APOSENTO ALTO

lunes, 19 de junio de 2017

LECTURA BÍBLICA 19 DE ENERO

LECTURA PARA LA MAÑANA

LUCAS    5:33-39

Luc 5:33 Cierto día, algunas personas le dijeron a Jesús: —Los discípulos de Juan el Bautista ayunan y oran con frecuencia, igual que los discípulos de los fariseos. ¿Por qué tus discípulos están siempre comiendo y bebiendo?
Luc 5:34 Jesús contestó: —¿Acaso los invitados de una boda ayunan mientras festejan con el novio? Por supuesto que no.
Luc 5:35 Pero un día el novio será llevado, y entonces sí ayunarán.
Luc 5:36 Luego Jesús les dio la siguiente ilustración: «Nadie quita un pedazo de tela de una prenda nueva y la usa para remendar una prenda vieja; pues la prenda nueva se arruinaría y el remiendo nuevo no haría juego con la prenda vieja.
Luc 5:37 »Y nadie pone vino nuevo en cueros viejos; pues el vino nuevo reventaría los cueros, el vino se derramaría, y los cueros quedarían arruinados.
Luc 5:38 El vino nuevo debe guardarse en cueros nuevos.
Luc 5:39 Pero parece que nadie que prueba el vino añejo quiere el vino nuevo. “El añejo es mejor”, dicen».



FILIPENSES 2:19-30

Flp 2:19 Si el Señor Jesús quiere, espero enviarles pronto a Timoteo para que los visite. Así él puede animarme al traerme noticias de cómo están.
Flp 2:20 No cuento con nadie como Timoteo, quien se preocupa genuinamente por el bienestar de ustedes.
Flp 2:21 Todos los demás sólo se ocupan de sí mismos y no de lo que es importante para Jesucristo.
Flp 2:22 Pero ustedes saben cómo Timoteo ha dado muestras de lo que es. Como un hijo con su padre, él ha servido a mi lado en la predicación de la Buena Noticia.
Flp 2:23 Espero enviarlo a ustedes en cuanto sepa lo que me sucederá aquí.
Flp 2:24 Y el Señor me ha dado la confianza que yo mismo iré pronto a verlos.
Flp 2:25 Mientras tanto, pensé que debería enviarles de vuelta a Epafrodito. Él es un verdadero hermano, colaborador y compañero de lucha. Además, fue el mensajero de ustedes para ayudarme en mi necesidad.
Flp 2:26 Lo envío porque, desde hace tiempo, tiene deseos de verlos y se afligió mucho cuando ustedes se enteraron de que estaba enfermo.
Flp 2:27 Es cierto que estuvo enfermo e incluso a punto de morir. Pero Dios tuvo misericordia de él, como también la tuvo de mí, para que yo no tuviera una tristeza tras otra.
Flp 2:28 Así que estoy aún más ansioso por enviarlo de regreso a ustedes, porque sé que se pondrán contentos al verlo, y entonces ya no estaré tan preocupado por ustedes.
Flp 2:29 Recíbanlo con amor cristiano* y mucha alegría, y denle el honor que una persona como él merece.
Flp 2:30 Pues arriesgó su vida por la obra de Cristo y estuvo al borde de la muerte mientras hacía por mí lo que ustedes no podían desde tan lejos.



SALMO 119:145-152

Sal 119:145
Cof
Oro con todo el corazón; ¡respóndeme, SEÑOR! Obedeceré tus decretos.
Sal 119:146 A ti clamo; rescátame para que pueda obedecer tus leyes.
Sal 119:147 Me levanto temprano, antes de que salga el sol; clamo en busca de ayuda y pongo mi esperanza en tus palabras.
Sal 119:148 Me quedo despierto durante toda la noche, pensando en tu promesa.
Sal 119:149 Oh SEÑOR, en tu fiel amor oye mi clamor, que el seguir tus ordenanzas me reanime.
Sal 119:150 Los que no respetan la ley vienen a atacarme; viven alejados de tus enseñanzas.
Sal 119:151 Pero tú estás cerca, oh SEÑOR, y todos tus mandatos son ciertos.
Sal 119:152 Desde los primeros días sé que tus leyes durarán para siempre.




