APOSENTO ALTO

viernes, 23 de febrero de 2018

LECTURA BÍBLICA 23 DE FEBRERO

LECTURA PARA LA MAÑANA

MATEO    20:17-34

Mat 20:17 Mientras Jesús subía a Jerusalén, llevó a los doce discípulos aparte y les contó en privado lo que le iba a suceder.
Mat 20:18 «Escuchen —les dijo—, subimos a Jerusalén, donde el Hijo del Hombre* será traicionado y entregado a los principales sacerdotes y a los maestros de la ley religiosa. Lo condenarán a muerte.
Mat 20:19 Luego lo entregarán a los romanos* para que se burlen de él, lo azoten con un látigo y lo crucifiquen. Pero, al tercer día, se levantará de los muertos».
Mat 20:20 Entonces la madre de Santiago y de Juan, hijos de Zebedeo, se acercó con sus hijos a Jesús. Se arrodilló respetuosamente para pedirle un favor.
Mat 20:21 —¿Cuál es tu petición? —le preguntó Jesús. La mujer contestó: —Te pido por favor que permitas que, en tu reino, mis dos hijos se sienten en lugares de honor a tu lado, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
Mat 20:22 Pero Jesús les respondió a ellos: —¡No saben lo que piden! ¿Acaso pueden beber de la copa amarga de sufrimiento que yo estoy a punto de beber? —Claro que sí —contestaron ellos—, ¡podemos!
Mat 20:23 Jesús les dijo: —Es cierto, beberán de mi copa amarga; pero no me corresponde a mí decir quién se sentará a mi derecha o a mi izquierda. Mi Padre preparó esos lugares para quienes él ha escogido.
Mat 20:24 Cuando los otros diez discípulos oyeron lo que Santiago y Juan habían pedido, se indignaron.
Mat 20:25 Pero Jesús los reunió a todos y les dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de este mundo tratan a su pueblo con prepotencia y los funcionarios hacen alarde de su autoridad frente a los súbditos.
Mat 20:26 Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente,
Mat 20:27 y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá convertirse en esclavo.
Mat 20:28 Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos».
Mat 20:29 Mientras Jesús y sus discípulos salían de la ciudad de Jericó, una gran multitud los seguía.
Mat 20:30 Dos hombres ciegos estaban sentados junto al camino. Cuando oyeron que Jesús venía en dirección a ellos, comenzaron a gritar: «¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!».
Mat 20:31 «¡Cállense!» —les gritó la multitud. Pero los dos ciegos gritaban aún más fuerte: «¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!».
Mat 20:32 Cuando Jesús los oyó, se detuvo y los llamó: —¿Qué quieren que haga por ustedes?
Mat 20:33 —Señor —dijeron—, ¡queremos ver!
Mat 20:34 Jesús se compadeció de ellos y les tocó los ojos. ¡Al instante pudieron ver! Luego lo siguieron.


HECHOS 27:27-44

Hch 27:27 Como a la medianoche de la decimocuarta noche de la tormenta, mientras los vientos nos empujaban por el mar Adriático,* los marineros presintieron que había tierra cerca.
Hch 27:28 Arrojaron una cuerda con una pesa y descubrieron que el agua tenía treinta y siete metros de profundidad. Pero, un poco después, volvieron a medir y vieron que sólo había veintisiete metros de profundidad.*
Hch 27:29 A la velocidad que íbamos, ellos tenían miedo de que pronto fuéramos arrojados contra las rocas que estaban a lo largo de la costa; así que echaron cuatro anclas desde la parte trasera del barco y rezaron que amaneciera.
Hch 27:30 Luego los marineros trataron de abandonar el barco; bajaron el bote salvavidas como si estuvieran echando anclas desde la parte delantera del barco.
Hch 27:31 Pero Pablo les dijo al oficial al mando y a los soldados: «Todos ustedes morirán a menos que los marineros se queden a bordo».
Hch 27:32 Entonces los soldados cortaron las cuerdas del bote salvavidas y lo dejaron a la deriva.
Hch 27:33 Cuando empezó a amanecer, Pablo animó a todos a que comieran. «Ustedes han estado tan preocupados que no han comido nada en dos semanas —les dijo —.
Hch 27:34 Por favor, por su propio bien, coman algo ahora. Pues no perderán ni un solo cabello de la cabeza».
Hch 27:35 Así que tomó un poco de pan, dio gracias a Dios delante de todos, partió un pedazo y se lo comió.
Hch 27:36 Entonces todos se animaron y empezaron a comer,
Hch 27:37 los doscientos setenta y seis que estábamos a bordo.
Hch 27:38 Después de comer, la tripulación redujo aún más el peso del barco echando al mar la carga de trigo.
Hch 27:39 Cuando amaneció, no reconocieron la costa, pero vieron una bahía con una playa y se preguntaban si podrían llegar a la costa haciendo encallar el barco.
Hch 27:40 Entonces cortaron las anclas y las dejaron en el mar. Luego soltaron los timones, izaron las velas de proa y se dirigieron a la costa.
Hch 27:41 Pero chocaron contra un banco de arena y el barco encalló demasiado rápido. La proa del barco se clavó en la arena, mientras que la popa fue golpeada repetidas veces por la fuerza de las olas y comenzó a hacerse pedazos.
Hch 27:42 Los soldados querían matar a los prisioneros para asegurarse de que no nadaran hasta la costa y escaparan.
Hch 27:43 Pero el oficial al mando quería salvar a Pablo, así que no los dejó llevar a cabo su plan. Luego les ordenó a todos los que sabían nadar que saltaran por la borda primero y se dirigieran a tierra firme.
Hch 27:44 Los demás se sujetaron a tablas o a restos del barco destruido.* Así que todos escaparon a salvo hasta la costa.


