LECTURA PARA LA MAÑANA
LUCAS 23:32-37
Luc 23:32 Llevaron a otros dos, ambos criminales, para ser ejecutados con Jesús.
Luc 23:33 Cuando llegaron a un lugar llamado «La Calavera»,* lo clavaron en la cruz y a los criminales también, uno a su derecha y otro a su izquierda.
Luc 23:34 Jesús dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen»*. Y los soldados sortearon su ropa, tirando los dados.*
Luc 23:35 La multitud observaba, y los líderes se burlaban. «Salvó a otros —decían—, que se salve a sí mismo si de verdad es el Mesías de Dios, el Elegido».
Luc 23:36 Los soldados también se burlaban de él, al ofrecerle vino agrio para beber.
Luc 23:37 Y exclamaron: «Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!».
Luc 23:33 Cuando llegaron a un lugar llamado «La Calavera»,* lo clavaron en la cruz y a los criminales también, uno a su derecha y otro a su izquierda.
Luc 23:34 Jesús dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen»*. Y los soldados sortearon su ropa, tirando los dados.*
Luc 23:35 La multitud observaba, y los líderes se burlaban. «Salvó a otros —decían—, que se salve a sí mismo si de verdad es el Mesías de Dios, el Elegido».
Luc 23:36 Los soldados también se burlaban de él, al ofrecerle vino agrio para beber.
Luc 23:37 Y exclamaron: «Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!».
HEBREOS 10:1-18
Heb 10:1 El sistema antiguo bajo la ley de Moisés era sólo una sombra —un tenue anticipo de las cosas buenas por venir —no las cosas buenas en sí mismas. Bajo aquel sistema se repetían los sacrificios una y otra vez, año tras año, pero nunca pudieron limpiar por completo a quienes venían a adorar.
Heb 10:2 Si los sacrificios hubieran podido limpiar por completo, entonces habrían dejado de ofrecerlos, porque los adoradores se habrían purificado una sola vez y para siempre, y habrían desaparecido los sentimientos de culpa.
Heb 10:3 Pero, en realidad, esos sacrificios les recordaban sus pecados año tras año.
Heb 10:4 Pues no es posible que la sangre de los toros y las cabras quite los pecados.
Heb 10:5 Por eso, cuando Cristo* vino al mundo, le dijo a Dios: «Tú no quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado. Pero me has dado un cuerpo para ofrecer.
Heb 10:6 No te agradaron las ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado.
Heb 10:7 Luego dije: “Aquí estoy, oh Dios, he venido a hacer tu voluntad como está escrito acerca de mí en las Escrituras”»*.
Heb 10:8 Primero, Cristo dijo: «No quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado; ni ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado; ni te agradaron» (aun cuando la ley de Moisés las exige).
Heb 10:9 Luego dijo: «Aquí estoy, he venido a hacer tu voluntad». Él anula el primer pacto para que el segundo entre en vigencia.
Heb 10:10 Pues la voluntad de Dios fue que el sacrificio del cuerpo de Jesucristo nos hiciera santos, una vez y para siempre.
Heb 10:11 Bajo el antiguo pacto, el sacerdote oficia de pie delante del altar día tras día, ofreciendo los mismos sacrificios una y otra vez, los cuales nunca pueden quitar los pecados.
Heb 10:12 Pero nuestro Sumo Sacerdote se ofreció a sí mismo a Dios como un solo sacrificio por los pecados, válido para siempre. Luego se sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios.
Heb 10:13 Allí espera hasta que sus enemigos sean humillados y puestos por debajo de sus pies.
Heb 10:14 Pues mediante esa única ofrenda, él perfeccionó para siempre a los que está haciendo santos.
Heb 10:15 Y el Espíritu Santo también da testimonio de que es verdad, pues dice:
Heb 10:16 «Éste es el nuevo pacto que haré con mi pueblo en aquel día* —dice el SEÑOR —: Pondré mis leyes en su corazón y las escribiré en su mente»*.
Heb 10:17 Después dice: «Nunca más me acordaré de sus pecados y sus transgresiones»*.
Heb 10:18 Y cuando los pecados han sido perdonados, ya no hace falta ofrecer más sacrificios.
Heb 10:2 Si los sacrificios hubieran podido limpiar por completo, entonces habrían dejado de ofrecerlos, porque los adoradores se habrían purificado una sola vez y para siempre, y habrían desaparecido los sentimientos de culpa.
