APOSENTO ALTO

viernes, 17 de noviembre de 2017

LECTURA BÍBLICA 17 DE NOVIEMBRE

LECTURA PARA LA MAÑANA

JUAN     11:45-57

Jua 11:45 Al ver lo que sucedió, muchos de los que estaban con María creyeron en Jesús.
Jua 11:46 Pero otros fueron a ver a los fariseos para contarles lo que Jesús había hecho.
Jua 11:47 Entonces, los principales sacerdotes y los fariseos convocaron al Concilio Supremo.* «¿Qué vamos a hacer? —se preguntaron unos a otros —. Sin duda, ese hombre realiza muchas señales milagrosas.
Jua 11:48 Si lo dejamos seguir así, dentro de poco todos van a creer en él. Entonces, el ejército romano vendrá y destruirá tanto nuestro templo* como nuestra nación».
Jua 11:49 Caifás, quien era el sumo sacerdote en aquel tiempo,* dijo: «¡No saben de qué están hablando!
Jua 11:50 No se dan cuenta de que es mejor para ustedes que muera un solo hombre por el pueblo, y no que la nación entera sea destruida».
Jua 11:51 No dijo eso por su propia cuenta; como sumo sacerdote en aquel tiempo, fue guiado a profetizar que Jesús moriría por toda la nación.
Jua 11:52 Y no sólo por esa nación, sino que también moriría para congregar y unir a todos los hijos de Dios dispersos por el mundo.
Jua 11:53 Así que, a partir de ese momento, los líderes judíos comenzaron a conspirar para matar a Jesús.
Jua 11:54 Como resultado, Jesús detuvo su ministerio público entre el pueblo y salió de Jerusalén. Fue a un lugar cercano al desierto, a la aldea de Efraín, y se quedó allí con sus discípulos.
Jua 11:55 Ya faltaba poco para la celebración de la Pascua judía, y mucha gente de todo el país llegó a Jerusalén varios días antes para participar en la ceremonia de purificación previa al comienzo de la Pascua.
Jua 11:56 Seguían buscando a Jesús pero, mientras estaban en el templo, se decían unos a otros: «¿Qué les parece? No vendrá para la Pascua, ¿verdad?».
Jua 11:57 Mientras tanto, los principales sacerdotes y los fariseos habían dado órdenes públicamente de que cualquiera que viera a Jesús avisara enseguida, para que ellos pudieran arrestarlo.


 1 JUAN  4:1-6

1Jn 4:1 Queridos amigos, no les crean a todos los que afirman hablar de parte del Espíritu. Pónganlos a prueba para averiguar si el espíritu que tienen realmente proviene de Dios, porque hay muchos falsos profetas en el mundo.
1Jn 4:2 Esta es la manera en que sabremos si tienen o no el Espíritu de Dios: si una persona que afirma ser profeta* reconoce que Jesucristo vino en un cuerpo humano, esa persona tiene el Espíritu de Dios.
1Jn 4:3 Pero, si alguien afirma ser profeta y no reconoce la verdad acerca de Jesús, aquella persona no es de Dios. Tal persona tiene el espíritu del Anticristo, del cual ustedes oyeron que viene al mundo y, de hecho, ya está aquí.
1Jn 4:4 Pero ustedes, mis queridos hijos, pertenecen a Dios. Ya lograron la victoria sobre esas personas, porque el Espíritu que vive en ustedes es más poderoso que el espíritu que vive en el mundo.
1Jn 4:5 Esas personas pertenecen a este mundo, por eso hablan desde el punto de vista del mundo, y el mundo les presta atención.
1Jn 4:6 En cambio, nosotros pertenecemos a Dios, y los que conocen a Dios nos prestan atención. Como ellos no pertenecen a Dios, no nos prestan atención. Así es como sabemos si alguien tiene el Espíritu de verdad o el espíritu de engaño.


