APOSENTO ALTO

sábado, 24 de febrero de 2018

LECTURA BÍBLICA 24 DE FEBRERO

LECTURA PARA LA MAÑANA

MATEO    21:1-11

Mat 21:1 Mientras Jesús y los discípulos se acercaban a Jerusalén, llegaron a la ciudad de Betfagé, en el monte de los Olivos. Jesús mandó a dos de ellos que se adelantaran.
Mat 21:2 «Vayan a la aldea que está allí —les dijo —. En cuanto entren, verán una burra atada junto con su cría. Desaten a los dos animales y tráiganmelos.
Mat 21:3 Si alguien les pregunta qué están haciendo, simplemente digan: “El Señor los necesita”, entonces les permitirá llevárselos de inmediato».
Mat 21:4 Eso ocurrió para se cumpliera la profecía que decía:
Mat 21:5 «Dile a la gente de Jerusalén:* “Mira, tu Rey viene hacia ti. Es humilde y llega montado en un burro: montado en la cría de una burra”»*.
Mat 21:6 Los dos discípulos hicieron tal como Jesús les había ordenado.
Mat 21:7 Llevaron la burra y su cría, pusieron sus prendas sobre la cría, y Jesús se sentó allí.*
Mat 21:8 De la multitud presente, la mayoría tendió sus prendas sobre el camino delante de él, y otros cortaron ramas de los árboles y las extendieron sobre el camino.
Mat 21:9 Jesús estaba en el centro de la procesión, y toda la gente que lo rodeaba gritaba: «¡Alaben a Dios* por el Hijo de David! ¡Bendiciones al que viene en el nombre del SEÑOR! ¡Alaben a Dios en el cielo más alto!»*.
Mat 21:10 Toda la ciudad de Jerusalén estaba alborotada a medida que Jesús entraba. «¿Quién es éste?» —preguntaban.
Mat 21:11 Y las multitudes contestaban: «Es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea».


HECHOS 28:1-16

Hch 28:1 Una vez a salvo en la costa, nos enteramos de que estábamos en la isla de Malta.
Hch 28:2 La gente de la isla fue muy amable con nosotros. Hacía frío y llovía, entonces encendieron una fogata en la orilla para recibirnos.
Hch 28:3 Mientras Pablo juntaba una brazada de leña y la echaba en el fuego, una serpiente venenosa que huía del calor lo mordió en la mano.
Hch 28:4 Los habitantes de la isla, al ver la serpiente colgando de su mano, se decían unos a otros: «¡Sin duda éste es un asesino! Aunque se salvó del mar, la justicia no le permitirá vivir».
Hch 28:5 Pero Pablo se sacudió la serpiente en el fuego y no sufrió ningún daño.
Hch 28:6 La gente esperaba que él se hinchara o que cayera muerto de repente. Pero, después de esperar y esperar y ver que estaba ileso, cambiaron de opinión y llegaron a la conclusión de que Pablo era un dios.
Hch 28:7 Cerca de la costa adonde llegamos, había una propiedad que pertenecía a Publio, el funcionario principal de la isla. Él nos recibió y nos atendió con amabilidad por tres días.
Hch 28:8 Dio la casualidad de que el padre de Publio estaba enfermo con fiebre y disentería. Pablo entró a verlo, oró por él, puso sus manos sobre él y lo sanó.
Hch 28:9 Entonces todos los demás enfermos de la isla también vinieron y fueron sanados.
Hch 28:10 Como resultado, nos colmaron de honores y, cuando llegó el tiempo de partir, la gente nos proveyó de todo lo que necesitaríamos para el viaje.
Hch 28:11 Tres meses después del naufragio, zarpamos en otro barco, que había pasado el invierno en la isla; era un barco de Alejandría que tenía como figura de proa a los dioses gemelos.*
Hch 28:12 Hicimos la primera parada en Siracusa,* donde nos quedamos tres días.
Hch 28:13 De allí navegamos hasta Regio.* Un día después, un viento del sur empezó a soplar, de manera que, al día siguiente, navegamos por la costa hasta Poteoli.
Hch 28:14 Allí encontramos a algunos creyentes,* quienes nos invitaron a pasar una semana con ellos. Y así llegamos a Roma.
Hch 28:15 Los hermanos de Roma se habían enterado de nuestra inminente llegada, y salieron hasta el Foro* por el Camino Apio para recibirnos. En Las Tres Tabernas* nos esperaba otro grupo. Cuando Pablo los vio, se animó y dio gracias a Dios.
Hch 28:16 Una vez que llegamos a Roma, a Pablo se le permitió hospedarse en un alojamiento privado, aunque estaba bajo la custodia de un soldado.


