APOSENTO ALTO

viernes, 15 de septiembre de 2017

LECTURA BÍBLICA 15 DE SEPTIEMBRE

LECTURA PARA LA MAÑANA

LUCAS    23:13-25

Luc 23:13 Entonces Pilato llamó a los principales sacerdotes y a los otros líderes religiosos, junto con el pueblo,
Luc 23:14 y anunció su veredicto: «Me trajeron a este hombre porque lo acusan de encabezar una revuelta. Detenidamente lo he examinado al respecto en presencia de ustedes y lo encuentro inocente.
Luc 23:15 Herodes llegó a la misma conclusión y me lo devolvió. Este hombre no ha hecho nada que merezca la pena de muerte.
Luc 23:16 Así que lo haré azotar y luego lo pondré en libertad»*.
Luc 23:17 -.-
Luc 23:18 Pero un gran clamor surgió de la multitud, y a una voz la gente gritó: «¡Mátalo y suéltanos a Barrabás!».
Luc 23:19 (Barrabás estaba en prisión por haber participado en un levantamiento contra el gobierno en Jerusalén, y por asesinato).
Luc 23:20 Pilato discutió con ellos porque quería poner en libertad a Jesús.
Luc 23:21 Pero la multitud seguía gritando: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!».
Luc 23:22 Por tercera vez insistió Pilato: «¿Por qué? ¿Qué crimen ha cometido? No encuentro ninguna razón para condenarlo a muerte. Lo haré azotar y luego lo soltaré».
Luc 23:23 Pero la turba gritó cada vez más fuerte, exigiendo que Jesús fuera crucificado, y sus voces prevalecieron.
Luc 23:24 Entonces Pilato sentenció a Jesús a muerte como la gente reclamaba.
Luc 23:25 Como habían pedido, puso en libertad a Barrabás, el que estaba preso por levantamiento y asesinato. Y les entregó a Jesús para que hicieran con él como quisieran.




 HEBREOS  9:1-10

Heb 9:1 Ese primer pacto entre Dios e Israel incluía ordenanzas para la adoración y un lugar de culto aquí, en la tierra.
Heb 9:2 Ese tabernáculo estaba formado por dos salas.* En la primera sala había un candelabro, una mesa y los panes consagrados sobre ella. Esta sala se llamaba Lugar Santo.
Heb 9:3 Luego había una cortina detrás de la cual se encontraba la segunda sala,* llamada Lugar Santísimo.
Heb 9:4 En esa sala había un altar de oro para el incienso y un cofre de madera conocido como el arca del pacto, el cual estaba totalmente cubierto de oro. Dentro del arca había un recipiente de oro que contenía el maná, la vara de Aarón a la que le habían salido hojas y las tablas del pacto que eran de piedra.
Heb 9:5 Por encima del arca estaban los querubines de la gloria divina, cuyas alas se extendían sobre la tapa del arca, es decir, el lugar de la expiación. Pero ahora no podemos explicar estas cosas en detalle.
Heb 9:6 Cuando estos elementos estaban en su lugar, los sacerdotes entraban con regularidad en la primera sala,* durante el cumplimiento de sus deberes religiosos.
Heb 9:7 Pero sólo el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo y lo hacía una sola vez al año. Y siempre ofrecía sangre por sus propios pecados y por los pecados que el pueblo cometía por ignorancia.
Heb 9:8 Mediante esas ordenanzas, el Espíritu Santo daba a entender que la entrada al Lugar Santísimo no estaba abierta a todos en tanto siguiera en pie el tabernáculo* y el sistema que representaba.
Heb 9:9 Esta es una ilustración que apunta al tiempo presente. Pues las ofrendas y los sacrificios que ofrecen los sacerdotes no pueden limpiar la conciencia de las personas que los traen.
Heb 9:10 Pues ese sistema antiguo sólo consiste en alimentos, bebidas y diversas ceremonias de purificación, es decir, ordenanzas externas* que permanecieron vigentes sólo hasta que se estableció un sistema mejor.