Heb 10:3 Pero, en realidad, esos sacrificios les recordaban sus pecados año tras año.
Heb 10:4 Pues no es posible que la sangre de los toros y las cabras quite los pecados.
Heb 10:5 Por eso, cuando Cristo* vino al mundo, le dijo a Dios: «Tú no quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado. Pero me has dado un cuerpo para ofrecer.
Heb 10:6 No te agradaron las ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado.
Heb 10:7 Luego dije: “Aquí estoy, oh Dios, he venido a hacer tu voluntad como está escrito acerca de mí en las Escrituras”»*.
Heb 10:8 Primero, Cristo dijo: «No quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado; ni ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado; ni te agradaron» (aun cuando la ley de Moisés las exige).
Heb 10:9 Luego dijo: «Aquí estoy, he venido a hacer tu voluntad». Él anula el primer pacto para que el segundo entre en vigencia.
Heb 10:10 Pues la voluntad de Dios fue que el sacrificio del cuerpo de Jesucristo nos hiciera santos, una vez y para siempre.
Heb 10:11 Bajo el antiguo pacto, el sacerdote oficia de pie delante del altar día tras día, ofreciendo los mismos sacrificios una y otra vez, los cuales nunca pueden quitar los pecados.
Heb 10:12 Pero nuestro Sumo Sacerdote se ofreció a sí mismo a Dios como un solo sacrificio por los pecados, válido para siempre. Luego se sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios.
Heb 10:13 Allí espera hasta que sus enemigos sean humillados y puestos por debajo de sus pies.
Heb 10:14 Pues mediante esa única ofrenda, él perfeccionó para siempre a los que está haciendo santos.
Heb 10:15 Y el Espíritu Santo también da testimonio de que es verdad, pues dice:
Heb 10:16 «Éste es el nuevo pacto que haré con mi pueblo en aquel día* —dice el SEÑOR —: Pondré mis leyes en su corazón y las escribiré en su mente»*.
Heb 10:17 Después dice: «Nunca más me acordaré de sus pecados y sus transgresiones»*.
Heb 10:18 Y cuando los pecados han sido perdonados, ya no hace falta ofrecer más sacrificios.
PROVERBIOS 26:17-28
Pro 26:17 Entrometerse en los pleitos ajenos es tan necio como jalarle las orejas a un perro.
Pro 26:18 Tanto daña un loco que dispara un arma mortal
Pro 26:19 como el que miente a un amigo y luego le dice: «Sólo estaba bromeando».
Pro 26:20 El fuego se apaga cuando falta madera, y las peleas se acaban cuando termina el chisme.
Pro 26:21 El buscapleitos inicia disputas con tanta facilidad como las brasas calientes encienden el carbón o el fuego prende la madera.
Pro 26:22 Los rumores son deliciosos bocaditos que penetran en lo profundo del corazón.
Pro 26:23 Las palabras suaves* pueden ocultar un corazón perverso, así como un barniz atractivo cubre una olla de barro.
Pro 26:24 La gente podrá encubrir su odio con palabras agradables, pero te están engañando.
Pro 26:25 Fingen ser amables, pero no les creas; tienen el corazón lleno de muchas maldades.*
Pro 26:26 Aunque su odio esté encubierto por engaños, sus fechorías serán expuestas en público.
Pro 26:27 Si tiendes una trampa para otros, tú mismo caerás en ella. Si echas a rodar una roca sobre otros, no los aplastará a ellos sino a ti.
Pro 26:28 La lengua mentirosa odia a sus víctimas, y las palabras aduladoras llevan a la ruina.
Pro 26:18 Tanto daña un loco que dispara un arma mortal
Pro 26:19 como el que miente a un amigo y luego le dice: «Sólo estaba bromeando».
Pro 26:20 El fuego se apaga cuando falta madera, y las peleas se acaban cuando termina el chisme.
Pro 26:21 El buscapleitos inicia disputas con tanta facilidad como las brasas calientes encienden el carbón o el fuego prende la madera.
Pro 26:22 Los rumores son deliciosos bocaditos que penetran en lo profundo del corazón.
Pro 26:23 Las palabras suaves* pueden ocultar un corazón perverso, así como un barniz atractivo cubre una olla de barro.
Pro 26:24 La gente podrá encubrir su odio con palabras agradables, pero te están engañando.
