1Co 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
1Co 2:15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas;
pero él no es juzgado de nadie.
1Co 2:16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién
le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
El hombre natural es el hombre que no ha sido regenerado, o
nacido de nuevo, no puede entender lo espiritual, pues al no ser salvo no tiene
el Espíritu de Dios. El hombre natural es un hombre sensual, es decir, los que
se guían por lo que sienten y no por el Espíritu. Por esto, los judíos pedían
señales para poder creer puesto que se guiaban por lo que podían ver o tocar, y
por esto también los griegos buscaban a través de la sabiduría humana encontrar
las respuestas a las preguntas ¿Quién soy? ¿A dónde voy? etc.
Para los judíos que no creyeron, puesto que esperaban (en su
sabiduría humana) un Cristo que restableciera el reino de Israel liberándolos
de Roma, y para los griegos que tampoco creyeron, oír de la resurrección de
Cristo (según su sabiduría), les parecía una locura.
Afirmar que el hombre natural no puede entender las cosas
del Espíritu, es literal. Entender lo espiritual no depende del ser humano sino
de Dios quien da el Espíritu.
En cambio, el hombre espiritual es un nacido de nuevo, es el
que es guiado por el Espíritu, o, dicho de otra manera, es el hombre lleno del
Espíritu. Así que tiene la luz del Señor para entender “El misterio que en
otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora
es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros
del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del
evangelio” Efesios 3:5-6. Porque tiene la mente de Cristo, es decir
el espiritual piensa como piensa Cristo.
En otras palabras:
somos coherederos
miembros del mismo cuerpo
copartícipes de la promesa
En resumen, la iglesia de corinto, así como cualquier
iglesia local, es una unidad. Es por esto que las divisiones, que había en esta
iglesia, escandalizaron a Pablo pues no estaban reflejando correctamente lo que
es la Iglesia de Dios.
En resumen, podemos afirmar que el hombre espiritual:
1.
Acepta las cosas que son del Espíritu, pues las
puede entender
2.
Puede comprender el misterio, la sabiduría
oculta
3.
Piensa como piensa Cristo
4.
Es quién al estar lleno del Espíritu, es guiado
por Él
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