APOSENTO ALTO

sábado, 9 de septiembre de 2017

LECTURA BÍBLICA 09 DE SEPTIEMBRE

LECTURA PARA LA MAÑANA

LUCAS    22:31-38

Luc 22:31 »Simón, Simón, Satanás ha pedido zarandear a cada uno de ustedes como si fueran trigo.
Luc 22:32 Pero yo he rogado en oración por ti, Simón, para que tu fe no falle, de modo que cuando te arrepientas y vuelvas a mí fortalezcas a tus hermanos».
Luc 22:33 Pedro dijo: —Señor, estoy dispuesto a ir a prisión contigo y aun a morir contigo.
Luc 22:34 Pero Jesús respondió: —Pedro, déjame decirte algo. Mañana por la mañana, antes de que cante el gallo, negarás tres veces que me conoces.
Luc 22:35 Entonces Jesús les preguntó: —Cuando los envié a predicar la Buena Noticia y no tenían dinero ni bolso de viaje ni otro par de sandalias, ¿les faltó algo? —No —respondieron ellos.
Luc 22:36 —Pero ahora —les dijo—, tomen su dinero y un bolso de viaje. Y si no tienen espada, ¡vendan su capa y compren una!
Luc 22:37 Pues ha llegado el tiempo en que se cumpla la siguiente profecía acerca de mí: “Fue contado entre los rebeldes”*. Así es, todo lo que los profetas escribieron acerca de mí se cumplirá.
Luc 22:38 —Mira Señor —le respondieron—, contamos con dos espadas entre nosotros. —Es suficiente —les dijo.




 HEBREOS  6:1-12

Heb 6:1 Así que dejemos de repasar una y otra vez las enseñanzas elementales acerca de Cristo. Por el contrario, sigamos adelante hasta llegar a ser maduros en nuestro entendimiento. No puede ser que tengamos que comenzar de nuevo con los importantes cimientos acerca del arrepentimiento de las malas acciones* y de tener fe en Dios.
Heb 6:2 Ustedes tampoco necesitan más enseñanza acerca de los bautismos, la imposición de manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.
Heb 6:3 Así que, si Dios quiere, avanzaremos hacia un mayor entendimiento.
Heb 6:4 Pues es imposible lograr que vuelvan a arrepentirse los que una vez fueron iluminados —aquellos que experimentaron las cosas buenas del cielo y fueron partícipes del Espíritu Santo,
Heb 6:5 que saborearon la bondad de la Palabra de Dios y el poder del mundo venidero —
Heb 6:6 y que luego se alejan de Dios. Es imposible lograr que esas personas vuelvan a arrepentirse; al rechazar al Hijo de Dios, ellos mismos lo clavan otra vez en la cruz y lo exponen a la vergüenza pública.
Heb 6:7 Cuando la tierra se empapa de la lluvia que cae y produce una buena cosecha para el agricultor, recibe la bendición de Dios.
Heb 6:8 En cambio, el campo que produce espinos y cardos no sirve para nada. El agricultor no tardará en maldecirlo y quemarlo.
Heb 6:9 Queridos amigos, aunque hablamos de este modo, no creemos que esto se aplica a ustedes. Estamos convencidos de que ustedes están destinados para cosas mejores, las cuales vienen con la salvación.
Heb 6:10 Pues Dios no es injusto. No olvidará con cuánto esfuerzo han trabajado para él y cómo han demostrado su amor por él sirviendo a otros creyentes* como todavía lo hacen.
Heb 6:11 Nuestro gran deseo es que sigan amando a los demás mientras tengan vida, para asegurarse de que lo que esperan se hará realidad.
Heb 6:12 Entonces, no se volverán torpes ni indiferentes espiritualmente. En cambio seguirán el ejemplo de quienes, gracias a su fe y perseverancia, heredarán las promesas de Dios.





PROVERBIOS 22:17-29

Pro 22:17 Escucha las palabras de los sabios; aplica tu corazón a mi enseñanza.
Pro 22:18 Pues es bueno guardar estos dichos en tu corazón y tenerlos siempre a flor de labios.
Pro 22:19 Yo te enseño hoy —sí, a ti —para que confíes en el SEÑOR.
Pro 22:20 Te he escrito treinta dichos* llenos de consejos y de conocimiento.
Pro 22:21 Así podrás conocer la verdad y llevar un informe preciso a quienes te enviaron.
Pro 22:22 No le robes al pobre tan sólo porque puedes hacerlo, ni saques provecho de los necesitados en la corte,
Pro 22:23 porque el SEÑOR es su defensor. Él destruirá a todo el que los destruya.
Pro 22:24 No te hagas amigo de la gente irritable, ni te juntes con los que pierden los estribos con facilidad,
Pro 22:25 porque aprenderás a ser como ellos y pondrás en peligro tu alma.
Pro 22:26 No te comprometas a garantizar la deuda de otro ni seas fiador de nadie.
Pro 22:27 Si no puedes pagar, te quitarán hasta la cama en la que duermes.
Pro 22:28 No engañes a tu vecino cambiando de lugar los antiguos límites de propiedad establecidos por generaciones pasadas.
Pro 22:29 ¿Has visto a alguien realmente hábil en su trabajo? Servirá a los reyes en lugar de trabajar para la gente común.




