APOSENTO ALTO

viernes, 23 de junio de 2017

LECTURA BÍBLICA 23 DE JUNIO

LECTURA PARA LA MAÑANA

LUCAS    6:37-42

Luc 6:37 »No juzguen a los demás, y no serán juzgados. No condenen a otros, para que no se vuelva en su contra. Perdonen a otros, y ustedes serán perdonados.
Luc 6:38 Den, y recibirán. Lo que den a otros les será devuelto por completo: apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y derramado sobre el regazo. La cantidad que den determinará la cantidad que recibirán a cambio*».
Luc 6:39 Luego Jesús les dio la siguiente ilustración: «¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en una zanja?
Luc 6:40 Los alumnos* no son superiores a su maestro, pero el alumno que complete su entrenamiento se volverá como su maestro.
Luc 6:41 »¿Y por qué te preocupas por la astilla en el ojo de tu amigo* cuando tú tienes un tronco en el tuyo?
Luc 6:42 ¿Cómo puedes decir: “Amigo,* déjame ayudarte a sacar la astilla de tu ojo”, cuando tú no puedes ver más allá del tronco que está en tu propio ojo? ¡Hipócrita! Primero quita el tronco de tu ojo; después verás lo suficientemente bien para ocuparte de la astilla en el ojo de tu amigo.


FILIPENSES 4:1-7

Flp 4:1 Por lo tanto, mis amados hermanos, manténganse fieles al Señor. Los amo y anhelo verlos, mis queridos amigos, porque ustedes son mi alegría y la corona que recibo por mi trabajo.
Flp 4:2 Ahora les ruego a Evodia y a Síntique, dado que pertenecen al Señor, que arreglen su desacuerdo.
Flp 4:3 Y te pido a ti, mi fiel colaborador,* que ayudes a esas dos mujeres, porque trabajaron mucho a mi lado para dar a conocer a otros la Buena Noticia. Trabajaron junto con Clemente y mis demás colaboradores, cuyos nombres están escritos en el Libro de la Vida.
Flp 4:4 Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense!
Flp 4:5 Que todo el mundo vea que son considerados en todo lo que hacen. Recuerden que el Señor vuelve pronto.
Flp 4:6 No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho.
Flp 4:7 Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.




SALMO 120

Sal 120:1
Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén.
Llevé mis problemas al SEÑOR; clamé a él, y respondió mi oración.
Sal 120:2 Rescátame, oh SEÑOR, de los mentirosos y de todos los embusteros.
Sal 120:3 ¡Ay, lengua engañosa! ¿Qué hará Dios contigo? ¿Cómo aumentará tu castigo?
Sal 120:4 Te atravesarán con flechas afiladas y te quemarán con brasas encendidas.
Sal 120:5 Cuánto sufro en el lejano Mesec. Me duele habitar en el distante Cedar.
Sal 120:6 Estoy cansado de vivir entre personas que odian la paz.
Sal 120:7 Busco la paz; pero, cuando hablo de paz, ¡ellos quieren guerra!