Pro 26:25 Fingen ser amables, pero no les creas; tienen el corazón lleno de muchas maldades.*
Pro 26:26 Aunque su odio esté encubierto por engaños, sus fechorías serán expuestas en público.
Pro 26:27 Si tiendes una trampa para otros, tú mismo caerás en ella. Si echas a rodar una roca sobre otros, no los aplastará a ellos sino a ti.
Pro 26:28 La lengua mentirosa odia a sus víctimas, y las palabras aduladoras llevan a la ruina.
LECTURA PARA LA NOCHE
ISAÍAS 44-45
Isa 44:1 »Ahora, escúchame, Jacob, mi siervo, Israel, mi elegido.
Isa 44:2 El SEÑOR que te hizo y que te ayuda, dice: “No tengas miedo, oh Jacob, siervo mío, mi amado Israel,* mi elegido.
Isa 44:3 Pues derramaré agua para calmar tu sed y para regar tus campos resecos; derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes, y mi bendición sobre tus hijos.
Isa 44:4 Prosperarán como la hierba bien regada, como sauces en la ribera de un río.
Isa 44:5 Algunos dirán con orgullo: ‘Yo le pertenezco al SEÑOR’; otros dirán: ‘Soy descendiente de Jacob’. Algunos escribirán el nombre del SEÑOR en sus manos y tomarán para sí el nombre de Israel”».
Isa 44:6 Esto dice el SEÑOR, el Rey y Redentor de Israel, el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales: «Yo soy el Primero y el Último; no hay otro Dios.
Isa 44:7 ¿Quién es como yo? Que se presente y les demuestre su poder; que haga lo que yo he hecho desde tiempos antiguos cuando establecí a un pueblo y expliqué su futuro.
Isa 44:8 No tiemblen; no tengan miedo. ¿Acaso no proclamé mis propósitos para ustedes hace mucho tiempo? Ustedes son mis testigos, ¿hay algún otro Dios? ¡No! No hay otra Roca, ni una sola».
Isa 44:9 ¡Qué necios son los que fabrican ídolos! Esos objetos tan apreciados, en realidad no valen nada. Los que adoran ídolos no saben esto, así que todos terminan avergonzados.
Isa 44:10 ¿Quién, sino un tonto, se haría su propio dios, un ídolo que no puede ayudarlo en nada?
Isa 44:11 Los que rinden culto a ídolos caerán en la deshonra junto con todos esos artesanos, simples humanos, que se declaran capaces de fabricar un dios. Tal vez unan sus fuerzas, pero estarán unidos en el terror y la vergüenza.
Isa 44:12 El herrero se ubica frente a su fragua para hacer una herramienta afilada, martillándola y dándole forma con todas sus fuerzas. Su trabajo le da hambre y se siente débil; le da sed y se siente desmayar.
Isa 44:13 Después el tallador mide un bloque de madera y sobre él traza un diseño. Trabaja con el cincel y el cepillo y lo talla formando una figura humana. Le da belleza humana y lo pone en un pequeño santuario.
Isa 44:14 Corta cedros; escoge cipreses y robles; planta pinos en el bosque para que la lluvia los alimente.
Isa 44:15 Luego usa parte de la madera para hacer fuego y con esto se calienta y hornea su pan. Después, aunque parezca increíble, toma lo que queda y se hace un dios para rendirle culto; hace un ídolo y se inclina ante él.
Isa 44:16 Quema parte del árbol para asar la carne y para darse calor. Dice: «Ah, ¡qué bien se siente uno con este fuego!».
Isa 44:17 Luego toma lo que queda y hace su dios: ¡un ídolo tallado! Cae de rodillas ante el ídolo, le rinde culto y le reza. «¡Rescátame! —le dice—, ¡tú eres mi dios!».
Isa 44:18 ¡Cuánta estupidez y cuánta ignorancia! Tienen los ojos cerrados y no pueden ver; tienen la mente cerrada y no pueden pensar.
Isa 44:19 La persona que hizo el ídolo nunca se detiene a reflexionar: «¡Vaya, es sólo un pedazo de madera! Quemé la mitad para tener calor y la usé para cocer el pan y asar la carne. ¿Cómo es posible que lo que queda sea un dios? ¿Acaso debo inclinarme a rendir culto a un pedazo de madera?».
Isa 44:20 El pobre iluso se alimenta de cenizas; confía en algo que no puede ayudarlo en absoluto. Sin embargo, no es capaz de preguntarse: «Este ídolo que tengo en la mano, ¿no será una mentira?».
