APOSENTO ALTO

jueves, 23 de noviembre de 2017

LECTURA BÍBLICA 23 DE NOVIEMBRE

LECTURA PARA LA MAÑANA

JUAN     13:12-17

Jua 13:12 Después de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, se sentó y preguntó: —¿Entienden lo que acabo de hacer?
Jua 13:13 Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy.
Jua 13:14 Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros.
Jua 13:15 Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.
Jua 13:16 Les digo la verdad, los esclavos no son superiores a su amo ni el mensajero es más importante que quien envía el mensaje.
Jua 13:17 Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas.



 JUDAS  1-7

Jud 1:1 Yo, Judas, esclavo de Jesucristo y hermano de Santiago, les escribo esta carta a todos los que han sido llamados por Dios Padre, quien los ama y los protege con el cuidado de Jesucristo.*
Jud 1:2 Que Dios les dé cada vez más misericordia, paz y amor.
Jud 1:3 Queridos amigos, con gran anhelo tenía pensado escribirles acerca de la salvación que compartimos. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que debo escribirles sobre otro tema para animarlos a que defiendan la fe que Dios ha confiado una vez y para siempre a su pueblo santo.
Jud 1:4 Les digo esto, porque algunas personas que no tienen a Dios se han infiltrado en sus iglesias diciendo que la maravillosa gracia de Dios nos permite llevar una vida inmoral. La condena de tales personas fue escrita hace mucho tiempo, pues han negado a Jesucristo, nuestro único Dueño y Señor.
Jud 1:5 Aunque ustedes ya saben estas cosas, igual quiero recordarles que Jesús* primero rescató de Egipto a la nación de Israel pero luego destruyó a los que no permanecieron fieles.
Jud 1:6 Y les recuerdo de los ángeles que no se mantuvieron dentro de los límites de autoridad que Dios les puso, sino que abandonaron el lugar al que pertenecían. Dios los ha tenido firmemente encadenados en prisiones de oscuridad, en espera del gran día del juicio.
Jud 1:7 Asimismo no se olviden de Sodoma y Gomorra ni de las ciudades vecinas, las cuales estaban llenas de inmoralidad y de toda clase de perversión sexual. Esas ciudades fueron destruidas con fuego y sirven como advertencia del fuego eterno del juicio de Dios.




JOB  21:1-21

Job 21:1 Entonces Job habló de nuevo:
Job 21:2 «Escuchen con atención lo que digo; es una forma de consolarme.
Job 21:3 Ténganme paciencia y déjenme hablar. Después de que haya hablado, podrán seguir burlándose de mí.
Job 21:4 »Mi queja es con Dios, no con la gente. Tengo buenas razones para estar tan impaciente.
Job 21:5 Mírenme y quédense atónitos; tápense la boca con la mano, totalmente sorprendidos.
Job 21:6 Cuando pienso en lo que estoy diciendo, me estremezco y mi cuerpo tiembla.
Job 21:7 »¿Por qué prosperan los malvados mientras se vuelven viejos y poderosos?
Job 21:8 Llegan a ver a sus hijos crecidos y establecidos, y disfrutan de sus nietos.
Job 21:9 Sus hogares no corren ningún peligro, y Dios no los castiga.
Job 21:10 Sus toros nunca dejan de procrear; sus vacas tienen terneros y nunca pierden sus crías.
Job 21:11 Dejan brincar a sus niños como corderitos; sus pequeños saltan y bailan,
Job 21:12 cantan con panderetas y arpas y celebran al sonido de la flauta.
Job 21:13 Pasan sus días con prosperidad; luego van a la tumba* en paz.
Job 21:14 Sin embargo le dicen a Dios: “Vete, no queremos nada de ti ni de tus caminos.
Job 21:15 ¿Quién es el Todopoderoso y por qué debemos obedecerle? ¿En qué nos beneficiará orar?”.
Job 21:16 (Creen que su prosperidad depende de ellos; pero yo no tendré nada que ver con esa forma de pensar).
Job 21:17 »Sin embargo, la luz de los malvados parece no extinguirse nunca. ¿Alguna vez tienen problemas? ¿Acaso Dios les reparte dolores con enojo?
Job 21:18 ¿Se los lleva el viento como la paja? ¿Los arrastra la tormenta como al heno? ¡De ninguna manera!
Job 21:19 »Ustedes dicen: “Bien, ¡al menos Dios castigará a los hijos de ellos!”; pero yo digo que él debería castigar a los que pecan para que comprendan su juicio.
Job 21:20 Que vean con sus propios ojos su destrucción, y beban en abundancia del enojo del Todopoderoso.
Job 21:21 Pues, después de muertos, no les importará lo que le suceda a su familia.


