APOSENTO ALTO

miércoles, 20 de septiembre de 2017

LECTURA BÍBLICA 20 SEPTIEMBRE

LECTURA PARA LA MAÑANA

LUCAS    23:50-56

Luc 23:50 Había un hombre bueno y justo llamado José. Era miembro del Concilio Supremo judío,
Luc 23:51 pero no había estado de acuerdo con la decisión y las acciones de los otros líderes religiosos. Era de la ciudad de Judea llamada Arimatea y esperaba la venida del reino de Dios.
Luc 23:52 Fue a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús.
Luc 23:53 Luego bajó el cuerpo de la cruz, lo envolvió en un largo lienzo de lino y lo colocó en una tumba nueva que había sido tallada en la roca.
Luc 23:54 Esto sucedió el viernes por la tarde, el día de preparación,* cuando el día de descanso estaba por comenzar.
Luc 23:55 Mientras llevaban el cuerpo, las mujeres de Galilea iban detrás y vieron la tumba donde lo colocaron.
Luc 23:56 Luego fueron a sus casas y prepararon especias y ungüentos para ungir el cuerpo de Jesús. Pero, cuando terminaron, ya había comenzado el día de descanso, así que descansaron como ordena la ley.




 HEBREOS  11:17-31

Heb 11:17 Fue por la fe que Abraham ofreció a Isaac en sacrificio cuando Dios lo puso a prueba. Abraham, quien había recibido las promesas de Dios, estuvo dispuesto a sacrificar a su único hijo, Isaac,
Heb 11:18 aun cuando Dios le había dicho: «Isaac es el hijo mediante el cual procederán tus descendientes»*.
Heb 11:19 Abraham llegó a la conclusión de que, si Isaac moría, Dios tenía el poder para volverlo a la vida. Y, en cierto sentido, Abraham recibió de vuelta a su hijo de entre los muertos.
Heb 11:20 Fue por la fe que Isaac prometió a sus hijos, Jacob y Esaú, bendiciones para el futuro.
Heb 11:21 Fue por la fe que Jacob, cuando ya era anciano y estaba por morir, bendijo a cada uno de los hijos de José y se inclinó para adorar, apoyado en su vara.
Heb 11:22 Fue por la fe que José, cuando iba a morir, declaró con confianza que el pueblo de Israel saldría de Egipto. Incluso les mandó que se llevaran sus huesos cuando ellos salieran.
Heb 11:23 Fue por la fe que cuando nació Moisés, sus padres lo escondieron durante tres meses. Vieron que Dios les había dado un hijo fuera de lo común y no tuvieron temor de desobedecer la orden del rey.
Heb 11:24 Fue por la fe que Moisés, cuando ya fue adulto, rehusó llamarse hijo de la hija del faraón.
Heb 11:25 Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los placeres momentáneos del pecado.
Heb 11:26 Consideró que era mejor sufrir por causa de Cristo que poseer los tesoros de Egipto, pues tenía la mirada puesta en la gran recompensa que recibiría.
Heb 11:27 Fue por la fe que Moisés salió de la tierra de Egipto sin temer el enojo del rey. Siguió firme en su camino porque tenía los ojos puestos en el Invisible.
Heb 11:28 Fue por la fe que Moisés ordenó que el pueblo de Israel celebrara la Pascua y rociara con sangre los marcos de las puertas para que el ángel de la muerte no matara a ninguno de sus primeros hijos varones.
Heb 11:29 Fue por la fe que el pueblo de Israel atravesó el mar Rojo como si estuviera pisando tierra seca. Pero cuando los egipcios intentaron seguirlos, murieron todos ahogados.
Heb 11:30 Fue por la fe que el pueblo de Israel marchó alrededor de Jericó durante siete días, y las murallas se derrumbaron.
Heb 11:31 Fue por la fe que Rahab, la prostituta, no fue destruida junto con los habitantes de su ciudad que se negaron a obedecer a Dios. Pues ella había recibido en paz a los espías.



