APOSENTO ALTO

martes, 11 de julio de 2017

LECTURA BÍBLICA 11 DE JULIO

LECTURA PARA LA MAÑANA

LUCAS    9:37-50

Luc 9:37 Al día siguiente, después que bajaron del monte, una gran multitud salió al encuentro de Jesús.
Luc 9:38 Un hombre de la multitud le exclamó: —Maestro, te suplico que veas a mi hijo, el único que tengo.
Luc 9:39 Un espíritu maligno sigue apoderándose de él, haciéndolo gritar. Le da tales convulsiones que echa espuma por la boca; lo sacude violentamente y casi nunca lo deja en paz.
Luc 9:40 Le supliqué a tus discípulos que expulsaran ese espíritu, pero no pudieron hacerlo.
Luc 9:41 —Gente corrupta y sin fe —dijo Jesús—, ¿hasta cuándo tendré que estar con ustedes y soportarlos? Entonces le dijo al hombre: —Tráeme a tu hijo aquí.
Luc 9:42 Cuando el joven se acercó, el demonio lo arrojó al piso y le dio una violenta convulsión. Pero Jesús reprendió al espíritu maligno* y sanó al muchacho. Después lo devolvió a su padre.
Luc 9:43 El asombro se apoderó de la gente al ver esa majestuosa demostración del poder de Dios. Mientras todos se maravillaban de las cosas que él hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
Luc 9:44 «Escúchenme y recuerden lo que digo. El Hijo del Hombre será traicionado y entregado en manos de sus enemigos».
Luc 9:45 Pero ellos no entendieron lo que quiso decir. El significado de lo que decía estaba oculto de ellos, por eso no pudieron entender y tenían miedo de preguntarle.
Luc 9:46 Entonces los discípulos comenzaron a discutir entre ellos acerca de quién era el más importante.
Luc 9:47 Pero Jesús conocía lo que ellos pensaban, así que trajo a un niño y lo puso a su lado.
Luc 9:48 Luego les dijo: «Todo el que recibe de mi parte* a un niño pequeño como éste, me recibe a mí; y todo el que me recibe a mí, también recibe al Padre, quien me envió. El más insignificante entre ustedes es el más importante».
Luc 9:49 Juan le dijo a Jesús: —Maestro, vimos a alguien usar tu nombre para expulsar demonios, pero le dijimos que no lo hiciera porque no pertenece a nuestro grupo.
Luc 9:50 Pero Jesús le dijo: —¡No lo detengan! Todo el que no está en contra de ustedes, está a su favor.




1 TESALONICENSES 2:1-9

1Ts 2:1 Ustedes bien saben, amados hermanos, que nuestra visita a ustedes no fue un fracaso.
1Ts 2:2 Saben lo mal que nos trataron en Filipos y cuánto sufrimos allí justo antes de verlos a ustedes. Aun así, nuestro Dios nos dio el valor de anunciarles la Buena Noticia con valentía, a pesar de gran oposición.
1Ts 2:3 Como ven, no predicamos con engaño ni con intenciones impuras o artimañas.
1Ts 2:4 Pues hablamos como mensajeros aprobados por Dios, a quienes se les confió la Buena Noticia. Nuestro propósito es agradar a Dios, no a las personas. Solamente él examina las intenciones de nuestro corazón.
1Ts 2:5 Como bien saben, ni una sola vez tratamos de ganarlos adulándolos. ¡Y Dios es nuestro testigo de que nunca aparentamos ser amigos de ustedes con el fin de sacarles dinero!
1Ts 2:6 En cuanto a elogios humanos, nunca los hemos buscado ni de ustedes ni de nadie.
1Ts 2:7 Como apóstoles de Cristo, sin duda teníamos el derecho de hacerles ciertas exigencias; sin embargo, fuimos como niños* entre ustedes. O bien, fuimos como una madre que alimenta y cuida a sus propios hijos.
1Ts 2:8 Los amamos tanto que no sólo les presentamos la Buena Noticia de Dios, sino que también les abrimos nuestra propia vida.
1Ts 2:9 ¿Acaso no se acuerdan, amados hermanos, cuánto trabajamos entre ustedes? Día y noche nos esforzamos por ganarnos la vida, a fin de no ser una carga para ninguno de ustedes mientras les predicábamos la Buena Noticia de Dios.