LECTURA PARA LA NOCHE

2 REYES    20-21

2Re 20:1 Por ese tiempo, Ezequías se enfermó gravemente, y el profeta Isaías, hijo de Amoz, fue a visitarlo. Le dio al rey el siguiente mensaje: «Esto dice el SEÑOR: “Pon tus asuntos en orden porque vas a morir. No te recuperarás de esta enfermedad”».
2Re 20:2 Cuando Ezequías oyó el mensaje, volvió su rostro hacia la pared y oró al SEÑOR:
2Re 20:3 «Acuérdate, oh SEÑOR, que siempre te he sido fiel y te he servido con singular determinación, haciendo siempre lo que te agrada»; y el rey se echó a llorar amargamente.
2Re 20:4 Sin embargo, antes de que Isaías saliera del patio central,* recibió este mensaje de parte del SEÑOR:
2Re 20:5 «Regresa y dile a Ezequías, el líder de mi pueblo: “Esto dice el SEÑOR, Dios de tu antepasado David: ‘He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte y en tres días te levantarás de la cama e irás al templo del SEÑOR.
2Re 20:6 Te añadiré quince años más de vida y te rescataré del rey de Asiria junto con esta ciudad. Defenderé esta ciudad por mi propia honra y por amor a mi siervo David’ ”».
2Re 20:7 Entonces Isaías dijo: «Preparen un ungüento de higos». Así que los sirvientes de Ezequías untaron el ungüento sobre la llaga, ¡y Ezequías se recuperó!
2Re 20:8 Mientras tanto, Ezequías le había preguntado a Isaías: —¿Qué señal dará el SEÑOR como prueba de que me sanará y en tres días iré al templo del SEÑOR?
2Re 20:9 Isaías contestó: —Esta es la señal del SEÑOR para demostrar que cumplirá lo que ha prometido: ¿te gustaría que la sombra del reloj solar se adelantara diez gradas o que se atrasara diez gradas?*
2Re 20:10 —La sombra siempre se mueve hacia adelante —respondió Ezequías—, así que eso sería fácil. Mejor haz que retroceda diez gradas.
2Re 20:11 Entonces el profeta Isaías le pidió al SEÑOR que lo hiciera, ¡y el SEÑOR hizo retroceder diez gradas la sombra del reloj solar* de Acaz!
2Re 20:12 Poco tiempo después, Merodac-baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, le envió saludos a Ezequías junto con un regalo, porque se enteró de que Ezequías había estado muy enfermo.
2Re 20:13 Ezequías recibió a los enviados de Babilonia y les mostró todo lo que había en sus casas del tesoro: la plata, el oro, las especias y los aceites aromáticos. También los llevó a conocer su arsenal, ¡y les mostró todo lo que había en sus tesoros reales! No hubo nada, ni en el palacio ni en el reino, que Ezequías no les mostrara.
2Re 20:14 Entonces el profeta Isaías fue a ver al rey Ezequías y le preguntó: —¿Qué querían esos hombres? ¿De dónde vinieron? Ezequías contestó: —Vinieron de la lejana tierra de Babilonia.
2Re 20:15 —¿Qué vieron en tu palacio? —preguntó Isaías. —Lo vieron todo —contestó Ezequías—. Les mostré todo lo que poseo, todos mis tesoros reales.
2Re 20:16 Entonces Isaías dijo a Ezequías: —Escucha este mensaje del SEÑOR:
2Re 20:17 “Se acerca el tiempo cuando todo lo que hay en tu palacio —todos los tesoros que tus antepasados han acumulado hasta ahora— será llevado a Babilonia. No quedará nada —dice el SEÑOR—.
2Re 20:18 Algunos de tus hijos serán llevados al destierro. Los harán eunucos que servirán en el palacio del rey de Babilonia”.
2Re 20:19 Entonces Ezequías dijo a Isaías: —Este mensaje que me has dado de parte del SEÑOR es bueno. Pues el rey pensaba: «Por lo menos habrá paz y seguridad mientras yo viva».
2Re 20:20 Los demás acontecimientos del reinado de Ezequías —entre ellos el alcance de su poder y cómo construyó un estanque y cavó un túnel* para llevar agua a la ciudad— están registrados en El libro de la historia de los reyes de Judá .
2Re 20:21 Ezequías murió, y su hijo Manasés lo sucedió en el trono.
2Re 21:1 Manasés tenía doce años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén cincuenta y cinco años. Su madre era Hepsiba.
2Re 21:2 Él hizo lo malo a los ojos del SEÑOR y siguió las prácticas detestables de las naciones paganas que el SEÑOR había expulsado de la tierra del paso de los israelitas.
