APOSENTO ALTO

viernes, 7 de julio de 2017

LECTURA BÍBLICA 7 DE JULIO

LECTURA PARA LA MAÑANA

LUCAS    8:40-56

Luc 8:40 Del otro lado del lago, las multitudes recibieron a Jesús porque lo estaban esperando.
Luc 8:41 Y un hombre llamado Jairo, líder de la sinagoga local, se acercó y cayó a los pies de Jesús mientras rogaba que lo acompañara a su casa.
Luc 8:42 Su única hija, que tenía unos doce años, estaba muriendo. Mientras Jesús iba con Jairo, las multitudes lo rodeaban.
Luc 8:43 Una mujer de la multitud hacía doce años que sufría una hemorragia continua* y no encontraba ninguna cura.
Luc 8:44 Acercándose a Jesús por detrás, le tocó el fleco de la túnica. Al instante, la hemorragia se detuvo.
Luc 8:45 «¿Quién me tocó?» —preguntó Jesús. Todos negaron, y Pedro dijo: —Maestro, la multitud entera se apretuja contra ti.
Luc 8:46 Pero Jesús dijo: —Alguien me tocó a propósito, porque yo sentí que salió poder sanador de mí.
Luc 8:47 Cuando la mujer se dio cuenta de que no podía permanecer oculta, comenzó a temblar y cayó de rodillas frente a Jesús. A oídos de toda la multitud, ella le explicó por qué lo había tocado y cómo había sido sanada al instante.
Luc 8:48 «Hija —le dijo Jesús—, tu fe te ha sanado. Ve en paz».
Luc 8:49 Mientras él todavía hablaba con ella, llegó un mensajero de la casa de Jairo, el líder de la sinagoga y le dijo: «Tu hija está muerta. Ya no tiene sentido molestar al Maestro».
Luc 8:50 Pero, cuando Jesús oyó lo que había sucedido, le dijo a Jairo: «No tengas miedo. Sólo ten fe, y ella será sanada».
Luc 8:51 Cuando llegaron a la casa, Jesús no dejó que nadie entrara con él excepto Pedro, Juan, Santiago, y el padre y la madre de la niña.
Luc 8:52 La casa estaba llena de personas que lloraban y se lamentaban, pero Jesús dijo: «¡Dejen de llorar! No está muerta; sólo duerme».
Luc 8:53 Pero la multitud se rió de él, porque todos sabían que había muerto.
Luc 8:54 Entonces Jesús la tomó de la mano y dijo en voz fuerte: «¡Niña, levántate!».
Luc 8:55 Y, en ese momento, le volvió la vida* y se puso de pie enseguida. Entonces Jesús les dijo que le dieran de comer a la niña.
Luc 8:56 Sus padres quedaron conmovidos, pero Jesús insistió en que no le dijeran a nadie lo que había sucedido.




COLOSENSES 3:15-25

Col 3:15 Y que la paz que viene de Cristo gobierne en sus corazones. Pues, como miembros de un mismo cuerpo, ustedes son llamados a vivir en paz. Y sean siempre agradecidos.
Col 3:16 Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido.
Col 3:17 Y todo lo que hagan o digan, háganlo como representantes del Señor Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de él.
Col 3:18 Esposas, sujétese cada una a su esposo como corresponde a quienes pertenecen al Señor.
Col 3:19 Maridos, ame cada uno a su esposa y nunca la trate con aspereza.
Col 3:20 Hijos, obedezcan siempre a sus padres, porque eso agrada al Señor.
Col 3:21 Padres,* no exasperen a sus hijos, para que no se desanimen.
Col 3:22 Esclavos, obedezcan en todo a sus amos terrenales. Traten de agradarlos todo el tiempo, no sólo cuando ellos los observan. Sírvanlos con sinceridad debido al temor reverente que ustedes tienen al Señor.
Col 3:23 Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente.
Col 3:24 Recuerden que el Señor los recompensará con una herencia y que el Amo a quien sirven es Cristo.*
Col 3:25 Pero, si hacen lo que está mal, recibirán el pago por el mal que hayan hecho, porque Dios no tiene favoritos.