SALMO 46

Sal 46:1 Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad.
Sal 46:2 Por lo tanto, no temeremos cuando vengan terremotos y las montañas se derrumben en el mar.
Sal 46:3 ¡Que rujan los océanos y hagan espuma! ¡Que tiemblen las montañas mientras suben las aguas!. Interludio
Sal 46:4 Un río trae gozo a la ciudad de nuestro Dios, el hogar sagrado del Altísimo.
Sal 46:5 Dios habita en esa ciudad; no puede ser destruida; en cuanto despunte el día, Dios la protegerá.
Sal 46:6 ¡Las naciones se encuentran en un caos, y sus reinos se desmoronan! ¡La voz de Dios truena, y la tierra se derrite!
Sal 46:7 El SEÑOR de los Ejércitos Celestiales está entre nosotros; el Dios de Israel* es nuestra fortaleza. Interludio
Sal 46:8 Vengan, vean las obras gloriosas del SEÑOR: miren cómo trae destrucción sobre el mundo.
Sal 46:9 Él hace cesar las guerras en toda la tierra; quiebra el arco y rompe la lanza y quema con fuego los escudos.
Sal 46:10 «¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios! Toda nación me honrará. Seré honrado en el mundo entero».
Sal 46:11 El SEÑOR de los Ejércitos Celestiales está entre nosotros; el Dios de Israel es nuestra fortaleza. Interludio

