APOSENTO ALTO

miércoles, 8 de noviembre de 2017

LECTURA BÍBLICA 8 DE NOVIEMBRE

LECTURA PARA LA MAÑANA

JUAN     9:1-12

Jua 9:1 Mientras caminaba, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento.
Jua 9:2 —Rabí,* ¿por qué nació ciego este hombre? —le preguntaron sus discípulos —. ¿Fue por sus propios pecados o por los de sus padres?
Jua 9:3 —No fue por sus pecados ni tampoco por los de sus padres —contestó Jesús—, nació ciego para que todos vieran el poder de Dios en él.
Jua 9:4 Debemos llevar a cabo cuanto antes las tareas que nos encargó el que nos envió.* Pronto viene la noche cuando nadie puede trabajar.
Jua 9:5 Pero, mientras estoy aquí en el mundo, yo soy la luz del mundo.
Jua 9:6 Luego escupió en el suelo, hizo lodo con la saliva y lo untó en los ojos del ciego.
Jua 9:7 Le dijo: «Ve a lavarte en el estanque de Siloé», (Siloé significa «enviado»). Entonces el hombre fue, se lavó, ¡y regresó viendo!
Jua 9:8 Sus vecinos y otros que lo conocían como un pordiosero ciego se preguntaban: «¿No es ése el hombre que solía sentarse a mendigar?».
Jua 9:9 Algunos decían que sí, y otros decían: «No, sólo se le parece». Pero el mendigo seguía diciendo: «¡Sí, soy yo!».
Jua 9:10 Le preguntaron: —¿Quién te sanó? ¿Cómo sucedió?
Jua 9:11 Él les dijo: —El hombre al que llaman Jesús hizo lodo, me lo untó en los ojos y me dijo: “Ve al estanque de Siloé y lávate”. Entonces fui, me lavé, ¡y ahora puedo ver!
Jua 9:12 —¿Dónde está él ahora? —le preguntaron. —No lo sé —contestó.



 1 JUAN  1:1-4

1Jn 1:1 Les anunciamos al que existe desde el principio,* a quien hemos visto y oído. Lo vimos con nuestros propios ojos y lo tocamos con nuestras propias manos. Él es la Palabra de vida.
1Jn 1:2 Él, quien es la vida misma, nos fue revelado, y nosotros lo vimos; y ahora testificamos y anunciamos a ustedes que él es la vida eterna. Estaba con el Padre, y luego nos fue revelado.
1Jn 1:3 Les anunciamos lo que nosotros mismos hemos visto y oído, para que ustedes tengan comunión con nosotros; y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo, Jesucristo.
1Jn 1:4 Escribimos estas cosas, para que ustedes puedan participar plenamente de nuestra alegría.*



JOB  8

Job 8:1 Entonces Bildad, el suhita, respondió a Job:
Job 8:2 «¿Hasta cuándo seguirás hablando así? Suenas como un viento rugiente.
Job 8:3 ¿Acaso Dios tuerce la justicia? ¿Tuerce el Todopoderoso lo que es recto?
Job 8:4 Seguramente tus hijos pecaron contra él, y por eso el castigo estaba bien merecido;
Job 8:5 pero si oras a Dios y buscas el favor del Todopoderoso,
Job 8:6 si eres puro y vives con integridad, sin duda que él se levantará y devolverá la felicidad a tu hogar.
Job 8:7 Aunque comenzaste con poco, terminarás con mucho.
Job 8:8 »Sólo pregunta a la generación anterior; presta atención a la experiencia de nuestros antepasados,
Job 8:9 porque nosotros nacimos apenas ayer, y no sabemos nada; nuestros días sobre la tierra son tan fugaces como una sombra.
Job 8:10 Sin embargo, los que vivieron antes que nosotros te enseñarán; te enseñarán la sabiduría de antaño.
Job 8:11 »¿Pueden crecer altas las cañas del papiro donde no hay pantanos? ¿Pueden crecer en abundancia las hierbas de pantano donde no hay agua?
Job 8:12 Cuando están floreciendo y aún no están listas para ser cortadas, empiezan a marchitarse más rápido que la hierba.
Job 8:13 Lo mismo les ocurre a todos los que se olvidan de Dios; las esperanzas de los que viven sin Dios se evaporan.
Job 8:14 Su confianza pende de un hilo; se apoyan en una tela de araña.
Job 8:15 Se aferran a su hogar para sentirse seguros, pero esa seguridad no durará; intentan retenerla con firmeza, pero no permanecerá.
Job 8:16 Los que no tienen a Dios parecen una planta frondosa que crece al sol, y que extiende sus ramas por el jardín;
Job 8:17 sus raíces penetran entre las piedras y se sujetan a las rocas;
Job 8:18 pero cuando se la arranca de raíz, ¡es como si nunca hubiera existido!
Job 8:19 Así termina su vida, y del suelo brotan otras plantas para reemplazarla.
Job 8:20 »Sin embargo, mira, Dios no rechazará a una persona íntegra, tampoco dará una mano a los malvados.
Job 8:21 Él volverá a llenar tu boca de risas y tus labios con gritos de alegría.
Job 8:22 Los que te odian se vestirán de vergüenza, y el hogar de los malvados será destruido».