Isa 44:21 «Presta atención, oh Jacob, porque tú eres mi siervo, oh Israel. Yo, el SEÑOR, te hice y no te olvidaré.
Isa 44:22 He disipado tus pecados como una nube y tus ofensas como la niebla de la mañana. Vuelve a mí, porque yo pagué el precio para ponerte en libertad».
Isa 44:23 Canten, oh cielos, porque el SEÑOR ha hecho algo tan maravilloso. ¡Griten de júbilo, oh profundidades de la tierra! ¡Pónganse a cantar oh montes, bosques y todos los árboles! Pues el SEÑOR ha redimido a Jacob y es glorificado en Israel.
Isa 44:24 Esto dice el SEÑOR, tu Redentor y Creador: «Yo soy el SEÑOR, que hizo todas las cosas; yo solo extendí los cielos. ¿Quién estaba conmigo cuando hice la tierra?
Isa 44:25 Expongo a los falsos profetas como mentirosos y dejo en ridículo a los adivinos; hago que los sabios den malos consejos, y así demuestro que son unos necios.
Isa 44:26 Sin embargo, yo sí cumplo las predicciones de mis profetas. Por medio de ellos le digo a Jerusalén: “Este lugar volverá a ser habitado”, y a las ciudades de Judá: “Ustedes serán reconstruidas; yo restauraré todas sus ruinas”.
Isa 44:27 Cuando hable a los ríos y les diga: “¡Séquense!”, se secarán.
Isa 44:28 Cuando diga de Ciro: “Él es mi pastor”, sin falta él hará lo que yo digo. Él ordenará: “Reconstruyan Jerusalén”; y dirá: “Restauren el templo”».
Isa 45:1 Esto le dice el SEÑOR a Ciro, su ungido, cuya mano derecha llenará de poder. Ante él, los reyes poderosos quedarán paralizados de miedo; se abrirán las puertas de sus fortalezas y nunca volverán a cerrarse.
Isa 45:2 Esto dice el SEÑOR: «Iré delante de ti, Ciro, y allanaré los montes;* echaré abajo las puertas de bronce y cortaré las barras de hierro.
Isa 45:3 Te daré tesoros escondidos en la oscuridad, riquezas secretas. Lo haré para que sepas que yo soy el SEÑOR, Dios de Israel, el que te llama por tu nombre.
Isa 45:4 »¿Por qué te he llamado para esta tarea? ¿Por qué te llamé por tu nombre, cuando no me conocías? Es por amor a mi siervo Jacob, Israel, mi escogido.
Isa 45:5 Yo soy el SEÑOR; no hay otro Dios. Te he preparado para la batalla, aunque tú ni siquiera me conoces,
Isa 45:6 para que el mundo entero, desde el oriente hasta el occidente, sepa que no hay otro Dios. Yo soy el SEÑOR, y no hay otro.
Isa 45:7 Yo formo la luz y creo las tinieblas, yo envío los buenos tiempos y los malos; yo, el SEÑOR, soy el que hace estas cosas.
Isa 45:8 »Ábranse, oh cielos, y derramen su justicia. Que la tierra se abra de par en par, para que broten juntas la salvación y la justicia. Yo, el SEÑOR, las he creado.
Isa 45:9 »¡Qué aflicción espera a los que discuten con su Creador! ¿Acaso discute la olla de barro con su hacedor? ¿Reprocha el barro al que le da forma diciéndole: “¡Detente, lo estás haciendo mal!”? ¿Exclama la olla: “¡Qué torpe eres!”?
Isa 45:10 ¡Qué terrible sería si un recién nacido le dijera a su padre: “¿Por qué nací?” o le dijera a su madre: “¿Por qué me hiciste así?”!».
Isa 45:11 Esto dice el SEÑOR, el Santo de Israel, tu Creador: «¿Pones en tela de juicio lo que hago por mis hijos? ¿Acaso me das órdenes acerca de la obra de mis manos?
Isa 45:12 Yo soy el que hizo la tierra y creó a la gente para que viviera en ella. Con mis manos extendí los cielos; todas las estrellas están a mis órdenes.
Isa 45:13 Levantaré a Ciro para que cumpla mi propósito justo, y guiaré sus acciones. Él restaurará mi ciudad y pondrá en libertad a mi pueblo cautivo, ¡sin buscar recompensa! ¡Yo, el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, he hablado!».