LECTURA PARA LA NOCHE

2 REYES    12-13

2Re 12:1 * Joás* comenzó a gobernar Judá durante el séptimo año del reinado de Jehú en Israel y reinó en Jerusalén cuarenta años. Su madre se llamaba Sibia y era de Beerseba.
2Re 12:2 Durante toda su vida Joás hizo lo que era agradable a los ojos del SEÑOR porque el sacerdote Joiada lo aconsejaba;
2Re 12:3 pero aun así, no destruyó los santuarios paganos, y la gente seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso allí.
2Re 12:4 Cierto día, el rey Joás dijo a los sacerdotes: «Recojan todo el dinero que se traiga como ofrenda sagrada al templo del SEÑOR, ya sea el pago de una cuota, el de los votos o una ofrenda voluntaria.
2Re 12:5 Los sacerdotes tomarán de este dinero para pagar cualquier reparación que haya que hacer en el templo».
2Re 12:6 Sin embargo, en el año veintitrés del reinado de Joás, los sacerdotes aún no habían reparado el templo.
2Re 12:7 Entonces el rey Joás mandó llamar a Joiada y a los demás sacerdotes y les preguntó: «¿Por qué no han reparado el templo? Ya no tomen más dinero para sus propias necesidades. De ahora en adelante, todo debe usarse en la reparación del templo».
2Re 12:8 Así que los sacerdotes acordaron no aceptar más dinero de la gente y también estuvieron de acuerdo en que otros tomaran la responsabilidad de reparar el templo.
2Re 12:9 Luego el sacerdote Joiada tomó un cofre grande, le hizo un agujero en la tapa y lo puso al lado derecho del altar, en la entrada del templo del SEÑOR. Los sacerdotes que cuidaban la entrada ponían dentro del cofre todas las contribuciones de la gente.
2Re 12:10 Cada vez que el cofre se llenaba, el secretario de la corte y el sumo sacerdote contaban el dinero que la gente había traído al templo del SEÑOR y después lo metían en bolsas.
2Re 12:11 Luego entregaban el dinero a los supervisores de la construcción, quienes a su vez lo usaban para pagarle a la gente que trabajaba en el templo del SEÑOR: los carpinteros, los constructores,
2Re 12:12 los albañiles y los picapedreros. También utilizaron el dinero para comprar la madera y la piedra labrada necesarias para reparar el templo del SEÑOR, y pagaron todo tipo de gasto relacionado con la restauración del templo.
2Re 12:13 El dinero que se traía al templo no se usó para hacer copas de plata ni despabiladeras, tazones, trompetas ni otros objetos de oro o de plata para el templo del SEÑOR.
2Re 12:14 Se asignó a los trabajadores, quienes lo utilizaron para hacer las reparaciones del templo.
2Re 12:15 No fue necesario pedir cuentas de este dinero a los supervisores de la construcción, porque eran hombres honestos y dignos de confianza.
2Re 12:16 Sin embargo, el dinero que se recibió de ofrendas por la culpa y de ofrendas por el pecado no se llevó al templo del SEÑOR. Se le entregó a los sacerdotes para su uso personal.
2Re 12:17 En esos días, el rey Hazael de Aram entró en guerra contra Gat y la tomó. Luego se dirigió a atacar Jerusalén.
2Re 12:18 Entonces el rey Joás recogió todos los objetos sagrados que Josafat, Yoram y Ocozías —los reyes anteriores de Judá— habían dedicado junto con los que él mismo había dedicado. Después le envió todo a Hazael, junto con el oro que había en los tesoros del templo del SEÑOR y en el palacio real. Como resultado, Hazael suspendió su ataque a Jerusalén.
2Re 12:19 Los demás acontecimientos del reinado de Joás y todo lo que hizo están registrados en El libro de la historia de los reyes de Judá .
2Re 12:20 Ahora bien, los funcionarios de Joás conspiraron contra él y lo asesinaron en Bet-milo, rumbo a Sila.
2Re 12:21 Los asesinos eran consejeros de confianza: Josacar,* hijo de Simeat, y Jozabad, hijo de Somer. Joás fue enterrado con sus antepasados en la Ciudad de David. Luego su hijo Amasías lo sucedió en el trono.
2Re 13:1 Joacaz, hijo de Jehú, comenzó a gobernar Israel durante el año veintitrés del reinado de Joás en Judá; y reinó en Samaria diecisiete años.
2Re 13:2 Él hizo lo malo a los ojos del SEÑOR. Siguió el ejemplo de Jeroboam, hijo de Nabat, y continuó con los pecados que Jeroboam hizo cometer a Israel.