SALMO 130-131

Sal 130:1
Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén.
Desde lo profundo de mi desesperación, oh SEÑOR, clamo por tu ayuda.
Sal 130:2 Escucha mi clamor, oh Señor. Presta atención a mi oración.
Sal 130:3 SEÑOR, si llevaras un registro de nuestros pecados, ¿quién, oh Señor, podría sobrevivir?
Sal 130:4 Pero tú ofreces perdón, para que aprendamos a temerte.
Sal 130:5 Yo cuento con el SEÑOR; sí, cuento con él; en su palabra he puesto mi esperanza.
Sal 130:6 Anhelo al Señor más que los centinelas el amanecer, sí, más de lo que los centinelas anhelan el amanecer.
Sal 130:7 Oh Israel, espera en el SEÑOR; porque en el SEÑOR hay amor inagotable; su redención sobreabunda.
Sal 130:8 Él mismo redimirá a Israel de toda clase de pecado.

Sal 131:1
Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. Salmo de David.
SEÑOR, mi corazón no es orgulloso; mis ojos no son altivos. No me intereso en cuestiones demasiado grandes o impresionantes que no puedo asimilar.
Sal 131:2 En cambio, me he calmado y aquietado, como un niño destetado que ya no llora por la leche de su madre. Sí, tal como un niño destetado es mi alma en mi interior.
Sal 131:3 Oh Israel, pon tu esperanza en el SEÑOR, ahora y siempre.