Isa 45:14 Esto dice el SEÑOR: «Gobernarás a los egipcios, a los etíopes* y a los sabeos. Ellos acudirán a ti con toda su mercancía, y toda ella te pertenecerá. Te seguirán como prisioneros encadenados y caerán de rodillas ante ti y dirán: “Dios está contigo y él es el único Dios, no hay otro”».
Isa 45:15 Verdaderamente, oh Dios de Israel, Salvador nuestro, tú obras de manera misteriosa.
Isa 45:16 Los artesanos que hacen ídolos serán humillados; todos serán avergonzados.
Isa 45:17 Pero el SEÑOR salvará al pueblo de Israel con salvación eterna; por los siglos de los siglos, nunca más será humillado ni avergonzado.
Isa 45:18 Pues el SEÑOR es Dios; él creó los cielos y la tierra y puso todas las cosas en su lugar. Él hizo el mundo para ser habitado, no para que fuera un lugar vacío y de caos. «Yo soy el SEÑOR —afirma—, y no hay otro.
Isa 45:19 Yo proclamo firmes promesas en público; no susurro cosas oscuras en algún rincón escondido. No le habría dicho al pueblo de Israel* que me buscara si no fuera posible encontrarme. Yo, el SEÑOR, sólo digo la verdad, y sólo declaro lo correcto.
Isa 45:20 »Reúnanse y vengan, fugitivos de las naciones vecinas. ¡Qué necios son los que llevan consigo sus ídolos de madera y dirigen sus oraciones a dioses que no pueden salvarlos!
Isa 45:21 Consulten entre ustedes, defiendan su causa; reúnanse y resuelvan qué decir. ¿Quién dio a conocer estas cosas desde hace mucho? ¿Cuál de los ídolos alguna vez les dijo que iban a suceder? ¿Acaso no fui yo, el SEÑOR? Pues no hay otro dios aparte de mí, un Dios justo y Salvador; fuera de mí no hay otro.
Isa 45:22 ¡Que todo el mundo me busque para la salvación!, porque yo soy Dios; no hay otro.
Isa 45:23 He jurado por mi propio nombre; he dicho la verdad y no faltaré a mi palabra: toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua me confesará su lealtad».*
Isa 45:24 La gente declarará: «El SEÑOR es la fuente de mi justicia y de mi fortaleza». Y todos los que estaban enojados con él, se le acercarán y quedarán avergonzados.
Isa 45:25 En el SEÑOR, todas las generaciones de Israel serán justificadas, y en él se enorgullecerán.
Isa 44:2 El SEÑOR que te hizo y que te ayuda, dice: “No tengas miedo, oh Jacob, siervo mío, mi amado Israel,* mi elegido.
Isa 44:3 Pues derramaré agua para calmar tu sed y para regar tus campos resecos; derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes, y mi bendición sobre tus hijos.
Isa 44:4 Prosperarán como la hierba bien regada, como sauces en la ribera de un río.
Isa 44:5 Algunos dirán con orgullo: ‘Yo le pertenezco al SEÑOR’; otros dirán: ‘Soy descendiente de Jacob’. Algunos escribirán el nombre del SEÑOR en sus manos y tomarán para sí el nombre de Israel”».
Isa 44:6 Esto dice el SEÑOR, el Rey y Redentor de Israel, el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales: «Yo soy el Primero y el Último; no hay otro Dios.
Isa 44:7 ¿Quién es como yo? Que se presente y les demuestre su poder; que haga lo que yo he hecho desde tiempos antiguos cuando establecí a un pueblo y expliqué su futuro.
Isa 44:8 No tiemblen; no tengan miedo. ¿Acaso no proclamé mis propósitos para ustedes hace mucho tiempo? Ustedes son mis testigos, ¿hay algún otro Dios? ¡No! No hay otra Roca, ni una sola».
Isa 44:9 ¡Qué necios son los que fabrican ídolos! Esos objetos tan apreciados, en realidad no valen nada. Los que adoran ídolos no saben esto, así que todos terminan avergonzados.
Isa 44:10 ¿Quién, sino un tonto, se haría su propio dios, un ídolo que no puede ayudarlo en nada?
Isa 44:11 Los que rinden culto a ídolos caerán en la deshonra junto con todos esos artesanos, simples humanos, que se declaran capaces de fabricar un dios. Tal vez unan sus fuerzas, pero estarán unidos en el terror y la vergüenza.
