APOSENTO ALTO

jueves, 7 de septiembre de 2017

LECTURA BÍBLICA 7 DE SEPTIEMBRE

LECTURA PARA LA MAÑANA

LUCAS    22:14-23

Luc 22:14 Cuando llegó la hora, Jesús y los apóstoles se sentaron juntos a la mesa.*
Luc 22:15 Jesús dijo: «He tenido muchos deseos de comer esta Pascua con ustedes antes de que comiencen mis sufrimientos.
Luc 22:16 Pues ahora les digo que no volveré a comerla hasta que su significado se cumpla en el reino de Dios».
Luc 22:17 Luego tomó en sus manos una copa de vino y le dio gracias a Dios por ella. Entonces dijo: «Tomen esto y repártanlo entre ustedes.
Luc 22:18 Pues no volveré a beber vino hasta que venga el reino de Dios».
Luc 22:19 Tomó un poco de pan y dio gracias a Dios por él. Luego lo partió en trozos, lo dio a sus discípulos y dijo: «Esto es mi cuerpo, el cual es entregado por ustedes. Hagan esto en memoria de mí».
Luc 22:20 Después de la cena, tomó en sus manos otra copa de vino y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto entre Dios y su pueblo, un acuerdo confirmado con mi sangre, la cual es derramada como sacrificio por ustedes.*
Luc 22:21 »Pero aquí en esta mesa, sentado entre nosotros como un amigo, está el hombre que me traicionará.
Luc 22:22 Pues está establecido que el Hijo del Hombre* tiene que morir. ¡Pero qué aflicción le espera a aquel que lo traiciona!».
Luc 22:23 Los discípulos comenzaron a preguntarse unos a otros quién sería capaz de hacer semejante cosa.




 HEBREOS  4:12-16

Heb 4:12 Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.
Heb 4:13 No hay nada en toda la creación que esté oculto a Dios. Todo está desnudo y expuesto ante sus ojos; y es a él a quien rendimos cuentas.
Heb 4:14 Por lo tanto, ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que entró en el cielo, Jesús el Hijo de Dios, aferrémonos a lo que creemos.
Heb 4:15 Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo él nunca pecó.
Heb 4:16 Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.




PROVERBIOS 21:17-31

Pro 21:17 Los que aman el placer se vuelven pobres; los que aman el vino y el lujo nunca llegarán a ser ricos.
Pro 21:18 Los perversos son castigados en lugar de los justos, y los traidores, en lugar de las personas honradas.
Pro 21:19 Es mejor vivir solo en el desierto que con una esposa que se queja y busca pleitos.
Pro 21:20 Los sabios tienen riquezas y lujos, pero los necios gastan todo lo que consiguen.
Pro 21:21 El que busca la justicia y el amor inagotable encontrará vida, justicia y honor.
Pro 21:22 El sabio conquista la ciudad de los fuertes y arrasa la fortaleza en que confían.
Pro 21:23 Cuida tu lengua y mantén la boca cerrada, y no te meterás en problemas.
Pro 21:24 Los burlones son orgullosos y altaneros; actúan con una arrogancia que no tiene límites.
Pro 21:25 Por mucho que desee, el perezoso acabará en la ruina, porque sus manos se niegan a trabajar.
Pro 21:26 Hay quienes se la pasan codiciando todo el tiempo, ¡pero a los justos les encanta dar!
Pro 21:27 El sacrificio del malvado es detestable, sobre todo cuando lo ofrece con malas intenciones.
Pro 21:28 El testigo falso será silenciado, pero al testigo creíble se le permitirá hablar.
Pro 21:29 El perverso finge para salir del apuro, pero el honrado piensa antes de actuar.
Pro 21:30 No hay sabiduría humana ni entendimiento ni proyecto que puedan hacerle frente al SEÑOR.
Pro 21:31 El caballo se prepara para el día de la batalla, pero la victoria pertenece al SEÑOR.