JOB  15:17-35

Job 15:17 »Si escuchas, yo te explicaré, y te responderé con mi propia experiencia.
Job 15:18 Se confirma en las palabras de los sabios, que a su vez escucharon lo mismo de sus padres;
Job 15:19 de aquellos a quienes se les dio la tierra mucho antes de que llegara algún extranjero.
Job 15:20 »Los malos se retuercen de dolor toda su vida. Para los despiadados están reservados años de desgracia.
Job 15:21 En sus oídos resuena el sonido del terror, y aun en los días buenos temen el ataque del destructor.
Job 15:22 No se atreven a salir en la oscuridad por miedo a ser asesinados.
Job 15:23 Deambulan diciendo: “¿Dónde podré encontrar pan?”.* Saben que se acerca el día de su destrucción.
Job 15:24 Ese día oscuro los llena de terror. Viven en aflicción y angustia como un rey que se prepara para la batalla.
Job 15:25 Pues amenazan a Dios con el puño desafiando al Todopoderoso.
Job 15:26 Con sus fuertes escudos en alto, avanzan insolentes contra él.
Job 15:27 »Esos malvados están gordos y son prósperos; su cintura se hincha de grasa,
Job 15:28 pero sus ciudades quedarán en ruinas. Vivirán en casas abandonadas a punto de derrumbarse.
Job 15:29 No durarán sus riquezas ni sus bienes permanecerán. Sus posesiones ya no se extenderán hasta el horizonte.
Job 15:30 »No escaparán de las tinieblas. El sol abrasador secará sus retoños y el aliento de Dios los destruirá.
Job 15:31 Que no se engañen más confiando en riquezas huecas, porque su única recompensa será el vacío.
Job 15:32 Como árboles, serán cortados en la flor de la vida; sus ramas no reverdecerán jamás.
Job 15:33 Serán como una vid cuyas uvas se recogen demasiado temprano, como un olivo que pierde sus flores antes de que se forme el fruto.
Job 15:34 Pues los que viven sin Dios son estériles. Sus casas, enriquecidas mediante el soborno, se quemarán.
Job 15:35 Conciben desgracia y dan a luz maldad; su vientre produce engaño».