LECTURA PARA LA NOCHE

1 CRÓNICAS    15-16

1Cr 15:1 David construyó varios edificios para sí en la Ciudad de David. También preparó un lugar para el arca de Dios y levantó una carpa especial para ella.
1Cr 15:2 Después ordenó: «Nadie, excepto los levitas, podrá llevar el arca de Dios. El SEÑOR los ha elegido a ellos para que carguen el arca del SEÑOR y para que le sirvan para siempre».
1Cr 15:3 Luego David convocó a todo Israel a Jerusalén para trasladar el arca del SEÑOR al lugar que él le había preparado.
1Cr 15:4 Este es el número de los descendientes de Aarón (los sacerdotes) y de los levitas que fueron convocados:
1Cr 15:5 del clan de Coat, 120, con Uriel como su jefe;
1Cr 15:6 del clan de Merari, 220, con Asaías como su jefe;
1Cr 15:7 del clan de Gerson,* 130, con Joel como su jefe;
1Cr 15:8 de los descendientes de Elizafán, 200, con Semaías como su jefe;
1Cr 15:9 de los descendientes de Hebrón, 80, con Eliel como su jefe;
1Cr 15:10 de los descendientes de Uziel, 112, con Aminadab como su jefe.
1Cr 15:11 Luego David mandó llamar a los sacerdotes, Sadoc y Abiatar, y a los siguientes jefes levitas: Uriel, Asaías, Joel, Semaías, Eliel y Aminadab.
1Cr 15:12 Les dijo: «Ustedes son los jefes de las familias levitas. Deben purificarse ustedes mismos y a todos los demás levitas, a fin de que puedan traer el arca del SEÑOR, Dios de Israel, al lugar que le he preparado.
1Cr 15:13 Como no fueron ustedes, los levitas, los que llevaban el arca la primera vez, el enojo del SEÑOR nuestro Dios se encendió contra nosotros. No habíamos consultado a Dios acerca de cómo trasladarla de la manera apropiada».
1Cr 15:14 Así que los sacerdotes y los levitas se purificaron para poder trasladar el arca del SEÑOR, Dios de Israel, a Jerusalén.
1Cr 15:15 Entonces los levitas llevaron el arca de Dios sobre los hombros con las varas para transportarla, tal como el SEÑOR le había indicado a Moisés.
1Cr 15:16 David también ordenó a los jefes levitas que nombraran un coro de entre los levitas formado por cantores y músicos, para entonar alegres canciones al son de arpas, liras y címbalos.
1Cr 15:17 De modo que los levitas nombraron a Hemán, hijo de Joel, junto con sus hermanos levitas: Asaf, hijo de Berequías, y Etán, hijo de Cusaías, del clan de Merari.
1Cr 15:18 Los siguientes hombres fueron elegidos como sus ayudantes: Zacarías, Jaaziel,* Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Benaía, Maaseías, Matatías, Elifelehu, Micnías y los porteros: Obed-edom y Jeiel.
1Cr 15:19 Los músicos Hemán, Asaf y Etán fueron elegidos para hacer resonar los címbalos de bronce.
1Cr 15:20 Zacarías, Aziel, Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Maaseías y Benaía fueron elegidos para tocar las arpas.*
1Cr 15:21 Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed-edom, Jeiel y Azazías fueron elegidos para tocar las liras.*
1Cr 15:22 Quenanías, el jefe de los levitas, fue seleccionado por su habilidad para dirigir el coro.
1Cr 15:23 Berequías y Elcana fueron elegidos para vigilar* el arca.
1Cr 15:24 Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Benaía y Eliezer —todos sacerdotes— fueron elegidos para tocar las trompetas cuando marchaban delante del arca de Dios. Obed-edom y Jehías también fueron elegidos para vigilar el arca.
1Cr 15:25 Luego David y los ancianos de Israel junto con los generales del ejército* fueron a la casa de Obed-edom para trasladar el arca del pacto del SEÑOR a Jerusalén con gran celebración.
1Cr 15:26 Como era evidente que Dios ayudaba a los levitas mientras llevaban el arca del pacto del SEÑOR, sacrificaron siete toros y siete carneros.
1Cr 15:27 David estaba vestido con un manto de lino fino, al igual que todos los levitas que cargaban el arca y también los cantores y Quenanías, el director del coro. David también llevaba puesta una vestidura sacerdotal.*
1Cr 15:28 Así que todo Israel trasladó el arca del pacto del SEÑOR entre gritos de alegría, toques de cuernos de carneros y trompetas, el estrépito de címbalos, y la música de arpas y liras.
1Cr 15:29 Pero cuando el arca del pacto del SEÑOR entraba a la Ciudad de David, Mical, hija de Saúl, se asomó por la ventana. Cuando vio que el rey David saltaba y reía de alegría, se llenó de desprecio hacia él.
1Cr 16:1 Trasladaron el arca de Dios y la colocaron dentro de la carpa especial que David le había preparado. Le presentaron a Dios ofrendas quemadas y ofrendas de paz.
1Cr 16:2 Cuando terminó de ofrecer los sacrificios, David bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR.
1Cr 16:3 Después repartió a cada hombre y mujer en todo Israel una hogaza de pan, un pastel de dátiles* y un pastel de pasas de uva.