LECTURA PARA LA NOCHE

EZEQUIEL 22-23

Eze 22:1 Entonces recibí este mensaje del SEÑOR:
Eze 22:2 «Hijo de hombre, ¿estás listo para juzgar a Jerusalén? ¿Estás preparado para juzgar a esta ciudad de asesinos? Denuncia públicamente sus pecados detestables
Eze 22:3 y dale este mensaje de parte del SEÑOR Soberano: “Ciudad de asesinos, condenada y maldita —ciudad de ídolos,* inmunda y repugnante—
Eze 22:4 eres culpable por la sangre que has derramado. Te has contaminado con los ídolos que hiciste. ¡Ha llegado el día de tu destrucción! Has llegado al fin de tus días. Te convertiré en objeto de burla en todos los países.
Eze 22:5 Ciudad infame y llena de confusión, de ti se burlarán pueblos lejanos y cercanos.
Eze 22:6 »”Cada uno de los líderes de Israel que vive dentro de tus murallas está decidido a derramar sangre.
Eze 22:7 A los padres y a las madres se les trata con desprecio. Los extranjeros están obligados a pagar por protección. Los huérfanos y las viudas que viven en medio de ti, son objeto de abusos y maltratos.
Eze 22:8 Desprecias mis objetos santos y profanas mis días de descanso.
Eze 22:9 Hay quienes acusan falsamente a otros y los envían a la muerte. Estás llena de gente que rinde culto a ídolos y hace cosas obscenas.
Eze 22:10 Hay entre ustedes hombres que se acuestan con la esposa de su padre y tienen relaciones sexuales con mujeres durante su período menstrual.
Eze 22:11 Dentro de tus murallas viven hombres que cometen adulterio con la mujer de su vecino, que deshonran a sus nueras o violan a sus propias hermanas.
Eze 22:12 Por todas partes hay asesinos a sueldo, prestamistas usureros y extorsionistas. Ni siquiera piensan en mí ni en mis mandatos, dice el SEÑOR Soberano.
Eze 22:13 »”Sin embargo, ahora yo bato las palmas con indignación por tus ganancias deshonestas y tu derramamiento de sangre.
Eze 22:14 ¿Qué tan fuerte y valiente serás en el día del juicio? Yo, el SEÑOR, he hablado y cumpliré lo que he dicho.
Eze 22:15 Te esparciré por todas las naciones y te limpiaré de tu maldad;
Eze 22:16 y cuando sea deshonrado entre las naciones a causa de ti,* sabrás que yo soy el SEÑOR».
Eze 22:17 Luego recibí este mensaje del SEÑOR:
Eze 22:18 «Hijo de hombre, los israelitas son la escoria inservible que queda después de fundir la plata. Son los desechos que sobran: una mezcla inútil de cobre, estaño, hierro y plomo.
Eze 22:19 Entonces diles: “Esto dice el SEÑOR Soberano: ‘Dado que todos son escoria inservible, los traeré a mi crisol en Jerusalén.
Eze 22:20 Así como en un horno se funde cobre, hierro, plomo y estaño, los fundiré a ustedes con el calor de mi furia.
Eze 22:21 Los reuniré y los soplaré con el fuego de mi enojo,
Eze 22:22 y se fundirán como la plata en el intenso calor. Entonces sabrán que yo, el SEÑOR, he derramado mi furia sobre ustedes’ ”».
Eze 22:23 Nuevamente recibí un mensaje del SEÑOR:
Eze 22:24 «Hijo de hombre, dale este mensaje al pueblo de Israel: “En el día de mi indignación, serás como tierra contaminada, una tierra sin lluvia.
Eze 22:25 Tus príncipes* traman conspiraciones tal como los leones que acechan su presa. Devoran a los inocentes apoderándose de sus tesoros y quitándoles su riqueza mediante la extorsión; y dejan viudas a muchas mujeres del país.
Eze 22:26 Tus sacerdotes desobedecieron mis enseñanzas y profanaron mis objetos santos. No hacen ninguna diferencia entre lo que es santo y lo que no es, tampoco enseñan a mi pueblo la diferencia entre lo que es ceremonialmente puro o impuro. Desprecian mis días de descanso, de modo que soy deshonrado entre ellos.
Eze 22:27 Tus líderes son como lobos que despedazan a sus víctimas. ¡En realidad destruyen vidas a cambio de dinero!
Eze 22:28 Y tus profetas los encubren dando falsas visiones y predicciones mentirosas. Dicen: ‘Mi mensaje proviene del SEÑOR Soberano’, cuando en realidad el SEÑOR no les ha dicho ni una sola palabra.
Eze 22:29 Hasta la gente común oprime a los pobres, les roba a los necesitados y priva de justicia a los extranjeros.