SALMO 45

Sal 45:1 Hermosas palabras conmueven mi corazón por eso recitaré un bello poema acerca del rey, pues mi lengua es como la pluma de un hábil poeta.
Sal 45:2 Eres el más apuesto de todos; de tus labios se desprenden palabras amables. Dios mismo te ha bendecido para siempre.
Sal 45:3 ¡Ponte la espada, oh poderoso guerrero! ¡Eres tan glorioso, tan majestuoso!
Sal 45:4 Cabalga con majestad hacia la victoria y defiende la verdad, la humildad y la justicia. ¡Avanza para realizar obras imponentes!
Sal 45:5 Tus flechas son afiladas; traspasan el corazón de tus enemigos, y las naciones caen a tus pies.
Sal 45:6 Tu trono, oh Dios,* permanece por siempre y para siempre; tú gobiernas con un cetro de justicia.
Sal 45:7 Amas la justicia y odias la maldad. Por eso Dios —tu Dios —te ha ungido derramando el aceite de alegría sobre ti más que sobre cualquier otro.
Sal 45:8 Mirra, áloe y casia perfuman tu manto; en palacios de marfil, la música de cuerdas te entretiene.
Sal 45:9 Hijas de reyes hay entre las mujeres de tu corte; a tu derecha está la reina, ¡lleva joyas del oro más fino de Ofir!
Sal 45:10 Escúchame, oh hija de la realeza; toma en serio lo que te digo: olvídate de tu pueblo y de tu familia, que están lejos.
Sal 45:11 Pues tu esposo, el rey, se deleita en tu belleza; hónralo, porque él es tu señor.
Sal 45:12 La princesa de Tiro* te colmará de regalos; los ricos suplicarán tu favor.
Sal 45:13 La novia, una princesa, luce gloriosa en su vestido dorado.
Sal 45:14 Con sus hermosas vestiduras la llevan ante el rey, acompañada por sus damas de honor.
Sal 45:15 ¡Qué procesión tan alegre y entusiasta, cuando entran en el palacio del rey!
Sal 45:16 Tus hijos se convertirán en reyes como su padre; los harás gobernantes de muchas tierras.
Sal 45:17 Traeré honra a tu nombre en todas las generaciones; Por eso, las naciones te alabarán por siempre y para siempre.