LECTURA PARA LA NOCHE

EZEQUIEL 42-44

Eze 42:1 Luego el hombre me llevó afuera del atrio del templo por la puerta norte. Entramos al atrio exterior y llegamos a un conjunto de habitaciones edificadas contra el muro norte del atrio interior.
Eze 42:2 Esta estructura tenía cincuenta y tres metros de largo* y veintiséis metros con cincuenta centímetros de ancho;* la entrada abría hacia el norte.
Eze 42:3 Un grupo de habitaciones daba al espacio del atrio interior que tenía diez metros con sesenta centímetros* de ancho. Otro grupo de habitaciones daba al empedrado del atrio exterior. Ambos grupos tenían tres pisos de alto y estaban construidos uno frente al otro.
Eze 42:4 Entre los dos grupos de habitaciones se extendía un pasillo de cinco metros con treinta centímetros* de ancho, que recorría los cincuenta y tres metros de largo del complejo,* y todas las puertas daban al norte.
Eze 42:5 Cada uno de los dos pisos de arriba era más angosto que el de debajo, porque era necesario dejar espacio delante de ellos para los pasillos.
Eze 42:6 Dado que eran tres pisos y no tenían columnas de apoyo como las habitaciones de los atrios, cada piso de arriba comenzaba más atrás en relación con el piso de debajo.
Eze 42:7 Había un muro exterior de veintiséis metros con cincuenta centímetros de largo, que separaba las habitaciones del atrio exterior.
Eze 42:8 Este muro agregaba longitud al conjunto exterior de habitaciones, que medía sólo veintiséis metros con cincuenta centímetros de largo, mientras que el conjunto interior —las habitaciones que daban al templo— tenía cincuenta y tres metros de largo.
Eze 42:9 Desde el atrio exterior había una entrada a estas habitaciones por el oriente.
Eze 42:10 En el lado sur* del templo había dos grupos de habitaciones, entre el templo y el atrio exterior, inmediatamente al sur del atrio interior. Estas habitaciones estaban dispuestas de la misma manera que las habitaciones del lado norte.
Eze 42:11 Había un pasillo entre ambos grupos de habitaciones, igual que en el complejo de edificios del lado norte del templo. Este complejo de habitaciones medía lo mismo de largo y de ancho que el otro complejo y tenía las mismas entradas y puertas. Las dimensiones de uno y otro eran idénticas.
Eze 42:12 De modo que había una entrada en el muro, frente a las puertas del conjunto interior de habitaciones y otra entrada en el lado oriental, al final del pasillo interior.
Eze 42:13 Luego el hombre me dijo: «Estas habitaciones que dan al templo desde el norte y el sur son santas. Aquí es donde los sacerdotes que ofrezcan sacrificios al SEÑOR comerán las ofrendas más santas. Ahora bien, dado que estas habitaciones son santas, se usarán para guardar las ofrendas sagradas: las ofrendas de grano, las ofrendas por el pecado y las ofrendas por la culpa.
Eze 42:14 Cuando los sacerdotes salgan del santuario, no deberán ir directamente al atrio exterior. Primero tendrán que quitarse la ropa que llevaban puesta mientras oficiaban, porque esa ropa es santa. Deberán ponerse otra ropa antes de entrar a los sectores del complejo abiertos al público».
Eze 42:15 Cuando el hombre terminó de medir la zona interior del templo, me llevó por la entrada oriental para medir todo el perímetro.
Eze 42:16 Midió con su vara el lado oriental y resultó tener doscientos sesenta y cinco metros de largo.*
Eze 42:17 Luego midió el lado norte y también tenía doscientos sesenta y cinco metros.
Eze 42:18 El lado sur también tenía doscientos sesenta y cinco metros,
Eze 42:19 y lo mismo el lado occidental, doscientos sesenta y cinco metros.
Eze 42:20 Así que la zona medía doscientos sesenta y cinco metros en cada lado y tenía un muro alrededor para separar lo santo de lo común.
Eze 43:1 Después el hombre me llevó de regreso a la puerta oriental.
Eze 43:2 De pronto, la gloria del Dios de Israel apareció desde el oriente. El sonido de su venida era como el rugir de aguas torrentosas y todo el paisaje resplandeció con su gloria.
Eze 43:3 Esta visión fue igual a las otras que yo había tenido, primero junto al río Quebar y después cuando el SEÑOR vino a destruir Jerusalén. Caí con el rostro en tierra
Eze 43:4 y la gloria del SEÑOR entró al templo por la puerta oriental.
Eze 43:5 Luego el Espíritu me levantó y me llevó al atrio interior, y la gloria del SEÑOR llenó el templo.
Eze 43:6 Entonces oí que alguien me hablaba desde el interior del templo, mientras el hombre que tomaba las medidas se ponía a mi lado.
Eze 43:7 El SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono y el lugar donde pondré los pies. Viviré aquí para siempre, entre los israelitas. Ni ellos ni sus reyes volverán a profanar mi santo nombre cometiendo adulterio al rendir culto a otros dioses y honrando las reliquias de sus reyes ya muertos.