LECTURA PARA LA NOCHE

ISAÍAS 17-20

Isa 17:1 Recibí este mensaje acerca de Damasco: «¡Miren! ¡La ciudad de Damasco desaparecerá! Se convertirá en un montón de escombros.
Isa 17:2 Las ciudades de Aroer quedarán desiertas. Las manadas pastarán en las calles y se echarán sin que nada las perturbe, sin que nadie las espante.
Isa 17:3 Las ciudades fortificadas de Israel* también serán destruidas, y se acabará el poder de la realeza de Damasco. Todo lo que quede de Siria* tendrá el mismo destino de la desaparecida gloria de Israel», proclama el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales.
Isa 17:4 «En aquel día, la gloria de Israel* se desvanecerá, su robusto cuerpo se irá consumiendo.
Isa 17:5 Toda la tierra parecerá un campo de grano después de que los segadores han recogido el cereal. Estará desolada, como los campos del valle de Refaim después de la cosecha.
Isa 17:6 Sólo quedarán unos cuantos de su pueblo, como aceitunas sueltas en un olivo después de la cosecha. Sólo dos o tres quedan en las ramas más altas, cuatro o cinco esparcidas aquí y allá entre las restantes», proclama el SEÑOR, Dios de Israel.
Isa 17:7 Entonces, por fin el pueblo buscará a su Creador y volverá los ojos al Santo de Israel.
Isa 17:8 Ya no buscarán ayuda de sus ídolos, ni rendirán culto a lo que hicieron con sus propias manos. Nunca más se inclinarán ante los postes dedicados a la diosa Asera, ni rendirán culto en los santuarios paganos que construyeron.
Isa 17:9 Sus ciudades más grandes quedarán como bosques desiertos; como la tierra que abandonaron* los heveos y los amorreos cuando llegaron los israelitas, hace ya mucho tiempo. Estarán totalmente desoladas.
Isa 17:10 ¿Por qué? Porque te has apartado del Dios que puede salvarte. Te has olvidado de la Roca que puede esconderte. Así que tal vez plantes las mejores vides e importes los tallos más costosos.
Isa 17:11 Tal vez echen retoños en el día que las trasplantes. Sí, hasta es posible que florezcan la misma mañana que las plantes, pero nunca recogerás ni una uva de ellas. Su única cosecha será una carga de aflicción y de dolor continuo.
Isa 17:12 ¡Escuchen! Los ejércitos de muchas naciones rugen como los bramidos del mar. Escuchen el trueno de sus fuerzas poderosas que avanzan como olas estruendosas.
Isa 17:13 Pero aunque rujan como las olas grandes de la playa, Dios los hará callar y huirán como la paja que esparce el viento; como los arbustos que ruedan antes de una tormenta.
Isa 17:14 En la noche, Israel espera aterrado; pero al amanecer, sus enemigos están muertos. Esta es la justa recompensa para quienes nos saquean; un final apropiado para quienes nos destruyen.
Isa 18:1 Escucha, Etiopía,* tierra de ondulantes velas* que está ubicada a la cabecera del Nilo,
Isa 18:2 que envía embajadores, río abajo en rápidos barcos. ¡Vayan, veloces mensajeros! Llévenle un mensaje a un pueblo de gente alta con piel suave, temido en todas partes por sus conquistas y destrucción, y cuya tierra está dividida por ríos.
Isa 18:3 Todos ustedes, habitantes del mundo, todos los que viven en la tierra: cuando levante mi bandera de guerra, ¡miren! Cuando toque el cuerno de carnero, ¡escuchen!
Isa 18:4 Pues el SEÑOR me ha dicho: «Observaré en silencio desde el lugar donde habito, tan silencioso como sube el calor en un día de verano, o como se forma el rocío de la mañana durante la cosecha».
Isa 18:5 Aun antes que ustedes comiencen a atacar, mientras sus planes maduran como uvas, el SEÑOR cortará sus brotes nuevos con podaderas; cortará y descartará las ramas extendidas.
Isa 18:6 Su poderoso ejército quedará muerto por los campos, abandonado para los buitres de las montañas y los animales salvajes. Los buitres despedazarán los cadáveres durante el verano y los animales salvajes roerán los huesos durante el invierno.
Isa 18:7 En aquel tiempo, el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales recibirá obsequios de esa tierra dividida por ríos; de ese pueblo de gente alta y de piel suave, temido en todas partes por sus conquistas y destrucción. Llevarán obsequios a Jerusalén,* donde habita el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales.
Isa 19:1 Este es el mensaje que recibí acerca de Egipto: ¡Miren! El SEÑOR avanza contra Egipto, montado sobre una nube veloz. Los ídolos de Egipto tiemblan; el corazón de los egipcios se paraliza de miedo.
Isa 19:2 «Yo haré que egipcio pelee contra egipcio: hermano contra hermano, vecino contra vecino, ciudad contra ciudad, provincia contra provincia.