PROVERBIOS 25:15-28

Pro 25:15 La paciencia puede persuadir al príncipe, y las palabras suaves pueden quebrar los huesos.
Pro 25:16 ¿Te gusta la miel? ¡No comas demasiada, porque te darán ganas de vomitar!
Pro 25:17 No visites a tus vecinos muy seguido, porque se cansarán de ti y no serás bienvenido.
Pro 25:18 Decir mentiras acerca de otros es tan dañino como golpearlos con un hacha, herirlos con una espada o lanzarles una flecha afilada.
Pro 25:19 Confiar en alguien inestable en tiempos de angustia es como masticar con un diente roto o caminar con un pie cojo.
Pro 25:20 Cantar canciones alegres a quien tiene el corazón afligido es como quitarle a alguien el abrigo cuando hace frío o echarle vinagre a una herida.
Pro 25:21 Si tus enemigos tienen hambre, dales de comer. Si tienen sed, dales agua para beber.
Pro 25:22 Amontonarás carbones encendidos de vergüenza sobre su cabeza, y el SEÑOR te recompensará.
Pro 25:23 Tan cierto como que el viento del norte trae lluvia, ¡la lengua chismosa causa enojo!
Pro 25:24 Mejor vivir solo en un rincón de la azotea que en una casa preciosa con una esposa que busca pleitos.
Pro 25:25 Las buenas noticias que llegan de lejos son como el agua fresca para el que tiene sed.
Pro 25:26 Si el justo se doblega ante el perverso es como contaminar una fuente o enturbiar un manantial.
Pro 25:27 No es bueno comer mucha miel, ni buscar honores para uno mismo.
Pro 25:28 Una persona sin control propio es como una ciudad con las murallas destruidas.