2Re 13:3 Por eso el SEÑOR estaba muy enojado con los israelitas y permitió que el rey Hazael de Aram y su hijo Ben-adad los derrotaran en repetidas ocasiones.
2Re 13:4 Entonces Joacaz pidió en oración la ayuda del SEÑOR, y el SEÑOR oyó su oración, pues veía la cruel opresión que el rey de Aram ejercía sobre Israel.
2Re 13:5 Así que el SEÑOR envió a un hombre para rescatar a los israelitas de la tiranía de los arameos. Después Israel vivió a salvo otra vez como en tiempos anteriores.
2Re 13:6 Sin embargo, los israelitas siguieron pecando, suiguiendo el mal ejemplo de Jeroboam. También dejaron en pie el poste dedicado a la diosa Asera en Samaria.
2Re 13:7 Finalmente, el ejército de Joacaz quedó reducido a cincuenta conductores de carros de guerra, diez carros de guerra y diez mil soldados de infantería. El rey de Aram había matado a los demás, pisoteándolos como al polvo debajo de sus pies.
2Re 13:8 Los demás acontecimientos del reinado de Joacaz —todo lo que hizo y el alcance de su poder— están registrados en El libro de la historia de los reyes de Israel .
2Re 13:9 Cuando Joacaz murió, lo enterraron en Samaria. Luego su hijo Yoás* lo sucedió en el trono.
2Re 13:10 Yoás, hijo de Joacaz, comenzó a gobernar Israel durante el año treinta y siete del reinado de Joás en Judá, y reinó en Samaria dieciséis años.
2Re 13:11 Él hizo lo malo a los ojos del SEÑOR. Se negó a apartarse de los pecados que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo cometer a Israel.
2Re 13:12 Los demás acontecimientos del reinado de Yoás y todo lo que hizo, incluso el alcance de su poder y su guerra contra el rey Amasías de Judá, están registrados en El libro de la historia de los reyes de Israel .
2Re 13:13 Cuando Yoás murió, lo enterraron en Samaria con los reyes de Israel. Luego su hijo Jeroboam II lo sucedió en el trono.
2Re 13:14 Cuando Eliseo cayó enfermo de muerte, el rey Yoás de Israel fue a visitarlo y lloró sobre él diciendo: —¡Padre mío! ¡Padre mío! ¡Veo los carros de Israel con sus conductores!
2Re 13:15 Eliseo le dijo: —Consigue un arco y algunas flechas. Y el rey hizo lo que se le indicó.
2Re 13:16 Luego Eliseo le dijo: —Pon tu mano sobre el arco. Eliseo puso sus dos manos sobre las manos del rey.
2Re 13:17 Luego le ordenó: —Abre la ventana que da al oriente. Él la abrió, y Eliseo le dijo: —¡Dispara! Así que el rey disparó una flecha y Eliseo proclamó: —Esta es la flecha del SEÑOR, una flecha de victoria sobre Aram, porque tú conquistarás por completo a los arameos en Afec.
2Re 13:18 Luego Eliseo dijo: —Ahora levanta las demás flechas y golpéalas contra el piso. Entonces el rey las tomó y golpeó el piso tres veces;
2Re 13:19 pero el hombre de Dios se enojó con él y exclamó: —¡Tendrías que haber golpeado el piso cinco o seis veces! Así habrías vencido a Aram hasta destruirlo por completo. Ahora saldrás vencedor solamente tres veces.
2Re 13:20 Después Eliseo murió y fue enterrado. Unos grupos de saqueadores moabitas solían invadir el país cada primavera.
2Re 13:21 Cierta vez, mientras unos israelitas enterraban a un hombre, divisaron a una banda de esos saqueadores. Entonces en el apuro arrojaron el cuerpo en la tumba de Eliseo y huyeron; pero en cuanto el cuerpo tocó los huesos de Eliseo, ¡el muerto resucitó y de un salto se puso de pie!
2Re 13:22 El rey Hazael de Aram había oprimido a Israel durante todo el reinado de Joacaz,
2Re 13:23 pero el SEÑOR tuvo bondad y misericordia de los israelitas y no los destruyó por completo. Tuvo compasión de ellos por el pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob; y hasta el día de hoy no los ha destruido por completo ni los ha expulsado de su presencia.
2Re 13:24 El rey Hazael de Aram murió y su hijo Ben-adad lo sucedió en el trono.
2Re 13:25 Entonces Yoás, hijo de Joacaz, recuperó de manos de Ben-adad, hijo de Hazael, las ciudades que le habían quitado a Joacaz, su padre. Yoás venció a Ben-adad en tres oportunidades y así recuperó las ciudades israelitas.

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