LECTURA PARA LA NOCHE

LEVÍTICO 21-23

Lev 21:1 El SEÑOR le dijo a Moisés: «Da las siguientes instrucciones a los sacerdotes, los descendientes de Aarón: un sacerdote no debe tocar el cadáver de un pariente, pues al hacerlo queda ceremonialmente impuro.
Lev 21:2 La única excepción son sus parientes más cercanos: madre o padre, hijo o hija, hermano,
Lev 21:3 o hermana virgen que dependa de él por no tener esposo.
Lev 21:4 Pero un sacerdote no debe contaminarse y hacerse impuro por tocar el cadáver de alguien que esté relacionado con él sólo por matrimonio.
Lev 21:5 »Los sacerdotes no deben raparse la cabeza ni recortarse la barba, ni hacerse cortes en su cuerpo.
Lev 21:6 Deben ser apartados como santos para su Dios y nunca deshonrar el nombre de Dios. Deben ser santos, porque ellos son los que presentan las ofrendas especiales al SEÑOR, ofrendas de alimento para su Dios.
Lev 21:7 »No se permite a los sacerdotes casarse con una mujer contaminada por la prostitución, ni casarse con una mujer divorciada, porque los sacerdotes están separados como santos para su Dios.
Lev 21:8 Deberás tratarlos como santos porque ellos son los que ofrecen alimento a tu Dios. Debes considerarlos santos porque yo, el SEÑOR, soy santo y yo te hago santo.
Lev 21:9 »Si la hija de un sacerdote se contamina a sí misma al hacerse prostituta, ella también contamina la santidad de su padre, y deberá morir quemada.
Lev 21:10 »El sumo sacerdote tiene el rango más alto de todos los sacerdotes. El aceite de la unción fue derramado sobre su cabeza y él fue ordenado para que lleve las vestiduras sacerdotales. Nunca debe tener el cabello despeinado* ni rasgar sus vestiduras.
Lev 21:11 No debe contaminarse a sí mismo al acercarse a un cadáver. No se le permite hacerse ceremonialmente impuro ni aun por su padre o su madre.
Lev 21:12 No deberá contaminar el santuario de su Dios al dejarlo para atender a un muerto, porque fue hecho santo mediante el aceite de la unción de su Dios. Yo soy el SEÑOR.
Lev 21:13 »Al sumo sacerdote se le permite casarse únicamente con una virgen.
Lev 21:14 No se le permite casarse con una viuda, ni con una divorciada, ni con una mujer contaminada por la prostitución. Tiene que ser una virgen de su propio clan,
Lev 21:15 para que no deshonre a los descendientes de su clan, porque yo soy el SEÑOR quien lo hace santo».
Lev 21:16 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés:
Lev 21:17 «Da las siguientes instrucciones a Aarón: en las generaciones futuras, ninguno de tus descendientes que tenga algún defecto físico será apto para ofrecer alimento a su Dios.
Lev 21:18 Nadie que tenga un defecto será apto, ya sea ciego, cojo, desfigurado, deforme,
Lev 21:19 que tenga un pie o un brazo roto,
Lev 21:20 jorobado, enano, que tenga defecto en un ojo, que tenga llagas o costras en la piel, o que tenga los testículos dañados.
Lev 21:21 No se le permite a ningún descendiente de Aarón que tenga algún defecto acercarse al altar para presentar ofrendas especiales al SEÑOR. Ya que tiene un defecto, no se le permite acercarse al altar para ofrecer alimento a su Dios.
Lev 21:22 Sin embargo, puede comer del alimento ofrecido a Dios, incluidas las ofrendas santas y las ofrendas sumamente santas.
Lev 21:23 Pero a causa de su defecto físico, no se le permite entrar en la sala detrás de la cortina interior ni acercarse al altar, porque esto contaminaría mi santuario. Yo soy el SEÑOR quien los hace santos».
Lev 21:24 Entonces Moisés les dio estas instrucciones a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas.
Lev 22:1 El SEÑOR le dijo a Moisés:
Lev 22:2 «Dile a Aarón y a sus hijos que sean muy cuidadosos con las ofrendas sagradas que los israelitas apartan para mí, a fin de que no deshonren mi santo nombre. Yo soy el SEÑOR.
Lev 22:3 Dales las siguientes instrucciones: en todas las generaciones futuras, si alguno de los descendientes de ustedes está ceremonialmente impuro cuando se acerque a las ofrendas sagradas que el pueblo de Israel le consagra al SEÑOR, esta persona tendrá que ser excluida de mi presencia. Yo soy el SEÑOR.