PROVERBIOS 28:1-14

Pro 28:1 Los perversos huyen aun cuando nadie los persigue, pero los justos son tan valientes como el león.
Pro 28:2 Cuando hay corrupción moral en una nación, su gobierno se desmorona fácilmente. En cambio con líderes sabios y entendidos viene la estabilidad.
Pro 28:3 El pobre que oprime a los pobres es como la lluvia torrencial que destruye la cosecha.
Pro 28:4 Rechazar la ley es enaltecer a los perversos, obedecer la ley es luchar contra ellos.
Pro 28:5 Los malvados no comprenden la justicia, pero los que siguen al SEÑOR la entienden a la perfección.
Pro 28:6 Es mejor ser pobre y honesto que ser rico y deshonesto.
Pro 28:7 Los jóvenes que obedecen la ley son sabios, los que tienen amigos desenfrenados traen vergüenza a sus padres.*
Pro 28:8 Los ingresos que se obtienen por cobrar altos intereses terminarán en el bolsillo del que trata bien a los pobres.
Pro 28:9 Dios detesta la oración del que no hace caso de la ley.
Pro 28:10 El que lleva a la gente buena por mal camino caerá en su propia trampa, pero los honrados heredarán cosas buenas.
Pro 28:11 Los ricos se creen sabios, pero no pueden engañar a un pobre que tiene discernimiento.
Pro 28:12 Cuando los justos triunfan, todo el mundo se alegra. Cuando los perversos toman el control, todos se esconden.
Pro 28:13 Los que encubren sus pecados no prosperarán, pero si los confiesan y los abandonan, recibirán misericordia.
Pro 28:14 Benditos los que tienen temor de hacer lo malo;* pero los tercos van directo a graves problemas.