Eze 22:30 »”Busqué a alguien que pudiera reconstruir la muralla de justicia que resguarda al país. Busqué a alguien que se pusiera en la brecha de la muralla para que yo no tuviera que destruirlos, pero no encontré a nadie.
Eze 22:31 Por eso ahora derramaré mi furia sobre ellos y los consumiré con el fuego de mi enojo. ¡Haré recaer sobre su cabeza todo el castigo por cada uno de sus pecados. ¡Yo, el SEÑOR Soberano, he hablado!”».
Eze 23:1 Recibí este mensaje de parte del SEÑOR:
Eze 23:2 «Hijo de hombre, había una vez dos hermanas que eran hijas de la misma madre.
Eze 23:3 Ambas se hicieron prostitutas en Egipto. Incluso cuando eran jovencitas, dejaban que los hombres manosearan sus senos.
Eze 23:4 La mayor se llamaba Aholá, y su hermana era Aholibá. Yo me casé con ellas y me dieron hijos e hijas. Me refiero a Samaria y a Jerusalén, pues Aholá es Samaria y Aholibá es Jerusalén.
Eze 23:5 »Luego Aholá sintió deseos sensuales por otros amantes y no por mí, así que entregó su amor a los oficiales asirios.
Eze 23:6 Eran todos jóvenes atractivos: capitanes y comandantes hermosamente vestidos de azul que conducían los carros de guerra.
Eze 23:7 Así que se prostituyó con los hombres más deseables de Asiria, rindiendo culto a sus ídolos* y contaminándose.
Eze 23:8 Cuando salió de Egipto, no abandonó la prostitución sino que continuó tan depravada como en su juventud, cuando los egipcios se acostaban con ella, le manoseaban los senos y la tenían como prostituta.
Eze 23:9 »Entonces la entregué a sus amantes asirios, a quienes ella tanto deseaba.
Eze 23:10 Ellos la desnudaron, se llevaron a sus hijos como esclavos y luego la mataron. Después de recibir su castigo, su mala fama llegó a oídos de todas las mujeres de la tierra.
Eze 23:11 »Sin embargo, Aholibá siguió los mismos pasos, a pesar de que vio todo lo que le había ocurrido a su hermana Aholá. Se corrompió todavía más y se entregó por completo a sus pasiones sexuales y a la prostitución.
Eze 23:12 Aduló a todos los oficiales asirios, esos capitanes y comandantes con hermosos uniformes, esos jóvenes que conducían carros de guerra, todos apuestos y deseables.
Eze 23:13 Yo vi cómo iba corrompiéndose, igual que su hermana mayor.
Eze 23:14 »Luego llevó su prostitución a tal extremo que se enamoró de imágenes pintadas en un muro, imágenes de oficiales militares babilonios* con llamativos uniformes rojos,
Eze 23:15 que portaban magníficos cinturones y sobre la cabeza turbantes grandes y distinguidos. Estaban vestidos como oficiales de carros de guerra de la tierra de Babilonia.*
Eze 23:16 Cuando ella vio esas imágenes, anheló entregarse a ellos y envió mensajeros a Babilonia para invitarlos a que la visitaran.
Eze 23:17 Entonces vinieron y cometieron adulterio con ella, y la corrompieron en la cama del amor. No obstante, después de contaminarse con ellos, los rechazó con asco.
Eze 23:18 »Asimismo, yo sentí asco por Aholibá y la rechacé, tal como había rechazado a su hermana, porque se exhibió delante de ellos y se les entregó para satisfacerles sus pasiones sexuales.
Eze 23:19 Sin embargo, ella se prostituyó mucho más recordando su juventud cuando se había prostituido en Egipto.
Eze 23:20 Sintió deseos sensuales por sus amantes con órganos sexuales tan grandes como los del burro, que eyaculan como un caballo.
Eze 23:21 Y así, Aholibá, reviviste el pasado, esos días de jovencita en Egipto, cuando dejaste que te manosearan los senos por primera vez.
Eze 23:22 »Por lo tanto, Aholibá, esto dice el SEÑOR Soberano: de todas partes enviaré a tus amantes contra ti, esas mismas naciones de las que te alejaste con asco.
Eze 23:23 Pues los babilonios vendrán con todos los caldeos de Pecod, de Soa y de Coa. Junto con ellos llegarán todos los asirios, esos jóvenes y apuestos capitanes, comandantes, oficiales de carros de guerra y demás oficiales de alto rango, cada uno montado a caballo.