Lev 22:4 »Si algún descendiente de Aarón tiene una enfermedad de la piel* o cualquier clase de secreción que lo haga ceremonialmente impuro, no se le permite comer de las ofrendas sagradas hasta que haya sido declarado puro. También quedará impuro al tocar un cadáver o al tener una emisión de semen
Lev 22:5 o al tocar un animal pequeño que sea impuro o al tocar a alguien que por algún motivo esté ceremonialmente impuro.
Lev 22:6 El que se haya contaminado en cualquiera de estas formas permanecerá impuro hasta el anochecer. No se le permite comer de las ofrendas sagradas hasta que se haya bañado con agua.
Lev 22:7 Cuando el sol se ponga, volverá a quedar ceremonialmente puro y podrá comer de las ofrendas sagradas, porque este es su alimento.
Lev 22:8 No se le permite comer un animal que haya muerto de muerte natural o haya sido despedazado por los animales salvajes, porque esto lo contaminará. Yo soy el SEÑOR.
Lev 22:9 »Los sacerdotes deberán seguir mis instrucciones cuidadosamente. De lo contrario, serán castigados por su pecado y morirán por desobedecer mis instrucciones. Yo soy el SEÑOR quien los hace santos.
Lev 22:10 »A nadie fuera de la familia del sacerdote se le permite comer de las ofrendas sagradas. Ni siquiera los huéspedes ni los obreros contratados en el hogar del sacerdote podrán comerlas.
Lev 22:11 Sin embargo, si el sacerdote compra un esclavo, ese esclavo podrá comer de las ofrendas sagradas; y si sus esclavos tienen hijos, ellos también podrán comer de esas ofrendas.
Lev 22:12 Pero si la hija de un sacerdote se casa con alguien fuera de la familia de los sacerdotes, ella no podrá comer más de las ofrendas sagradas;
Lev 22:13 pero si queda viuda o se divorcia y no tiene hijos que la sostengan, y ella regresa a vivir a la casa de su padre como en su juventud, podrá volver a comer del alimento de su padre. Aparte de eso, nadie ajeno a la familia del sacerdote podrá comer de las ofrendas sagradas.
Lev 22:14 »Si una de esas personas come de las ofrendas sagradas sin darse cuenta, deberá pagarle al sacerdote por lo que comió, más un veinte por ciento adicional.
Lev 22:15 Los sacerdotes no deben permitir que los israelitas contaminen las ofrendas sagradas que llevan al SEÑOR
Lev 22:16 dejando que personas no autorizadas las coman. Eso los haría culpables y deberán pagar compensación. Yo soy el SEÑOR quien los hace santos».
Lev 22:17 El SEÑOR le dijo a Moisés:
Lev 22:18 «Da a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas estas instrucciones; son aplicables tanto para los israelitas de nacimiento como para los extranjeros que viven entre ustedes: si presentas una ofrenda quemada al SEÑOR, ya sea para cumplir un voto o como una ofrenda voluntaria,
Lev 22:19 serás* aceptado sólo si la ofrenda es un animal macho sin defecto. Podrá ser un toro, un carnero o un chivo.
Lev 22:20 No presentes un animal con defectos, porque el SEÑOR no lo aceptará a tu favor.
Lev 22:21 »Si presentas al SEÑOR una ofrenda de paz de la manada o del rebaño, ya sea para cumplir un voto o como ofrenda voluntaria, deberás ofrecer un animal perfecto. No se permite que tenga ninguna clase de defecto.
Lev 22:22 No debes ofrecer un animal ciego, cojo o herido, o que tenga una verruga, llagas en la piel o costras. Nunca ofrecerás tales animales al SEÑOR sobre el altar como ofrendas especiales.
Lev 22:23 Si un toro* o un cordero tuviera una pata más larga o más corta que las demás, se podrá presentar como una ofrenda voluntaria, pero no como una ofrenda para cumplir un voto.
Lev 22:24 Tampoco presentarás al SEÑOR un animal que tenga los testículos dañados o que esté castrado. No harás esto en tu propia tierra,
Lev 22:25 y no deberás aceptar animales así de los extranjeros y luego ofrecerlos como sacrificio a tu Dios. Dichos animales no serán aceptados a tu favor, porque están mutilados o tienen defectos».
Lev 22:26 El SEÑOR le dijo a Moisés:
Lev 22:27 «Cuando nazca un ternero, un cordero o un cabrito, deberá permanecer al lado de su madre durante siete días. A partir del octavo día será aceptable como una ofrenda especial para el SEÑOR.
Lev 22:28 No matarás a una cría y a su madre en el mismo día, ya sea de la manada o del rebaño.