Isa 19:3 Los egipcios se desanimarán, y yo confundiré sus planes. Rogarán a sus ídolos que les den sabiduría e invocarán a los espíritus, a médiums y a los que consultan los espíritus de los muertos.
Isa 19:4 Entregaré a Egipto a un amo duro y cruel; un rey feroz los gobernará», dice el Señor, el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales.
Isa 19:5 Las aguas del Nilo no subirán para inundar los campos; el lecho del río estará totalmente seco.
Isa 19:6 Los canales del Nilo se secarán y los arroyos de Egipto apestarán por la podredumbre de las cañas y los juncos.
Isa 19:7 Toda la vegetación en las orillas del río y todos los sembrados en sus riberas se secarán y se los llevará el viento.
Isa 19:8 Los pescadores se lamentarán porque no tienen trabajo; se quejarán los que lanzan sus anzuelos al Nilo y los que usan redes se desanimarán.
Isa 19:9 No habrá lino para los cosechadores, ni hilo para los tejedores.
Isa 19:10 Estarán desesperados, y todos los obreros tendrán el corazón angustiado.
Isa 19:11 ¡Qué necios son los funcionarios de Zoán! El mejor consejo que pueden dar al rey de Egipto es absurdo y equivocado. ¿Seguirán jactándose de su sabiduría delante del faraón? ¿Se atreverán a presumir acerca de sus sabios antepasados?
Isa 19:12 ¿Dónde están tus sabios consejeros, faraón? Que ellos te digan lo que Dios tiene planeado, lo que el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales le hará a Egipto.
Isa 19:13 Los funcionarios de Zoán son unos necios, y los funcionarios de Menfis* son engañados. Los líderes del pueblo hicieron descarriar a Egipto.
Isa 19:14 El SEÑOR envió sobre ellos un espíritu de necedad, para que todas sus sugerencias sean equivocadas. Ellos hacen que Egipto se tambalee como un borracho en su vómito.
Isa 19:15 No hay nada que Egipto pueda hacer; todos son débiles: la cabeza y la cola; la noble rama de palma y el humilde junco.
Isa 19:16 En aquel día, los egipcios serán tan débiles como las mujeres. Se encogerán de miedo bajo el puño levantado del SEÑOR de los Ejércitos Celestiales.
Isa 19:17 Tan sólo pronunciar el nombre de Israel los aterrorizará, porque el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales ha trazado planes en contra de ellos.
Isa 19:18 En aquel día, cinco de las ciudades de Egipto seguirán al SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, y hasta comenzarán a hablar hebreo, la lengua de Canaán. Una de esas ciudades será Heliópolis, la Ciudad del Sol.*
Isa 19:19 En aquel día habrá un altar al SEÑOR en el corazón de Egipto, y habrá un monumento al SEÑOR en su frontera.
Isa 19:20 Éste servirá de señal y de testimonio de que se adora al SEÑOR de los Ejércitos Celestiales en la tierra de Egipto. Cuando el pueblo clame al SEÑOR por ayuda contra quienes lo oprimen, él enviará un salvador que lo rescatará.
Isa 19:21 El SEÑOR se dará a conocer a los egipcios; así es, conocerán al SEÑOR y le darán a él sus sacrificios y ofrendas. Harán un voto al SEÑOR y lo cumplirán.
Isa 19:22 El SEÑOR herirá a Egipto, y después lo sanará porque los egipcios se volverán al SEÑOR, y él escuchará sus súplicas y los sanará.
Isa 19:23 En aquel día, habrá una carretera que conecte Egipto con Asiria. Los egipcios y los asirios se moverán libremente entre los dos países, y ambos pueblos adorarán a Dios.
Isa 19:24 Además, Israel será su aliado; los tres estarán juntos, e Israel será una bendición para ellos.
Isa 19:25 Pues el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales dirá: «Bendito sea Egipto, mi pueblo; bendita sea Asiria, la tierra que yo hice; bendito sea Israel, mi posesión más preciada».
Isa 20:1 El año en que el rey Sargón de Asiria envió a su comandante en jefe para que conquistara la ciudad filistea de Asdod,*
Isa 20:2 el SEÑOR le dijo a Isaías, hijo de Amoz: «Quítate la ropa de tela áspera que has estado usando y también las sandalias». Isaías hizo lo que se le indicó, y anduvo desnudo y descalzo.
Isa 20:3 Entonces el SEÑOR dijo: «Mi siervo Isaías ha andado desnudo y descalzo durante los últimos tres años como señal: un símbolo de las terribles dificultades que haré caer sobre Egipto y Etiopía.*
Isa 20:4 Pues el rey de Asiria llevará prisioneros a los egipcios y a los etíopes.* Los hará andar desnudos y descalzos, tanto jóvenes como ancianos, con las nalgas descubiertas para vergüenza de Egipto.
Isa 20:5 Entonces los filisteos se llenarán de pánico, porque contaban con el poder de Etiopía y hacían alarde de los aliados que tenían en Egipto.
Isa 20:6 Dirán: “Si esto le puede suceder a Egipto, ¿qué de nosotros? Contábamos con que Egipto nos protegiera del rey de Asiria”».

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