Eze 23:24 Todos ellos vendrán contra ti desde el norte* con carros de guerra, carretas y un gran ejército preparado para atacar. Tomarán posiciones de batalla por todas partes y te rodearán de hombres armados con escudos y yelmos. Yo te entregaré a ellos para castigarte, a fin de que hagan contigo lo que quieran.
Eze 23:25 Descargaré sobre ti el enojo de mis celos y ellos te tratarán con dureza. Te cortarán la nariz y las orejas, y a los sobrevivientes los matarán a espada. Se llevarán a tus hijos cautivos y quemarán todo lo que quede.
Eze 23:26 Te arrancarán tus hermosas ropas y joyas.
Eze 23:27 De ese modo pondré fin a la lascivia y a la prostitución que trajiste de Egipto. Nunca más tus ojos anhelarán aquellas cosas ni recordarás con nostalgia tus días en Egipto.
Eze 23:28 »Pues esto dice el SEÑOR Soberano: ciertamente te entregaré a tus enemigos, a esos que detestas, a quienes rechazaste.
Eze 23:29 Te tratarán con odio, te robarán todo lo que tienes y te dejarán completamente desnuda. Tu vergonzosa prostitución quedará a la vista de todo el mundo.
Eze 23:30 Tú misma te provocaste todo esto al prostituirte con otras naciones y contaminarte con todos sus ídolos.
Eze 23:31 Por haber seguido los pasos de tu hermana, te obligaré a beber de la misma copa de terror que ella bebió.
Eze 23:32 »Sí, esto dice el SEÑOR Soberano: »Beberás de la copa de terror de tu hermana, una copa grande y profunda, que está llena hasta el borde de burla y de desprecio.
Eze 23:33 Te llenarás de borrachera y angustia, pues tu copa rebosa de aflicción y desolación; es la misma copa que bebió tu hermana, Samaria.
Eze 23:34 Beberás toda esa copa de terror hasta la última gota. Luego la romperás en pedazos y te golpearás el pecho en señal de angustia. ¡Yo, el SEÑOR Soberano, he hablado!
Eze 23:35 »Y porque te olvidaste de mí y me diste la espalda, esto dice el SEÑOR Soberano: tendrás que sufrir las consecuencias de toda tu lascivia y de tu prostitución».
Eze 23:36 El SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, debes acusar a Aholá y Aholibá de todos sus pecados detestables.
Eze 23:37 Ellas han cometido adulterio y homicidio: adulterio al rendir culto a ídolos y homicidio al quemar en sacrificio a los hijos que me habían dado.
Eze 23:38 ¡Además, contaminaron mi templo y profanaron mi día de descanso!
Eze 23:39 ¡El mismo día que ofrecieron a sus hijos en sacrificio a ídolos, se atrevieron a venir a mi templo para adorar! Entraron y contaminaron mi casa.
Eze 23:40 »Ustedes, hermanas, enviaron mensajeros a tierras lejanas para conseguir hombres. Cuando ellos llegaron, ustedes se bañaron, se pintaron los párpados y se pusieron sus mejores joyas para recibirlos.
Eze 23:41 Se sentaron junto a ellos en un sofá con hermosos bordados y pusieron mi incienso y mi aceite especial sobre una mesa servida ante ustedes.
Eze 23:42 Desde su habitación llegaba el ruido de muchos hombres en plena juerga. Eran hombres lujuriosos y borrachos* provenientes del desierto, que les pusieron brazaletes en las muñecas y hermosas coronas sobre la cabeza.
Eze 23:43 Entonces dije: “Si realmente quieren tener sexo con prostitutas viejas y estropeadas como éstas, ¡que lo hagan!”.
Eze 23:44 Y eso fue lo que hicieron. Tuvieron sexo con Aholá y Aholibá, esas prostitutas desvergonzadas.
Eze 23:45 Sin embargo, gente recta juzgará a esas ciudades hermanas por lo que verdaderamente son: adúlteras y asesinas.
Eze 23:46 »Ahora bien, esto dice el SEÑOR Soberano: manda a un ejército contra ellas y entrégalas para que las aterroricen y las saqueen.
Eze 23:47 Pues sus enemigos las apedrearán y las matarán a espada. Masacrarán a sus hijos e hijas y quemarán sus casas.
Eze 23:48 De ese modo acabaré con la lascivia y la idolatría en la tierra y mi castigo servirá de advertencia a otros para que no sigan su mal ejemplo.
Eze 23:49 Ustedes recibirán su merecido por su prostitución: por rendir culto a ídolos. Así es, recibirán todo el castigo. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR Soberano».

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