SALMO 136

Sal 136:1 ¡Den gracias al SEÑOR, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:2 Den gracias al Dios de dioses. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:3 Den gracias al Señor de señores. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:4 Den gracias al único que puede hacer milagros poderosos. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:5 Den gracias al que hizo los cielos con tanta habilidad. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:6 Den gracias al que ubicó la tierra en medio de las aguas. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:7 Den gracias al que hizo las lumbreras celestiales: Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:8 el sol para que gobierne de día, Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:9 y la luna y las estrellas para que gobiernen de noche. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:10 Den gracias al que mató a los hijos mayores de Egipto. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:11 Él sacó a Israel de Egipto. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:12 Actuó con mano fuerte y brazo poderoso. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:13 Den gracias al que separó las aguas del mar Rojo.* Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:14 Hizo cruzar a salvo a Israel. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:15 Pero arrojó al mar Rojo al faraón y a su ejército. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:16 Den gracias al que guió a su pueblo por el desierto. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:17 Den gracias al que hirió de muerte a reyes poderosos. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:18 Mató a reyes poderosos: Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:19 a Sehón, rey de los amorreos, Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:20 y a Og, rey de Basán. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:21 Dios entregó las tierras de estos reyes como herencia: Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:22 como preciada posesión a su siervo Israel. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:23 Él se acordó de nosotros en nuestras debilidades. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:24 Nos salvó de nuestros enemigos. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:25 Él provee alimento a todo ser viviente. Su fiel amor perdura para siempre.
Sal 136:26 Den gracias al Dios del cielo. Su fiel amor perdura para siempre.