Isa 44:12 El herrero se ubica frente a su fragua para hacer una herramienta afilada, martillándola y dándole forma con todas sus fuerzas. Su trabajo le da hambre y se siente débil; le da sed y se siente desmayar.
Isa 44:13 Después el tallador mide un bloque de madera y sobre él traza un diseño. Trabaja con el cincel y el cepillo y lo talla formando una figura humana. Le da belleza humana y lo pone en un pequeño santuario.
Isa 44:14 Corta cedros; escoge cipreses y robles; planta pinos en el bosque para que la lluvia los alimente.
Isa 44:15 Luego usa parte de la madera para hacer fuego y con esto se calienta y hornea su pan. Después, aunque parezca increíble, toma lo que queda y se hace un dios para rendirle culto; hace un ídolo y se inclina ante él.
Isa 44:16 Quema parte del árbol para asar la carne y para darse calor. Dice: «Ah, ¡qué bien se siente uno con este fuego!».
Isa 44:17 Luego toma lo que queda y hace su dios: ¡un ídolo tallado! Cae de rodillas ante el ídolo, le rinde culto y le reza. «¡Rescátame! —le dice—, ¡tú eres mi dios!».
Isa 44:18 ¡Cuánta estupidez y cuánta ignorancia! Tienen los ojos cerrados y no pueden ver; tienen la mente cerrada y no pueden pensar.
Isa 44:19 La persona que hizo el ídolo nunca se detiene a reflexionar: «¡Vaya, es sólo un pedazo de madera! Quemé la mitad para tener calor y la usé para cocer el pan y asar la carne. ¿Cómo es posible que lo que queda sea un dios? ¿Acaso debo inclinarme a rendir culto a un pedazo de madera?».
Isa 44:20 El pobre iluso se alimenta de cenizas; confía en algo que no puede ayudarlo en absoluto. Sin embargo, no es capaz de preguntarse: «Este ídolo que tengo en la mano, ¿no será una mentira?».
Isa 44:21 «Presta atención, oh Jacob, porque tú eres mi siervo, oh Israel. Yo, el SEÑOR, te hice y no te olvidaré.
Isa 44:22 He disipado tus pecados como una nube y tus ofensas como la niebla de la mañana. Vuelve a mí, porque yo pagué el precio para ponerte en libertad».
Isa 44:23 Canten, oh cielos, porque el SEÑOR ha hecho algo tan maravilloso. ¡Griten de júbilo, oh profundidades de la tierra! ¡Pónganse a cantar oh montes, bosques y todos los árboles! Pues el SEÑOR ha redimido a Jacob y es glorificado en Israel.
Isa 44:24 Esto dice el SEÑOR, tu Redentor y Creador: «Yo soy el SEÑOR, que hizo todas las cosas; yo solo extendí los cielos. ¿Quién estaba conmigo cuando hice la tierra?
Isa 44:25 Expongo a los falsos profetas como mentirosos y dejo en ridículo a los adivinos; hago que los sabios den malos consejos, y así demuestro que son unos necios.
Isa 44:26 Sin embargo, yo sí cumplo las predicciones de mis profetas. Por medio de ellos le digo a Jerusalén: “Este lugar volverá a ser habitado”, y a las ciudades de Judá: “Ustedes serán reconstruidas; yo restauraré todas sus ruinas”.
Isa 44:27 Cuando hable a los ríos y les diga: “¡Séquense!”, se secarán.
Isa 44:28 Cuando diga de Ciro: “Él es mi pastor”, sin falta él hará lo que yo digo. Él ordenará: “Reconstruyan Jerusalén”; y dirá: “Restauren el templo”».
Isa 45:1 Esto le dice el SEÑOR a Ciro, su ungido, cuya mano derecha llenará de poder. Ante él, los reyes poderosos quedarán paralizados de miedo; se abrirán las puertas de sus fortalezas y nunca volverán a cerrarse.
Isa 45:2 Esto dice el SEÑOR: «Iré delante de ti, Ciro, y allanaré los montes;* echaré abajo las puertas de bronce y cortaré las barras de hierro.
Isa 45:3 Te daré tesoros escondidos en la oscuridad, riquezas secretas. Lo haré para que sepas que yo soy el SEÑOR, Dios de Israel, el que te llama por tu nombre.
Isa 45:4 »¿Por qué te he llamado para esta tarea? ¿Por qué te llamé por tu nombre, cuando no me conocías? Es por amor a mi siervo Jacob, Israel, mi escogido.