Lev 22:29 Cuando lleves una ofrenda de agradecimiento al SEÑOR, sacrifícala de la forma apropiada para que seas aceptado.
Lev 22:30 Cómete todo el animal sacrificado en el día que lo presentes. No dejes nada del animal para la mañana siguiente. Yo soy el SEÑOR.
Lev 22:31 »Debes guardar fielmente todos mis mandatos poniéndolos en práctica, porque yo soy el SEÑOR.
Lev 22:32 No deshonres mi santo nombre, porque demostraré mi santidad entre el pueblo de Israel. Yo soy el SEÑOR quien te hace santo.
Lev 22:33 Yo fui el que te rescató de la tierra de Egipto para ser tu Dios. Yo soy el SEÑOR».
Lev 23:1 El SEÑOR le dijo a Moisés:
Lev 23:2 «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel. Estos son los festivales establecidos por el SEÑOR, los cuales ustedes proclamarán como días oficiales de asamblea santa:
Lev 23:3 tienes seis días en la semana para hacer tu trabajo habitual, pero el séptimo es un día de descanso absoluto, un día oficial de asamblea santa. Es el día de descanso del SEÑOR, y tendrás que guardarlo dondequiera que vivas.
Lev 23:4 »Además del día de descanso, estos son los festivales establecidos por el SEÑOR, los días oficiales para asamblea santa que deberán celebrarse en las fechas señaladas cada año.
Lev 23:5 »La Pascua del SEÑOR comienza a la caída del sol en el día catorce del primer mes.*
Lev 23:6 Al día siguiente, el día quince del mes, comenzarás a celebrar el Festival de los Panes sin Levadura. Este festival en honor al SEÑOR continúa por siete días, y durante ese tiempo, tendrás que preparar el pan que comas sin levadura.
Lev 23:7 El primer día del festival, todo el pueblo dejará el trabajo habitual y celebrará un día oficial de asamblea santa.
Lev 23:8 Durante siete días deberás presentar ofrendas especiales al SEÑOR. Al séptimo día, nuevamente el pueblo dejará todo su trabajo habitual para celebrar un día oficial de asamblea santa».
Lev 23:9 Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés:
Lev 23:10 «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel. Cuando entres en la tierra que te doy y recojas la primera cosecha, lleva al sacerdote el primer manojo de tu primera cosecha de grano.
Lev 23:11 Al día siguiente del día de descanso, el sacerdote la levantará ante el SEÑOR a fin de que sea aceptada a tu favor.
Lev 23:12 Ese mismo día deberás sacrificar un cordero de un año sin defecto como una ofrenda quemada al SEÑOR.
Lev 23:13 También presentarás una ofrenda de grano de cuatro kilos* de harina selecta humedecida con aceite de oliva. Será una ofrenda especial, aroma agradable al SEÑOR. Además, debes ofrecer un litro* de vino como ofrenda líquida.
Lev 23:14 No comas pan ni grano tostado o fresco antes de llevar la ofrenda a tu Dios. Ésta es una ley perpetua para ti, que se cumplirá de generación en generación dondequiera que vivas.
Lev 23:15 »A partir del día que sigue al día de descanso —el día en que lleves el manojo de grano para que sea levantado como una ofrenda especial— contarás siete semanas completas.
Lev 23:16 Cuenta hasta el día después del séptimo día de descanso, estos son cincuenta días después. Entonces presentarás al SEÑOR una ofrenda de grano nuevo.
Lev 23:17 Desde dondequiera que vivas, llevarás dos panes para ser levantados delante del SEÑOR como ofrenda especial. Prepara cada uno de los panes con cuatro kilos de harina selecta, y hornéalos con levadura. Serán una ofrenda al SEÑOR de la primera de tus cosechas.
Lev 23:18 Junto con el pan, presenta siete corderos de un año sin defecto, un becerro y dos carneros como ofrendas quemadas al SEÑOR. Estas ofrendas quemadas, junto con las ofrendas de grano y las ofrendas líquidas, serán una ofrenda especial, un aroma agradable al SEÑOR.
Lev 23:19 Luego deberás ofrecer un chivo como ofrenda por el pecado y dos corderos de un año como ofrenda de paz.
Lev 23:20 »El sacerdote levantará los dos corderos como una ofrenda especial al SEÑOR, junto con los panes que representan la primera de las cosechas. Estas ofrendas, que son santas para el SEÑOR, les pertenecen a los sacerdotes.
Lev 23:21 Ese mismo día será proclamado un día oficial de asamblea santa, un día en que no harás ningún trabajo habitual. Esta es una ley perpetua para ti, que se cumplirá de generación en generación dondequiera que vivas.*