LECTURA PARA LA NOCHE

DANIEL  7-8

Dan 7:1 Anteriormente, durante el primer año del reinado de Belsasar en Babilonia,* Daniel tuvo un sueño y vio visiones mientras estaba en su cama. Puso el sueño por escrito y esto es lo que vio:
Dan 7:2 Esa noche, en mi visión, yo, Daniel, vi una tempestad que agitaba la superficie de un mar grande, con vientos fuertes soplando de todas direcciones.
Dan 7:3 Del agua surgieron cuatro bestias enormes, cada una diferente de la otra.
Dan 7:4 La primera bestia era como un león con alas de águila. Mientras yo observaba, le fueron arrancadas las alas y quedó de pie en el suelo sobre sus dos patas traseras, como un ser humano; y se le dio una mente humana.
Dan 7:5 Luego vi a una segunda bestia que se parecía a un oso. Se levantó sobre uno de sus costados y llevaba tres costillas entre los dientes; y oí una voz que le decía: «¡Levántate! ¡Devora la carne de mucha gente!».
Dan 7:6 Después apareció la tercera de estas extrañas bestias y se parecía a un leopardo. Tenía cuatro alas de ave sobre la espalda y cuatro cabezas. A esta bestia se le dio gran autoridad.
Dan 7:7 Luego, en mi visión de esa noche, vi a una cuarta bestia, aterradora, espantosa y muy fuerte. Devoraba y aplastaba a sus víctimas con enormes dientes de hierro y pisoteaba los restos bajo sus pies. Era diferente a las demás bestias y tenía diez cuernos.
Dan 7:8 Mientras yo miraba los cuernos, surgió de pronto otro cuerno pequeño entre ellos. Tres de los primeros cuernos fueron arrancados de raíz para darle lugar al nuevo. Este cuerno pequeño tenía ojos que parecían humanos y una boca que presumía con arrogancia.
Dan 7:9 Observé mientras colocaban unos tronos en su lugar, y el Anciano* se sentó a juzgar. Su ropa era blanca como la nieve, su cabello se parecía a la lana más pura. Se sentó sobre un trono ardiente con ruedas en llamas;
Dan 7:10 y un río de fuego brotaba de su presencia. Millones de ángeles le atendían; muchos millones se pusieron de pie para servirle. Entonces comenzó la sesión del tribunal y se abrieron los libros.
Dan 7:11 Yo seguí mirando porque podía oír las palabras arrogantes del cuerno pequeño. Seguí mirando hasta que mataron a la cuarta bestia y su cuerpo fue destruido por el fuego.
Dan 7:12 A las otras tres bestias les quitaron la autoridad, pero se les permitió seguir con vida un poco más.*
Dan 7:13 Mientras continuó mi visión esa noche, vi a alguien parecido a un hijo de hombre* descender con las nubes del cielo. Se acercó al Anciano y lo llevaron ante su presencia.
Dan 7:14 Se le dio autoridad, honra y soberanía sobre todas las naciones del mundo, para que lo obedecieran los de toda raza, nación y lengua. Su gobierno es eterno, no tendrá fin. Su reino jamás será destruido.
Dan 7:15 Yo, Daniel, quedé muy angustiado por todo lo que había visto, y las visiones me aterrorizaron.
Dan 7:16 Así que me acerqué a uno de los que estaban de pie junto al trono y le pregunté lo que significaba todo eso. Entonces me lo explicó así:
Dan 7:17 «Estas cuatro bestias enormes representan a cuatro reinos que surgirán de la tierra;
Dan 7:18 pero al final, el reino será entregado al pueblo santo del Altísimo y los santos gobernarán por siempre y para siempre».