LECTURA PARA LA NOCHE

ISAÍAS 24-26

Isa 24:1 ¡Miren! El SEÑOR está a punto de destruir la tierra y convertirla en una inmensa tierra baldía. Él devasta la superficie de la tierra y dispersa a los habitantes.
Isa 24:2 Sacerdotes y laicos, sirvientes y amos, criadas y señoras, compradores y vendedores, prestamistas y prestatarios, banqueros y deudores: no se perdonará a nadie.
Isa 24:3 La tierra será totalmente vaciada y saqueada. ¡El SEÑOR ha hablado!
Isa 24:4 La tierra está de duelo y se seca, y las cosechas se arruinan y se marchitan; hasta los mejores habitantes de la tierra se van consumiendo.
Isa 24:5 La tierra sufre por los pecados de sus habitantes, porque han torcido las instrucciones de Dios, han violado sus leyes y quebrantado su pacto eterno.
Isa 24:6 Por lo tanto, una maldición consume la tierra; sus habitantes tienen que pagar el precio por su pecado. El fuego los destruye, y sólo unos cuantos quedan con vida.
Isa 24:7 Las vides se marchitan, y no hay vino nuevo; todos los parranderos suspiran y se lamentan.
Isa 24:8 Se ha callado el alegre sonido de las panderetas; ya no se escuchan los felices gritos de celebración y las melodiosas cuerdas del arpa están silenciosas.
Isa 24:9 Se han acabado los placeres del vino y del canto; las bebidas alcohólicas se vuelven amargas en la boca.
Isa 24:10 La ciudad se retuerce en el caos; todas las casas están cerradas con llave para que no entren intrusos.
Isa 24:11 Se reúnen las turbas en las calles, clamando por vino; el gozo se ha convertido en tristeza y la alegría ha sido expulsada de la tierra.
Isa 24:12 La ciudad ha quedado en ruinas; sus puertas echadas abajo.
Isa 24:13 Es lo mismo en toda la tierra, sólo queda un remanente, como las aceitunas sueltas que quedan en el olivo o las pocas uvas que quedan en la vid después de la cosecha.
Isa 24:14 Pero los que quedaron, gritan y cantan de alegría; los del occidente alaban la majestad del SEÑOR.
Isa 24:15 En las tierras del oriente, denle gloria al SEÑOR; en las tierras más allá del mar, alaben el nombre del SEÑOR, Dios de Israel.
Isa 24:16 ¡Oímos cantos de alabanza desde los confines de la tierra, canciones que le dan gloria al Justo! Sin embargo tengo el corazón cargado de angustia. Lloren por mí, porque me estoy marchitando. Sigue prevaleciendo el engaño, y hay traición por todas partes.
Isa 24:17 Terror, trampas y redes serán su suerte, gente de la tierra.
Isa 24:18 Los que huyan aterrorizados, caerán en una trampa, y los que escapen de la trampa, quedarán atrapados en una red. La destrucción cae de los cielos como la lluvia; tiemblan los cimientos de la tierra.
Isa 24:19 La tierra se ha hecho pedazos; se ha derrumbado por completo; se sacude con violencia.
Isa 24:20 La tierra se tambalea como un borracho; tiembla como una carpa en medio de una tormenta. Cae para no volver a levantarse, porque es muy pesada la culpa de su rebelión.
Isa 24:21 En aquel día, el SEÑOR castigará a los dioses de los cielos y a los soberbios gobernantes en las naciones de la tierra.
Isa 24:22 Serán acorralados y echados a la cárcel. Serán encerrados en prisión y por fin serán castigados.
Isa 24:23 Entonces, la gloria de la luna menguará, y el resplandor del sol se desvanecerá, porque el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales reinará en el monte Sión. Reinará con gran gloria en Jerusalén, a los ojos de todos los líderes de su pueblo.
Isa 25:1 Oh SEÑOR, honraré y alabaré tu nombre, porque tú eres mi Dios. ¡Tú haces cosas maravillosas! Las planeaste hace mucho tiempo, y ahora las has realizado.
Isa 25:2 Tú conviertes ciudades poderosas en montones de ruinas; ciudades con murallas fuertes se convierten en escombros. Hermosos palacios en tierras lejanas desaparecen y jamás serán reconstruidos.
Isa 25:3 Por lo tanto, naciones fuertes proclamarán tu gloria; naciones despiadadas te temerán.
Isa 25:4 Oh SEÑOR, tú eres una torre de refugio para los pobres, una torre de refugio para los necesitados en su angustia. Eres refugio de la tempestad y amparo del calor. Pues los actos opresivos de la gente despiadada son como una tormenta que azota los muros,