LECTURA PARA LA NOCHE

LEVÍTICO 24-25

Lev 24:1 El SEÑOR le dijo a Moisés:
Lev 24:2 «Ordena al pueblo de Israel que traiga aceite puro de olivas prensadas para el alumbrado, y así mantener las lámparas continuamente encendidas.
Lev 24:3 Las lámparas del candelabro que está en el tabernáculo, frente a la cortina interior que protege el arca del pacto.* Aarón deberá mantener las lámparas encendidas en la presencia del SEÑOR toda la noche. Esta es una ley perpetua para el pueblo que se cumplirá de generación en generación.
Lev 24:4 Aarón y los sacerdotes se ocuparán de las lámparas que están en el candelabro de oro puro, a fin de que ardan continuamente en la presencia del SEÑOR.
Lev 24:5 »También deberás hornear doce panes de harina selecta, usarás cuatro kilos* para cada pan.
Lev 24:6 Pon los panes delante del SEÑOR sobre la mesa de oro puro y colócalos en dos hileras, con seis panes en cada hilera.
Lev 24:7 Pon un poco de incienso puro cerca de cada hilera para que sirva como una ofrenda representativa, una ofrenda especial presentada al SEÑOR.
Lev 24:8 Cada día de descanso colocarás este pan ante el SEÑOR como una ofrenda de parte de los israelitas; es un requisito del pacto eterno.
Lev 24:9 Los panes les pertenecerán a Aarón y a sus descendientes, quienes los comerán en un lugar sagrado, porque son sumamente santos. Los sacerdotes tendrán el derecho perpetuo de exigir esta porción de las ofrendas especiales presentadas al SEÑOR».
Lev 24:10 Cierto día, un hombre de madre israelita y de padre egipcio salió de su carpa y tuvo una pelea con un israelita.
Lev 24:11 Durante la pelea, el hijo de la madre israelita blasfemó el Nombre del SEÑOR* con una maldición. Así que llevaron a este hombre ante Moisés para ser juzgado. Su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri de la tribu de Dan.
Lev 24:12 Lo tuvieron bajo vigilancia hasta que les fuera clara la voluntad del SEÑOR sobre este asunto.
Lev 24:13 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés:
Lev 24:14 «Saca al blasfemo fuera del campamento, y diles a los que escucharon la maldición que pongan las manos sobre la cabeza del blasfemo. Después permite que toda la comunidad lo mate a pedradas.
Lev 24:15 Dile al pueblo de Israel: los que maldigan a su Dios serán castigados por su pecado.
Lev 24:16 Todo el que blasfeme el Nombre del SEÑOR morirá apedreado por toda la comunidad de Israel. Cualquier israelita de nacimiento o extranjero entre ustedes que blasfeme el Nombre del SEÑOR será ejecutado.
Lev 24:17 »El que le quite la vida a otra persona será ejecutado.
Lev 24:18 »El que mate a un animal que pertenece a otra persona tendrá que reponerlo: un animal vivo por el muerto.
Lev 24:19 »El que hiera a una persona recibirá la misma herida que haya hecho:
Lev 24:20 fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente. Lo que uno haga para lastimar a otro, eso mismo deberá recibir.
Lev 24:21 »El que mate a un animal tendrá que reponerlo, pero el que mate a una persona será ejecutado.
Lev 24:22 »La misma ley es aplicable tanto para los israelitas de nacimiento como para los extranjeros que viven entre ustedes. Yo soy el SEÑOR su Dios».
Lev 24:23 Después que Moisés dio todas estas instrucciones a los israelitas, sacaron al blasfemo fuera del campamento y lo apedrearon a muerte. Los israelitas hicieron tal como el SEÑOR le había ordenado a Moisés.
Lev 25:1 Cuando Moisés estaba en el monte Sinaí, el SEÑOR le dijo:
Lev 25:2 «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: cuando hayas entrado en la tierra que te doy, la tierra misma deberá guardar un año de descanso ante el SEÑOR cada siete años.
Lev 25:3 Durante seis años podrás sembrar tus campos, podar tus viñedos y recoger tus cosechas,
Lev 25:4 pero durante el séptimo año la tierra deberá tener un año completo para descansar. Es el descanso del SEÑOR. No siembres tus campos ni podes tus viñedos durante ese año.
Lev 25:5 No almacenes las cosechas que crezcan por sí solas ni recojas las uvas de tus vides no podadas. La tierra deberá tener un año completo para descansar.
