42:8 Pero cada día el SEÑOR derrama su amor inagotable sobre mí, y todas las noches entono sus cánticos y oro a Dios, que me da vida.
Sal 42:9 «¡Oh Dios, roca mía! —clamo—, ¿por qué me has olvidado? ¿Por qué tengo que andar angustiado, oprimido por mis enemigos?».
Sal 42:10 Sus insultos me parten los huesos. Se burlan diciendo: «¿Dónde está ese Dios tuyo?».
Sal 42:11 ¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Lo alabaré otra vez, ¡mi Salvador y mi Dios!

LECTURA PARA LA NOCHE

LEVÍTICO 14-15

Lev 14:1 El SEÑOR le dijo a Moisés:
Lev 14:2 «Las siguientes instrucciones son para los que buscan la purificación ceremonial de una enfermedad cutánea:* los que han sido sanados deben ser llevados al sacerdote,
Lev 14:3 quien los examinará en un lugar fuera del campamento. Si el sacerdote comprueba que alguien ha sanado de una enfermedad grave de la piel,
Lev 14:4 llevará a cabo una ceremonia de purificación, usando para ello dos aves vivas que estén ceremonialmente puras, un palo de cedro,* un hilo escarlata y una rama de hisopo.
Lev 14:5 El sacerdote mandará matar una de las aves sobre una vasija de barro llena de agua fresca.
Lev 14:6 Tomará el ave viva, el palo de cedro, el hilo escarlata y la rama de hisopo, y los mojará en la sangre del ave muerta sobre el agua fresca.
Lev 14:7 Luego el sacerdote rociará la sangre del ave muerta siete veces sobre la persona que está siendo purificada de la enfermedad cutánea. Después de purificar a la persona, el sacerdote soltará al ave viva en el campo abierto.
Lev 14:8 »Entonces, aquellos que están siendo purificados deberán lavar su ropa, rasurarse todo el cuerpo y bañarse con agua; así quedarán ceremonialmente puros y podrán regresar al campamento. Sin embargo, tendrán que permanecer fuera de su carpa durante siete días.
Lev 14:9 Al séptimo día, nuevamente deberán rasurarse todo el pelo de su cabeza, incluidas la barba y las cejas. También deberán lavar su ropa y bañarse con agua; entonces quedarán ceremonialmente puros.
Lev 14:10 »Al octavo día, cada persona que está siendo purificada debe llevar dos corderos sin defecto y una cordera de un año sin defecto, junto con una ofrenda de grano de seis kilos* de harina selecta humedecida con aceite de oliva, y un tercio de litro* de aceite de oliva.
Lev 14:11 Después el sacerdote oficiante presentará a la persona que será purificada, junto con las ofrendas, ante el SEÑOR a la entrada del tabernáculo.*
Lev 14:12 El sacerdote tomará uno de los corderos y el aceite de oliva y los ofrecerá como una ofrenda por la culpa y los levantará como una ofrenda especial ante el SEÑOR.
Lev 14:13 Luego matará al cordero en el área sagrada donde se matan las ofrendas por el pecado y las ofrendas quemadas. Al igual que la ofrenda por el pecado, la ofrenda por la culpa le pertenece al sacerdote; es una ofrenda sumamente santa.
Lev 14:14 Luego el sacerdote tomará un poco de la sangre de la ofrenda por la culpa y la untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que está siendo purificada.
Lev 14:15 »Después el sacerdote derramará un poco del aceite de oliva en la palma de su propia mano izquierda.
Lev 14:16 Mojará el dedo derecho en el aceite que tiene en la palma y rociará un poco del aceite siete veces ante el SEÑOR.
Lev 14:17 A continuación untará un poco del aceite que está en la palma sobre la sangre de la ofrenda por la culpa que está en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que está siendo purificada.
Lev 14:18 El sacerdote untará el resto del aceite que le quede en la mano sobre la cabeza del que está siendo purificado. Mediante este proceso el sacerdote purificará* a la persona ante el SEÑOR.
Lev 14:19 »Luego el sacerdote deberá presentar la ofrenda por el pecado para purificar a la persona que fue sanada de la enfermedad de la piel. Después, el sacerdote matará al animal que se usará para la ofrenda quemada
Lev 14:20 y la presentará sobre el altar junto con la ofrenda de grano. Mediante este proceso, el sacerdote purificará al que fue sanado y quedará ceremonialmente puro.
Lev 14:21 »Aquel que sea demasiado pobre y no tenga para comprar estas ofrendas podrá llevar un cordero para la ofrenda por la culpa, para que se levante como una ofrenda especial para purificación. También deberá llevar dos kilos* de harina selecta humedecida con aceite de oliva para la ofrenda de grano y una taza de aceite de oliva.
Lev 14:22 La ofrenda también debe incluir dos tórtolas o dos pichones de paloma, según sus posibilidades. Una de ellas deberá ser usada para la ofrenda por el pecado y la otra para la ofrenda quemada.
Lev 14:23 Al octavo día de la ceremonia de la purificación, la persona que está siendo purificada debe llevar las ofrendas al sacerdote en la presencia del SEÑOR a la entrada del tabernáculo.