Isa 25:5 o como el calor implacable del desierto. Sin embargo, tú haces callar el rugido de las naciones extranjeras. Como la sombra de una nube aplaca el incesante calor, tú silencias las canciones vanidosas de la gente despiadada.
Isa 25:6 En Jerusalén,* el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales preparará un maravilloso banquete para toda la gente del mundo. Será un banquete delicioso con vino añejo y carne de primera calidad.
Isa 25:7 Allí él quitará la nube de tristeza, la sombra de muerte que cubre la tierra.
Isa 25:8 ¡Él devorará a la muerte para siempre!* El SEÑOR Soberano secará todas las lágrimas y quitará para siempre los insultos y las burlas contra su tierra y su pueblo. ¡El SEÑOR ha hablado!
Isa 25:9 En aquel día, la gente proclamará: «¡Este es nuestro Dios! ¡Confiamos en él, y él nos salvó! Este es el SEÑOR en quien confiamos. ¡Alegrémonos en la salvación que nos trae!».
Isa 25:10 Pues la mano de bendición del SEÑOR descansará sobre Jerusalén. Moab, en cambio, será aplastado; será como la paja pisoteada y abandonada para que se pudra.
Isa 25:11 Dios echará hacia abajo al pueblo de Moab como el nadador empuja hacia abajo el agua con las manos. Pondrá fin a su orgullo y a todas sus malas acciones.
Isa 25:12 Las altas murallas de Moab serán demolidas; derribadas al suelo, echadas al polvo.
Isa 26:1 En aquel día, todos en la tierra de Judá cantarán esta canción: ¡Nuestra ciudad es fuerte! Estamos rodeados por las murallas de la salvación de Dios.
Isa 26:2 Abran las puertas a todos los que son justos; dejen entrar a los fieles.
Isa 26:3 ¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos!
Isa 26:4 Confíen siempre en el SEÑOR, porque el SEÑOR DIOS es la Roca eterna.
Isa 26:5 Él humilla a los orgullosos y derriba a la ciudad arrogante; él la echa al polvo.
Isa 26:6 Los pobres y los oprimidos la pisotean, y los necesitados caminan sobre ella.
Isa 26:7 Sin embargo, para los que son justos, el camino no es empinado ni accidentado. Tú eres Dios. Haces lo que es justo y allanas el camino delante de ellos.
Isa 26:8 SEÑOR, mostramos nuestra confianza en ti al obedecer tus leyes; el deseo de nuestro corazón es glorificar tu nombre.
Isa 26:9 Te busco durante toda la noche; en la mañana busco de todo corazón a Dios. Pues sólo cuando tú vengas a juzgar la tierra, la gente aprenderá lo correcto.
Isa 26:10 Tu bondad con los malvados no los lleva a hacer el bien. Aunque otros hagan el bien, los malvados siguen haciendo el mal y no les importa la majestad del SEÑOR.
Isa 26:11 Oh SEÑOR, ellos no prestan ninguna atención a tu puño levantado. Demuéstrales tu fervor por defender a tu pueblo; entonces quedarán avergonzados. Que tu fuego consuma a tus enemigos.
Isa 26:12 SEÑOR, tú nos concederás la paz; en realidad, todo lo que hemos logrado viene de ti.
Isa 26:13 Oh SEÑOR, Dios nuestro, otros nos han gobernado, pero tú eres el único a quien adoramos.
Isa 26:14 Aquellos a quienes servimos antes, están muertos y bajo tierra; ¡sus espíritus difuntos nunca volverán! Tú los atacaste y los destruiste, y hace tiempo que pasaron al olvido.
Isa 26:15 Oh SEÑOR, tú hiciste grande nuestra nación; así es, tú nos hiciste grandes. Tú extendiste nuestras fronteras, ¡y te damos toda la gloria!
Isa 26:16 SEÑOR, en nuestra angustia te hemos buscado; bajo la carga de tu disciplina hemos orado.
Isa 26:17 Como la mujer encinta se retuerce y grita de dolor mientras da a luz, así estábamos en tu presencia, SEÑOR.
Isa 26:18 También nosotros nos retorcemos de agonía, pero nuestros sufrimientos no resultan en nada. No le hemos dado salvación a la tierra, ni le trajimos vida al mundo.
Isa 26:19 Pero los que mueren en el SEÑOR, vivirán; ¡sus cuerpos se levantarán otra vez! Los que duermen en la tierra se levantarán y cantarán de alegría. Pues tu luz que da vida descenderá como el rocío sobre tu pueblo, en el lugar de los muertos.
Isa 26:20 Ve a tu casa, pueblo mío, ¡y pon cerrojo a tus puertas! Escóndete por un breve tiempo, hasta que haya pasado el enojo del SEÑOR.
Isa 26:21 ¡Miren! El SEÑOR viene del cielo para castigar a la gente de la tierra por sus pecados. La tierra no seguirá escondiendo a los asesinados; los sacará a la vista de todos.

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