Isa 45:5 Yo soy el SEÑOR; no hay otro Dios. Te he preparado para la batalla, aunque tú ni siquiera me conoces,
Isa 45:6 para que el mundo entero, desde el oriente hasta el occidente, sepa que no hay otro Dios. Yo soy el SEÑOR, y no hay otro.
Isa 45:7 Yo formo la luz y creo las tinieblas, yo envío los buenos tiempos y los malos; yo, el SEÑOR, soy el que hace estas cosas.
Isa 45:8 »Ábranse, oh cielos, y derramen su justicia. Que la tierra se abra de par en par, para que broten juntas la salvación y la justicia. Yo, el SEÑOR, las he creado.
Isa 45:9 »¡Qué aflicción espera a los que discuten con su Creador! ¿Acaso discute la olla de barro con su hacedor? ¿Reprocha el barro al que le da forma diciéndole: “¡Detente, lo estás haciendo mal!”? ¿Exclama la olla: “¡Qué torpe eres!”?
Isa 45:10 ¡Qué terrible sería si un recién nacido le dijera a su padre: “¿Por qué nací?” o le dijera a su madre: “¿Por qué me hiciste así?”!».
Isa 45:11 Esto dice el SEÑOR, el Santo de Israel, tu Creador: «¿Pones en tela de juicio lo que hago por mis hijos? ¿Acaso me das órdenes acerca de la obra de mis manos?
Isa 45:12 Yo soy el que hizo la tierra y creó a la gente para que viviera en ella. Con mis manos extendí los cielos; todas las estrellas están a mis órdenes.
Isa 45:13 Levantaré a Ciro para que cumpla mi propósito justo, y guiaré sus acciones. Él restaurará mi ciudad y pondrá en libertad a mi pueblo cautivo, ¡sin buscar recompensa! ¡Yo, el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, he hablado!».
Isa 45:14 Esto dice el SEÑOR: «Gobernarás a los egipcios, a los etíopes* y a los sabeos. Ellos acudirán a ti con toda su mercancía, y toda ella te pertenecerá. Te seguirán como prisioneros encadenados y caerán de rodillas ante ti y dirán: “Dios está contigo y él es el único Dios, no hay otro”».
Isa 45:15 Verdaderamente, oh Dios de Israel, Salvador nuestro, tú obras de manera misteriosa.
Isa 45:16 Los artesanos que hacen ídolos serán humillados; todos serán avergonzados.
Isa 45:17 Pero el SEÑOR salvará al pueblo de Israel con salvación eterna; por los siglos de los siglos, nunca más será humillado ni avergonzado.
Isa 45:18 Pues el SEÑOR es Dios; él creó los cielos y la tierra y puso todas las cosas en su lugar. Él hizo el mundo para ser habitado, no para que fuera un lugar vacío y de caos. «Yo soy el SEÑOR —afirma—, y no hay otro.
Isa 45:19 Yo proclamo firmes promesas en público; no susurro cosas oscuras en algún rincón escondido. No le habría dicho al pueblo de Israel* que me buscara si no fuera posible encontrarme. Yo, el SEÑOR, sólo digo la verdad, y sólo declaro lo correcto.
Isa 45:20 »Reúnanse y vengan, fugitivos de las naciones vecinas. ¡Qué necios son los que llevan consigo sus ídolos de madera y dirigen sus oraciones a dioses que no pueden salvarlos!
Isa 45:21 Consulten entre ustedes, defiendan su causa; reúnanse y resuelvan qué decir. ¿Quién dio a conocer estas cosas desde hace mucho? ¿Cuál de los ídolos alguna vez les dijo que iban a suceder? ¿Acaso no fui yo, el SEÑOR? Pues no hay otro dios aparte de mí, un Dios justo y Salvador; fuera de mí no hay otro.
Isa 45:22 ¡Que todo el mundo me busque para la salvación!, porque yo soy Dios; no hay otro.
Isa 45:23 He jurado por mi propio nombre; he dicho la verdad y no faltaré a mi palabra: toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua me confesará su lealtad».*
Isa 45:24 La gente declarará: «El SEÑOR es la fuente de mi justicia y de mi fortaleza». Y todos los que estaban enojados con él, se le acercarán y quedarán avergonzados.
Isa 45:25 En el SEÑOR, todas las generaciones de Israel serán justificadas, y en él se enorgullecerán.
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