LECTURA PARA LA NOCHE

ISAÍAS 40-41

Isa 40:1 «Consuelen, consuelen a mi pueblo —dice su Dios—.
Isa 40:2 Hablen con ternura a Jerusalén y díganle que se acabaron sus días tristes y que sus pecados están perdonados. Sí, el SEÑOR le dio doble castigo por todos sus pecados».
Isa 40:3 ¡Escuchen! Es la voz de alguien que clama: «¡Abran camino a través del desierto para el SEÑOR! ¡Hagan una carretera derecha a través de la tierra baldía para nuestro Dios!
Isa 40:4 Rellenen los valles y allanen los montes y las colinas; enderecen las curvas y suavicen los lugares ásperos.
Isa 40:5 Entonces se revelará la gloria del SEÑOR y todas las personas la verán. ¡El SEÑOR ha hablado!».*
Isa 40:6 Una voz dijo: «¡Grita!». Y yo pregunté: «¿Qué debo gritar?». «Grita que los seres humanos son como la hierba. Su belleza se desvanece tan rápido como las flores en un campo.
Isa 40:7 La hierba se seca y las flores se marchitan bajo el aliento del SEÑOR. Y así sucede también con los seres humanos.
Isa 40:8 La hierba se seca y las flores se marchitan, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre».
Isa 40:9 ¡Oh Sión, mensajera de buenas noticias, grita desde las cimas de los montes! Grítalo más fuerte, oh Jerusalén.* Grita y no tengas miedo. Diles a las ciudades de Judá: «¡Aquí viene su Dios!».
Isa 40:10 Sí, el SEÑOR Soberano viene con poder y reinará con brazo poderoso. Miren, él trae consigo su recompensa.
Isa 40:11 Alimentará su rebaño como un pastor; llevará en sus brazos los corderos y los mantendrá cerca de su corazón. Guiará con delicadeza a las ovejas con crías.
Isa 40:12 ¿Quién ha sostenido los océanos en la mano? ¿Quién ha medido los cielos con los dedos? ¿Quién sabe cuánto pesa la tierra, o ha pesado los montes y las colinas en una balanza?
Isa 40:13 ¿Quién puede dar consejos al Espíritu del SEÑOR?* ¿Quién sabe lo suficiente para aconsejarlo o instruirlo?
Isa 40:14 ¿Acaso el SEÑOR alguna vez ha necesitado el consejo de alguien? ¿Necesita que se le instruya sobre lo que es bueno? ¿Le enseñó alguien al SEÑOR lo que es correcto, o le mostró la senda de la justicia?
Isa 40:15 No, porque todas las naciones del mundo no son más que un grano de arena en el desierto. No son más que una capa de polvo sobre la balanza. Él levanta el mundo entero como si fuera un grano de arena.
Isa 40:16 Toda la madera de los bosques del Líbano y todos los animales del Líbano no serían suficientes para presentar una ofrenda quemada digna de nuestro Dios.
Isa 40:17 Las naciones del mundo no valen nada para él. Ante sus ojos, cuentan menos que nada, son sólo vacío y espuma.
Isa 40:18 ¿Con quién podemos comparar a Dios? ¿Qué imagen se puede encontrar que se le parezca?
Isa 40:19 ¿Se le puede comparar con un ídolo formado en un molde, revestido de oro y decorado con cadenas de plata?
Isa 40:20 Y si la gente es demasiado pobre para eso, al menos escojen una madera que no se pudre y un artesano habilidoso ¡para que talle una imagen que no se caiga!
Isa 40:21 ¿Acaso no han oído? ¿No entienden? ¿Están sordos a las palabras de Dios, las palabras que habló antes de que existiera el mundo? ¿Son tan ignorantes?
Isa 40:22 Dios se sienta sobre el círculo de la tierra; la gente que hay abajo le parecen saltamontes. Él despliega los cielos como una cortina, y hace con ellos su carpa.
Isa 40:23 Él juzga a los poderosos del mundo y los reduce a nada.
Isa 40:24 Apenas comienzan, recién están echando raíces, cuando él sopla sobre ellos y se marchitan; se los lleva el viento como a la paja.
Isa 40:25 «¿Con quién me compararán? ¿Quién es igual a mí?», pregunta el Santo.
Isa 40:26 Levanten la mirada a los cielos. ¿Quién creó todas las estrellas? Él las hace salir como un ejército, una tras otra, y llama a cada una por su nombre. A causa de su gran poder y su incomparable fuerza, no se pierde ni una de ellas.
Isa 40:27 Oh Jacob, ¿cómo puedes decir que el SEÑOR no ve tus dificultades? Oh Israel, ¿cómo puedes decir que Dios no toma en cuenta tus derechos?
Isa 40:28 ¿Acaso nunca han oído? ¿Nunca han entendido? El SEÑOR es el Dios eterno, el Creador de toda la tierra. Él nunca se debilita ni se cansa; nadie puede medir la profundidad de su entendimiento.
Isa 40:29 Él da poder a los indefensos y fortaleza a los débiles.
Isa 40:30 Hasta los jóvenes se debilitan y se cansan, y los hombres jóvenes caen exhaustos.