Dan 7:19 Entonces quise conocer el verdadero significado de la cuarta bestia, que era tan diferente a las demás y tan espantosa. Había devorado y aplastado a sus víctimas con dientes de hierro y garras de bronce y pisoteaba los restos bajo sus pies.
Dan 7:20 También pregunté acerca de los diez cuernos que había en la cabeza de la cuarta bestia y por el cuerno pequeño que surgió después y destruyó a tres de los otros cuernos. Este cuerno parecía más grande que los demás y tenía ojos humanos y una boca que presumía con arrogancia.
Dan 7:21 Mientras miraba, ese cuerno hacía guerra contra el pueblo santo de Dios y lo vencía,
Dan 7:22 hasta que vino el Anciano —el Altísimo— y emitió un juicio en favor de su pueblo santo. Entonces llegó el tiempo para que los santos tomaran posesión del reino.
Dan 7:23 Despúes me dijo: «Esta cuarta bestia es la cuarta potencia mundial que gobernará la tierra. Será diferente a todas las demás. Devorará al mundo entero, pisoteando y aplastando todo lo que encuentre a su paso.
Dan 7:24 Sus diez cuernos son diez reyes que gobernarán ese imperio. Luego surgirá otro rey, diferente a los otros diez, y someterá a tres de ellos.
Dan 7:25 Desafiará al Altísimo y oprimirá al pueblo santo del Altísimo. Procurará cambiar las leyes de los santos y sus festivales sagrados y ellos quedarán bajo el dominio de ese rey por un tiempo, tiempos y medio tiempo.
Dan 7:26 »Sin embargo, después el tribunal dictará sentencia, se le quitará todo su poder y quedará totalmente destruido.
Dan 7:27 Entonces se dará al pueblo santo del Altísimo la soberanía, el poder y la grandeza de todos los reinos bajo el cielo. El reino del Altísimo permanecerá para siempre y todos los gobernantes le servirán y obedecerán».
Dan 7:28 Aquí termina la visión. Yo, Daniel, estaba espantado por mis pensamientos y mi rostro estaba pálido de miedo, pero no le dije nada a nadie.
Dan 8:1 * Durante el tercer año del reinado de Belsasar, yo, Daniel, tuve otra visión, después de la que ya se me había aparecido.
Dan 8:2 En esta visión me encontraba en la fortaleza de Susa, en la provincia de Elam, de pie junto al río Ulai.*
Dan 8:3 Cuando levanté los ojos, vi un carnero con dos cuernos largos, de pie junto al río.* Uno de los cuernos era más largo que el otro, a pesar de que le había crecido después.
Dan 8:4 El carnero embestía todo lo que encontraba a su paso hacia el occidente, el norte y el sur. Nadie podía hacerle frente ni ayudar a sus víctimas. El carnero hacía lo que quería y se hizo muy poderoso.
Dan 8:5 Mientras yo observaba, de pronto apareció un chivo desde el occidente y atravesó el campo con tanta rapidez que ni siquiera tocó la tierra. Este chivo, que tenía un cuerno enorme entre los ojos,
Dan 8:6 se dirigió hacia el carnero de dos cuernos que yo había visto parado junto al río y se abalanzó con furia sobre él.
Dan 8:7 El chivo atacó con violencia al carnero y le dio un golpe que le quebró ambos cuernos. El carnero quedó indefenso y el chivo lo derribó y lo pisoteó. Nadie pudo rescatar al carnero del poder del chivo.
Dan 8:8 El chivo se hizo poderoso, pero cuando alcanzó el máximo de su poder, se quebró el enorme cuerno que tenía. En su lugar crecieron cuatro cuernos prominentes que apuntaban hacia los cuatro puntos cardinales.
