APOSENTO ALTO

martes, 2 de mayo de 2023

EL REINO DE DIOS

 

1Co 4:14 No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos amados.

1Co 4:15 Porque, aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.

1Co 4:16 Por tanto, os ruego que me imitéis.

1Co 4:17 Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias.

1Co 4:18 Mas algunos están envanecidos, como si yo nunca hubiese de ir a vosotros.

1Co 4:19 Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos.

1Co 4:20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.

1Co 4:21 ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?

Pablo refiriéndose a 1 corintios 4:7-13; les dice a los de Corinto que no quiere avergonzarlos al decirles que nadie los ha puesto a ellos para decidir quién es mejor predicador, si Pablo o Apolos, y mientras los de esta iglesia están envanecidos, ellos sufrían por el ministerio.

Pablo no buscaba avergonzarlos, sino que cambiaran de actitud y dejaran de ser orgullosos, ya que el reino de Dios no era cuestión de orgullo, ni se trataba de quiénes seguían al mejor predicador.

¿Pero con qué autoridad les decía esto? Con la autoridad de un padre, pues a través de él los corintios habían creído. Los corintios podían tener muchos maestros, pero, el evangelio les había llegado a través de él. En ninguna manera aquí, Pablo quiere ser orgulloso ni ponerse por encima de Apolos, más bien les habla como un padre para que ellos sean humildes imitándolo a él que entendía que la palabra que él predicaba, no transformaba las vidas por el hecho que fuera él quien las hablaba, sino por el respaldo del Espíritu Santo. Pablo sabía que, si él predicaba sin el respaldo de Dios, solamente sería palabrería. Por ello, Timoteo iría a Corinto para dar testimonio del proceder de Pablo, para que no tuvieran un concepto incorrecto de él.

Pero ante la actitud arrogante de algunos, probablemente porque se creían maestros que podían decidir qué predicador era mejor y que por ello no necesitaban recibir enseñanza más que de su predicador favorito, Pablo les dice que irá pronto a verlos para ver si sus palabras son respaldadas por el Espíritu de Dios, y por ello les explica que el reino no son solo palabras, pues las palabras sin el respaldo del Espíritu Santo, son solo eso, palabras. Así que el reino consiste en el poder transformador de Dios actuando en las palabras del evangelio.

Podemos afirmar que el reino de Dios

                                 I.            No se trata de seguir al “mejor predicador”

                               II.            No es cuestión de palabrería

                             III.            No es cuestión de sabiduría humana

                            IV.            No es conocimiento bíblico

                              V.            Consiste en la palabra de Dios siendo usada por el Espíritu Santo para transformar vidas.

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