Eze 43:8 Colocaron los altares para sus ídolos junto a mi altar, con sólo un muro de separación entre ellos y yo. Profanaron mi santo nombre con ese pecado tan detestable, por eso los consumí en mi enojo.
Eze 43:9 Que dejen ya de rendir culto a otros dioses y de honrar las reliquias de sus reyes, y yo viviré entre ellos para siempre.
Eze 43:10 »Hijo de hombre, describe al pueblo de Israel el templo que te he mostrado, para que ellos se avergüencen de todos sus pecados. Dejen que estudien el plano del templo
Eze 43:11 y se avergonzarán* de lo que hicieron. Descríbeles todas las especificaciones del templo —incluidas las entradas y las salidas— y todos los demás detalles. Háblales de los decretos y las leyes del templo. Escribe todas las especificaciones y los decretos mientras ellos observan, para que sin falta los recuerden y los sigan.
Eze 43:12 Esta es la ley fundamental del templo: ¡santidad absoluta! Toda la cumbre del monte donde está el templo es santa. Sí, esta es la ley fundamental del templo.
Eze 43:13 »Estas son las medidas del altar:* alrededor del altar hay una zanja de cincuenta y tres centímetros de profundidad por cincuenta y tres centímetros de ancho,* con un reborde de veintitrés centímetros* de ancho. Esta es la altura* del altar:
Eze 43:14 desde la zanja, el altar se eleva un metro con diez centímetros* hasta una saliente inferior de cincuenta y tres centímetros* de ancho, que rodea el altar. Desde la saliente inferior, el altar se eleva dos metros con diez centímetros* hasta la saliente superior, también de cincuenta y tres centímetros de ancho.
Eze 43:15 La parte superior del altar —la plataforma para el fuego— se eleva otros dos metros con diez centímetros y tiene un cuerno hacia arriba en cada una de las cuatro esquinas.
Eze 43:16 La parte superior del altar es cuadrada y mide seis metros con cuarenta centímetros de lado.*
Eze 43:17 La saliente superior también forma un cuadrado de siete metros con cuarenta centímetros de lado,* tiene una zanja de cincuenta y tres centímetros, un reborde de veintisiete centímetros* por alrededor y escalones para subir al altar por el lado oriental».
Eze 43:18 Luego me dijo: «Hijo de hombre, esto dice el SEÑOR Soberano: cuando se construya el altar, estas serán las ordenanzas para quemar las ofrendas y rociar la sangre.
Eze 43:19 En ese tiempo, a los sacerdotes levitas de la familia de Sadoc, quienes ministran delante de mí, se les dará un becerro para la ofrenda por el pecado, dice el SEÑOR Soberano.
Eze 43:20 Tomarás parte de la sangre del animal y con ella untarás los cuatro cuernos del altar, las cuatro esquinas de la saliente superior y el reborde que rodea la saliente. Esto limpiará el altar y hará expiación por él.
Eze 43:21 Luego tomarás el becerro para la ofrenda por el pecado y lo quemarás en el lugar indicado afuera de la zona del templo.
Eze 43:22 »El segundo día, sacrificarás como ofrenda por el pecado un cabrito que no tenga ningún defecto físico. Después, nuevamente limpiarás el altar y harás expiación por él, tal como hiciste con el becerro.
Eze 43:23 Cuando hayas terminado con la ceremonia de purificación, ofrecerás otro becerro que no tenga defectos y un carnero perfecto del rebaño.
Eze 43:24 Se los presentarás al SEÑOR, y los sacerdotes los rociarán con sal y los ofrecerán como ofrenda quemada al SEÑOR.
Eze 43:25 »Diariamente, durante siete días, se sacrificarán un cabrito, un becerro y un carnero del rebaño como ofrenda por el pecado. Esos animales no deberán tener ningún defecto físico.
Eze 43:26 Hazlo diariamente, durante siete días, para limpiar el altar y hacer expiación por él, y así quedará apartado para un uso santo.
Eze 43:27 A partir del octavo día, los sacerdotes sacrificarán a diario sobre el altar las ofrendas quemadas y las ofrendas de paz del pueblo. Entonces los aceptaré a ustedes. ¡Yo, el SEÑOR Soberano, he hablado!».
Eze 44:1 Luego el hombre me llevó nuevamente a la puerta oriental, ubicada en el muro exterior de la zona del templo, pero estaba cerrada.
Eze 44:2 Entonces el SEÑOR me dijo: «Esta entrada debe permanecer cerrada; nunca volverá a abrirse. Nadie jamás la abrirá ni entrará por ella, pues el SEÑOR, Dios de Israel, entró por aquí. Por lo tanto, permanecerá siempre cerrada.
Eze 44:3 Únicamente el príncipe podrá sentarse debajo de esta entrada para disfrutar de una comida en la presencia del SEÑOR; pero sólo podrá entrar y salir por la antesala de la entrada».
Eze 44:4 Luego el hombre me llevó por la entrada norte hasta el frente del templo. Miré y vi que la gloria del SEÑOR llenaba el templo del SEÑOR, así que caí al suelo rostro en tierra.
Eze 44:5 Entonces el SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, presta mucha atención. Usa los ojos y los oídos, y escucha atentamente todo lo que te diga sobre las ordenanzas acerca del templo del SEÑOR. Presta mucha atención a los procedimientos para usar las entradas y las salidas del templo.