LECTURA PARA LA NOCHE

1 CRÓNICAS    26-28

1Cr 26:1 Estas son las divisiones de los porteros: De los coreítas estaba Meselemías, hijo de Coré, de la familia de Abiasaf.*
1Cr 26:2 Los hijos de Meselemías fueron: Zacarías (el mayor), Jediael (el segundo), Zebadías (el tercero), Jatniel (el cuarto),
1Cr 26:3 Elam (el quinto), Johanán (el sexto) y Elioenai (el séptimo).
1Cr 26:4 Los hijos de Obed-edom, también porteros, fueron: Semaías (el mayor), Jozabad (el segundo), Joa (el tercero), Sacar (el cuarto), Natanael (el quinto),
1Cr 26:5 Amiel (el sexto), Isacar (el séptimo) y Peultai (el octavo). Dios había bendecido a Obed-edom en gran manera.
1Cr 26:6 Semaías, el hijo de Obed-edom, tuvo hijos muy capaces que obtuvieron posiciones de gran autoridad en el clan.
1Cr 26:7 Sus nombres fueron: Otni, Rafael, Obed y Elzabad. Sus parientes, Eliú y Samaquías, fueron también hombres muy capaces.
1Cr 26:8 Todos estos descendientes de Obed-edom, entre ellos sus hijos y nietos —sesenta y dos en total— eran hombres muy capaces y competentes para su trabajo.
1Cr 26:9 Los dieciocho hijos y parientes de Meselemías también fueron hombres muy capaces.
1Cr 26:10 Hosa, del clan de Merari, designó a Simri jefe de entre sus hijos aunque no era el mayor.
1Cr 26:11 Entre sus otros hijos estaban Hilcías (el segundo), Tebalías (el tercero) y Zacarías (el cuarto). Los hijos y parientes de Hosa que sirvieron como porteros sumaban trece en total.
1Cr 26:12 Estas divisiones de porteros llevaban el nombre del jefe de su familia y, al igual que los demás levitas, servían en la casa del SEÑOR.
1Cr 26:13 Fueron designados por familias para estar de guardia en las distintas puertas, sin tomar en cuenta su edad o preparación, porque todo se decidía por medio del sorteo sagrado.
1Cr 26:14 La responsabilidad por la puerta oriental le tocó a Meselemías* y a su grupo. La puerta del norte fue asignada a Zacarías, un hombre de una sabiduría fuera de lo común.
1Cr 26:15 La puerta del sur le tocó a Obed-edom, y sus hijos quedaron a cargo del depósito.
1Cr 26:16 A Supim y a Hosa les asignaron la puerta occidental y la entrada que conduce al templo.* Los turnos de guardia se dividían de manera equitativa.
1Cr 26:17 Cada día se asignaban seis levitas a la puerta oriental, cuatro a la puerta del norte, cuatro a la puerta del sur y dos pares al depósito.
1Cr 26:18 Cada día se asignaban seis levitas a la puerta occidental, cuatro a la entrada que conduce al templo y dos al atrio.*
1Cr 26:19 Esas fueron las divisiones de los porteros de los clanes de Coré y Merari.
1Cr 26:20 Otros levitas, bajo la dirección de Ahías, estaban a cargo de los tesoros de la casa de Dios y de los tesoros que contenían las ofrendas dedicadas al SEÑOR.
1Cr 26:21 Jehiel* fue el líder de la familia de Libni,* del clan de Gersón.
1Cr 26:22 Zetam y su hermano Joel, hijos de Jehiel, estaban a cargo de los tesoros de la casa del SEÑOR.
1Cr 26:23 Estos son los líderes que descendían de Amram, Izhar, Hebrón y Uziel:
1Cr 26:24 Del clan de Amram, Sebuel fue un descendiente de Gersón, hijo de Moisés. Era el funcionario principal de los tesoros.
1Cr 26:25 Sus parientes por parte de Eliezer fueron Rehabías, Jesaías, Joram, Zicri y Selomot.
1Cr 26:26 Selomot y sus parientes estaban a cargo de los tesoros que contenían las ofrendas que el rey David, los jefes de familia, los generales, los capitanes* y otros oficiales del ejército habían dedicado al SEÑOR.
1Cr 26:27 Estos hombres dedicaron para el mantenimiento de la casa del SEÑOR parte del botín que habían ganado en batalla.
1Cr 26:28 Selomot* y sus parientes también cuidaban las ofrendas dedicadas al SEÑOR por Samuel, el vidente; Saúl, hijo de Cis; Abner, hijo de Ner, y Joab, hijo de Sarvia. Todas las demás ofrendas que habían sido dedicadas también estaban a su cargo.
1Cr 26:29 Del clan de Izhar, a Quenanías y a sus hijos se les dieron responsabilidades administrativas* como funcionarios y jueces sobre Israel.
1Cr 26:30 Del clan de Hebrón, Hasabías y sus parientes —mil setecientos hombres capaces— quedaron a cargo de las tierras israelitas al occidente del río Jordán. Eran responsables de todos los asuntos relacionados con el trabajo del SEÑOR y con el servicio al rey en esa área.
1Cr 26:31 También del clan de Hebrón estaba Jerías, quien era el jefe de los hebronitas, según los registros genealógicos. (En el año cuarenta del reinado de David se hizo una investigación en los registros y se encontraron hombres capaces del clan de Hebrón en Jazer, en la tierra de Galaad).
1Cr 26:32 Había dos mil setecientos hombres capaces entre los parientes de Jerías. El rey David los envió al lado oriental del río Jordán y los puso a cargo de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la media tribu de Manasés. Eran responsables de todos los asuntos relacionados con Dios y con el rey.
