1Co 1:10 Os ruego, pues, hermanos, por el
nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no
haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una
misma mente y en un mismo parecer.
1Co 1:11 Porque he sido informado acerca de
vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas.
1Co 1:12 Quiero decir, que cada uno de
vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.
1Co 1:13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue
crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
1Co 1:14 Doy gracias a Dios de que a
ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo,
1Co 1:15 para que ninguno diga que fuisteis
bautizados en mi nombre.
1Co 1:16 También bauticé a la familia de
Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro.
1Co 1:17 Pues no me envió Cristo a
bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que
no se haga vana la cruz de Cristo.
Pablo pide a los
corintios que anden en unidad pues se había enterado que en esta iglesia había
divisiones diciendo “yo soy de Pablo y yo de Apolos y yo de Cefas y yo de
Cristo” formando cuatro grupos que dividían a la iglesia, sin embargo, los
corintios habían sido llamados a tener una relación íntima con el Señor Jesús,
por tanto, debían andar en un mismo sentir; “por el cual fuisteis llamados a la comunión
con su Hijo Jesucristo nuestro Señor”; 1 corintios 1:9.
Pablo hace el
llamado a “que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo
parecer” 1 corintios 1:10. Tener una misma mente es tener la
mente de Cristo o, dicho de otra manera, debemos pensar como Él piensa, “para que todos sean uno; como tú, oh Padre,
en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros” Juan 17:21; Porque he descendido del
cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Así que el
pensamiento de Cristo es que estemos unidos para hacer la voluntad del Padre, de
alcanzar “la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”; efesios
4:11-16, realizando lo que nos corresponde para que nuestros hermanos vayan
creciendo espiritualmente, de acuerdo al don que nos ha sido dado, en
coordinación con los demás miembros de la iglesia y no aparte, es decir, el
cristianismo no son varios grupos sino un solo grupo que, hace la voluntad de Dios
y sirve a sus hermanos siempre bajo la dirección de Cristo; 1 corintios
14:12; efesios 5:23.
Es por esto que
al formar grupos dentro de la iglesia de Corinto diciendo yo soy de éste o soy
de aquél, lo único que se lograba era entorpecer el poder alcanzar el objetivo
ya que cada grupo pensaba lo que quería y no lo Cristo piensa.
Pablo enfatiza
que les predicó el evangelio, no con “sabiduría de palabras” para que la fe no
descansara sobre razonamientos humanos sino en el poder de Dios.
Por todo lo
anterior, conocemos que las divisiones en la iglesia provocan:
1. 1. Que no pensemos como Cristo piensa
2. 2. Que no hagamos la voluntad del Padre
3. 3. Que no colaboremos para edificarnos hasta ser
como Cristo, sino cada grupo haciendo lo que le conviene.
4. 4. Que se siga fomentando la división en la iglesia.
5. 5. Que la fe descanse en la sabiduría humana y no
en el poder de Dios
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