APOSENTO ALTO

miércoles, 21 de junio de 2023

LA BENDICIÓN DE LA PERMANENCIA EN MATRIMONIO HASTA LA MUERTE

 

Co 7:10 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;

1Co 7:11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.

1Co 7:12 Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.

1Co 7:13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone.

1Co 7:14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.

1Co 7:15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.

1Co 7:16 Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?

Pablo pasa de hablar acerca de la fornicación en el capítulo 6 a hablar acerca del matrimonio como lo mejor para contrarrestarla. Ahora, a partir del versículo 10 les habla a las parejas casadas.

Una iglesia unida, sin mancha, se caracterizará entre otras cosas, por componerse de matrimonios sólidos, estables en todos los sentidos, esto incluye por supuesto, que el divorcio no sea parte de su lenguaje. La separación de un matrimonio causa divisiones, no solo en la pareja sino al interior de la iglesia.

Si en los primeros cuatro capítulos de 1 corintios, Pablo condena las divisiones en grupos que había en Corinto, es lógico pensar, que tan mala eran esas divisiones como las provocadas por una separación matrimonial. Un divorcio es dañino para la unidad de la iglesia.

Recordemos lo que dijo el Señor Jesús en Mateo 19:8 que, por la dureza del corazón del hombre, Moisés dio carta de divorcio, pero al principio no había sido así, es decir, Dios no unió al hombre con una mujer para que se separaran cuando ellos quisieran, sino que los unió para toda la vida.

La importancia de permanecer unidos en matrimonio es, entre otras cosas, porque la relación entre un hombre y una mujer es el reflejo de la relación de Cristo y la iglesia; Efesios 22:33. Cristo nunca dejará a la iglesia y siempre le será fiel. Así que cuando hay un divorcio, esa pareja, estará emitiendo un reflejo totalmente distorsionado de Cristo y la iglesia.

Pablo tomando en cuenta nuevamente la dureza del corazón del hombre, le dice a la mujer: “y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido” así que, si una mujer desea separarse de su marido creyente, se debe quedar sin casar, “a no ser por causa de inmoralidad sexualMateo 19:9   como lo enseñó Jesús. Así que una causa de divorcio es la inmoralidad sexual.

A partir el versículo 12 Pablo trata con matrimonios en el que uno de los dos es creyente y el otro incrédulo. En estos casos la separación es válida si el incrédulo o incrédula quiere separarse, es como si Pablo dijera: si el incrédulo se quiere ir, déjalo que se vaya, no lo retengas. Esto es porque a paz nos llamó el Señor, es decir, el cristiano no puede saber si su esposo incrédulo o esposa incrédula va a ser creyente.

Pero en caso que la persona incrédula no quiera separarse el creyente no debe abandonar a su pareja incrédula, ya que, tendrá la oportunidad de presentarle las buenas nuevas y por tanto la posibilidad de convertirse en creyente. Además, que los hijos de ese matrimonio gozarán de estabilidad espiritual debido a su padre o madre creyente.

Afirmamos que la permanencia en matrimonio  hasta  la muerte es una gran bendición porque:

                                 I.            Es la voluntad de Dios

                               II.            Es el reflejo de la relación de Cristo y la iglesia

                             III.            Contribuye a la unidad de la iglesia

                            IV.            Les da estabilidad emocional y espiritual a los cónyuges

                              V.            Les da estabilidad emocional y espiritual a los hijos

                            VI.            Le da una oportunidad de salvación a la pareja incrédula

No hay comentarios:

Publicar un comentario