1Cr 16:4 David designó a los siguientes levitas para dirigir al pueblo en adoración ante el arca del SEÑOR, para invocar sus bendiciones, para dar gracias y para alabar al SEÑOR, Dios de Israel.
1Cr 16:5 Asaf, el líder de este grupo, tocaba los címbalos. El segundo era Zacarías, seguido por Jeiel, Semiramot, Jehiel, Matatías, Eliab, Benaía, Obed-edom y Jeiel. Ellos tocaban las arpas y las liras.
1Cr 16:6 Los sacerdotes, Benaía y Jahaziel, tocaban las trompetas continuamente ante el arca del pacto de Dios.
1Cr 16:7 Ese día David le dio a Asaf y a sus compañeros levitas esta canción de agradecimiento al SEÑOR:
1Cr 16:8 Den gracias al SEÑOR y proclamen su grandeza; que todo el mundo sepa lo que él ha hecho.
1Cr 16:9 Canten a él; sí, cántenle alabanzas; cuéntenle a todo el mundo acerca de sus obras maravillosas.
1Cr 16:10 Regocíjense por su santo nombre; alégrense ustedes, los que adoran al SEÑOR.
1Cr 16:11 Busquen al SEÑOR y su fuerza, búsquenlo continuamente.
1Cr 16:12 Recuerden las maravillas y los milagros que ha realizado, y las resoluciones que ha dictado,
1Cr 16:13 ustedes, hijos de su siervo Israel, descendientes de Jacob, los elegidos de Dios.
1Cr 16:14 Él es el SEÑOR nuestro Dios; su justicia se ve por toda la tierra.
1Cr 16:15 Recuerden su pacto para siempre, el compromiso que adquirió con mil generaciones.
1Cr 16:16 Es el pacto que hizo con Abraham y el juramento que le hizo a Isaac.
1Cr 16:17 Se lo confirmó a Jacob como un decreto y al pueblo de Israel como un pacto eterno:
1Cr 16:18 «Te daré la tierra de Canaán como tu preciada posesión».
1Cr 16:19 Eso lo dijo cuando eran pocos, un pequeño grupo de extranjeros en Canaán.
1Cr 16:20 Anduvieron de nación en nación, de un reino a otro.
1Cr 16:21 Sin embargo, él no permitió que nadie los oprimiera. A favor de ellos, les advirtió a los reyes:
1Cr 16:22 «No toquen a mi pueblo elegido ni hagan daño a mis profetas».
1Cr 16:23 ¡Que toda la tierra cante al SEÑOR! Cada día anuncien las buenas noticias de que él salva.
1Cr 16:24 Publiquen sus gloriosas obras entre las naciones; cuéntenles a todos las cosas asombrosas que él hace.
1Cr 16:25 ¡Grande es el SEÑOR! ¡Es el más digno de alabanza! A él hay que temer por sobre todos los dioses.
1Cr 16:26 Los dioses de las otras naciones no son más que ídolos, ¡pero el SEÑOR hizo los cielos!
1Cr 16:27 Honor y majestad lo rodean; fuerza y gozo llenan su morada.
1Cr 16:28 Oh naciones del mundo, reconozcan al SEÑOR; reconozcan que el SEÑOR es fuerte y glorioso.
1Cr 16:29 ¡Denle al SEÑOR la gloria que merece! Lleven ofrendas y entren en su presencia. Adoren al SEÑOR en todo su santo esplendor;
1Cr 16:30 que toda la tierra tiemble delante de él. El mundo permanece firme y no puede ser sacudido.
1Cr 16:31 ¡Que los cielos se alegren, y la tierra se goce! Digan a todas las naciones: «¡El SEÑOR reina!».
1Cr 16:32 ¡Que el mar y todo lo que contiene exclamen sus alabanzas! ¡Que los campos y sus cultivos estallen de alegría!
1Cr 16:33 Que los árboles del bosque susurren con alabanza, porque el SEÑOR viene a juzgar la tierra.
1Cr 16:34 ¡Den gracias al SEÑOR, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre.
1Cr 16:35 Exclamen: «¡Sálvanos, oh Dios de nuestra salvación! Reúnenos y rescátanos de entre las naciones, para que podamos agradecer a tu santo nombre, alegrarnos y alabarte».
1Cr 16:36 ¡Alaben al SEÑOR, Dios de Israel, quien vive desde siempre y para siempre! Y todo el pueblo exclamó: «¡Amén!», y alabó al SEÑOR.
1Cr 16:37 David dispuso que Asaf y sus hermanos levitas sirvieran continuamente ante el arca del pacto del SEÑOR, encargados de hacer todo lo necesario cada día.
1Cr 16:38 En este grupo estaban como porteros Obed-edom (hijo de Jedutún), Hosa y otros sesenta y ocho levitas.
1Cr 16:39 Mientras tanto, David colocó al sacerdote Sadoc y a sus colegas sacerdotes en el tabernáculo del SEÑOR en el lugar de adoración en Gabaón, donde siguieron sirviendo delante del SEÑOR.
1Cr 16:40 Cada mañana y cada tarde, sacrificaban al SEÑOR las ofrendas quemadas habituales sobre el altar apartado para ese propósito, en obediencia a todo lo que está escrito en la ley del SEÑOR, como él se lo había ordenado a Israel.
1Cr 16:41 David también designó a Hemán, a Jedutún y a los demás que fueron elegidos por nombre para darle gracias al SEÑOR, porque «su fiel amor perdura para siempre».
1Cr 16:42 Acompañaban sus cánticos de alabanza a Dios* con trompetas, címbalos y otros instrumentos; y los hijos de Jedutún fueron designados como porteros.
1Cr 16:43 Luego todos regresaron a su casa, y David volvió a su hogar para bendecir a su propia familia.

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