Lev 25:6 Se te permite comer de todo lo que produzca la tierra por sí sola durante su descanso. Esto es aplicable a ti, a tus sirvientes, a tus obreros contratados y a los residentes temporales que viven contigo.
Lev 25:7 A tu ganado y a los animales salvajes en tu tierra también se les permitirá comer de lo que produzca la tierra.
Lev 25:8 »Además, contarás siete años de descanso, siete conjuntos de siete años, que suman cuarenta y nueve años en total.
Lev 25:9 Entonces, en el Día del Perdón del año cincuenta,* haz un fuerte y prolongado toque del cuerno de carnero por todo el país.
Lev 25:10 Aparta este año como un año santo, un tiempo para proclamar libertad por toda la tierra para todos los que viven allí. Será un año de jubileo para ti, cuando puedes volver a la tierra que pertenecía a tus antepasados y regresar a tu propio clan.
Lev 25:11 Este año cincuenta será de jubileo para ti. Durante ese año no deberás sembrar tus campos ni almacenar ninguno de los cultivos que crezcan por sí solos, ni recoger las uvas de tus vides no podadas.
Lev 25:12 Será un año de jubileo para ti y deberás mantenerlo santo. Sin embargo, se te permite comer de todo lo que la tierra produzca por sí sola.
Lev 25:13 En el año de jubileo a cada uno se le permite regresar a la tierra que les pertenecía a sus antepasados.
Lev 25:14 »Cuando hagas un acuerdo con tu vecino para comprar o para vender alguna propiedad, no se aproveche el uno del otro.
Lev 25:15 Cuando compres un terreno de tu vecino, el precio que pagues deberá estar basado en el número de años desde el último jubileo. El vendedor debe fijar el precio considerando el número de años que faltan para el siguiente año de jubileo.
Lev 25:16 Mientras más años faltan para el siguiente jubileo, más alto será el precio; mientras menos años, menor será el precio. Después de todo, la persona que vende la tierra en realidad está vendiendo una cierta cantidad de cosechas.
Lev 25:17 Muestra tu temor al SEÑOR al no aprovecharse el uno del otro. Yo soy el SEÑOR tu Dios.
Lev 25:18 »Si quieres vivir con seguridad en la tierra, sigue mis decretos y obedece mis ordenanzas.
Lev 25:19 Entonces la tierra te dará abundantes cosechas, comerás hasta saciarte y vivirás con seguridad.
Lev 25:20 Pero puede que preguntes: “¿Qué comeremos durante el año séptimo, ya que no se nos permite sembrar ni cosechar en ese año?”.
Lev 25:21 Ten por seguro que yo te enviaré mi bendición en el sexto año, de modo que la tierra producirá una cosecha abundante, suficiente para tres años.
Lev 25:22 Cuando siembres tus campos en el octavo año, todavía estarás comiendo de la abundante cosecha del sexto año. De hecho, aún estarás comiendo de la abundante cosecha cuando recojas la nueva cosecha en el noveno año.
Lev 25:23 »La tierra no debe venderse a perpetuidad, porque la tierra es mía. Tú sólo eres un extranjero y un arrendatario que trabaja para mí.
Lev 25:24 »Con cada compra de tierra tienes que concederle al vendedor el derecho de volver a comprarla.
Lev 25:25 Si uno de tus hermanos israelitas se empobrece y se ve obligado a vender alguna propiedad familiar, un pariente cercano debería comprarla para él.
Lev 25:26 Si no hay un pariente cercano para comprar la propiedad, pero la persona que la vendió consigue suficiente dinero para volver a comprarla,
Lev 25:27 entonces la persona tendrá el derecho de recuperarla del que la compró. Se descontará el precio de la tierra según el número de años que faltan para el siguiente año de jubileo. De esta forma el primer propietario podrá regresar a su tierra.
Lev 25:28 Sin embargo, si al primer propietario no le alcanza para volver a comprar la propiedad, esta quedará en poder del nuevo propietario hasta el siguiente año de jubileo. En el año de jubileo, la propiedad volverá a los primeros dueños, a fin de que ellos puedan regresar a la tierra de su familia.
Lev 25:29 »Si alguien vende una casa dentro de una ciudad amurallada, esta persona tiene el derecho de volver a comprarla durante el período de un año completo después de la venta. Durante ese año, el vendedor tiene el derecho de volver a comprarla.
Lev 25:30 Sin embargo, si no vuelve a comprarla en el plazo de un año, la venta de la casa dentro de la ciudad amurallada no podrá revertirse. Será la propiedad permanente del comprador. No se le regresará al primer propietario en el año de jubileo.