1Cr 27:1 La siguiente es la lista de los generales y capitanes* israelitas y de sus oficiales, quienes servían al rey. Supervisaban las divisiones del ejército que estaban de guardia cada mes del año. Cada división constaba de veinticuatro mil hombres y servía durante un mes.
1Cr 27:2 Jasobeam, hijo de Zabdiel, fue el comandante de la primera división de veinticuatro mil soldados, que estaba de guardia durante el primer mes.
1Cr 27:3 Era descendiente de Pérez y estaba a cargo de los oficiales del ejército durante el primer mes.
1Cr 27:4 Dodai, descendiente de Ahoa, fue el comandante de la segunda división de veinticuatro mil soldados, que estaba de guardia durante el segundo mes. Su oficial principal era Miclot.
1Cr 27:5 Benaía, hijo del sacerdote Joiada, era el comandante de la tercera división de veinticuatro mil soldados, que estaba de guardia durante el tercer mes.
1Cr 27:6 Este fue el Benaía que comandó el grupo selecto del ejército de David conocido como los Treinta. Su hijo Amisabad fue el oficial principal.
1Cr 27:7 Asael, hermano de Joab, era comandante de la cuarta división de veinticuatro mil soldados, que estaba de guardia durante el cuarto mes. Asael fue sucedido por su hijo Zebadías.
1Cr 27:8 Sama* el izraíta era comandante de la quinta división de veinticuatro mil soldados, que estaba de guardia durante el quinto mes.
1Cr 27:9 Ira, hijo de Iques de Tecoa, era el comandante de la sexta división de veinticuatro mil soldados, que estaba de guardia durante el sexto mes.
1Cr 27:10 Heles, un descendiente de Efraín de Pelón, era el comandante de la séptima división de veinticuatro mil soldados, que estaba de guardia durante el séptimo mes.
1Cr 27:11 Sibecai, un descendiente de Zera de Husa, era el comandante de la octava división de veinticuatro mil soldados, que estaba de guardia durante el octavo mes.
1Cr 27:12 Abiezer de Anatot, en el territorio de Benjamín, era el comandante de la novena división de veinticuatro mil soldados, que estaba de guardia durante el noveno mes.
1Cr 27:13 Maharai, un descendiente de Zera, de Netofa, era el comandante de la décima división de veinticuatro mil soldados, que estaba de guardia durante el décimo mes.
1Cr 27:14 Benaía de Piratón, en Efraín, era el comandante de la undécima división de veinticuatro mil soldados, que estaba de guardia en el undécimo mes.
1Cr 27:15 Heled,* un descendiente de Otoniel de Netofa, era el comandante de la duodécima división de veinticuatro mil soldados, que estaba de guardia durante el duodécimo mes.
1Cr 27:16 Estos fueron los jefes de las tribus de Israel: Tribu Jefe Rubén Eliezer, hijo de Zicri Simeón Sefatías, hijo de Maaca
1Cr 27:17 Leví Hasabías, hijo de Kemuel Aarón (los sacerdotes) Sadoc
1Cr 27:18 Judá Eliú (un hermano de David) Isacar Omri, hijo de Micael
1Cr 27:19 Zabulón Ismaías, hijo de Abdías Neftalí Jerimot, hijo de Azriel
1Cr 27:20 Efraín Oseas, hijo de Azazías Manasés (occidente) Joel, hijo de Pedaías
1Cr 27:21 Manasés de Galaad Iddo, hijo de Zacarías Benjamín Jaasiel, hijo de Abner
1Cr 27:22 Dan Azareel, hijo de Jeroham Estos fueron los jefes de las tribus de Israel.
1Cr 27:23 Cuando David hizo el censo no contó a los que tenían menos de veinte años, porque el SEÑOR había prometido hacer a los israelitas tan numerosos como las estrellas del cielo.
1Cr 27:24 Joab, hijo de Sarvia, comenzó el censo pero nunca lo terminó porque* el enojo de Dios se desató sobre Israel. El número total nunca fue anotado en los registros oficiales del rey David.
1Cr 27:25 Azmavet, hijo de Adiel, estaba a cargo de los tesoros del palacio. Jonatán, hijo de Uzías, estaba a cargo de los tesoros regionales en todas las ciudades, aldeas y fortalezas de Israel.
1Cr 27:26 Ezri, hijo de Quelub, estaba a cargo de los trabajadores que cultivaban las tierras del rey.
1Cr 27:27 Simei de Ramá estaba a cargo de los viñedos del rey. Zabdi de Sefam era responsable de las uvas y de las provisiones de vino.
1Cr 27:28 Baal-hanán de Geder estaba a cargo de los olivares del rey y de las higueras sicómoros de las colinas de Judá.* Joás era responsable de las provisiones de aceite de oliva.
1Cr 27:29 Sitrai de Sarón estaba a cargo del ganado en la llanura de Sarón. Safat, hijo de Adlai, era responsable del ganado en los valles.
1Cr 27:30 Obil, el ismaelita, estaba a cargo de los camellos. Jehedías de Meronot estaba a cargo de los burros.
1Cr 27:31 Jaziz, el agareno, estaba a cargo de los rebaños de ovejas y cabras del rey. Todos estos oficiales administraban las propiedades del rey David.
1Cr 27:32 Jonatán, el tío de David, era un sabio consejero del rey, un hombre de gran percepción y un escriba. Jehiel, el hacmonita, era responsable de la educación de los hijos del rey.