Dan 8:9 Luego, de uno de los cuernos prominentes salió un cuerno pequeño cuyo poder creció en gran manera. Se extendía hacia el sur y hacia el oriente y hacia el glorioso territorio de Israel.
Dan 8:10 Su poder llegó hasta los cielos, donde atacó al ejército de los cielos y arrojó a la tierra a algunos de los seres celestiales y a algunas de las estrellas y los pisoteó.
Dan 8:11 Incluso desafió al comandante del ejército de los cielos cancelando los sacrificios diarios que le ofrecían al comandante y destruyendo su templo.
Dan 8:12 No se le permitió al ejército de los cielos responder a esta rebelión. Así que se detuvieron los sacrificios diarios y la verdad fue derrocada. El cuerno tuvo éxito en todo lo que hizo.*
Dan 8:13 Entonces oí a dos seres santos que hablaban entre sí. Uno de ellos preguntó: —¿Cuánto tiempo durarán los sucesos de esta visión? ¿Por cuánto tiempo la rebelión que causa profanación detendrá los sacrificios diarios? ¿Por cuánto tiempo pisotearán el templo y al ejército celestial?
Dan 8:14 El otro le contestó: —Pasarán dos mil trescientas noches y mañanas; después el templo será restaurado.
Dan 8:15 Mientras yo, Daniel, procuraba entender el significado de esta visión, alguien que se parecía a un hombre se paró frente a mí.
Dan 8:16 Entonces oí una voz humana que exclamaba desde el río Ulai: «Gabriel, dile a este hombre el significado de su visión».
Dan 8:17 Cuando Gabriel se acercó al lugar donde yo estaba, me aterroricé tanto que caí rostro en tierra. «Hijo de hombre —me dijo—, debes comprender que los sucesos que has visto en tu visión tienen que ver con el tiempo del fin».
Dan 8:18 Mientras él hablaba, me desmayé y quedé tendido con el rostro contra el suelo, pero Gabriel con un toque me despertó y me ayudó a ponerme de pie.
Dan 8:19 Entonces dijo: «Estoy aquí para explicarte lo que sucederá después, en el tiempo de la ira. Lo que has visto pertenece al fin del tiempo.
Dan 8:20 El carnero con los dos cuernos representa a los reyes de Media y de Persia.
Dan 8:21 El chivo peludo representa al rey de Grecia,* y el cuerno enorme que tiene entre los ojos representa al primer rey del imperio griego.
Dan 8:22 Los cuatro cuernos prominentes que reemplazaron el cuerno enorme indican que el imperio griego se dividirá en cuatro reinos, pero que ninguno de ellos será tan grande como el primero.
Dan 8:23 »Al final de sus reinados, cuando el pecado llegue al colmo de su maldad, subirá al poder un rey brutal, un maestro de la intriga.
Dan 8:24 Se volverá muy fuerte, pero no por su propio poder. Provocará una tremenda cantidad de destrucción y tendrá éxito en todo lo que emprenda. Destruirá a líderes poderosos y arrasará al pueblo santo.
Dan 8:25 Será un maestro del engaño y se volverá arrogante; destruirá a muchos de golpe. Hasta entrará en batalla con el Príncipe de príncipes, pero será quebrantado, aunque no por poder humano.
Dan 8:26 »Esta visión sobre las dos mil trescientas noches y mañanas* es verdadera, pero ninguna de esas cosas sucederá sino hasta dentro de mucho tiempo, de modo que mantén esta visión en secreto».
Dan 8:27 Entonces yo, Daniel, quedé abrumado y estuve enfermo durante varios días. Después me levanté y cumplí con mis deberes para con el rey. Sin embargo, la visión me dejó angustiado y no podía entenderla.

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