1Co 1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
1Co 1:3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
A un círculo de
creyentes reunidos en una localidad definida sin importar el número de
creyentes o el lugar en donde se reúnen se denomina iglesia local. Este era el
caso de la iglesia de Corinto a quienes se dirige esta carta. En los primeros
tres versículos del capítulo 1, El autor deja en claro que los creyentes de
Corinto eran muy importantes para Dios enseñándoles el significado de ser
iglesia.
Pablo como
apóstol de Cristo, es decir, enviado por Cristo a predicar a los que no eran
judíos; Gálatas 2:7-8, es el remitente de esta carta. También dice el versículo
1 que Pablo fue apóstol por la voluntad de Dios, esto es, que él decidió que
Cristo lo enviara a predicar y eso es lo que le da la autoridad a Pablo para
dar la enseñanza a los cristianos reunidos en la ciudad de Corinto.
Sóstenes quien probablemente,
había sido el principal de la sinagoga de Corinto; Hechos 18:17, sustituyendo,
tal vez, a Crispo; Hechos 18:8 es incluido en la salutación.
Esta carta está
dirigida a “la iglesia de Dios que está en Corinto”; 1 corintios 1:2, lo
que nos hace ver que los cristianos reunidos en esta ciudad eran considerados
por Pablo como la iglesia de Dios, esto habla por sí mismo de la importancia
que tiene la reunión o congregación de seguidores de Cristo puesto que la
iglesia de Corinto era una manifestación de la iglesia de Dios, así como todas
las iglesias locales son manifestación de la misma.
Pablo se dirige
a esta congregación con motivo de enseñarles lo que significa ser iglesia, por
ello en primer lugar les llaman “santificados en Cristo Jesús”. La
palabra santificados significa que fueron apartados para Dios como dice en 1
Pedro 2:9 “… nación santa pueblo adquirido por Dios … que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable”. En este versículo dice que fuimos alcanzados
hasta las tinieblas, en dónde estábamos, para traernos a su luz admirable y
pasar a ser de su propiedad. Pero la condición para haber sido santificados, es
“… en Cristo Jesús”, es decir, somos apartados para Dios por el
sacrificio de Cristo en la cruz ya que no existe otro nombre en que podamos ser
salvos según Hechos 4:12.
Entonces, ser
santificados en Cristo significa que Dios, debido al sacrificio de Cristo, nos
alcanzó y nos sacó de las tinieblas del pecado y nos ubicó en su luz para
pertenecerle solo a Él, lo cual debemos entender que el haber sido apartados
por Dios significa que nos ha dado la salvación.
En segundo lugar,
son nombrados “llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar
invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. Esto es, los corintios no
eran los únicos apartados para Dios, sino que había otras personas en distintas
ciudades que también lo habían sido, por tanto, los corintios habían sido
apartados de la misma manera que esas otras personas que habían creído en
Cristo, su muerte y resurrección llegando a ser, juntamente con ellos, parte de
la Iglesia de Cristo, la cual no estaba limitada a Corinto ya que no tiene
fronteras ni está limitada por nacionalidades, razas o sexo.
Así, los de la
iglesia de Corinto habían sido salvados y puestos aparte por Dios, pues habían
creído en Jesús. Esta era la identidad de los corintios, un grupo de personas
que habían sido tomadas de las tinieblas para ser para ser parte de la Iglesia
de Cristo, la cual es propiedad de Dios.
Los autores de
la carta también declaran que la gracia, es decir, todo aquel bien que viene de
Dios al hombre que es necesario para actuar de manera agradable al Señor, por
ejemplo, sabiduría, conocimiento, comunión con Él, comunión con los hermanos en
Cristo, dones espirituales y ministerios, esté con la iglesia de corinto.
También declaran
la paz sobre ellos que viene del Señor, ésta es el resultado de la
reconciliación con Dios ganada por Cristo en la cruz; 2 corintios 5:18, es
decir, que Dios ya no está airado con nosotros y por tanto les deseaban la
tranquilidad de saber que ahora tendrían un destino con el Señor por la
eternidad, independiente de las aflicciones de esta vida.
Podemos entender la importancia de
la iglesia porque:
I.
Toda congregación de santos, no importando su
número o lugar de reunión es iglesia de Dios.
II.
Dios nos apartó para Él de las tinieblas y ahora
somos de su propiedad, esto debido al sacrificio de Cristo en la cruz
III.
Dios nos apartó juntamente con otras personas
que creyeron de igual manera que nosotros para ser su Iglesia.
IV.
La Iglesia son las personas apartadas por Dios.
V.
El Señor de la Iglesia es Cristo
VI.
La gracia y la paz de Dios estarán siempre sobre
la Iglesia
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