Lev 23:22 »Cuando recojas las cosechas de tu tierra, no siegues el grano en las orillas de tus campos ni levantes lo que caiga de los segadores. Déjalos para los pobres y los extranjeros que viven entre ustedes. Yo soy el SEÑOR tu Dios».
Lev 23:23 El SEÑOR le dijo a Moisés:
Lev 23:24 «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: el primer día del mes señalado, a principios del otoño,* guardarás un día de descanso absoluto. Será un día oficial de asamblea santa, un día conmemorado con toques fuertes de trompeta.
Lev 23:25 No harás ningún trabajo habitual en ese día. En cambio, deberás presentar ofrendas especiales al SEÑOR».
Lev 23:26 El SEÑOR le dijo a Moisés:
Lev 23:27 «Asegúrate de celebrar el Día del Perdón el décimo día del mismo mes, nueve días después del Festival de las Trompetas.* Lo celebrarás como día oficial de asamblea santa, un día para negarte a ti mismo* y presentar ofrendas especiales al SEÑOR.
Lev 23:28 No hagas ningún trabajo durante todo el día porque es el Día del Perdón, cuando se presentan ofrendas de purificación por ti, para hacerte justo* ante el SEÑOR tu Dios.
Lev 23:29 Los que no se nieguen a sí mismos en ese día serán excluidos del pueblo de Dios;
Lev 23:30 y yo destruiré a aquellos de entre ustedes que hagan algún trabajo en ese día.
Lev 23:31 ¡No deberás hacer ningún trabajo en absoluto! Esta es una ley perpetua para ti, que se cumplirá de generación en generación dondequiera que vivas.
Lev 23:32 Este será un día de descanso absoluto, y en ese día debes negarte a ti mismo. Este día de descanso comenzará al atardecer del sol del noveno día del mes y se extenderá hasta el atardecer del décimo día».
Lev 23:33 El SEÑOR le dijo a Moisés:
Lev 23:34 «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: empieza a celebrar el Festival de las Enramadas* el día quince del mes señalado, cinco días después del Día del Perdón.* Este festival en honor al SEÑOR durará siete días.
Lev 23:35 El primer día del festival deberás proclamar un día oficial de asamblea santa, en el cual no harás ningún trabajo habitual.
Lev 23:36 Durante siete días presentarás ofrendas especiales al SEÑOR. El octavo día es otro día santo en el que presentarás tus ofrendas especiales al SEÑOR. Esta será una ocasión solemne, y en ese día no se permite ningún trabajo habitual.
Lev 23:37 »(Estos son los festivales establecidos por el SEÑOR. Los celebrarás cada año como días oficiales de asamblea santa presentando ofrendas especiales al SEÑOR —ofrendas quemadas, ofrendas de grano, sacrificios y ofrendas líquidas— cada una en su debido día.
Lev 23:38 Tendrán que celebrar estos festivales además de los días de descanso habituales del SEÑOR. Las ofrendas también son adicionales a las ofrendas personales, a las ofrendas que das para cumplir tus votos y a las ofrendas voluntarias que le presentas al SEÑOR).
Lev 23:39 »Recuerda que este festival de siete días en honor al SEÑOR —el Festival de las Enramadas— comienza el día quince del mes establecido,* después que hayas cosechado todo lo que produce la tierra. El primer y el octavo día del festival serán días para descansar completamente.
Lev 23:40 El primer día, recogerás ramas de árboles hermosos:* pueden ser hojas de palmeras, ramas de árboles frondosos y de sauces que crecen junto a los arroyos. Luego celebra con alegría ante el SEÑOR tu Dios durante siete días.
Lev 23:41 Deberás celebrar este festival al SEÑOR cada año durante siete días. Esta es una ley perpetua para ti, que se cumplirá en el mes establecido* de generación en generación.
Lev 23:42 Durante siete días deberás vivir en pequeñas enramadas. Todos los israelitas de nacimiento deberán vivir en enramadas.
Lev 23:43 Esto le recordará a cada nueva generación de israelitas que yo hice que sus antepasados vivieran en enramadas cuando los rescaté de la tierra de Egipto. Yo soy el SEÑOR tu Dios».
Lev 23:44 Así que Moisés les dio a los israelitas estas instrucciones acerca de los festivales anuales del SEÑOR.

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