Lev 14:24 Entonces el sacerdote tomará el cordero para la ofrenda por la culpa, junto con el aceite de oliva, y los levantará como una ofrenda especial para el SEÑOR.
Lev 14:25 Después matará al cordero para la ofrenda por la culpa. Tomará un poco de la sangre y la untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que se purifica.
Lev 14:26 »El sacerdote también derramará un poco del aceite de oliva en la palma de su propia mano izquierda.
Lev 14:27 Mojará el dedo derecho en el aceite de la palma y lo rociará siete veces ante el SEÑOR.
Lev 14:28 A continuación untará un poco del aceite que está en la palma de la mano sobre la sangre de la ofrenda por la culpa que está en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que está siendo purificada.
Lev 14:29 El sacerdote untará el resto del aceite que le quede en la mano sobre la cabeza del que está siendo purificado. Mediante este proceso, el sacerdote purificará a la persona ante el SEÑOR.
Lev 14:30 »Después el sacerdote ofrecerá las dos tórtolas o los dos pichones de paloma, según lo que la persona pueda pagar.
Lev 14:31 Una de las aves es una ofrenda por el pecado y la otra, una ofrenda quemada; serán presentadas junto con la ofrenda de grano. Mediante este proceso, el sacerdote purificará a la persona ante el SEÑOR.
Lev 14:32 Estas son las instrucciones para la purificación de los que se han recuperado de una enfermedad grave de la piel, pero no les alcanza para llevar las ofrendas que se requieren normalmente para la ceremonia de purificación».
Lev 14:33 Luego el SEÑOR les dijo a Moisés y Aarón:
Lev 14:34 «Cuando lleguen a Canaán, la tierra que les doy como posesión, puede que yo contamine con moho* algunas de las casas de su tierra.
Lev 14:35 El propietario de una casa así deberá acudir al sacerdote y decirle: “Parece que mi casa tiene algún tipo de moho”.
Lev 14:36 Antes que el sacerdote entre a inspeccionar la casa, deberá vaciarla con el fin de que nada de lo que hay dentro sea declarado ceremonialmente impuro.
Lev 14:37 Entonces el sacerdote entrará en la casa y examinará el moho de las paredes. Si encuentra manchas verdosas o rojizas y la contaminación parece estar más profunda que la superficie de la pared,
Lev 14:38 el sacerdote saldrá por la puerta y pondrá la casa en cuarentena durante siete días.
Lev 14:39 Al séptimo día, el sacerdote regresará para inspeccionarla nuevamente. Si encuentra que el moho de las paredes se ha extendido,
Lev 14:40 mandará quitar las piedras de las áreas contaminadas. Luego, el material contaminado será llevado fuera de la ciudad a un lugar designado como ceremonialmente impuro.
Lev 14:41 Entonces se deberá raspar a fondo las paredes de todo el interior de la casa y tirar el material raspado en el lugar impuro fuera de la ciudad.
Lev 14:42 Se traerán piedras nuevas en lugar de las que se han quitado y volverán a cubrirse las paredes con yeso.
Lev 14:43 »Sin embargo, si el moho vuelve a aparecer después de que todas las piedras hayan sido reemplazadas y las paredes hayan sido raspadas y recubiertas con yeso,
Lev 14:44 el sacerdote deberá regresar a la casa y examinarla de nuevo. Si encuentra que el moho se ha extendido, es evidente que las paredes han sido afectadas con un moho grave, y la casa está totalmente contaminada.
Lev 14:45 Deberá ser demolida y todas sus piedras, maderas y yeso deberán ser llevados fuera de la ciudad al lugar designado como ceremonialmente impuro.
Lev 14:46 Los que entren en la casa durante el tiempo de cuarentena quedarán ceremonialmente impuros hasta el anochecer,
Lev 14:47 y todos los que duerman o coman en la casa deberán lavar su ropa.
Lev 14:48 »Si el sacerdote regresa para su inspección y encuentra que el moho no ha vuelto a aparecer en la casa después de haber sido cubiertas las paredes con yeso, declarará pura la casa porque es evidente que el moho ha desaparecido.
Lev 14:49 Para purificar la casa, el sacerdote deberá tomar dos aves, un palo de cedro, un poco de hilo escarlata y una rama de hisopo.
Lev 14:50 Matará una de las aves sobre una vasija de barro llena de agua fresca.
Lev 14:51 Tomará el palo de cedro, la rama de hisopo, el hilo escarlata y el ave viva, y los mojará en la sangre del ave muerta y en el agua fresca. Luego rociará la casa siete veces.
Lev 14:52 Cuando el sacerdote haya purificado la casa exactamente de esta forma,
Lev 14:53 soltará al ave viva en el campo abierto fuera de la ciudad. Mediante este proceso, el sacerdote purificará la casa y quedará ceremonialmente pura.
Lev 14:54 »Estas son las instrucciones para tratar enfermedades graves de la piel,* que incluyen llagas costrosas,
Lev 14:55 moho* —tanto sobre la ropa como en una casa—,
Lev 14:56 hinchazón de la piel, erupciones, o decoloración de la piel.