LECTURA PARA LA NOCHE

ISAÍAS 51-53

Isa 51:1 «Escúchenme, todos los que tienen esperanza de ser liberados, todos los que buscan al SEÑOR. Consideren la piedra de la que fueron tallados, la cantera de la que fueron extraídos.
Isa 51:2 Sí, piensen en Abraham, su antepasado, y en Sara, que dio a luz a su nación. Cuando llamé a Abraham, era un solo hombre; pero, cuando lo bendije, se convirtió en una gran nación».
Isa 51:3 El SEÑOR volverá a consolar a Israel* y tendrá piedad de sus ruinas. Su desierto florecerá como el Edén, sus lugares desolados como el huerto del SEÑOR. Allí se encontrarán gozo y alegría; los cantos de gratitud llenarán el aire.
Isa 51:4 «Escúchame, pueblo mío; óyeme, Israel, porque mi ley será proclamada y mi justicia llegará a ser una luz para las naciones.
Isa 51:5 Mi misericordia y mi justicia ya se acercan, mi salvación viene en camino; mi brazo fuerte hará justicia a las naciones. Las tierras lejanas me buscarán y con esperanza aguardarán mi brazo poderoso.
Isa 51:6 Levanten los ojos a los altos cielos y miren la tierra abajo. Pues los cielos desaparecerán como humo y la tierra se gastará como una prenda de vestir. Los habitantes de la tierra morirán como moscas, pero mi salvación permanece para siempre; mi reinado de justicia nunca tendrá fin.
Isa 51:7 »Escúchenme, ustedes que distinguen entre lo bueno y lo malo, ustedes que atesoran mi ley en el corazón. No teman las burlas de la gente, ni tengan miedo de sus insultos.
Isa 51:8 Pues la polilla los devorará a ellos como devora la ropa y el gusano los comerá como se come la lana. Pero mi justicia permanecerá para siempre; mi salvación continuará de generación en generación».
Isa 51:9 ¡Despierta, oh SEÑOR, despierta! ¡Vístete de fuerza! ¡Mueve tu poderoso brazo derecho! Levántate como en los días de antaño, cuando mataste a Egipto, al dragón del Nilo.*
Isa 51:10 ¿Acaso no eres el mismo hoy, el que secó el mar, haciendo un camino en las profundidades para que tu pueblo pudiera escapar y cruzar al otro lado?
Isa 51:11 Regresarán los que fueron rescatados por el SEÑOR y entrarán cantando a Jerusalén,* coronados de alegría eterna. Desaparecerán el dolor y el luto y estarán llenos de gozo y de alegría.
Isa 51:12 «Yo, sí, yo soy quien te consuela. Entonces, ¿por qué les temes a simples seres humanos que se marchitan como la hierba y desaparecen?
Isa 51:13 Sin embargo, has olvidado al SEÑOR, tu Creador, el que extendió el cielo como un dosel y puso los cimientos de la tierra. ¿Vivirás en constante terror de los opresores humanos? ¿Seguirás temiendo el enojo de tus enemigos? ¿Dónde están ahora su furia y su enojo? ¡Han desaparecido!
Isa 51:14 Pronto quedarán libres los cautivos. ¡La prisión, el hambre y la muerte no serán su destino!
Isa 51:15 Pues yo soy el SEÑOR tu Dios, que agito el mar haciendo que rujan las olas. Mi nombre es SEÑOR de los Ejércitos Celestiales.
Isa 51:16 Y he puesto mis palabras en tu boca y te he escondido a salvo dentro de mi mano. Yo extendí* el cielo como un dosel y puse los cimientos de la tierra. Yo soy el que le dice a Israel: “¡Tú eres mi pueblo!”».
Isa 51:17 ¡Despierta, oh Jerusalén, despierta! Has bebido la copa de la furia del SEÑOR. Has bebido la copa del terror, la has vaciado hasta la última gota.
Isa 51:18 Ni uno de tus hijos queda con vida para tomarte de la mano y guiarte.
Isa 51:19 Estas dos calamidades te han ocurrido: la desolación y la destrucción, el hambre y la guerra. Y ¿quién ha quedado para compadecerse de ti? ¿Quién ha quedado para consolarte?*
Isa 51:20 Pues tus hijos se han desmayado y yacen en las calles, tan indefensos como antílopes atrapados en una red. El SEÑOR ha derramado su furia; Dios los ha reprendido.
Isa 51:21 Pero ahora escuchen esto, ustedes los afligidos, que están completamente borrachos, aunque no por haber bebido vino.
Isa 51:22 Esto dice el SEÑOR Soberano, su Dios y Defensor: «Miren, yo les quité de las manos la copa aterradora; ya no beberán más de mi furia.
Isa 51:23 En cambio, entregaré esa copa a quienes los atormentan, a los que dijeron: “Los pisotearemos en el polvo y caminaremos sobre sus espaldas”».
Isa 52:1 ¡Despierta, oh Sión, despierta! Vístete de fuerza. Ponte tus ropas hermosas, oh ciudad santa de Jerusalén, porque ya no volverá a entrar por tus puertas la gente impura que no teme a Dios.
Isa 52:2 Levántate del polvo, oh Jerusalén y siéntate en un lugar de honor. Quítate del cuello las cadenas de la esclavitud, oh hija cautiva de Sión.
Isa 52:3 Pues esto dice el SEÑOR: «Cuando te vendí al destierro no recibí pago alguno; ahora puedo redimirte sin tener que pagar por ti».
Isa 52:4 Esto dice el SEÑOR Soberano: «Hace mucho tiempo, mi pueblo decidió vivir en Egipto. Ahora es Asiria la que lo oprime.
Isa 52:5 ¿Qué es esto? —pregunta el SEÑOR—. ¿Por qué está esclavizado mi pueblo nuevamente? Quienes lo gobiernan gritan de júbilo; todo el día blasfeman mi nombre.*
Isa 52:6 Pero yo revelaré mi nombre a mi pueblo, y llegará a conocer mi poder. Entonces, por fin mi pueblo reconocerá que soy yo quien le habla».
Isa 52:7 ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que trae buenas noticias, buenas noticias de paz y de salvación, las noticias de que el Dios de Israel* reina!
Isa 52:8 Los centinelas gritan y cantan de alegría, porque con sus propios ojos ven al SEÑOR regresando a Jerusalén.*
Isa 52:9 Que las ruinas de Jerusalén canten de alegría, porque el SEÑOR ha consolado a su pueblo, ha redimido a Jerusalén.
Isa 52:10 El SEÑOR ha manifestado su santo poder ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la victoria de nuestro Dios.
Isa 52:11 ¡Salgan! Salgan y dejen atrás su cautiverio, donde todo lo que tocan es impuro. Salgan de allí y purifíquense, ustedes que vuelven a su tierra con los objetos sagrados del SEÑOR.
Isa 52:12 No saldrán con prisa, como quien corre para salvar su vida. Pues el SEÑOR irá delante de ustedes; atrás los protegerá el Dios de Israel.
Isa 52:13 Miren, mi siervo prosperará; será muy exaltado.
Isa 52:14 Pero muchos quedaron asombrados cuando lo* vieron. Tenía el rostro tan desfigurado, que apenas parecía un ser humano, y por su aspecto, no se veía como un hombre.
Isa 52:15 Y él alarmará* a muchas naciones; los reyes quedarán mudos ante él. Verán lo que no se les había contado; entenderán lo que no habían oído hablar.*

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