Isa 40:31 En cambio, los que confían en el SEÑOR encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán.
Isa 41:1 «Escuchen en silencio ante mí, tierras más allá del mar. Traigan sus argumentos más convincentes. Vengan ahora y hablen; el tribunal está listo para oír su caso.
Isa 41:2 »¿Quién ha incitado a ese rey del oriente, llamándolo en justicia para el servicio de Dios? ¿Quién le da victoria a ese hombre sobre muchas naciones y permite que pisotee a los reyes? Con su espada, reduce a polvo a los ejércitos y con su arco los esparce como la paja ante el viento.
Isa 41:3 Los persigue y avanza seguro, aunque pisa terreno desconocido.
Isa 41:4 ¿Quién ha hecho obras tan poderosas, llamando a cada nueva generación desde el principio del tiempo? Soy yo, el SEÑOR, el Primero y el Último; únicamente yo lo soy».
Isa 41:5 Las tierras más allá del mar observan con temor; las tierras lejanas tiemblan y se movilizan para la guerra.
Isa 41:6 Los fabricantes de ídolos se alientan unos a otros y se dicen: «¡Sé fuerte!».
Isa 41:7 El escultor anima al orfebre, y el que hace moldes colabora en el yunque. «Muy bien —dicen—, está quedando bien». Con cuidado juntan las piezas, después sujetan el ídolo para que no se caiga.
Isa 41:8 «Pero en cuanto a ti, Israel, mi siervo, Jacob, a quien he escogido, descendiente de mi amigo Abraham,
Isa 41:9 te he llamado desde los confines de la tierra, diciéndote: “Eres mi siervo”. Pues te he escogido y no te desecharé.
Isa 41:10 No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.
Isa 41:11 »¿Ves? Todos tus furiosos enemigos están allí tendidos, confundidos y humillados. Todo el que se te oponga morirá y quedará en la nada.
Isa 41:12 Buscarás en vano a los que trataron de conquistarte. Los que te ataquen quedarán en la nada.
Isa 41:13 Pues yo te sostengo de tu mano derecha; yo, el SEÑOR tu Dios. Y te digo: “No tengas miedo, aquí estoy para ayudarte.
Isa 41:14 Aunque seas un humilde gusano, oh Jacob, no tengas miedo, pueblo de Israel, porque yo te ayudaré. Yo soy el SEÑOR, tu Redentor. Yo soy el Santo de Israel”.
Isa 41:15 Serás un nuevo instrumento para trillar, con muchos dientes afilados. Despedazarás a tus enemigos, convirtiendo a los montes en paja.
Isa 41:16 Los lanzarás al aire y el viento se los llevará; un remolino los esparcirá. Entonces te alegrarás en el SEÑOR; te gloriarás en el Santo de Israel.
Isa 41:17 »Cuando los pobres y los necesitados busquen agua y no la encuentren, y tengan la lengua reseca por la sed, entonces yo, el SEÑOR, les responderé; yo, el Dios de Israel, nunca los abandonaré.
Isa 41:18 Abriré ríos para ellos en los altiplanos. Les daré fuentes de agua en los valles y llenaré el desierto con lagunas de agua; por la tierra reseca correrán ríos alimentados por manantiales.
Isa 41:19 Plantaré árboles en el desierto árido: cedros, acacias, mirtos, olivos, cipreses, abetos y pinos.
Isa 41:20 Lo hago para que todos los que vean este milagro comprendan lo que significa: que el SEÑOR es quien lo ha hecho, el Santo de Israel lo ha creado.
Isa 41:21 »Expongan el caso de sus ídolos —dice el SEÑOR—. Que demuestren lo que pueden hacer —dice el Rey de Israel* —.
Isa 41:22 Que intenten decirnos lo que sucedió hace mucho tiempo, para que podamos examinar las pruebas. O que nos digan lo que nos depara el futuro, para que podamos saber lo que sucederá.
Isa 41:23 Sí, dígannos lo que ocurrirá en los próximos días. Entonces sabremos que ustedes son dioses. ¡Por lo menos hagan algo, bueno o malo! Hagan algo que nos asombre y nos atemorice.
Isa 41:24 ¡Pero no! Ustedes son menos que nada y no pueden hacer nada en absoluto. Quienes los escogen se contaminan a sí mismos.
Isa 41:25 »Yo incité a un líder que vendrá del norte; lo he llamado por su nombre desde el oriente. Le daré la victoria sobre reyes y príncipes; los pisoteará como el alfarero pisa la arcilla.
Isa 41:26 »¿Quién les dijo desde el principio que esto sucedería? ¿Quién predijo esto, haciéndoles admitir que él tenía razón? ¡Nadie dijo una sola palabra!
Isa 41:27 Yo fui el primero en decirle a Sión: “¡Mira! ¡La ayuda está en camino!”* . Enviaré a Jerusalén un mensajero con buenas noticias.
Isa 41:28 Ninguno de sus ídolos les dijo esto; ni uno respondió cuando pregunté.
Isa 41:29 Como ven, todos son objetos necios y sin ningún valor; sus ídolos son tan vacíos como el viento.

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