1Cr 27:33 Ahitofel era el consejero real. Husai, el arquita, era el amigo del rey.
1Cr 27:34 A Ahitofel lo sucedieron Joiada, hijo de Benaía, y Abiatar. Joab era el comandante del ejército del rey.
1Cr 28:1 David convocó a todas las autoridades de Israel a Jerusalén: los jefes de las tribus, los comandantes de las divisiones del ejército, los otros generales y capitanes,* los que administraban las propiedades y los animales del rey, los funcionarios del palacio, los hombres valientes y todos los demás guerreros valientes del reino.
1Cr 28:2 David se puso de pie y dijo: «¡Hermanos míos y pueblo mío! Era mi deseo construir un templo donde el arca del pacto del SEÑOR, el estrado de los pies de Dios, pudiera descansar para siempre. Hice los preparativos necesarios para construirlo,
1Cr 28:3 pero Dios me dijo: “Tú no debes edificar un templo para honrar mi nombre, porque eres hombre de guerra y has derramado mucha sangre”.
1Cr 28:4 »Sin embargo, el SEÑOR, Dios de Israel, me eligió a mí de entre toda la familia de mi padre para ser rey sobre Israel para siempre. Pues él ha elegido a la tribu de Judá para gobernar y, de entre las familias de Judá, eligió a la familia de mi padre. De entre los hijos de mi padre al SEÑOR le agradó hacerme a mí rey sobre todo Israel.
1Cr 28:5 De entre mis hijos —porque el SEÑOR me ha dado muchos— eligió a Salomón para sucederme en el trono de Israel y para gobernar el reino del SEÑOR.
1Cr 28:6 Me dijo: “Tu hijo Salomón edificará mi templo y sus atrios, porque lo he elegido como mi hijo, y yo seré su padre.
1Cr 28:7 Y si él sigue obedeciendo mis mandatos y ordenanzas como lo hace ahora, haré que su reino perdure para siempre”.
1Cr 28:8 »Así que ahora, con Dios como nuestro testigo, y a la vista de todo Israel —la asamblea del SEÑOR— les doy este encargo. Asegúrense de obedecer todos los mandatos del SEÑOR su Dios, para que esta buena tierra siga en su posesión y la dejen para sus hijos en herencia permanente.
1Cr 28:9 »Y tú, Salomón, hijo mío, aprende a conocer íntimamente al Dios de tus antepasados. Adóralo y sírvelo de todo corazón y con una mente dispuesta. Pues el SEÑOR ve cada corazón y conoce todo plan y pensamiento. Si lo buscas, lo encontrarás; pero si te apartas de él, te rechazará para siempre.
1Cr 28:10 De modo que toma esto en serio; el SEÑOR te ha elegido para construir un templo como su santuario. Sé fuerte y haz el trabajo».
1Cr 28:11 Entonces David le dio a Salomón los planos para el templo y sus alrededores, que incluían la antesala, los depósitos, las habitaciones de la planta alta, las habitaciones interiores y el santuario interior, el cual era el lugar de la expiación.
1Cr 28:12 David también le dio a Salomón todos los planos de lo que tenía en mente* para los atrios del templo del SEÑOR, para las habitaciones exteriores, para los tesoros y para los cuartos para las ofrendas dedicadas al SEÑOR.
1Cr 28:13 El rey también le dio a Salomón las instrucciones sobre el trabajo de las diferentes divisiones de sacerdotes y de levitas en el templo del SEÑOR; y dejó especificaciones para los artículos del templo que debían usarse para la adoración.
1Cr 28:14 David también dio instrucciones referentes a cuánto oro y cuánta plata debían usarse para hacer los artículos necesarios para el servicio en el templo.
1Cr 28:15 Le indicó a Salomón la cantidad de oro que se necesitaba para los candelabros y las lámparas de oro, y la cantidad de plata para los candelabros y las lámparas de plata, según la función de cada uno.
1Cr 28:16 Designó la cantidad de oro para la mesa donde se colocaría el pan de la Presencia y la cantidad de plata para las otras mesas.
1Cr 28:17 David también indicó la cantidad de oro para los ganchos de oro macizo utilizados para manejar la carne de los sacrificios y para los tazones, las jarras y la vajilla, así como la cantidad de plata para cada uno de los platos.
1Cr 28:18 Especificó la cantidad de oro refinado para el altar del incienso. Finalmente, le dio un plano para la «carroza» del SEÑOR, es decir los querubines* de oro cuyas alas se extendían sobre el arca del pacto del SEÑOR.
1Cr 28:19 «Cada detalle de este plan —le dijo David a Salomón— lo recibí por escrito de la mano del SEÑOR».*
1Cr 28:20 David siguió diciendo: «Sé fuerte y valiente y haz el trabajo. No tengas miedo ni te desanimes, porque el SEÑOR Dios, mi Dios, está contigo. Él no te fallará ni te abandonará. Él se asegurará de que todo el trabajo relacionado con el templo del SEÑOR se termine correctamente.
1Cr 28:21 Las diferentes divisiones de sacerdotes y levitas servirán en el templo de Dios. Otros con todo tipo de habilidades se ofrecerán como voluntarios, y los funcionarios y toda la nación están a tus órdenes».

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