Eze 44:6 Da a esos rebeldes, los israelitas, este mensaje de parte del SEÑOR Soberano: “¡Oh pueblo de Israel, basta ya con tus pecados detestables!
Eze 44:7 Has traído a extranjeros incircuncisos a mi santuario, gente que no tiene corazón para Dios. De ese modo, profanaste mi templo incluso mientras me ofrecías mi alimento: la grasa y la sangre de los sacrificios. Además de todos tus otros pecados detestables, rompiste mi pacto.
Eze 44:8 En lugar de proteger mis ritos sagrados, contrataste a extranjeros para que se encargaran de mi santuario.
Eze 44:9 »”Por lo tanto, esto dice el SEÑOR Soberano: ningún extranjero, ni siquiera los que vivan entre los israelitas, entrará en mi santuario si no se ha circuncidado y entregado al SEÑOR.
Eze 44:10 Además, los hombres de la tribu de Leví que me abandonaron cuando Israel se alejó de mí para rendir culto a ídolos* tendrán que sufrir las consecuencias de su infidelidad.
Eze 44:11 Aun así podrán servir como guardias del templo y porteros, podrán matar los animales para las ofrendas quemadas y estar presentes para ayudar al pueblo.
Eze 44:12 Sin embargo, incitaron a mi pueblo a rendir culto a ídolos e hicieron que los israelitas cayeran en un pecado muy grave. Por eso hice un juramento solemne de que tendrán que sufrir las consecuencias por sus pecados, dice el SEÑOR Soberano.
Eze 44:13 No se les permite acercarse a mí para ministrar como sacerdotes. Tampoco se les permite tocar ninguno de mis objetos santos ni las ofrendas santas, pues deberán cargar con la vergüenza de todos los pecados detestables que cometieron.
Eze 44:14 Servirán como cuidadores del templo a cargo del trabajo de mantenimiento y las tareas generales.
Eze 44:15 »”Sin embargo, los sacerdotes levitas de la familia de Sadoc continuaron sirviendo fielmente en el templo cuando los israelitas me abandonaron para rendir culto a ídolos. Estos hombres servirán como ministros míos. Estarán en mi presencia y ofrecerán la grasa y la sangre de los sacrificios, dice el SEÑOR Soberano.
Eze 44:16 Sólo ellos entrarán en mi santuario y se acercarán a mi mesa para servirme. Ellos cumplirán todos mis requisitos.
Eze 44:17 »”Cuando entren por la puerta al atrio interior, deben vestir solamente ropa de lino. No se vestirán con lana cuando estén de turno en el atrio interior o en el templo mismo.
Eze 44:18 Llevarán puestos turbantes de lino y ropa interior de lino. No deberán vestir nada que los haga transpirar.
Eze 44:19 Cuando regresen al atrio exterior donde está el pueblo, tendrán que quitarse la ropa que usaron mientras me sirvieron. Dejarán esa ropa en las habitaciones sagradas y se cambiarán, a fin de no poner a nadie en peligro al transmitirle santidad con esa ropa.
Eze 44:20 »”No se raparán la cabeza ni se dejarán crecer demasiado el cabello, sino que deberán recortárselo con frecuencia.
Eze 44:21 Los sacerdotes no beberán vino antes de entrar al atrio interior.
Eze 44:22 Podrán casarse únicamente con una virgen de Israel o la viuda de un sacerdote. No podrán casarse con otras viudas ni con mujeres divorciadas.
Eze 44:23 Enseñarán a mi pueblo la diferencia entre lo santo y lo común, entre lo ceremonialmente puro y lo impuro.
Eze 44:24 »”Servirán de jueces para resolver cualquier desacuerdo que surja en mi pueblo y sus decisiones tendrán que basarse en mis ordenanzas. Y los sacerdotes mismos deberán obedecer mis instrucciones y decretos en todos los festivales sagrados y ocuparse de que los días de descanso sean apartados como días santos.
Eze 44:25 »”Un sacerdote no deberá contaminarse al estar en presencia de un cadáver, a menos que se trate de su padre, su madre, uno de sus hijos, de sus hermanos o hermanas solteras. En tales casos está permitido.
Eze 44:26 Aun así, podrá volver a desempeñar sus tareas en el templo sólo después de purificarse ceremonialmente y luego esperar siete días.
Eze 44:27 El primer día que vuelva a su trabajo y entre al atrio interior y al santuario, deberá presentar una ofrenda por su propio pecado, dice el SEÑOR Soberano.
Eze 44:28 »”Los sacerdotes no tendrán ninguna parte ni porción de la tierra, porque sólo yo seré su preciada posesión.
Eze 44:29 Su alimento provendrá de las ofrendas y los sacrificios que el pueblo lleve al templo: las ofrendas de grano, las ofrendas por el pecado y las ofrendas por la culpa. Todo lo que alguien aparte* para el SEÑOR pertenecerá a los sacerdotes.
Eze 44:30 Los primeros frutos maduros y todas las ofrendas presentadas al SEÑOR pertenecerán a los sacerdotes. También se entregarán a los sacerdotes las primeras muestras de cada cosecha de grano y lo primero de la harina, para que el SEÑOR bendiga los hogares de ustedes.
Eze 44:31 Los sacerdotes tendrán prohibido comer carne de cualquier ave o animal que muera de muerte natural o por haber sido atacado por otro animal.

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