2Re 21:3 Reconstruyó los santuarios paganos que su padre Ezequías había destruido. Construyó altares para Baal y levantó un poste dedicado a la diosa Asera, tal como lo había hecho el rey Acab de Israel. También se inclinó ante todos los poderes de los cielos y les rindió culto.
2Re 21:4 Construyó altares paganos dentro del templo del SEÑOR, el lugar sobre el cual el SEÑOR había dicho: «Mi nombre permanecerá en Jerusalén para siempre».
2Re 21:5 Construyó estos altares para todos los poderes de los cielos en ambos atrios del templo del SEÑOR.
2Re 21:6 Manasés también sacrificó a su propio hijo en el fuego.* Practicó la hechicería, la adivinación y consultó a los médiums y a los videntes. Hizo muchas cosas perversas a los ojos del SEÑOR y con eso provocó su enojo.
2Re 21:7 Incluso Manasés hizo una imagen tallada de la diosa Asera y la colocó en el templo, en el mismo lugar donde el SEÑOR les había dicho a David y a su hijo Salomón: «Mi nombre será honrado para siempre en este templo y en Jerusalén, la ciudad que he escogido entre todas las tribus de Israel.
2Re 21:8 Si los israelitas se aseguran de obedecer mis mandatos —todas las leyes que mi siervo Moisés les dio—, yo no los expulsaré de esta tierra que les di a sus antepasados».
2Re 21:9 Sin embargo la gente se negó a escuchar, y Manasés los llevó a cometer cosas aún peores que las que habían hecho las naciones paganas que el SEÑOR había destruido cuando el pueblo de Israel entró en la tierra.
2Re 21:10 Luego el SEÑOR dijo por medio de sus siervos, los profetas:
2Re 21:11 «El rey Manasés de Judá ha hecho muchas cosas detestables. Es aún más perverso que los amorreos, quienes vivían en esta tierra antes que Israel. Él hizo que la gente de Judá pecara con sus ídolos.*
2Re 21:12 Entonces esto es lo que el SEÑOR, Dios de Israel, dice: traeré tanto desastre sobre Jerusalén y Judá que los oídos de quienes lo oigan se estremecerán de horror.
2Re 21:13 Juzgaré a Israel con el mismo criterio que usé para juzgar a Samaria y con la misma medida* que usé con la familia de Acab. Barreré por completo a la gente de Jerusalén como cuando uno limpia un plato y lo pone boca abajo.
2Re 21:14 Incluso rechazaré al remanente de mi pueblo que haya quedado y los entregaré como botín a sus enemigos.
2Re 21:15 Pues han cometido gran maldad a mis ojos y me han hecho enojar desde que sus antepasados salieron de Egipto».
2Re 21:16 Manasés también asesinó a mucha gente inocente, a tal punto que Jerusalén se llenó de sangre inocente de un extremo a otro. Eso fue además del pecado que hizo cometer a los habitantes de Judá, al inducirlos a hacer lo malo a los ojos del SEÑOR.
2Re 21:17 Los demás acontecimientos del reinado de Manasés y todo lo que él hizo, entre ellos los pecados que cometió, están registrados en El libro de la historia de los reyes de Judá .
2Re 21:18 Cuando Manasés murió, lo enterraron en el jardín del palacio, el jardín de Uza. Luego su hijo Amón lo sucedió en el trono.
2Re 21:19 Amón tenía veintidós años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén dos años. Su madre se llamaba Mesulemet y era hija de Haruz, de Jotba.
2Re 21:20 Él hizo lo malo a los ojos del SEÑOR, tal como su padre Manasés.
2Re 21:21 Siguió el ejemplo de su padre al rendirles culto a los mismos ídolos que su padre había venerado.
2Re 21:22 Abandonó al SEÑOR, Dios de sus antepasados, y se negó a andar en los caminos del SEÑOR.
2Re 21:23 Tiempo después, los propios funcionarios de Amón conspiraron contra él y lo asesinaron en su palacio;
2Re 21:24 pero los habitantes del reino mataron a todos los que habían conspirado contra el rey Amón y luego proclamaron rey a su hijo Josías.
2Re 21:25 Los demás acontecimientos del reinado de Amón y lo que hizo están registrados en El libro de la historia de los reyes de Judá .
2Re 21:26 Fue enterrado en su tumba en el jardín de Uza. Luego su hijo Josías lo sucedió en el trono.

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