Lev 14:57 Este procedimiento determinará si una persona u objeto es ceremonialmente puro o impuro. »Estas son las instrucciones con respecto a las enfermedades de la piel y al moho».
Lev 15:1 El SEÑOR les dijo a Moisés y a Aarón:
Lev 15:2 «Den las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: cualquier hombre que tenga una secreción corporal es ceremonialmente impuro.
Lev 15:3 Su secreción causa contaminación, ya sea que esta continúe o pare. En cualquiera de los dos casos, el hombre es impuro.
Lev 15:4 Cualquier cama en la que duerma el hombre con la secreción y cualquier cosa sobre la que se siente será ceremonialmente impura.
Lev 15:5 De modo que si alguien toca la cama de ese hombre, tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
Lev 15:6 Si alguien se sienta donde el hombre con la secreción se sentó, entonces tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
Lev 15:7 Si toca al hombre con la secreción, tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
Lev 15:8 Si el hombre escupe a alguien, esa persona tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impura hasta el anochecer.
Lev 15:9 Cualquier manta de montar sobre la que cabalgue el hombre con la secreción quedará ceremonialmente impura.
Lev 15:10 Si alguien toca cualquier cosa que haya estado debajo de él, quedará impuro hasta el anochecer. Tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
Lev 15:11 Si el hombre toca a alguien sin primero haberse enjuagado las manos, esa persona tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
Lev 15:12 Cualquier vasija de barro que el hombre toque tendrá que romperse, cualquier utensilio de madera que toque, deberá enjuagarse con agua.
Lev 15:13 »Cuando el hombre con la secreción sane, deberá contar siete días para el período de purificación. Luego tendrá que lavar su ropa y se bañará con agua fresca, y quedará ceremonialmente puro.
Lev 15:14 Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma e irá ante el SEÑOR a la entrada del tabernáculo* y dará sus ofrendas al sacerdote.
Lev 15:15 Entonces el sacerdote presentará una de las aves como ofrenda por el pecado y la otra como ofrenda quemada. Mediante este proceso el sacerdote purificará* al hombre ante el SEÑOR por su secreción.
Lev 15:16 »Siempre que un hombre tenga una emisión de semen, deberá lavar todo su cuerpo con agua, y permanecerá ceremonialmente impuro hasta el próximo anochecer.*
Lev 15:17 Cualquier ropa o cuero que tenga semen tendrá que lavarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
Lev 15:18 Después de que un hombre y una mujer hayan tenido relaciones sexuales, los dos deberán lavarse con agua, y permanecerán impuros hasta el próximo anochecer.
Lev 15:19 »Cada vez que una mujer tenga su período menstrual, quedará ceremonialmente impura durante siete días. Cualquiera que la toque durante ese tiempo quedará impuro hasta el anochecer.
Lev 15:20 Cualquier cosa sobre la que se acueste o se siente la mujer durante su período menstrual quedará impura.
Lev 15:21 Si alguien llega a tocar la cama de la mujer, tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
Lev 15:22 Si alguien toca algún objeto sobre el cual ella se sentó, tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
Lev 15:23 Esto incluye la cama o cualquier objeto sobre el que ella se haya sentado; si alguien lo toca, quedará impuro hasta el anochecer.
Lev 15:24 Si un hombre tiene relaciones sexuales con ella y su sangre lo toca, la impureza menstrual se le transmitirá a él. Permanecerá impuro durante siete días, y cualquier cama sobre la que él se acueste será impura.
Lev 15:25 »Si una mujer tiene durante muchos días un flujo de sangre que no está relacionado con su período menstrual, o si el sangrado continúa más tiempo de su período normal, es ceremonialmente impura. Al igual que durante su período menstrual, la mujer permanecerá impura todo el tiempo que le dure la secreción.
Lev 15:26 Cualquier cama sobre la que ella se acueste o cualquier objeto sobre el cual ella se siente durante ese tiempo quedará impuro, al igual que durante su período menstrual normal.
Lev 15:27 Cualquiera de ustedes que toque estas cosas quedará ceremonialmente impuro. Tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
Lev 15:28 »Cuando termine el sangrado, ella deberá contar siete días y después quedará ceremonialmente pura.
Lev 15:29 Al octavo día llevará dos tórtolas o dos pichones de paloma y los entregará al sacerdote a la entrada del tabernáculo.
Lev 15:30 El sacerdote ofrecerá una tórtola como ofrenda por el pecado y la otra como ofrenda quemada. Mediante este proceso, el sacerdote la purificará ante el SEÑOR por la impureza ceremonial causada por su sangrado.
Lev 15:31 »Así es cómo ustedes protegerán al pueblo de Israel de la impureza ceremonial. De lo contrario, ellos morirían, porque su impureza contaminaría mi tabernáculo que está en medio de ellos.
Lev 15:32 Estas son las instrucciones que tienen que ver con todo el que tiene secreciones corporales: un hombre que queda impuro a causa de una emisión de semen
Lev 15:33 o una mujer durante su período menstrual. Son aplicables a cualquier hombre o mujer que tenga una secreción corporal, y a un hombre que tenga relaciones sexuales con una mujer que esté ceremonialmente impura».

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