Lev 25:31 Pero una casa en una aldea —un asentamiento sin murallas— será considerada como una propiedad en el campo. Está permitido volver a comprar esa casa en cualquier momento, y deberá regresarse a su primer propietario en el año de jubileo.
Lev 25:32 »Los levitas siempre tienen el derecho de volver a comprar una casa que vendan dentro de las ciudades que se les asignaron.
Lev 25:33 Y cualquier propiedad que los levitas vendan —todas las casas dentro de las ciudades de los levitas— tendrá que ser devuelta en el año de jubileo. Después de todo, las casas dentro de las ciudades reservadas para los levitas son las únicas propiedades que ellos poseen en todo Israel.
Lev 25:34 Los pastizales que rodean las ciudades de los levitas nunca podrán venderse. Es su posesión perpetua.
Lev 25:35 »Si alguno de tus hermanos israelitas se empobrece y no puede sostenerse a sí mismo, ayúdalo como lo harías con un extranjero o un residente temporal y permítele vivir contigo.
Lev 25:36 No le cobres intereses ni obtengas una ganancia a costa de él. En cambio, muestra tu temor a Dios al permitirle que viva contigo como si fuera un pariente.
Lev 25:37 Recuerda, no le cobres intereses sobre el dinero que le prestes ni obtengas una ganancia con los alimentos que le vendas.
Lev 25:38 Yo soy el SEÑOR tu Dios, quien te sacó de la tierra de Egipto para darte la tierra de Canaán y para ser tu Dios.
Lev 25:39 »Si uno de tus hermanos israelitas se empobrece y se ve obligado a venderse a ti, no lo trates como a un esclavo.
Lev 25:40 En cambio trátalo como a obrero contratado o como a un residente temporal que vive contigo, y trabajará para ti únicamente hasta el año de jubileo.
Lev 25:41 Entonces, él y sus hijos ya no tendrán ninguna obligación contigo, y regresarán a su clan y a la tierra que se asignó a sus antepasados.
Lev 25:42 Los israelitas son mis siervos, a quienes yo saqué de la tierra de Egipto, de modo que nunca deben ser vendidos como esclavos.
Lev 25:43 Muestra tu temor a Dios al no tratarlos con dureza.
Lev 25:44 »Sin embargo, podrás comprar esclavos y esclavas de entre las naciones vecinas.
Lev 25:45 También podrás comprar a los hijos de los residentes temporales que vivan entre ustedes, incluidos los que hayan nacido en tu tierra. Podrás considerarlos como tu propiedad,
Lev 25:46 y los dejarás como herencia permanente a tus hijos. Podrás tratarlos como esclavos, pero nunca deberás tratar a tus hermanos israelitas de esa manera.
Lev 25:47 »Supongamos que un extranjero o un residente temporal se enriquece mientras vive entre ustedes. Si uno de tus hermanos israelitas se empobrece y se ve obligado a venderse a dicho extranjero o a un miembro de su familia,
Lev 25:48 aun así mantendrá el derecho de que alguien page rescate por él, incluso después de haber sido comprado. Un hermano lo puede volver a comprar,
Lev 25:49 también un tío o un primo. De hecho, cualquier pariente cercano podrá rescatarlo. También podrá redimirse a sí mismo si ha prosperado.
Lev 25:50 Tendrá que negociar el precio de su libertad con la persona que lo compró. El precio se basará en el número de años desde el tiempo en que se vendió hasta el siguiente año de jubileo, es decir, lo que costaría contratar a un obrero durante ese período de tiempo.
Lev 25:51 Si aún faltan muchos años para el jubileo, entonces devolverá una parte en proporción a lo que recibió cuando se vendió a sí mismo.
Lev 25:52 Si sólo faltan unos cuantos años para el año de jubileo, entonces sólo pagará una pequeña cantidad por su redención.
Lev 25:53 El extranjero deberá tratarlo como a un obrero con contrato anual. No permitirás que un extranjero trate a ninguno de tus hermanos israelitas con dureza.
Lev 25:54 Si algún israelita aún no ha sido rescatado cuando llegue el año de jubileo, él y sus hijos deberán ser puestos en libertad en ese tiempo.
Lev 25:55 Pues los hijos de Israel me pertenecen. Son mis siervos, a quienes saqué de la tierra de Egipto. Yo soy el SEÑOR su Dios.

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